Plaza de las palabras, en su sección Poesía, presenta 13 maneras de mirar un mirlo. Un poema del poeta estadounidense Wallace Stevens (Reading (Pensilvania), 2 de octubre de 1879 – Hartford (Connecticut), 2 de agosto de 1955), fue un poeta estadounidense, adscrito, como T. S. Eliot, a la corriente vanguardista (modernism: modernismo anglosajón, que no debe confundirse con el modernismo hispánico, anterior cronológicamente y con un programa estético diverso) en lengua inglesa. (1) Entrada Wallace Stevens. Wikipedia
Poeta tardío
«Wallace Stevens pertenece al grupo de poetas que renovaron la poesía norteamericana del presente siglo. Contemporáneo de Ezra Pound, T.S. Eliot, William Carlos Williams, e.e. cummings, Carl Sandburg, el reconocimiento a su poesía y genio fue tardío. Todo sucedió tarde en su vida: empezó a publicar a la edad en que otros suman ya varios libros en sus bibliografías; tenía cuarenta y cuatro años en el momento de la aparición de su primer volumen de poemas Harmonium. No siguió el camino de sus colegas que con su exilio voluntario llegaron a cultivar la leyenda de la generación perdida. Sintió como sus compañeros el deseo de ir a París y quiso estudiar algo relacionado con las humanidades. Pero su padre lo convenció para que permaneciera mejor en su país e ingresara en la escuela de leyes. Estados Unidos estaba entonces lejos de imaginar el desastre financiero de 1929; así pues, acorde con el optimismo de las primeras décadas del siglo, el joven Stevens se preparó para ser "alguien en la vida" dentro de la ortodoxa ética de su educación presbiteriana.» (2) 13 maneras de mirar un mirlo. Introducción Miguel Ángel Flores, Materiales de Lectura. Poesía Moderna, UNAM
Influencias y estilo
«La poesía de Stevens revela una profunda lectura de los poetas franceses que transformaron la poesía en el siglo pasado. Halló inspiración en Laforgue, asimiló la poesía de Corbière, Gauthier y Apollinaire. El simbolismo fue su escuela y el vástago de esta corriente: el imaginismo, dejaría una profunda huella en su práctica poética. Stevens no podía concebir que el yo poético coincidiera con el yo empírico como fuente de poesía. Impuso una gran distancia entre sus sentimientos y la poesía. Sus poemas nacían de una tensión entre su imaginación y las posibilidades del lenguaje poético. Quiso lograr una radical despersonalización de la poesía, y para que la poesía misma pudiera encarnar en palabras se inventó una máscara: la máscara del estilo. No hubo en él como en Williams, la urgente necesidad de expresar la realidad inmediata.»
«Pertenece a la estirpe de poetas que trató de pensar en términos puramente poéticos. Sus poemas expresan una complejidad que da pie a las glosas y las exégesis más desmesuradas. Cultivó una ironía devastadora y que transgredió con frecuencia la lógica. Los poemas adquieren coherencia a través de un sistema propio de metáforas y la intención lúdica de su estilo se manifiesta con destacado acento en los títulos desconcertantes de los poemas, que pueden ser considerados como una respuesta a sus profundas dudas sobre la realidad percibida. (…) Su poesía puede también entenderse como el conflicto entre la experiencia intelectual y la experiencia sensible. Esto lo aproxima a la pintura en cuanto a la esfera de las formas, proceso en el que se anula toda referencia anecdótica. » (3) 13 maneras de mirar un mirlo. Introducción Miguel Ángel Flores Materiales de Lectura, UNAM
La Imaginación de la realidad
«Stevens es un poeta de ideas, las cuales buceaban en las interrelaciones imaginación-realidad, así como conciencia-mundo. Para Stevens, "imaginación" no es equivalente a conciencia, como tampoco "realidad" se identifica con el mundo existente más allá de nuestra mente. La realidad es producto de la imaginación, la cual conforma el mundo. Así, la realidad es una actividad, no un concepto estático. Para dar sentido al mundo es preciso elaborar un punto de vista a través de un ejercicio de la imaginación. Pero no se trata de un estéril esfuerzo filosófico, sino del apasionado compromiso de otorgar a las cosas un orden y un significado. Stevens sugiere que vivimos inmersos en una suerte de tensión entre las formas, a través de las cuales establecemos el mundo y las ideas ordenadas que nuestra imaginación propone. El mundo nos influye en toda esfera de actividad: «El vestido de una mujer de Lasa / en su lugar, / es elemento invisible de ese lugar / ya hecho visible.»[8]
En su ensayo El valor de la imaginación ("Imagination as Value"), afirma: «la verdad parece ser aquello que vivimos en conceptos de imaginación antes de que la razón los haya fijado».[9] La imaginación es el mecanismo a través del cual inconscientemente conceptuamos las estructuras vitales, mientras que la razón es la forma en que elaboramos conscientemente dichos esquemas. Este proceso de correspondencias o abstracción lírica («Yo tenía tres mentes, / como un árbol / en que hubiera tres mirlos.»), es explicado por su traductor al español, Andrés Sánchez Robayna: «De la herencia romántica y simbolista toma Stevens gran parte de sus motivos e imágenes para llevarlos a una zona de abstracción y de teoría que ha venido considerándose (extrañamente) como la parte más enigmática y compleja de su obra.» (4) Wikipedia
Del imaginismo y la realidad: la conciencia de la imagen
Por Plaza de las palabras
Pese a sus reconocidas influencias, resulta complejo catalogar al poeta Wallace Stevens, si bien la crítica lo ubica en el modernismo, y como un gran renovador de la poesía anglosajona, a la par de otros grandes poetas estadounidenses. Lo que sí es evidente es que es un poeta, cuyo nudo simbolista se ampara en el uso del lenguaje y las imágenes. Abrevó en las corrientes del surrealismo y se entroncó con los contenidos más vanguardistas que se escribían en ese momento. Uno de sus pilares constructivos se cimienta en el recurso de las dualidades o contrastes: Imaginación y realidad, Imaginación y razón, experiencia intelectual y experiencia sensible, forma y orden, conciencia y naturaleza, conciencia-mundo.
Armado en contrastes de que se vale el poeta para establecer la inmovilidad y el movimiento, el silencio del mundo y el lenguaje del mundo. El contraste del silencio de la montaña y el canto del mirlo. En que las 20 montañas nevadas son lo inmóvil, la quietud, lo fijo, y el mirlo es el símbolo del movimiento y de la conciencia del poeta:
Among twenty snowy mountains,
The only moving thing
Was the eye of the blackbird.
Stevens se acerca a T.S.Eliot en su concepción de la despersonalización de la poesía. No confunde su yo poético con su yo empírico. Llevó esta concepción tan radicalmente, que nunca mezcló su oficio poético con su trabajo diario. Evitó como T.S Eliot, la irrupción del sentimiento en el poema, hasta cierto punto buscó una poesía objetiva; pero sin contaminarla con una realidad bastarda. Confió más en el mundo sensible que en la realidad cotidiana de las apariencias. Distinguió entre el flujo del mundo y el flujo de la conciencia, entre el corpus de la mente y el corpus de la naturaleza. Para él la «poesía era un acto de la mente.»:
I was of three minds,
Like a tree
In which there are three blackbirds.
Su derrotero apuntaba a la búsqueda de la poesía pura. Cimentada en la imagen y el flujo de la conciencia. Esa conciencia no era para Stevens, ni la realidad, ni siquiera la imaginación; sino la conciencia de la imagen y la conciencia del lenguaje como instrumento para llegar a una cierta realidad y a oficiar la propia imaginación.
(…)
The shadow of the blackbird
Crossed it, to and fro.
The mood
Traced in the shadow
An indecipherable cause.
En ese sentido la imagen es fundamental para Stevens, tal y como se aprecia en su poema 13 maneras de mirar un mirlo. Pero Stevens, se vale también en esa dualidad del sentido de los opuestos, en la clásica tradición del romanticismo. Piénsese en Keats y óigase: ODE TO A NIGHTINGALE. Así se aparecía un claroscuro de tipo pictórico. Pero Stevens aspira a la fusión de los mundos. La unión de la conciencia con la naturaleza:
A man and a woman
Are one.
A man and a woman and a blackbird
Are one.
En el poema mencionado, el vuelo del mirlo es el vuelo de la conciencia. Es el flujo que se da entre mente y naturaleza. La unión y encuentro entre las formas: el orden del mundo y el propio conocimiento del poeta:
I know noble accents
And lucid, inescapable rhythms;
But I know, too,
That the blackbird is involved
In what I know.
La unión de la naturaleza y la conciencia del poeta. Las imágenes vuelan:
The river is moving.
The blackbird must be flying.
El poema escrito en secuencias, pareciera cinematográfico. Una secuencia visual, de ahí el acercamiento del poeta al arte en general, pero especialmente a las formas en la pintura y en el cine. En ese sentido las formas comportan un orden, persigue en su poesía el orden de la naturaleza. Un ordenamiento. Una correlación. Si T.Eliot logra la objective correlation (correlación de ideas o eventos), Stevens logra la correlación de imágenes. No obstante, esas imágenes están inmersas en el mundo sensible y tiene un impacto emocional en el poeta y en el lector.
Esa exploración lleva al poeta a experimentar un acercamiento, no tanto de la realidad cotidiana, ni del conocimiento. Buscaba una cierta certeza del mundo, en la realidad de las sensaciones y en la realidad de la imagen, que también forman parte estructural del lenguaje del mundo. Decía Wittgenstein: los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo, en términos de Stevens los límites de mis imágenes son los límites de mi visión. Las interpretaciones son pura imaginación.
Thirteen Ways of Looking at a Blackbird
I Among twenty snowy mountains, The only moving thing Was the eye of the blackbird.
II I was of three minds, Like a tree In which there are three blackbirds.
III The blackbird whirled in the autumn winds. It was a small part of the pantomime.
IV A man and a woman Are one. A man and a woman and a blackbird Are one.
V I do not know which to prefer, The beauty of inflections Or the beauty of innuendoes, The blackbird whistling Or just after.
VI Icicles filled the long window With barbaric glass. The shadow of the blackbird Crossed it, to and fro. The mood Traced in the shadow An indecipherable cause.
VII O thin men of Haddam, Why do you imagine golden birds? Do you not see how the blackbird Walks around the feet Of the women about you?
VIII I know noble accents And lucid, inescapable rhythms; But I know, too, That the blackbird is involved In what I know.
IX When the blackbird flew out of sight, It marked the edge Of one of many circles.
X At the sight of blackbirds Flying in a green light, Even the bawds of euphony Would cry out sharply.
XI He rode over Connecticut In a glass coach. Once, a fear pierced him, In that he mistook mistake The shadow of his equipage For blackbirds.
XII The river is moving. The blackbird must be flying.
XIII It was evening all afternoon. It was snowing And it was going to snow. The blackbird sat In the cedar-limbs. | Trece maneras de mirar un mirlo
I Veinte picos nevados y el único movimiento era el ojo del mirlo.
II Eran tres visiones, como un árbol con tres mirlos.
III El mirlo batía los aires otoñales. Era apenas un diminuto amaño.
IV Hombre y mujer Son uno. Hombre y mujer y un mirlo Son uno.
V No sé cual celebrar, la belleza de las tonos o el primor de las alusiones. El canto del mirlo o el silencio después.
VI El hielo cubría la ventana con cristales atroces. De lado a lado iba la sombra del mirlo. El genio tramaba en la sombra, un origen inescrutable.
VII ¡Oh! Escuálidos hombres de Haddam, ¿Imaginan pájaros dorados? Miren como el mirlo ronda a los pies de sus mujeres.
VIII Sé de cadencias nobles, ritmos geniales, inevitables; pero sé, también, que el mirlo respira en lo que sé.
IX Al desaparecer el mirlo , marcó el filo de uno de tantos círculos.
X Al espectáculo los mirlos volando en luz verde. Aún los arreglos musicales clamarían desafinados.
XI En coche cristalino él pasaba por Connecticut. El miedo lo pasmó, al enredar la sombra de su equipaje con las sombras de los mirlos.
XII El río en movimiento. El mirlo está volando.
XIII Era noche toda la tarde. Estuvo nevando, y nevando. Y el pico de un cedro. el mirlo conquistó.
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Sobre el poema Trece maneras de mirar un mirlo, presentamos la versión de Plaza de las palabras. No obstante se le brindan al lector otras traducciones, entre ellas la de Yanina Audisio. Revista electrónica de literatura, año 12, No. 20, mayo 2020, en Círculo de Poesía.
Wallace Stevens: Trece maneras de mirar un mirlo. Traducción de Raúl Gustavo Aguirre, En Trianarts, 20 de julio de 2014.
Trece maneras de mirar un mirlo, poema de Wallace Stevens Traducción: Adrián Viéitez, 2021. En Zenda LAURA DI VERSO /
Trece formas de mirar un mirlo. Introducción. Miguel Ángel Flores. Materiales de Lectura. Poesía Moderna CULTURAUNAM.
Brindamos también un enlace sobre el excelente análisis del poema, cuyo contenido está en Republic.
Y finalmente brindamos un enlace sobre un texto de Samantha Hunt, escritora, novelista y cuentista estadounidense, quien se ha inspirado visualmente en el poema de Stevens, para escribir sus trabajos en prosa. Literary Hub. El enlace (ingles) 13 Ways of Looking: Samantha Hunt on the Visual Inspirations Behind Her First Work of Nonfiction, por Samantha Hunt, Literary Hub, July 28, 2022
Enlaces
Círculo de poesía
Trece maneras de mirar un mirlo, poema de Wallace Stevens
Trinarts
Trece maneras de mirar un mirlo, poema de Wallace Stevens
Zenda
Trece maneras de mirar un mirlo, poema de Wallace Stevens
Materiales de lectura. UNAM
13 maneras de mirar un mirlo unam
Republic análisis del poema
https://www.republica.com/arealibros/otros/trece-formas-de-mirar-a-un-mirlo-de-wallace-stevens
Literary Hub (inglés)
13 Ways of Looking: Samantha Hunt on the Visual Inspirations Behind Her First Work of Nonfiction
Créditos
Trece maneras de mirar un mirlo. Traducción de Plaza de las palabras
Imagen de mirlo, Google Imagen