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30 fotos de Yuscarán. La geometría de las piedras y las nubes. Mario A. Membreño Cedillo. Post Plaza de las palabras

 


 

cuadrado

 

    Plaza de las palabras  en su sección Imágenes y fotografía, presenta 30 fotos de Yuscarán. La geometría de las piedras y las nubes. Fotografías  tomadas por Mario A.Membreño Cedillo en Yuscarán cabecera municipal del Departamento de El Paraíso, pueblito mítico y como suspendido en el tiempo,  enclavado a la ladera del  cerro  de Montserrat, esta a 69 km de Tegucigalpa. Pueblo de raigambre minera fundado en 1760, con arquitectura colonial, de calles estrechas y empadradas, rodeado también de una Reserva Biológica. Cuenta apena con 20000 habitantes. Aún subsisten más de 200 casa de la época colonial. Su nombre etimológico proviene de lenguas mexicas y se traduce como El lugar de la casa de flores. 

 

    La selección de las fotografías tomadas, sigue unos lineamientos. Sus objetivos primarios: piedras, casas y nubes.  Conjuntada por un lazo común, las líneas geométricas que juegan una ilación en una buena parte de las fotografías aquí seleccionadas, desde el trazo de una calle, el alargamiento de una acera, un alambre eléctrico que rompe el cielo. Un balcón que parece flotar. Se combinan los  planos horizontal o vertical según la disposición arquitectónica de las casas. O la verticalidad de los postes de luz o de los postes de los corredores. Pero sobre todo recogen estas fotografías, cada una un sugerente misterio. Y que eventualmente incluye el paisaje humano. Fotografías   en que la luz siempre es protagonista, pero a veces se combina con un contraste oscuro de un negro bravo y rotundo. Imágenes en que el silencio habla, las piedras hablan, las nubes hablan,  todas unidas por la geometría de las líneas, las formas  y los sólidos. Cada fotografía cuenta su propia historia y se abre a la mirada de la sorpresa.

 

Alambre al cielo



Franjas 



Mujeres dando la espalda

Verticales


 

Portón abierto

 

 

Balcón aéreo

 

Columnas

  

Tertulia

  

Miradas

 

 

Luz, sombras y concreto


 Muralla

 

Tres cúpulas


Escaleras

 

Baranda

 

Jinete

 

 
Bicicleta

 

Piedras y sombras

 

 

Tres postes


Mirador

 

Triangulo

 

4 Puertas  cerradas

 

 

Intervalos

 

El camino  de  la luz

 

 

Sincronía

 

A la espera

 

Punto de fuga

 

Techo del mundo 

Imagen y fotografía. Ansel Adams: la escultura de una fotografía. Post Plaza de las palabras



M.A. Membreño Cedillo




La historia del hombre detrás de la cámara

Ansel Adams, (1902-1984)  norteamericano, fotógrafo profesional y uno de los grandes iconos de la fotografía del siglo XX. También fue músico, montañista,  escritor, profesor  Su obra fotográfica de un sello inconfundible, por haber seleccionado la fotografía en blanco y negro, y porque en sus fotos no aparecen personajes humanos, gesto que le criticaba Cartier–Bresson. Para  Adams su personaje principal era la naturaleza vista desde un instantáneo realismo naturalista. La mayoría de sus fotos son de un paisajismo nítido, inmediato y sobrecogedor. Pero como tales cultivan  un equilibrio en la profundidad y el detalle. Dejo su obra en numerosos libros, que no solo versaban sobre su fatiga como fotógrafo, sino sobre la técnica de la fotografía. En ese campo contribuyo con algunos conceptos como su sistema de  zonas, la visualización de la fotografía, y sus aportes al contenido, que se caracterizan por una gran profundidad de campo, su técnica de la exposición, buscando entre el blanco y negro, el equilibrio de los grises. 

Durante su proceso de formación, se dio un cambio cuando en 1930, conoció al  fotógrafo Paul Strand. La visión fotográfica de Strand tuvo  un gran impacto en Adams, ayudándolo a alejarse del estilo pictórico y dirigir su mirada hacia el estilo de “straight photography” (fotografía directa, o pura), (1)  lo que algunos llaman un Purismo Fotográfico (2), algo así como en pintura pasar de un impresionismo a un hiperrealismo de la naturaleza. Situación  que se ve acentuada por los contrastes, producto de su técnica de la exposición.
Si bien sus composiciones destacan los grandes paisajes; también  pasa a fotografías de primer plano que exhiben el detalle al instante, sea una flor, una hoja, un pedazo de roble, como se aprecia en la foto Rose and Driftwood, 1932. Otra de sus fotos, muy conocidas Tetons  and the Snake river, 1942,   fue una de las imágenes seleccionadas para  ser enviada al espacio   en las cápsulas Voyager. Sobre esta fotografía, Adams escribió en The Print: “Visualmente, este era un sujeto más bien gris, pero emocionalmente era dramático y poderoso y yo lo visualicé como una imagen con mucha fuerza”. (3) Ese obrar y oficio de fotógrafo de paisajes, lo llevo a decir que “La fotografía de paisajes es la prueba suprema del fotógrafo y, a menudo, la decepción suprema”. (4)




La historia del blanco y negro

El fotógrafo húngaro, Gyula Halász, más conocido como Brassaï, nos regala una fotografía en palabras, cuando afirma, “La noche sugiere, no enseña. La noche nos encuentra y nos sorprende por su extrañeza; ella libera en nosotros las fuerzas que, durante el día, son dominadas por la razón." (5) Y citamos a Brassai porque Brassai es considerado un fotógrafo de la noche, sus fotografías son también en blanco y negro. Porque en la noche pervive inmediata esa   cofradía bicolor. Sean fotos tomadas de día, el blanco y negro nos recuerda y trae a la vista el imperio de la noche. La noche en las fotos de Adams, a veces apenas se insinúa, y en sus fotos de día, siempre ronda la noche. Hay en ese claroscuro  algo fundacional y quizás el impacto visual  de las fotos de Ansel Adams, sea que nos evocan imágenes con una fuerte sensibilidad primitiva. Lo descarnado del mundo, lo telúrico de la imagen, el arquetipo visual. Esa sensación que en  la punta de la memoria  no alcanzamos a decir, pero presentimos. Esa impresión produce algunas de las fotografías de Ansel Adams. En  el terreno de lo concreto:   uno siente que acaba de ocurrir o ocurrirá algo portentoso, que detrás de ese árbol hay una historia o que por ahí acababan de pasar Abrahán con Isaac, que en las montañas lejanas habita seres míticos, que la  fachada de un edificación es la puerta por donde pasaron generaciones de ancestros, que el risco de una montaña fue esculpido por titanes. Es cuestión de inclinaciones Brassai pinto las noches parisinas, llenas de monumentos, calles y personas.  Y Adams los paisajes naturales montañas, ríos, piedras.  Ambos son generacionales Adams nació tres años después y ambos murieron en 1984.




La historia del momento decisivo

En ese preámbulo que siempre antecede al hecho, Ansel Adams regresaba una noche a Santa Fe, New México, después de un desalentador día de fotografías, trabaja para el gobierno E.UU, como fotógrafo de los Parques Nacionales, son famosos sus fotografías del Parque Nacional de Yosemite.  En esos recorridos de tomar fotografías, en uno de sus viajes; desde la carretera vio hacia su izquierda, un paisaje que lo deslumbro y cautivo, pensó inmediatamente fotografiarlo.  Apresuradamente detuvo  el auto y corrió a armar su cámara 8X10. El mismo narraría después que el tuvo una clara visualización de la imagen que él quería. Pero no pudo hallar su exposímetro, por lo cual tomo la foto sin el; valiéndose solo de  su experiencia de tomar fotografías de noche con la  luz de la luna llena. Pensó que si no se apuraba el sol se pondría y dejaría de reflejar las cruces blancas hasta oscurecerlas. Sin pensarlo más tomo la fotografía.

En este proceso, el momento es decisivo, previa a ello la visualización de la imagen, técnica que aplicaba Adams, y que consistía en la observación de un sujeto o tema o paisaje,  e imaginarlo como quedaría después de tomar la foto. Combinación de intuición  artística y oficio decantado, pero también de dominio de la técnica fotográfica. Este proceso mental se da también en los escritores se imagina mentalmente un tema o cuento, pero al intentar ponerlo en la pagina en blanco hay una diferencia en como se imaginaron el trazo narrativo y lo que pudieron escribir. En la fotografía esa visualización esta más cerca de lograr lo imaginado con que finalmente resulta. Pero requiere con todo una compresión del sujeto observado y una destreza técnica para la impresión de la foto. Decía Cartier Bresson  “De todos los medios de expresión la fotografía es el único que fija un instante preciso. Jugamos con cosas que desaparecen, y cuando han desaparecido es imposible hacerlas revivir” (6)




La historia de una fotografía: Moonrise

La fotografía Moonrise over Hernández, New México, es la fotografía más popular de Ansel Adams. El joven Adams en el principio de su carreara vendía sus fotos a $10, en 1981, tres años antes de su muerte Moonrise  over Hernandez, se subasto por $71500.( 7) Fue tomada siguiendo la técnica de las tres partes, dividir la foto en tres segmentos para evitar la simetría. Aquí el cielo oscuro solo perturbado por la luna es el primer segmento, el segundo segmento es asaltado por las nubes multiformes, y en el tercer segmento el  plano terrestre: lo que es un pequeño terreno en que sobresalen casas, tumbas y cruces. Todas de un blanco, cortado por el perfil de las montañas. En esta regla de los tres segmentos hay un contraste entre el negro del cielo, lo blanco de las nubes y el gris de paisaje, que determinan la composición. 

Adams describe las sensaciones al ver el paisaje y el proceso de tomar la fotografía: El mismo nos explica sus impresiones: “combinando el momento oportuno o fortuito con  el recuerdo inmediato de la técnica”. (8) Mas adelante él agrega  que “sentío en ese momento que aquel paisaje era una imagen excepcional” (98)  y cuando él tomó la fotografía,  lo invadió “casi un sentido profético de satisfacción". (10).Pero la historia de esa fotografía, no termina ahí, Adams en ese entonces trabajaba para el Ministerio del interior en Washington, DC, para fotografiar parques nacionales, esto resultaba en que las fotos no eran de él, pero con Moonrise, Adams vacilo sobre la fecha en que la había tomado, razón por la que se estableció la fecha con base a “High Altitude Observatory at Boulder, Colorado, ayudándose con una computadora y usando datos de una visita al sitio, analizando la posición de la luna  en la fotografía y la tabla de  “azimuth” lunar.  Eso dio como resultado octubre  31, 1941, a las  4:05 de la mañana. Ese era un día sábado, día de descanso de Adams, por lo que la foto le pertenecía. (11)




Breve epilogo fotográfico

Finalmente, un breve epílogo, sobre esa crítica que señala que en la obra fotografica de Ansel Adams fotográfica no hay personas. Quizá esta orientación, tenga su explicación, en la visión de Adams “No tomas una fotografía, tú la haces” “Hay siempre dos personas en cada cuadro: el fotógrafo y el espectador.”  Para Adams tanto el sujeto como el observador, estaban fuera de la visión de la cámara, sus fotos despobladas de seres, son una prosa que esta más allá de las palabras, un metalenguaje. Pero Adams les daba la oportunidad,  como un libro  abierto o una pintura develada, de leer sus visiones y ver su prosa fotográfica; y como suele suceder en la literatura o la pintura o la música; es la comprensión del  observador, lector y oyente,  quien termina de completar la obra. Adams también pensaba que  “Una verdadera fotografía no necesita ser explicada ni expresada con palabras”.


Notas bibliográficas

1. Ver entrada Ansel Adams Wikipedia.
2. El paisaje de Ansel Adams. Fotografiarte
3. ANSEL ADAMS Y EL PROCESO Fotográfico. El rollo fotográfico 
4. Grandes fotógrafos Ansel Adams. Julio K. Club DE FOTOGRAFIA.NET.
5. Brassaï, fotógrafo nocturno. FOTONISTRA
6. El momento decisivo según Henry Cartier-Bresson. Fotogaleria
7. ANSEL ADAMS: Classic Images. En ingles en el original, las traducciones son de Plaza de las palabras.
8. Idem., ANSEL ADAMS
9. Idem., ANSEL ADAMS
10. Idem.,ANSEL ADAMS
11. Idem.,ANSEL ADAMS

 

Créditos de las fotografías
(Por orden de aparición)
Foto retrato de Ansel Adams , Wikipedia
Foto Tetons and the Snake River, 1942
Foto Jefrey Pine, Yosemite Park, 1941
Foto Moonrise over Hernandez, New Mexico, 1941
Monolith, The Face of Half Dome, 1927.
Foto Rose and Driftwood, 1932
Church Taos Pueblo.

Enlaces
Open Culture
Discover Ansel Adams’ 226 Photos of U.S. National Parks (and Another Side of the Legendary Photographer) in Photography| February 22nd, 2013
http://anseladams.com/
Ansel Adams Gallery: Home
Ansel Adams Photographs | National Archives
https://www.archives.gov/research/ansel-adams




Vivian Maier: maestra de la fotografía callejera a título póstumo


Autorretrato de Vivian Maier





 Carlos A. Oliveras octubre 4, 2015 

E
s muy posible que muchos de vosotros ya conozcáis la historia que voy a contar, pues ha tenido bastante difusión en Internet los últimos años, pero hace poco topé de nuevo con este asunto: la actividad de Vivian Maier como fotógrafa callejera de la década de los 50 y los 60del siglo XX, en las ciudades de Chicago y Nueva York, y el curioso e inesperado descubrimiento de su obra. Esta vez me he sumergido un poco más en la historia, y he pensado que sería un tema interesante para una entrada del blog.

Autorretrato de Vivian Maier
Autorretrato de Vivian Maier
Debo decir antes de nada que en general no soy muy aficionado a hablar de fotógrafos del año del catapún, más que nada porque creo que hay mucho postureo al respecto, es decir, tendencia a maravillarse sistemáticamente ante cualquier foto que se haya tomado con película y sea obra de alguno de los “grandes maestros” (título otorgado por el establishment artístico y apuntalado por una legión deesnobs). No soporto los dogmas en casi nada y la fotografía no es una excepción. Ahora bien, eso tampoco debe ser óbice para reconocer el talento en cualquier época, y sobre todo, apreciar elimpagable valor de las imágenes captadas en tiempos a los que no es posible regresar.
 
Desde ese punto de vista, creo que la fotografía de Vivian Maier es indudablemente meritoria en ambos aspectos (valor estético y documental): podéis comprobarlo visitando los distintos portfolios de su página web oficial. Pero creo que la historia que envuelve el hallazgo de esta obra y la vida de Maier es tan llamativa como sus fotografías, y merece ser contada.
La historia es tan atípica que no comienza en el siglo XX (cuando se tomaron todas estas fotos), sino en elXXI, concretamente en 2007, cuando John Maloof  -un joven coleccionista que buscaba fotos de Chicago para un libro que estaba escribiendo sobre la ciudad- compró unas cajas de negativos en una subasta de trasteros (el contenido de estos se pone a la venta si los titulares del amacenaje dejan de pagar las cuotas). Maloof se hizo con cajas que contenían más de 100.000 negativos de formato medio (además de2.700 rollos sin revelar, algunos rollos de película, cintas de cassette y otras posesiones) que habían pertenecido a una tal “Vivian Maier”. A la vista de tan ingente producción, supuso que se trataba de una periodista o fotógrafa, pero en aquel momento no consiguió encontrar información alguna sobre ella en Internet. Tras echar un vistazo a los negativos, consideró que las fotos no le servían para el libro, pero le parecieron interesantes y las guardó. Un par de años después, en 2009, volvió a revisar todo este material: escaneó unos 200 negativos, puso las fotos en un blog, y publicó el enlace en un grupo de flickr.
John Maloof inspeccionando unos negativos.
John Maloof inspeccionando unos negativos
La respuesta de aficionados y expertos no se hizo esperar, y fue entusiasta. Espoleado por este éxito,John Maloof buscó de nuevo información sobre ella, y esta vez sí encontró algo: su esquela, publicada aquel mismo año. Los datos de esta necrológica no le llevaron a ninguna parte, pero avivaron aún más su curiosidad. Con las direcciones y teléfonos de documentos que encontró en las cajas, acabó localizando a personas que le revelaron que Maier no había sido fotógrafa, sino… ¡niñera! “¿Qué hacía una niñera tomando tal cantidad de fotos a mediados del siglo XX?“, se preguntó Maloof, dudando de aquel primer hallazgo.


Muchas de las imágenes no parecían encajar del todo en el entorno de trabajo de una niñera, como esta, tomada en nochebuena de 1953 en Nueva York
Pero así era: efectivamente, Maier había pasado la mayor parte de su vida trabajando como empleada del hogar, a cargo de niños o personas mayores, o realizando tareas domésticas para las familias que la contrataban. Nunca ganó un céntimo con sus fotografías, ni expuso – de hecho, ni siquiera se sabe qué clase de formación fotográfica tuvo. Cuando Maloof localizó a quienes la trataron en vida o contrataron sus servicios, obtuvo un relato inesperado acerca de su personalidad y su afición – sabían que iba siempre con su Rolleiflex colgada del cuello, y que hacía fotos de cualquier cosa, pero no solía mostrar sus resultados a nadie (de hecho, apenas hizo copias en papel). La consideraban una persona un tantoexcéntrica, muy celosa de su privacidad y con tendencia a acumular de forma obsesiva todo tipo de objetos de recuerdo, recortes, cartas y pilas y más pilas de periódicos.




Aunque Vivian pasó su infancia en algunos pueblos de Francia (Saint Julien y Saint Bonnet – su madre era francesa), nació en Nueva York. El padre abandonó la familia cuando ella tenía 4 años, y aunque se tiene conocimiento de un hermano mayor y una tía, no parece que tuviera contacto alguno con ellos. Vivian no se casó ni tuvo hijos, y se caracterizó por una vida solitaria; de hecho, en 1959, dejó temporalmente su trabajo durante 8 meses para viajar por diferentes zonas de Asia, África y Sudamérica únicamente acompañada de su cámara, con la que tomó miles de fotos de los lugares en los que estuvo y las gentes que encontró.


27 de junio de 1959 en algún lugar de Asia
La fotografía de Vivian Maier (o al menos la parte de su obra que más atención ha generado) es eminentemente callejera y humana, en blanco y negro y formato cuadrado. Empleó varias cámaras, pero principalmente, modelos Rolleiflex de formato medio – en este tipo de cámaras el visor se encuentra en la parte superior, lo cual permite disparar desde la cintura de forma más discreta, cosa que pudo suponerle una ventaja.

Nueva York, mayo de 1953
Algunos de los que han escrito sobre Maier la han comparado con una Mary Poppins de la vida real – una especie de niñera adorablemente “peculiar“. Pero quizá la realidad distase bastante de este concepto idealizado: algunos de los niños que cuidó en su día, hoy adultos, relatan historias variopintas que hablan de un “lado oscuro” y apuntan a algún tipo de trastorno mental que posiblemente se agudizara con los años. Por lo visto, algunas de las familias que la contrataron terminaron prescindiendo de sus servicios a raíz de sus manías y su extraño carácter, aunque, por otro lado, tampoco sería tan bruja: en sus últimos años, los hermanos Gensburg (de los que Maier había sido niñera en su día) se ocuparon de pagarle un apartamento cuando fue desahuciada de su anterior domicilio. Para aquel entonces, ya tenía costumbre de guardar sus pertenencias en un trastero al no poder llevarlas todas consigo.




Nueva York, septiembre de 1959

En noviembre de 2008, Vivian tuvo una caída en la calle (parece ser que patinó con una capa de hielo) y se golpeó la cabeza: una ambulancia la llevó al hospital, donde permaneció hasta ser trasladada a una residencia de ancianos en enero, de nuevo gracias a los hermanos Gensburg. Se esperaba que tuviera una recuperación completa, pero su salud ya no remontó. Cuatro meses después, en abril de 2009 y con 83 años cumplidos, Vivian Maier moría en la pobreza, sin familia conocida ni amigos cercanos, con sus preciados negativos y otras posesiones subastadas a extraños, y por supuesto, siendo una total desconocida para el mundo de la fotografía. Irónicamente, justo entonces John Maloof había empezado a hacerla famosa: poco después encontraría su esquela en Internet y comenzaría toda la historia que nos ha llevado hasta aquí.