Fuente: www.elboomeran.com | 21/9/2015
La Andalucia profunda
de Robert Arlt
En este artículo de la revista Claves
de Razón Práctica nº241 Francisco Fuster poner en valor la figura de Roberto Arlt,
el escritor argentino cuya obra es una de las más originales y modernas del siglo XX,
y sin embargo carece de la fama de Borges, con quien coexistió. Parte de la crítica
lo coloca enfrentado a Borges en la forma de entender la realidad cultural de Argentina,
uno mirando más hacia Europa y otro, Arlt, hacia el moviemiento obrero porteño,
la ciudad y sus temas sociales.
Fuster habla del libro "Roberto Arlt, aguafuertes españolas" que reúne algunos
de sus artículos periodísticos a raíz de su viaje a España y Marruecos en el año 1934
y que en este volumen recoge las aguafuertes dedicadas a Cádiz, Sevilla, Tánger,
Tetúan y Granada.
[Comienzo del artículo]
Roberto Godofredo Christophersen Arlt (1900-1942), más conocido
-o tal vez habría
que decir, desconocido- para el gran público como Roberto Arlt, fue víctima del
destino por partida doble. De entrada, tuvo la desgracia de morir muy joven,
en plena madurez vital y creativa. Y desde el punto de vista de la historiografía
literaria, tuvo la "mala suerte" de coincidir en el espacio y en el tiempo con el
autor más destacado de su generación, además -y aquí reside la fatalidad de esta
coexistencia- de un genio de la literatura universal del siglo XX: Jorge Luis Borges.
Arlt y Borges han sido estudiados como las dos caras de una misma moneda,
surgidas al calor del efervescente Buenos Aires de la primera modernidad
y las vanguardias artísticas; el del notable crecimiento urbano y demográfico
de los años veinte y treinta del siglo pasado.
que decir, desconocido- para el gran público como Roberto Arlt, fue víctima del
destino por partida doble. De entrada, tuvo la desgracia de morir muy joven,
en plena madurez vital y creativa. Y desde el punto de vista de la historiografía
literaria, tuvo la "mala suerte" de coincidir en el espacio y en el tiempo con el
autor más destacado de su generación, además -y aquí reside la fatalidad de esta
coexistencia- de un genio de la literatura universal del siglo XX: Jorge Luis Borges.
Arlt y Borges han sido estudiados como las dos caras de una misma moneda,
surgidas al calor del efervescente Buenos Aires de la primera modernidad
y las vanguardias artísticas; el del notable crecimiento urbano y demográfico
de los años veinte y treinta del siglo pasado.
El mismo Buenos Aires donde nacieron dos tendencias que, sin
llegar a estar nunca
enfrentadas de facto, rivalizaron por imponer su cosmovisión del mundo y, sobre todo,
su concepción de lo que debía ser el arte. El nombre de Borges está desde siempre
ligado al grupo de Florida, formado por una serie de artistas que desde el café
La Richmond, y usando como plataforma de difusión la célebre revista Marín Fierro,
con sede en la famosa calle Florida, trataron de facilitar la entrada de las vanguardias
llegadas de Europa -surrealismo, dadaísmo, ultraísmo- en la poesía y la literatura
argentina del momento. Opuesta a esta visión del arte más elitista y estetizante,
se situó muy pronto la facción de Boedo, integrada por otro conjunto de artistas
que orbitaron en torno a la Editorial Claridad, sita en el número 837 de la calle Boedo.
Frente al virtuosismo del lenguaje y el estilo propugnado por Florida, Boedo se vinculó
desde el principio al incipiente movimiento obrero porteño y a las clases trabajadoras
de la ciudad, reivindicando su ideología izquierdista y su apego a la temática social.
La cercanía de Arlt a este segundo grupo ha hecho que parte de la crítica haya visto en
Arlt y en Borges, en Boedo y Florida, la lucha dialéctica entre dos formas distintas
de entenderla realidad cultural de la Argentina contemporánea.
enfrentadas de facto, rivalizaron por imponer su cosmovisión del mundo y, sobre todo,
su concepción de lo que debía ser el arte. El nombre de Borges está desde siempre
ligado al grupo de Florida, formado por una serie de artistas que desde el café
La Richmond, y usando como plataforma de difusión la célebre revista Marín Fierro,
con sede en la famosa calle Florida, trataron de facilitar la entrada de las vanguardias
llegadas de Europa -surrealismo, dadaísmo, ultraísmo- en la poesía y la literatura
argentina del momento. Opuesta a esta visión del arte más elitista y estetizante,
se situó muy pronto la facción de Boedo, integrada por otro conjunto de artistas
que orbitaron en torno a la Editorial Claridad, sita en el número 837 de la calle Boedo.
Frente al virtuosismo del lenguaje y el estilo propugnado por Florida, Boedo se vinculó
desde el principio al incipiente movimiento obrero porteño y a las clases trabajadoras
de la ciudad, reivindicando su ideología izquierdista y su apego a la temática social.
La cercanía de Arlt a este segundo grupo ha hecho que parte de la crítica haya visto en
Arlt y en Borges, en Boedo y Florida, la lucha dialéctica entre dos formas distintas
de entenderla realidad cultural de la Argentina contemporánea.
Fuente:www.elboomeran.com
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Fuente: www.elboomeran.com | 21/9/2015
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