Mostrando las entradas con la etiqueta Poetas. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Poetas. Mostrar todas las entradas

Sexteto: H.D, Lowell, St. Vincent Millay, Bishop, Plath, Sexton. Post Plaza de las palabras 1/2

 



Plaza de las palabras en su sección Poesías, presenta una selección de poetas y poesía de poetas norteamericanas. Ramillete que incluye a las poetas: Amy Lowell, (Brookline, Massachusetts, 9 de febrero de 1874–  Brookline, Massachusetts, 2 de mayo de 1925), Hilda Doolittle (H.D) (Bethelehem, Pensilvania, September 10, 1886–Zurich, September 27, 1961), Edna St. Vincent Millay, (Rockland Maine, 22 de febrero de 1892– Austerlitz, 19 de octubre de 1950). Elizabeth Bishop (Worcester, Massachusetts, 8 de febrero de 1911-Boston, 6 de octubre de 1979), Sylvia Plath (Boston; 27 de octubre de 1932-Londres; 11 de febrero de 1963) Anne Sexton (Massachusetts, 9 de noviembre de 1928-Weston (Massachusetts), 4 de octubre de 1974.) El post esta dividido en dos partes. La primera parte dedicada a las poetas Hilda Doolitlte (H.D), Amy Lowell y Edna St. Vincent Millay, y la segunda parte a las poetas Elizabeth Bishop, Sylvia Plath y Ann Sexton.

 

I. Datos biográficos (1)

«Amy Lawrence Lowell (Boston, 9 de febrero de 1874  12 de mayo de 1925), H.D poetisa estadounidense perteneciente a la estética del imagismo. Hermana del famoso astrónomo Percival Lowell, que predijo la existencia de Plutón, y de Abbott Lawrence Lowell, presidente de la Universidad de Harvard.1​ En 1926 se le concedió el Premio Pulitzer de poesía a título póstumo.  Hilda Doolittle (September 10, 1886 – September 27, 1961) was an American poet, novelist, and memoirist, associated with the early 20th century avant-garde Imagist group of poets, including Ezra Pound and Richard Aldington. She published under the pen name H.D.  Hilda was born in Bethlehem, Pennsylvania, in 1886, and grew up just outside Philadelphia in Upper Darby, Pennsylvania, and attended Bryn Mawr College. She moved to London in 1911, where she played a central role within the then-emerging Imagist movement. Young and charismatic, she was championed by the modernist poet Ezra Pound, who was instrumental in building her career. From 1916–17, she acted as the literary editor of the Egoist journal, while her poetry appeared in the English Review and the Transatlantic Review. Edna St. Vincent Millay (Rockland, 22 de febrero de 1892 – Austerlitz, 19 de octubre de 1950) fue una poeta, dramaturga y feminista estadounidense. Fue la primera mujer en recibir el Premio Pulitzer de Poesía tal y como se conoce. También se la conoce por su estilo de vida bohemio y sus numerosas relaciones amorosas. Usaba el pseudónimo Nancy Boyd para su trabajo en prosa.»

 

II. Breve repaso de las poetas seleccionadas:   Lowell, H.D, St. Vincent Millay, Bishop, Plath, Sexton

De la poesía norteamericana escrita por mujeres, el catalogo podría ser amplísimo y variopinto. No obstante las aquí seleccionadas pueden ser una muestra pequeña y relativamente representativa de la vigorosa y polifacética poesía norteamericana escrita por mujeres. Siempre que se habla de poesía de poetas norteamericanas uno piensa en Emily Dickson,  (Massachusetts, 1830-Massachusetts, 1886), quien podría ser a su vez la gran matrona o madona de la poesía escrita por mujeres.  Uno también pensaría en Marianne Moore (Missouri 1887-N.Y 1972), de ambas poetas hemos  publicado poemas en este blog. Y por supuesto no faltaría la   poeta  Maya Angeluo (Missouri, 1928-2014). En esta ocasión hemos elegido 6 poetas que tiene mucho en común pero igualmente muchas aristas que las diferencian. Un breve repaso nos dará algunas ideas. Tres de ellas nacen en la última década del  siglo XIX, (Lowell, H.D. St, Vincent Millay), las otras tres nacen en la década de los 30s del siglo XX,  salvo Bishop que es de la primera década de siglo XX. Casi todas llegan a la década de los 60s, menos Amy Lowell que muere en 1925 y Edna Saint Vincent Millay que muere en 1950. La más longeva fue H.D. que llego a vivir 75 años y la que menos vivió fue Sylvia Plath con solo 31 años. Cinco de ellas nacen en lo que se llama Nueva Inglaterra, (4 de Massachusetts y una de Maine) (2) y una sale de ese marco geográfico: H.D que nace en Pensilvania, su padre fue  profesor de la universidad de Pensilvania, la misma universidad en que se graduaría Ezra Pound.   

Cinco de ellas ganaron el prestigioso premio Pulitzer en el ramo de poesía. Edna V.Millay (1923), Lowell (1926), Bishop (1956), Sexton (1967), Plath, (1982);   aunque dos de los premios fueron en carácter póstumo (Lowell, Plath). La única que no lo gano fue H.D. Sexton además llegó a ser jurado del premio. Dos de ellas estuvieron vinculadas a la corriente imaginista del poeta Ezra Pound (Lowell y H.D.).  Dos además de poetas fueron novelistas: H.D y Sylvia Plath, solo una de ella fue además dramaturga: Edna St. Vincent Millay. Cuatro de ellas escribían con seudónimo H.D, Ann Sexton  su verdadero nombre era Anne Gray Harvey,  Edna St. Vincent Millay, usaba el  seudónimo de Nancy Boyd para su trabajo en prosa.  Sylvia Plath uso el seudónimo Victoria Lucas.   Una de ellas, H.D  llego a ser editora de una revista de prestigio Journal Egotist y una más fue Poeta Laureada: Elizabeth Bishop. Si Marianne Moore se había ganado elogiosas palabras de T.S.Eliot, H.D se gano la protección de Ezra Pound y luego se caso con el poeta Richard Adlington, también cultivaba la amistad de D. H. Lawrence y de la influyente escritora y protectora de escritores: la norteamericana Gertrude Stein (Pensilvania 1874-Francia 1946);  y era sicoanalizada por Segismundo Freud. Probablemente Lowell, H.D y Elizabeth Bishop fueron las más cosmopolitas del grupo. Por su parte Elizabeth Bishop además de la amistad, se beneficio de influencia de la gran poeta Marianne Moore. Mientras que Ann Sexton y Sylvia Plath asistieron y se beneficiaron de los talleres literarios del  poeta confesional Robert Lowell (Boston 1917-N.Y 1977). Dada la dispersión generacional, aunque toda eran oriundas de noreste de EEUU, (Massachusetts, Pensilvania y Maine). No  llegaron a ser amigas, salvo Sexton y Plath que coincidieron en los talleres del poeta Lowell.  Pero probablemente todas se leyeron. Al igual que Marianne Moore dos de ellas vivieron temporadas en Greenwich Village: H.D y Edna Saint Vincent Millay.

Se conoce que cuatro de ellas  se casaron y tres tuvieron hijos: H.D, Plath y Sexton. Estas dos últimas fueron poetas emblemáticas de los movimientos civilistas de la época (década de los 60), y HD, lo fue al ser redescubierta y revalorada su poesía en las décadas de los 70s y 80s. En sentido contrario Elizabeth Bishop fue una poeta más distante de las posiciones contestatarias o reivindicativas;  y sintonizaba más con el tono «frio» de  Marianne Moore. Mientras que Amy Lowell también ha sido revalorada en la década de los 80s. Desde una perspectiva de orientaciones temáticas, Plath y Sexton cultivaron una poesía  confesional.  H.D se intereso más por los clásicos griegos, y llego hacer traducciones de los coros de algunas obras de Eurípides. Elizabeth Bishop fue profesora, conferencista y profesora de Harvard University y  Sexton fue profesora titular en Boston University.  Plath y H.D vivieron en Londres, Bishop en Francia y  Brasil, donde se intereso por la poesía brasileña, los trabajos de Clarice Lispector, (ucrania, 1917-Rio Janeiro, 1978) y tradujo al ingles a poetas brasileños y a Octavio Paz.  Tres de ellas escribieron literatura infantil: HD, Plath, Sexton.  Edna Saint Vincent Millay escribió un libreto para opera y cinco dramas en verso. Lowell escribió un trabajo biográfico sobre el poeta romántico ingles John Keats.  H.D fue la primera mujer en ser galardonada con la medalla de la Academia Americana de las Artes y las Letras,   Edna St. Vincent Millay fue miembro de la academia,  y Elizabeth Bishop, fue miembro de ambas academias: Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias y Academia Estadounidense de las Artes y las Letras 

 

Dos de ellas provenían de familias financieramente sólidas, Lowell y Sexton. Dos  fueron niñas precoces, Plath escribe a los 8 años su primer poema y St.Vincent Millay lo escribe a los 12 años, a los 15 recibe su primer premio y  escribe su famoso poema  Renascence a los 20 años. Mientras que Amy Lovell es poeta tardía, publica su primer poema después de los treinta años. En lo relativo  a su preparación  académica; salvo Amy Lowell que nunca fue a la universidad porque su familia se opuso a que fuera.  El peso académico, estudios y trabajos de este grupo de poetas tocan una gama amplia y respetable de instituciones que va desde Vassar College, (Bishop, ST. Vincent Millay), Bryn Mawr College, (H.D) Smith College (Plath) Universidad de Boston (Sexton), Universidad de Cambridge, (Plath). Sebarajan Becas Fullbright y Becas Guggenheim. En cuanto a sus empleadores o lugares de trabajo, Universidad de Harvard, MIT, Lectoras del Congreso,  Universidad de Boston. Es impresionante la gama y cantidad de premios y distinciones que este grupo de poetas recibió, por supuesto unas más que otras. Tres mueren de muerte natural Lowell (51), H.D  (75), Bishop (68), una muere accidentalmente, Edna St.Vincent Millay (68), y dos se auto-malograron  Plath (31) y Sexton (45). Pese a los nudos traumáticos y angustiosos que padecieron algunas de ellas,  todas disfrutaron en determinados pasajes de su vida de una relativa aceptación y fueron puntos de referencia de la poesía de su época. Con posteridad, varias de ellas –por diversas razones–  han vuelto a ser revaloradas aún mucho más.

21 POEMAS

 Para esta muestra de las poetas reseñadas incluimos 25 poemas, que incluye 7 poemas de Amy Lowell,  7 poemas de H.D, y 7 poemas de Millay. Privilegiamos formatear poemas con su respectiva versión en ingles a fin  de presentarlo como textos paralelos;  sin embargo también hay versiones solamente en español, y una más que solo presentamos en ingles. Harp –weaver de Millay. Mientras que los traductores son un representativo, nutrido  y selecto grupo de experimentados vuelos.  

 

Primera parte

Amy Lowell

(1874-1925)


De la lectura al imaginismo poético

 

 

Portada  TIME, 1925

 

Puntos clave de Amy Lowell, ella no asistió a la universidad, pero sustituyo el mundo académico por el mundo empírico, apoyada en una vasta cultura de lectora  y de viajes por el mundo. Se adhirió al  imaginismo de Ezra Pound, decanto su gusto por la literatura y cultura china y privilegio el haiku japonés. Se apropio del  verso libre como técnica literaria y la llamó «prosa polifónica».  Aquí se presenta una breve muestra de su poemas, en que se aprecia su influencia china,  su trafico por  el  haiku japonés y su intención imaginista al acercase a  las cosas directamente: Lo concreto no lo abstracto, la imagen no la idea,  el ritmo no el metro. 

 

Plantas marinas

 

Fría cae la luna sobre la arena de las dunas

y las algas ondean y fulguran;

el tenue ritmo de mi reloj dice

que son ya las doce y cuarto;

y no oigo nada todavía

salvo los golpes del viento sobre el mar.

 

De El jardín de Sevenels

Traducción: Marta Porpetta. Ediciones Torremozas, Madrid 2007

 

La mujer del pescador

 

Cuando estoy sola

el viento en los pinos

es como el rasgueo de las olas

en los costados de madera de una barca.

 

De El jardín de Sevenels

Traducción: Marta Porpetta. Ediciones Torremozas, Madrid 2007

 

El jardín del emperador

 

Una vez, en el sofocante calor de pleno verano,

un Emperador hizo que las montañas en miniatura de

su jardín

fueran cubiertas con seda blanca,

así coronadas,

parecían refrescar sus ojos

con el resplandor de la nieve.

 

De El jardín de Sevenels

Traducción: Marta Porpetta. Ediciones Torremozas, Madrid 2007

 

AUTUMN

 

All day I have watched the purple vine leaves

Fall into the water.

And now in the moonlight they still fall,

But each leaf is fringed with silver.

 

OTOÑO

 

Todo el día vi caer en el agua

las púrpuras hojas de la vid.

Y siguen cayendo a la luz de la luna

cada hoja con un borde de plata.

 

Traducción SALVADOR

ELIZONDO, MARINA FE

Y JOSEFINA GONZÁLEZ DE

LA GARZA

 

 

UN ARTISTA

 

El anacoreta, Kisen,

escribio mil poemas

y arrojo novecientos noventa y nueve en el rio

considerando solo uno digno de preservarse.

 

Antología de la poesía norteamericana, traducciones por

Ernesto Cardenal y Coronel Urtecho

 


MADONA DE LAS FLORES DE LA TARDE

 

Todo el santo día he estado trabajando,

ya estoy cansado.

Y llamo: “¿Dónde estás?”

Solo se oye el rumor de la encina en el viento.

La casa esta en silencio,

el sol brilla en tus libros,

en tus tijeras y tu dedal que acabas de dejar,

más tu no estás aquí.

Al punto me siento solo:

¿Dónde estás ?

Ando en torno buscando.

Y de pronto, te veo

bajo un toldo azul pálido de veraneras

con una canastilla de rosas bajo el brazo.

Fría como de plata,

y te sonríes.

Pienso que las campanas de Cantorbery están tocando

aires ligeros,

me dices que las peonias ya quieren poda,

que las colombinas se han salido de su marco,

que la pirus japonica debe desenramarse y redondearse.

Me dices estas cosas,

pero yo te miro, corazón de plata,

blanca llama de corazón de plata pulida

ardiendo bajo el quiosco azul de veraneras,

y ansió en ese instante ponerme de rodillas a tus pies,

mientras en torno nuestro desgranan las campanas de

Cantorbery sus altos y dulces Tedeums.

 

Antología de la poesía norteamericana, traducciones Ernesto Cardenal y Coronel Urtecho

 

PENUMBRA

 

Mientras estoy aquí sentada en la quieta noche de verano,

de pronto, en la lejana carretera, se oye

el rechinar y el acelerar de un tranvía eléctrico.

Y, mas lejos todavía,

el fuerte resoplar de una maquina,

seguido del desgarrado arrastrar de un tren de carga

cambiando de vía.

Estos son los ruidos que hacen los hombres

en el largo ajetreo de la vida.

Seguirán haciendo siempre estos ruidos,

aun después que yo me haya muerto y ya no pueda oírlos.

Sentada aquí en la noche de verano,

estoy pensando en mi muerte.

.Que pasara contigo?

Veras mi silla

con su brillante cobertor de zaraza

iluminada por el sol del mediodía,

como ahora.

Veras mi mesa angosta

donde he estado escribiendo tantas horas.

Mis perros meterán sus hocicos en tu mano,

preguntando —preguntando—

y pendientes de ti con ojos perplejos.

La vieja casa todavía estará aquí,

la vieja casa que me ha conocido desde el principio.

Las paredes que me han visto jugar:

con soldados, canicas, muñecas de papel,

que me han protegido a mi y a mis libros.

La puerta de entrada estará mirando a los viejos arboles

donde, cuando era niña, jugaba con muertos y con indios;

mirara la ancha vereda de grava

donde yo rodaba mi aro,

y las matas de rododendro

donde cogía mariposas de pintas negras.

La vieja casa te guardara a ti,

como yo lo he hecho.

Sus paredes y sus cuartos te guardaran,

y yo susurrare mis pensamientos y fantasías

como siempre,

en las paginas de mis libros.

 

Antología de la poesía norteamericana, traducciones

por Ernesto Cardenal y Coronel Urtecho

 

"The definition of Vers libre is: a verse-formal based upon cadence. To understand vers libre, one must abandon all desire to find in it the even rhythm of metrical feet. One must allow the lines to flow as they will when read aloud by an intelligent reader. Or, to put it another way, unrhymed cadence is "built upon 'organic rhythm,' or the rhythm of the speaking voice with its necessity for breathing, rather than upon a strict metrical system. Free verse within its own law of cadence has no absolute rules; it would not be 'free' if it had."[11]

Untermeyer writes that "[s]he was not only a disturber but an awakener."[12] In many poems, Lowell dispenses with line breaks, so that the work looks like prose on the page. This technique she labeled "polyphonic prose".[13] (3)

 

 






H.D

(Hilda Doolitle)

(1886 –1961)

 

Del imaginismo poético al gusto por el clasicismo griego


 

H.D. circa 1925, photographed by Man Ray (4)

 

Puntos claves de H.D,  parte del  imaginismo de Ezra Pound y su gusto por el arte y el clasicismo griego que aprendió en su temporada en Bryn Mawr College, se acerca a los mitos. Helena y Troya están en su horizonte mental. Y trata de reinterpretar la historia. Sabe griego y traduce a Esquilo. Se enrola en el imaginismo con Aldington y Pound. Desde esos dos puntales helenismo e imaginismo escribe su poesía. Al igual que Amy Lowell se apareja con el verso libre.

 

H.D. Imagiste

Soon after arriving in England, H.D. showed Pound some of her poems. He had already begun to meet with other poets at the Eiffel Tower restaurant in Soho. He was impressed by her poems closeness to the ideas and principles he had been discussing with Aldington, with whom he had shared plans to reform contemporary poetry through free verse, the tanka and the tightness and conciseness of the haiku, and the removal of all unnecessary verbiage. In summer 1912, the three poets declared themselves the "three original Imagists", and set out their principles as:

1. Direct treatment of the 'thing' whether subjective or objective.

2. To use absolutely no word that does not contribute to the presentation.

3. As regarding rhythm: to compose in the sequence of the musical phrase, not in the sequence of a metronome.[13][14] (5)

 

 

 

 

 

Oreade (6) 

Whirl up, sea—

Whirl your pointed pines.

Splash your great pines

On our rocks.

Hurl your green over us—

Cover us with your pools of fir.

 

ORÉADE

 

Mar, arremolínate.

Revuelve tus afilados pinos,

salpica en nuestras rocas

tus grandes pinos,

precipita tu verde sobre nosotros,

cúbrenos con tus pozas de pináceas.

 

Traducciones de SALVADOR ELIZONDO, MARINA FE

Y JOSEFINA GONZÁLEZ

 DE LA GARZA

Oréade

Mar, agítate—

Estremece tus agujetas de pinos.

Esparce tus grandes pinos

En nuestras rocas.

Lánzanos  tu verdor —

Y cúbrenos con tus olas de abeto.

 

Traducción Plaza de las palabras

 

SEA ROSE

Rose, harsh rose,

marred and with stint of petals,

meagre flower, thin,

sparse of leaf,

more precious

than a wet rose,

single on a stem —

you are caught in the drift.

Stunded, with small leaf,

you are flung on the sands,

you are lifted

in the crisp sand

that drives in the wind.

Can the spice-rose

drip such acrid fragrance

hardened in a leaf?

 

ROSA MARINA

Rosa, dura rosa

lastimada, frugal de pétalos

magra flor, delgada

casi sin hojas,

más preciosa

que la rosa húmeda,

única en el tallo,

te atrapa la corriente.

Entumida, con pequeñas hojas

arrojada a la arena,

vuelas con el rizado polvo

que lleva el viento.

¿Puede la rosa aromática

rezumar esa fragancia acre

endurecida en una hoja?

 

Traducciones de

SALVADOR ELIZONDO,

MARINA FE Y JOSEFINA GONZÁLEZ

DE LA GARZA

 

 

THE POOL

Are you alive?

I touch you.

You quiver like a sea-fish

I cover you with my net.

What are you — banded one?

 

LA CHARCA

¿Estás vivo?

Te toco.

Tiemblas como pez del mar.

Te cubro con mi red.

¿Quién eres, prisionero?

 

Traducciones de

SALVADOR ELIZONDO,

MARINA FE Y JOSEFINA

GONZÁLEZ DE LA GARZA

 

 

Helena 

 

     Toda Grecia odia

los ojos quietos en el rostro blanco,

el lustre que remeda a los olivos

donde está de pie

y sus manos blancas.

Toda Grecia denigra

el rostro macilento cuando ríe,

odiándolo aún más profundamente

cuando se pone pálido y blanco,

recordando encantamientos del pasado,

males del pasado.

Grecia ve sin conmoverse,

la hija de Dios, nacida del amor,

la hermosura de sus pies frescos

y las más suaves rodillas,

podría incluso amarla

si tan sólo estuviera tendida,

ceniza blanca entre cipreses fúnebres.

 

De Heliodora, 1924 ,

traducción: María Negroni y Sophie Black

 

La vara en flor

Voy donde amo y soy amada (7)

hacia la nieve;

Voy hacia aquello que amo

sin ningún pensamiento de deber o piedad;

Voy hacia donde pertenezco, inexorable,

como la lluvia que no ha cesado de caer

hacia los surcos; 

he dado o podría haber dado

vida al grano;

pero si éste no crece o madura

con la lluvia de la hermosura,

la lluvia retornará a la nube,

quien cosecha afila su acero sobre piedra;

pero éste no es nuestro campo,

no lo hemos sembrado;

impiadosos, impiadosos, dejemos

el sitio de la calavera

para aquellos que lo compusieron.

Satisfechos, insatisfechos,

saciados o entumecidos de hambre,

he aquí la urgencia eterna,

la desesperación, el deseo de equilibrar

la variante eterna;

tú percibes este llamado insistente,

esta demanda de un cierto instante,

la vocación de gozar, de vivir,

no el mero afán de perdurar,

la vocación de vuelo, de consecución,

la vocación de reposo tras un largo vuelo;

pero ¿quién conoce la desesperada urgencia de esos otros 

–verdaderos tal vez 

ahora míticos pájaros—

que buscan, infructuosos, reposo

hasta que se desploman desde el punto más alto de la espiral

o caen del centro mismo de un círculo cada vez más estrecho?

pues ellos recuerdan, recuerdan, 

al mecerse y revolotear

lo que existió una vez

 –recuerdan, recuerdan—

ellos no se desviarán –han conocido la bienaventuranza

el fruto que satisface 

–han retornado—

¿y si las islas se perdiesen? 

¿si las aguas cubrieran las Hespérides? 

Mejor es que recuerden

—recuerden las manzanas doradas del árbol;

Oh, no los compadezcas, 

mientras los ves caer uno por uno,

pues caen exhaustos, adormecidos, ciegos,

pero en un cierto éxtasis,

pues de ellos es el hambre

del Paraíso.

 

De Trilogía, 1944-1946

Traducción Gianni Cesarini

 

         

 Eurídice

 

I.

Así que me has forzado a regresar,

a mí que podría haber caminado entre las almas vivas

sobre la tierra,

a mí que podría haber dormido entre las flores vivas

por fin;

 

así que por tu arrogancia

y tu inflexibilidad

he sido regresada

a donde líquenes muertos vierten

pavesas muertas en musgo de ceniza;

 

así que por tu arrogancia

estoy destrozada por fin,

yo que había vivido en la inconsciencia,

que casi había olvidado;

 

si me hubieras dejado esperar

habría crecido desde la indiferencia

hasta la paz,

si me hubieras dejado descansar con los muertos,

te habría olvidado a ti

y al pasado.

  

II.

Aquí tan solo llama sobre llama

y negro entre centellas rojas,

rayos de negrura y luz

que se tornó incolora;

 

¿por qué te diste la vuelta,

qué infierno tenía que ser repoblado

con mí misma así

barrida hacia la nada?

 

¿por qué miraste hacia atrás?

¿por qué vacilaste en ese momento?

¿por qué volviste el rostro,

prendido por la llama de la tierra superior,

hacia mi rostro?

 

¿qué fue lo que cruzó mi rostro

con el fulgor del tuyo

y tu mirada?

¿qué fue lo que viste en mi rostro?

¿la luz de tu mismo rostro,

el fuego de tu misma presencia?

 

Qué tenía que ofrecer mi rostro

salvo el reflejo de la tierra,

color de jacinto

prendido en la cruda fisura de la roca

de donde cae la luz,

 

y el color de iridáceas celestes

y la brillante superficie de iridáceas doradas

y la de la anémona,

rápida en sus venas como relámpago

y como blancura.

  

III.

Rosa de azafrán del borde de la tierra,

azafrán silvestre que se inclinó

sobre las afiladas aristas de la tierra,

todas las flores a cortar a lo largo de la tierra,

todas, todas se han perdido,

 

todo está perdido,

todo está mezclado con negro,

negro sobre negro

y, peor que el negro,

esta luz sin color.

 

IV.

 Borde sobre borde

de iridáceas azules,

iridáceas, amuralladas contra su propio azul,

azul de aquella tierra superior,

azul de la hondura sobre hondura de las flores,

perdidas;

 

flores,

si hubiera podido tomar de ellas mi aliento,

una vez, lo suficiente,

más que la tierra,

incluso más que de la tierra superior,

hubieran podido pasar conmigo

bajo la tierra;

 

si hubiera podido arrancarlas de la tierra,

todas las flores de la tierra,

si solo una vez hubiera aspirado en mi interior

las muy doradas iridáceas

y las rojas,

los muy dorados corazones del primer azafrán,

toda la dorada masa,

toda la gran fragancia,

me habría atrevido a perder.

  

V.

 Así que por tu arrogancia

y tu inflexibilidad

he perdido la tierra

y las flores de la tierra,

y las almas vivas sobre la tierra,

y a ti que cruzaste por la luz

y que llegaste

a inflexible;

 

tú que posees tu propia luz,

que eres tú mismo una presencia,

que no necesitas presencia;

 

pero por toda tu arrogancia

y tu mirada,

te digo esto:

 

tal pérdida no es pérdida,

un terror así, tales filamentos y bucles y precipicios

de negrura,

tal terror

no es pérdida;

 

el infierno no es peor que tu tierra

sobre la tierra,

el infierno no es peor,

no, ni tus flores

ni tus venas de luz

ni tu presencia,

una pérdida;

 

no es peor mi infierno que el tuyo

aunque pases entre las flores y hables

con los espíritus sobre la tierra.

 

VI.

Frente a lo negro

tengo yo más fervor

que tú en todo el esplendor de aquel lugar,

frente a la negrura

y el inhóspito gris

tengo más luz;

 

y las flores,

si hubiera de hablarte de ellas,

volverías tus pasos desde tus estables caminos

hacia el infierno,

te volverías otra vez y volverías tu mirada

y me hundiría en un lugar

aún más terrible que este.

 

VII.

 Al menos tengo las flores de mí misma,

y mis pensamientos, ningún dios

puede quitármelo;

tengo el fervor de mí misma como presencia

y mi propio espíritu como luz;

 

y mi espíritu con su pérdida

lo sabe;

aunque pequeña frente a lo negro,

pequeña frente a las rocas informes,

el infierno ha de romperse antes que yo me pierda;

 

antes de que me pierda,

el infierno ha de abrirse como una rosa roja

para que pasen los muertos.

 

Traducción   Rubén Martín  en Lengua Ajena, La Tribu

 

 

 

Epitaph (8)                                                            Epitafio

"Let Zeus Record":

 

So you may say,

Greek flower; Greek ecstasy

reclaims forever

one who died

following intricate song's

lost measure.[48]

 

(48) Lohr Martz, Louis. Collected

 Poems, 1912–1944, By H. D. (Hilda Doolittle). New York: New

 Directions, 1983. 

Vamos Zeus Registra  

 

Así puedes decir,

Griega flor, éxtasis Griego

lamentos eternos 

de quien murió

buscando la medida perdida

en confusos cantos.

 

 

 

Traducción Plaza de las palabras

 

 

 

Edna Saint Vincent Millay

(1892-1950)

De la libertad del Greenwich Village al feminismo

 

 

Edna St. Vincent Millay en el Vassar College, foto de Arnold Genthe, 1914.

 

Puntos claves de Edna St. Vincent Millay, junto con Marianne Moore, es considerada en antologías y por críticos como una poeta «Major». Greenwich Village al igual que a Mariane Moore le beneficio y líbero su mente hacia una poesía más autónoma y de identidad. En 1923, con su cuarto volumen de poesías, The Ballad of the Harp-Weaver, gano el  Pulitzer Prize de poesía. Fue la primera mujer en ganarlo. «Para la juventud desilusionada de post Guerra, ella se convirtió en una especie de portavoz y representante del espíritu de rebelión de su generación, por su lucha por los derechos de la mujer y la igualdad social.» (9) Otro punto clave, según los críticos y estudiosa de su obra  es que convirtió la sexualidad femenina en sujeto literario. (10)

 

 

American Bohemia was in revolt against Main Street, against the power of money, against Victorian morals. Freedom was the theme…The businessman could never understand. It was part of a world-wide revolt of artists and thinkers against a society where most of the rewards went

to people skillful in the manipulation of

money…when artists and writers found it hard to make themselves rich in industrial society, they repudiated the whole business. Greenwich Village was their refuge, the free commune of Montemarte on American soil. (Hamilton 2)  (11)

 

 

.

What Lips My Lips Have Kissed

 
What lips my lips have kissed, and where, and why,
I have forgotten, and what arms have lain
Under my head till morning; but the rain
Is full of ghosts tonight, that tap and sigh

Upon the glass and listen for reply,
And in my heart there stirs a quiet pain
For unremembered lads that not again
Will turn to me at midnight with a cry.

Thus in winter stands the lonely tree,
Nor knows what birds have vanished one by one,
Yet knows its boughs more silent than before:
I
 I cannot say what loves have come and gone,

I only know that summer sang in me
A little while, that in me sings no more.

 

HE OLVIDADO QUÉ LABIOS ME HAN BESADO

 

He olvidado que labios me han besado, donde

y por que; en que brazos he dormido

hasta el amanecer; pero en el ruido

de la lluvia esta noche han suspirado.


 

Y desde mi ventana me han llamado.

Mi corazón dulcemente ha sufrido

por los tiernos muchachos que yo olvido

y que ya no despiertan a mi lado.

 

El árbol que los pájaros dejaron,

en invierno, sin cantos, queda así,

sabiéndose en silencio y nada más.

 

Yo ya no se que amores me dejaron;

solo se que el verano canto en mi

por un instante, y ya no canta más.

 

Antología de poesía norteamericana, traducciones por Ernesto Cardenal y

 Coronel Urtecho 

 

 

 

 

 

 

First Fig

 

My candle burns at both ends;

It will not last the night;

But ah, my foes, and oh, my friends—

It gives a lovely light!

LA VELA

 

Mi vela esta prendida en ambos lados;

no durara la noche;

pero oh, amigos, oh, enemigos mios—

es tan bello el derroche!

 

 

 

Antología de poesía norteamericana,

traducciones Ernesto Cardenal y Coronel Urtecho 

 

PRIMER HIGO

 

Arde mi vela por ambos extremos,

se apagará antes de ver la aurora.

Mas ¡oh! rivales y ¡oh! mis amigos,

nunca se ha visto una luz tan dorada.

 

 

 

 

Traducción Violeta Fernández Castro Universidad de Málaga

 

La vela

 

Por ambos puntos está  prendida la vela;

No durara para siempre.

Pero ¡oh, camaradas cercanos , oh, desconocidos lejanos—

¡Libertara una luz encantadora!


Traducción Plaza de las palabras

 

 

VIAJE

 

Los rieles están lejos de mi casa,

y el día tiene siempre muchos ruidos,

pero no pasa un tren durante el día

sin que yo no haya oído sus silbidos.

Y de noche no pasa ningún tren

aunque la noche es la hora de sonar

sin que vea en el cielo su humo rojo,

y escuche sus calderas resoplar.

Mi corazón reboza de amistades,

y mejores no creo que las haya;

más no hay un tren que yo no tomaría

a cualquier dirección que el tren vaya.

En catedral, museo, claustro,

en el descanso de la escalera del palacio.

 

Antología de poesía norteamericana, traducciones Ernesto Cardenal y Coronel Urtecho 

 

 

SONETO V

 

Si descubriera, de algún modo fortuito,

que has desaparecido para no volver jamás…

Si leyera en la contraportada de un diario, digamos,

sostenido por un vecino en el vagón del metro,

que en la intersección de esta avenida y esa calle

(de cosas así están repletos los periódicos)

un hombre apresurado, que resultaras ser tú,

hubiera muerto atropellado hoy a mediodía,

no rompería a llorar –no podría romper

a llorar, ni retorcerme las manos en un sitio así–,

no haría sino ver pasar las luces de la estación

con un interés más vivo reflejado en mi cara;

o levantaría la vista y leería con aún más interés

dónde guardar las pieles y cómo cuidarse el pelo.

 

Un palacio en la arena, de Edna St. Vincent Millay (Trad. de Andrés Catalán),

Harpo Libros,  España, 2017, CONTRA EL SILENCIO,

LA VOZ DE EDNA ST. VINCENT MILLAY

 

 

EL CONCIERTO

 

No, voy a ir yo sola.

Volveré cuando acabe.

Sí, por supuesto que te quiero.

No, no se alargará.

¿Por qué no puedes acompañarme?

Eres un amante excesivo.

Te pondrías en medio

de mí y de la música.

 

Si voy yo sola,

vestida discreta y finamente,

mi cuerpo fallecerá en la silla,

y sobre la cabeza una llama,

una mente que es el doble que la mía,

distinguirá con gélida alegría

el sabio avance y retirada

de ejércitos sin patria

al asalto de una innominada puerta,

arriando terribles jabalinas

desde los chillones muros de una ciudad que canta

 

¡y en la que ninguna mujer espera!

¡Ejércitos libres de amor y de odio,

procesiones en fila de implacable sonido

que escalan la colina hacia el sol y lanzan

doradas picas a la tierra!

¡Al frente de las filas un corredor plateado

con un estandarte en el que están anotados

la leche y el acero de una herida sin sangre

sanada del todo por la espada!

 

Nada tenemos que ver ambos con la música.

No podemos hacer de ella un marco de filigrana

en medio del cual tú y yo,

tiernamente alegres por haber acudido,

nos sentemos sonrientes, cogidos de la mano.

 

Vamos, vamos, confórmate con esto.

Volveré contigo, te juro que lo haré;

y todavía podrás reconocerme.

Seré un poco más alta solamente

que al marcharme.

 

Un palacio en la arena, de Edna St. Vincent Millay (Trad. de Andrés Catalán),

Harpo Libros,  España, 2017 CONTRA EL SILENCIO,

LA VOZ DE EDNA ST. VINCENT MILLAY

 

 

WILD SWANS

I looked in my heart while the wild swans went over.

And what did I see I had not seen before?

Only a question less or a question more:

Nothing to match the flight of wild birds flying.

Tiresome heart, forever living and dying,

House without air, I leave you and lock your door.

Wild swans, come over the town, come over

The town again, trailing your legs and crying!

 

 

CISNES SALVAJES

Miré en mi interior mientras los cisnes vi pasar.

¿Y qué fue lo que vi que antes no había visto?

Solo alguna pregunta de más o alguna menos:

Nada como el vuelo de los pájaros salvajes.

Pesado corazón, viviendo y muriendo siempre,

casa sofocante, te dejo y cierro tu puerta.

Venid, cisnes salvajes, a la ciudad, venid

de nuevo a la ciudad, arrastrándoos y llorando.

 

Traducción Violeta Fernández Castro

Universidad de Málaga

 

 

 

The Ballad of the Harp-Weaver

 

“Son,” said my mother,

When I was knee-high,

“You’ve need of clothes to cover you,

And not a rag have I.

 

“There’s nothing in the house

To make a boy breeches,

Nor shears to cut a cloth with

Nor thread to take stitches.

 

“There’s nothing in the house

But a loaf-end of rye,

And a harp with a woman’s head

Nobody will buy,”

And she began to cry.

 

That was in the early fall.

When came the late fall,

“Son,” she said, “the sight of you

Makes your mother’s blood crawl,—

 

“Little skinny shoulder-blades

Sticking through your clothes!

And where you’ll get a jacket from

God above knows.

 

“It’s lucky for me, lad,

Your daddy’s in the ground,

And can’t see the way I let

His son go around!”

And she made a queer sound.

 

That was in the late fall.

When the winter came,

I’d not a pair of breeches

Nor a shirt to my name.

 

I couldn’t go to school,

Or out of doors to play.

And all the other little boys

Passed our way.

 

“Son,” said my mother,

“Come, climb into my lap,

And I’ll chafe your little bones

While you take a nap.”

 

And, oh, but we were silly

For half an hour or more,

Me with my long legs

Dragging on the floor,

 

A-rock-rock-rocking

To a mother-goose rhyme!

Oh, but we were happy

For half an hour’s time!

 

But there was I, a great boy,

And what would folks say

To hear my mother singing me

To sleep all day,

In such a daft way?

 

Men say the winter

Was bad that year;

Fuel was scarce,

And food was dear.

 

A wind with a wolf’s head

Howled about our door,

And we burned up the chairs

And sat on the floor.

 

All that was left us

Was a chair we couldn’t break,

And the harp with a woman’s head

Nobody would take,

For song or pity’s sake.

 

The night before Christmas

I cried with the cold,

I cried myself to sleep

Like a two-year-old.

 

And in the deep night

I felt my mother rise,

And stare down upon me

With love in her eyes.

 

I saw my mother sitting

On the one good chair,

A light falling on her

From I couldn’t tell where,

 

Looking nineteen,

And not a day older,

And the harp with a woman’s head

Leaned against her shoulder.

 

Her thin fingers, moving

In the thin, tall strings,

Were weav-weav-weaving

Wonderful things.

 

Many bright threads,

From where I couldn’t see,

Were running through the harp-strings

Rapidly,

 

And gold threads whistling

Through my mother’s hand.

I saw the web grow,

And the pattern expand.

 

She wove a child’s jacket,

And when it was done

She laid it on the floor

And wove another one.

 

She wove a red cloak

So regal to see,

“She’s made it for a king’s son,”

I said, “and not for me.”

But I knew it was for me.

 

She wove a pair of breeches

Quicker than that!

She wove a pair of boots

And a little cocked hat.

 

She wove a pair of mittens,

She wove a little blouse,

She wove all night

In the still, cold house.

 

She sang as she worked,

And the harp-strings spoke;

Her voice never faltered,

And the thread never broke.

And when I awoke,—

 

There sat my mother

With the harp against her shoulder

Looking nineteen

And not a day older,

 

A smile about her lips,

And a light about her head,

And her hands in the harp-strings

Frozen dead.

 

And piled up beside her

And toppling to the skies,

Were the clothes of a king’s son,

Just my size.

 

De 12 Poems by Edna St. Vincent Millay By Nava Atlas | On April 27, 2019April 27, 2019. Literary Ladies Guide. Inspiration for Readers and Writers from Classic Women Authors

 

Notas bibliográficas

 

1. Datos biográficos de esta sección tomados de Wikipedia Español y Wikipedia English   

2. Nueva Inglaterra,  región geográficamente, (si uno ve el mapa) más amontonada (una seguidilla de Estados), y arrinconada (contra la frontera  canadiense). Crisol de razas y destinos históricos, Borges había llamado a la atención de que esta región New England, en el siglo XIX  había producido una generación de genios, pensando entre otros en Henry D. Thoreu, William James, Ralph Waldo Emerson,  Edgard Allan Poe, Nataniel Hawthorne, Emily Dickinson. Por supuesto, es valida la observación de Borges, aquí tenemos una muestra de 6 poetas norteamericanas, sin duda muy talentosas y cinco de ellas son de Nueva Inglaterra. Pero tampoco podemos hacer una regla total y universal de esto. Por ejemplo  bastarían un  par de ejemplos en contrario, Marianne Moore no era de Nueva Inglaterra, sino de Missouri, la misma región en que nació Maya Angelou, premio Nobel de literatura. Y ahí en Missouri, no en Nueva Inglaterra,   tenemos a las dos más  grandes poetas norteamericanas del siglo XX.

No obstante si hay dos consideraciones que podría explicar en  parte esta alta concentración de talentos, sobretodo en Massachusetts: su red de establecimientos e instituciones educativas: Colleges y grandes universidades. Y uno no menos importante, en que se conjugan  el destino dos fuerzas bien posesionadas, irreverentes y ancestrales. Una corriente muy puritana y una corriente muy liberal. Ese  choque de temperamentos e hibridación cultural produce un refinamiento y profundidad en los debates y en las posiciones intelectuales que seguramente han contribuido a un tejido social de mayor templanza y esmero en la forja del carácter estadunidense, un juego de mayor riqueza de las ideas  y un ambiente más productivo en las acciones (pragmatismo). No deja de haber algo de romántico en el destino de Nueva Inglaterra, y de su ciudad principal Boston, aquella de la que se decía con cierto olor aristocrático e imperial: algo como esto: «La añeja ciudad de Boston,(… ) donde los Lowell solo hablan con los Cabot, y los Cabot solo hablan con dios.»  Haciendo referencia a las familias patricias o brahmines, pero también sin soslayar familias de una alta envergadura política, solo pensemos en  siglo XIX en el clan de John Adams y muchos después en el siglo XX en el clan Keneddy. Familia católico irlandesa que evoco en su momento el camelot de la leyenda del Rey Arturo. 

3. Amy Lowell (11) Lowes, Livingston John Conventions and Revolt in Poetry, 1919. (12) Alan Shucard; Fred Moramarco; William Sullivan (1990).Modern American poetry, 1865-1950. University of Massachusetts Press. p. 77. ISBN 978-0-87023-720-1. (13) Michel Delville (1998). The American prose poem. University Press of Florida. p. 6. ISBN 978-0-8130-1591-0. Lowell polyphonic prose. Con base a ENGLISH WK

4. Man Ray, célebre artista grafico y pintor norteamericano de las vanguardias. «(Filadelfia, 27 de agosto de 1890-París, 18 de noviembre de 1976), fue un artista modernista estadounidense que pasó la mayor parte de su carrera en París (Francia). Fue un importante contribuyente a los movimientos dadaísta y surrealista, a pesar de que sus vínculos con cada uno eran informales. Él era conocido en el mundo artístico por su fotografía avant-garde, y también fue un reconocido fotógrafo de retratos.» (Wikipedia)  

5. H.D. From Wikipedia, the free encyclopedia (English)

6. OREADE,  uno de los primeros poemas imaginista de H.D., frecuentemente citado y puesto de ejemplo

7. Esta apertura «Voy donde amo y soy amada hacia la nieve;» del poema La vara en flor de H.D. recuerda  la línea inicial del poema Hero de Mariane Moore,  «Donde queremos vamos./ Donde el suelo es arisco; dónde crecen. » En ingles, «Where there is personal liking we go. /Where the ground is sour; where there...» Ambas poetas fueron generacionales, H.D nace en 1886 y Marianne Moore un año después, 1887; sin embargo Moore la sobrevive 11años, mueren 1971. H.D llego a frecuentar a la poeta Marianne Moore. Ambas eran ex alumnas de Bryn Mawr College.  Aunque con criterios y perspectivas poéticas diferentes, tenían un punto más en común en la relación con Ezra Pound.  Véase Tres poemas de Marianne Moore. The COLLECTED POEMS (1951). Edición bilingüe. Post Plaza de las palabras.   

8. Fragmento del poema tempranero de H.D “Let Zeus Record”,  versos que luego sirvieron de epitafio en su tumba. 

9. Traducción libre de 12 Poems by Edna St. Vincent Millay By Nava Atlas | On April 27, 2019

10. Idem, 2019

11. Feminine Revolt and Self-Expression:A Study of Selected Poems by Edna St. Vincent Millay A Paper Presented By: Dr. Hana' Khleif Ghani Al-Mustansiriyah University College of Arts Translation

.

 

Enlaces

 

Tres poemas de Marianne Moore Collected Poems Post Plaza de las palabras

https://plazadelaspalabras.blogspot.com/2019/06/tres-poemas-de-marianne-moore-collected.html

 

LOS IMAGINISTAS, Materiales de Lectura, (DES IMAGISTES), UNIVERSIDAD

NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO, COORDINACIÓN DE DIFUSIÓN

CULTURAL, DIRECCIÓN DE LITERATURA, traducciones SALVADOR ELIZONDO,

MARINA FE Y JOSEFINA GONZÁLEZ DE LA GARZA

 

 

Colección Poesía del Mundo, Serie Antologías.

Antología de la poesía norteamericana,(Libro).

Traducciones Ernesto Cardenal y Coronel Urtecho,

Selección y prologo de Ernesto Cardenal, Caracas, Venezuela, 2007, PDF

 

 

 

CREDITOS

Traducciones y textos en ingles  

·         De El jardín de Sevenels  Traducción: Marta Porpetta. Ediciones Torremozas, Madrid 2007

·         5 poemas de H. D para entender la soledad y el amor. Abril Palomino, Cultura Colectiva.

·         Un palacio en la arena, de Edna St. Vincent Millay (Trad. de Andrés Catalán), Harpo Libros,  España, 2017

·         Hilda Doolittle, hoy 1886. Sus poemas abrazan el lirismo griego. Gianni Cesarini,10 septiembre, 2018

·         BY RUBÉN MARTÍN  EN LENGUA AJENA6 FEBRERO, 2015, SEIS POETAS NORTEAMERICANAS, LA TRIBU

·         Colección Poesía del Mundo, Serie Antologías Antología de la poesía norteamericana, traducciones Ernesto Cardenal y Coronel Urtecho, Selección y prologo de Ernesto Cardenal, Caracas, Venezuela, 2007

·         De Heliodora, 1924, Traducción: María Negroni y Sophie Black

·         De 12 Poems by Edna St. Vincent Millay By Nava Atlas | On April 27, 2019 Literary Ladies Guide. Inspiration for Readers and Writers from Classic Women Authors

·         LOS IMAGINISTAS, Materiales de Lectura, (DES IMAGISTES), UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO, COORDINACIÓN DE DIFUSIÓN CULTURAL, DIRECCIÓN DE LITERATURA, traducciones SALVADOR ELIZONDO, MARINA FE Y JOSEFINA GONZÁLEZ DE LA GARZA

·         Proyecto Investigación joven con  perspectiva de género, Instituto de Estudios de Género, Universidad Carlos III de Madrid. 2016. Traducción Violeta Fernández Castro Universidad de Málaga.


                                                                                                                             ILUSTRACIONES

 

Todas las ilustraciones con base a Wikipedia