“Pleno de méritos, pero es poéticamente
como el hombre habita esta tierra”
Holderlin
Plaza
de las palabras presenta cinco poemas de Johann Christian Friedrich
Hölderlin (1770–1843), poeta atípico, además de poeta incursiono en
la tragedia y escribió una novela. Autor con un sustrato clasicista cargado en
la mochila, pero que desemboca en lo mejor del romanticismo alemán. Excelente
combinación: La finura del clasicismo más el ímpetu del romanticismo. Dos son
los puntos de arranque de Holderlin, se enfunda en el clasicismo griego, y se
reviste del idealismo alemán en boga en
esa época. Fue compañero de estudios de Hegel y Shelling, pero a demás se nutrió
de las ideas de Herder y Fichte. Llego a ser amigo personal de Schiller.
Hay en ciertos poemas de Hölderlin , una aproximación al panteísmo de Spinoza.
Hölderlin, quien llego a vivir arriba de los 70 años,
paso la mitad de su vida (37 años), confinado en un sanatorio para enfermos depresivos, sus últimos poemas
eran casi ilegibles, y los firmaba como Scardanelli.
Como acompañamiento, a manera de preámbulo trascribimos extractos del pensamiento de
Martin Heidegger sobre la poesía de Hölderlin; en que
Heidegger piensa que la poesía de Hölderlin es el poetizar sobre la esencia misma de la
poesía. Concibe a Holderlin como un poeta de poetas. Pese a las contrariedades
entre ´poesía y filosofía, ambas recurren, eventualmente, en mutuo auxilio. Si bien diferentes en naturaleza,
comparten ese querer apropiarse de una parte de la realidad. La filosofía de
marcado carácter propositivo aspira como
sistema a encontrar las realidades ultimas, y la poesía como representación
aspira a una interpretación de parte de
ese mundo. La primera apoyada en la racionalidad objetiva, la segunda auxiliada
en la intuición subjetiva. A veces confluyen y a veces de alejan, como dos
caminantes ambas por diferentes caminos, a veces se ven a lo lejos; y no es
raro, que los caminos confluyan, y que de cuando en cuando se vean de cara a
cara. De ahí que haya habido poetas filósofos (Goethe, Dante, Lucrecio) y que muchos filósofos hayan sido buenos
lectores de poesía.
Martin Heidegger creía poder encontrar en los
sustratos de la poesía el Ser. Y creía como algunos filósofos, que el lenguaje era la
casa en que habitaba ese Ser. De Heidegger, filósofo sobre el cual siempre he tenido
una precavida reserva. Pero es agradable conocer que Heidegger, haya
dedicado algunas horas de estudio de su
valioso tiempo. a incursionar en la poesía. Lo mismo pasa con Walter Benjamin, quien como buen
lector se tomo la molestia de estudiar a Poe y Kafka. Pero guardo la distancia
prudente, de los filósofos que son pura racionalidad, a los que siempre veo a
la distancia en sus sistémicas, sofisticadas y
especulativas argumentaciones del mundo; pero cuando se acercan a la literatura
(poesía, teatro y narrativa), siempre los leo con mayor comprensión y
amabilidad.
Solo un comentario final, esa dicotomía, equivoca, que
se da en dividir, bajo un profundo maniqueísmo, a la poesía y la filosofía. Es decir, atribuirle
toda la racionalidad a la filosofía y toda la subjetividad a la poesía; léase
idealismo, escapismo, inconsciente, ilusión, siquismo, automatismo. No veo
porque en la poesía no pueda haber también racionalidad, a veces hay más racionalidad
en la poesía que en los abstractos sistemas filosóficos, y que en parte sus sofisticados
métodos operativos, son producto de la ficción. Podemos aceptar la racionalidad pura o el
método objetivo en la ciencia. Pero en la filosofía también hay esa especulación
cuasi literaria, esa imaginación que pretende ser racional, y tiene todo su
basamento en la imaginación pura. Desde que el gran poeta alemán Hugo Von Hofmannthal,
sentencio en 1893 que lo moderno son a la vez dos distintas y separadas cosas:
el análisis de la vida y el escape de la
vida. Una práctica la anatomía de la mente y la otra la de los sueños.
Y antes que él Descartes dividió el mundo en cuerpo y espíritu.
Ambas estamentos conceptuales, facilitaron dos bandos antagónicos y disimiles,
la materia y el espíritu, lo objetivo y lo subjetivo, lo racional y lo
irracional. Esos dualismos, han marcado, un mundo casi maniqueo. No fue un filósofo,
quien dijo que el sueño de la razón produce monstruos, sino el pintor Goya. Y puso
el acento en el problema, pero solo en parte del problema. Goya dirigió la
atención a una verdad precursora, pero solo fue una verdad a medias porque en
ese entendido, le falto a Goya ser más preciso. Si verdaderamente son monstruos
lo que el sueño de la razón produce, entonces no era la razón en si, sino lo irracional lo que produce esos monstruos. Puede haber tanta razón en la filosofía como en la poesía. Así como también
puede haber un mundo subjetivo, imaginativo, utópico y a veces hasta irracional en la poesía, pero esos ilustres inquilinos pernoctan legendariamente también en la filosofía.
En fin, ambos mundos especulativos, son operaciones mentales de la razón humana. (O será de la psiquis humana). Porque no ver al revés el proceso mental, en fin la epistemología no es solo una ciencia del conocimiento aplicado a solo una determinada disciplina. Sino, en sentido general, abierto a todas las ciencias y artes, a todas las actividades mentales que habitan en el logos humano. Y aunque sea como un ejercicio de la razón practica (o será de la imaginación práctica): En esa matriz mental cambiar la causa y el fin, que la filosofía sea la apariencia del mundo y la poesía la realidad última del mundo. Es decir démosle el atributo de la ficción a la filosofía y lo escatológicos de los fines últimos de la filosofía, a la poesía. En fin no veo porque no se puede dar de cuando en cuando. un mano a mano. entre poesía y filosofía. Cuando eso ocurre siempre brinca algo inédito.
En fin, ambos mundos especulativos, son operaciones mentales de la razón humana. (O será de la psiquis humana). Porque no ver al revés el proceso mental, en fin la epistemología no es solo una ciencia del conocimiento aplicado a solo una determinada disciplina. Sino, en sentido general, abierto a todas las ciencias y artes, a todas las actividades mentales que habitan en el logos humano. Y aunque sea como un ejercicio de la razón practica (o será de la imaginación práctica): En esa matriz mental cambiar la causa y el fin, que la filosofía sea la apariencia del mundo y la poesía la realidad última del mundo. Es decir démosle el atributo de la ficción a la filosofía y lo escatológicos de los fines últimos de la filosofía, a la poesía. En fin no veo porque no se puede dar de cuando en cuando. un mano a mano. entre poesía y filosofía. Cuando eso ocurre siempre brinca algo inédito.
Comentarios de Martin Heidegger sobre la poesía de Hölderlin
Las cinco palabras-guía
Extractos seleccionados por plaza de las palabras
Por
Martin Heidegger
1. Poetizar: la más inocente de todas las ocupaciones
(III, 377).
2. Y se le ha dado al hombre el más peligroso de los
bienes, el lenguaje... para que muestre lo que es... (IV, 246.)
3. El hombre ha experimentado mucho. Nombrado a muchos
celestes, desde que somos un diálogo y podemos oír unos de otros (IV, 343).
4. Pero lo que queda, lo instauran los poetas
(IV, G3).
5. Pleno de méritos, pero es poéticamente como el
hombre habita esta tierra (VI, 25).
“¿POR QUÉ se ha escogido la obra de Hölderlin con el
propósito de mostrar la esencia de la poesía? ¿Por qué no Homero o Sófocles,
por qué no Virgilio o Dante, por qué no Shakespeare o Goethe? En las obras de
estos poetas se ha realizado la esencia de la poesía tan ricamente o aún más
que en la creación de Hölderlin, tan prematura y bruscamente interrumpida.
Puede ser. Sin embargo, sólo es Hölderlin el escogido. Pero ¿es posible deducir
de la obra de un único poeta, la esencia general de la poesía? Lo general, es
decir, lo que vale para muchos, sólo podemos alcanzarlo por medio de una
reflexión comparativa. Para esto es necesario la muestra del mayor número
posible de la multiplicidad de poesías y géneros poéticos. La poesía de
Hölderlin es sólo una entre muchas. De ninguna manera basta ella sola como
modelo para la determinación de la esencia de la poesía. Por eso nuestro
propósito ha fracasado en principio, si entendemos por "esencia de la
poesía" lo que se contrae en el concepto que vale igualmente para toda
poesía. Pero esto general que vale igualmente para todo particular es siempre o
indiferente, aquella "esencia" que nunca puede ser esencial. Buscamos
precisamente lo esencial de la esencia que nos fuerza a decidir si en lo
venidero tomamos en serio la poesía y cómo; si junto obtenemos los supuestos
para mantenernos en el dominio de la poesía y cómo Hölderlin no se ha escogido
porque su obra, como una entre otras, realice la esencia general de la poesía,
sino únicamente porque está cargada con la determinación poética de poetizar la
propia esencia de la poesía. Hölderlin es para nosotros en sentido
extraordinario el poeta del poeta. Por eso está en el punto decisivo.
Sólo que poetizar sobre el poeta ¿no es la señal de
un narcisismo extraviado y a la vez la confesión de una carencia de plenitud
del mundo? ¿Poetizar sobre el poeta no es un exceso desconcertante, algo
tardío, un final?
La respuesta es la siguiente: es indudable que el camino por el que logramos la respuesta es una salida. No podemos aquí como sería necesario, exhibir cada una de las poesías de Hölderlin en un recorrido completo. En vez de esto, sólo reflexionaremos en cinco palabras-guía del poeta sobre la poesía. El orden determinado de estos motivos y su conexión interna deben poner ante los ojos la esencia esencial de la poesía”
La respuesta es la siguiente: es indudable que el camino por el que logramos la respuesta es una salida. No podemos aquí como sería necesario, exhibir cada una de las poesías de Hölderlin en un recorrido completo. En vez de esto, sólo reflexionaremos en cinco palabras-guía del poeta sobre la poesía. El orden determinado de estos motivos y su conexión interna deben poner ante los ojos la esencia esencial de la poesía”
Selección de poemas de Holderlin por Plaza de las palabras.
Presentamos cinco
poemas, el primero A lo jóvenes poetas, donde Hölderlin aconseja a los poetas, tiene 4 o 5 poemas dedicados a los poetas y la poesía. El
segundo El paseo que nos recuerda a Wasler.
El tercero El espíritu del siglo,
que en algunos tramos puede haber sido publicado como noticia en la edición de
ayer del New York Time. Y cuyos versos finales nos recuerdan los versos de Oda a la inmortalidad (INTIMATIONS OF
IMMORTALITY…VIII, 110-113) de Wordworth: atrapados siempre por la mente eterna.
Thou best Philosopher, who yet dost keep
Thy heritage ,thou Eye among the blind,
That, deaf and silent, read'st the eternal deep,
Haunted for ever
by the eternal mind,-
El cuarto Memoria, que es uno de los poemas que
analiza Heidegger. El quinto En el
amable azul.
An die Jüngen Dichter
Lieben Brüder!
es reift unsere Kunst vieleicht,
Da, dem Jünglinge gleich, lange sie schon
gegährt,
Bald zur Stille der Schönheit;
Seid nur fromm, wie der Grieche war!
Liebt die
Götter und denkt freundlich der Sterblichen!
Haßt den Rausch, wie den Frost! lehrt und
beschreibet nicht!
Wenn der Meister euch ängstigt,
Fragt die
große Natur um Rath.
|
A LOS JÓVENES POETAS
¡Amados Hermanos! Quizás nuestro arte madurará
Tras un largo fermentar juvenil,
y se dirigirá hacia la quietud de la
belleza;
¡si son devotos, como los griegos fueron!
¡Amen a los
dioses y piensen gentilmente en los mortales!
¡aborrezcan el desenfreno y la frialdad! ¡
no aleccionen ni describan!
Si el maestro los atemoriza
pidan consejo a la natura.
|
DER SPAZIERGANG
Ihr Wälder
schön an der Seite,
Am grünen
Abhang gemahlt,
Wo ich umher
mich leite,
Durch susse
Ruhe bezahlt
Für jeden
Stachel im Herzen,
Wenn dunkel
mir ist der Sinn,
Den Kunst und
Sinnen hat Schmerzen
Gekostet von
Anbeginn.
Ihr lieblichen
Bilder im Thale,
Zum Beispiel
Gärten und Baum,
Und dann der
Steg der schmale,
Der Bach zu
sehen kaum,
Wie schön aus
heiterer Ferne
Glänzt Einem
das herrliche Bild
Der
Landschaft, die ich gerne
Besuch' in
Witterung mild.
Die Gottheit
freundlich geleitet
Uns erstlich
mit Blau,
Hernach mit
Wolken bereitet,
Gebildet
wölbig und grau,
Mit sengenden
Blizen und Rollen
Des Donners,
mit Reiz des Gefilds,
Mit Schönheit,
die gequollen
Vom Quell
ursprünglichen Bilds.
|
EL PASEO
Hermosos bosques que cubren la ladera,
En la verde pendiente dibujados,
Por cuyas sendas me guío,
Calmado en mi corazón
Dulcemente cada espina
Cuando más oscuro es el sentido
Del dolor del pensamiento y del Arte
Que desde tan antiguo en mí pesan.
Deliciosas imágenes del valle,
Jardines, árboles,
Estrecho puentecillo,
Arroyo que apenas puedo ver,
Qué hermoso en la despejada lejanía
Brilla el soberbio cuadro
De este paisaje que amorosamente
Visito, cuando el tiempo es benigno.
Dulcemente la divinidad nos lleva
Hacia el azul primero,
Luego con nubes dispone
La enorme y cenicienta bóveda,
Y abrasadores rayos y estruendo
De relámpagos, con embeleso de los campos,
Con belleza unida
A la fuente de la primitiva imagen.
|
Der Zeitgeist
Zu lang schon waltest über dem Haupte mir,/ Du in der
dunkeln Wolke, du Gott der Zeit!/ Zu wild, zu
bang ist's ringsum, und es/
Trümmert und wankt ja, wohin ich blicke.
Ach! wie ein Knabe, seh' ich zu Boden oft,/ Such' in der
Höhle Rettung von dir, und möcht',/ Ich Blöder,
eine Stelle finden,/
Alleserschütt'rer! wo du nicht wärest.
Laß endlich, Vater! offenen Aug's mich dir/ Begegnen! hast
denn du nicht zuerst den Geist/ Mit deinem
Strahl aus mir geweckt? Mich/
Herrlich ans Leben gebracht, o Vater! -/
Wohl keimt aus jungen Reben uns heil'ge Kraft;/ In milder
Luft begegnet den Sterblichen,/ Und wenn sie
still im Haine wandeln,/Heiternd ein Gott; doch allmächt'ger weckst du/
Die reine Seele Jünglingen auf, und lehrst/ Die Alten
weise Künste; der Schlimme nur/ Wird schlimmer,
daß er bälder ende,/ Wenn du,
Erschütterer! ihn ergreifest.
|
EL ESPÍRITU DEL SIGLO
¡Dios de estos tiempos, bastante has reinado ya/sobre
mi cabeza, en tu sombría nube!/
Por donde mire todo es violencia y angustia,/ todo se tambalea y se
desmorona.
Como un niño he bajado a menudo los ojos/
Buscando una cueva donde no me alcances./
Que insensatez creer que hay algún sitio!/
que se te oculte, a ti, que lo trastornas todo.
¡Déjame Padre, mirarte por fin de frente!/
¿No eres acaso aquel/
cuyo rayo despertó a mi mente? ¿No ha sido/
tu poder majestuoso el que medio la vida?/
Verdad es que el jugo de las frescas vides/
nos llama de una fuerza sagrada./
Y cuando los mortales van silenciosos por el bosque,/
en el aire encuentran un dios luminoso./ Pero tu
despiertas aun mas vivamente /
el alma pura de los jóvenes; y a los viejos les
enseñas artes sutiles. Sólo el malvado/
empeora y mas pronto perece,/
cuando, tu agitador del mundo, lo atrapas.
|
«Andenken»
Der Nordost
wehet,
Der liebste
unter den Winden
Mir, weil er
feurigen Geist
Und gute Fahrt
verheißet den Schiffern.
Geh aber nun
und grüße
Die schöne
Garonne,
Und die Gärten
von Bourdeaux
Dort, wo am
scharfen Ufer
Hingehet der
Steg und in den Strom
Tief fällt der
Bach, darüber aber
Hinschauet ein
edel Paar
Von Eichen und
Silberpappeln ;
Noch denket
das mir wohl und wie
Die breiten
Gipfel neiget
Der Ulmwald,
über die Mühl,
Im Hofe aber
wächset ein Feigenbaum.
An Feiertagen
gehn
Die braunen
Frauen daselbst
Auf seidnen
Boden,
Zur
Märzenzeit,
Wenn gleich
ist Nacht und Tag,
Und über
langsamen Stegen,
Von goldenen
Träumen schwer,
Einwiegende Lüfte
ziehen.
Es reiche
aber,
Des dunkeln
Lichtes voll,
Mir einer den
duftenden Becher,
Damit ich
ruhen möge ; denn süß
Wär unter
Schatten der Schlummer.
Nicht ist es
gut,
Seellos von
sterblichen
Gedanken zu
sein. Doch gut
Ist ein
Gespräch und zu sagen
Des Herzens
Meinung, zu hören viel
Von Tagen der
Lieb,
Und Taten,
welche geschehen.
Wo aber sind
die Freunde ? Bellarmin
Mit dem
Gefährten ? Mancher
Trägt Scheue,
an die Quelle zu gehn ;
Es beginnet
nämlich der Reichtum
Im Meere. Sie,
Wie Maler,
bringen zusammen
Das Schöne der
Erd und verschmähn
Den
geflügelten Krieg nicht, und
Zu wohnen
einsam, jahrlang, unter
Dem entlaubten
Mast, wo nicht die Nacht durchglänzen
Die Feiertage
der Stadt,
Und
Saitenspiel und eingeborener Tanz nicht.
Nun aber sind
zu Indiern
Die Männer
gegangen,
Dort an der
luftigen Spitz
An
Traubenbergen, wo herab
Die Dordogne
kommt,
Und zusammen
mit der prächtgen
Garonne
meerbreit
Ausgehet der Strom.
Es nehmet aber
Und gibt
Gedächtnis die See,
Und die Lieb
auch heftet fleißig die Augen,
Was bleibet
aber, stiften die Dichter.
|
MEMORIA
Sopla el
Nordeste,
para mí el más
amado de los vientos,
pues promete
espíritu de fuego
y viaje
propicio a los navegantes.
Ve pues ahora
y saluda
al hermoso
Garona
y a los
jardines de Burdeos.
Allá, donde
por la escarpada vega
desciende el
sendero y a la corriente
cae profundo
el arroyo, pero desde arriba
todo lo
contempla una noble pareja
de roble y
álamo plateado.
Todavía lo
recuerdo bien y cómo
sus anchas
copas indina
el bosque de
olmos sobre el molino,
mientras en el
patio se alza una higuera.
Los días de
fiesta allá mismo
se encaminan
las morenas mujeres
sobre suelo de
seda
en el tiempo
de marzo
cuando son
iguales la noche y el día
y sobre lentos
senderos,
preñados de
sueños dorados,
pasan aires
arrulladores.
Pero, ahora,
que alguien
me alcance,
rebosante de luz oscura
la copa
aromática,
para que al
fin yo pueda descansar, pues dulce
sería el sueño
bajo las sombras.
No es bueno
estar sin
alma,
privado de
pensamientos mortales
En cambio, bueno es
el diálogo y
decir
lo que opina
el corazón y oír contar muchas cosas
de los días
del amor
y las hazañas
ya acontecidas.
Pero ¿dónde
están los amigos? ¿Dónde Belarmino
y el
compañero? Algunos
sienten temor
de ir a la fuente;
pues después
de todo la riqueza comienza
en el mar.
Ellos,
como pintores,
reúnen toda
la belleza de
la tierra y no desdeñan
la guerra
alada ni
vivir
solitarios, año tras año, bajo
el desnudo
mástil, donde no atraviesan la noche
ni el brillo
de los festejos de la ciudad,
ni el tañir de
cuerdas o las danzas locales.
Mas, ahora, a
las Indias
han partido
los hombres,
desde allá,
desde la cumbre batida de aire
en las colinas
de viñas, desde donde
baja el
Dordoña y al juntarse
con el
magnífico Garona con anchura de mar
desemboca la
corriente. En verdad, el mar
quita y da
memoria,
y el amor también fija los aplicados ojos.
Pero lo que
permanece lo fundan los poetas.
|
In lieblicher Bläue…1
In lieblicher
Bläue blühet mit dem metallenen Dache der Kirchthurm.
Den umschwebet
Geschrei der Schwalben,
den umgiebt
die rührendste Bläue.
Die Sonne
darüber und färbet des Blech,
in Winde aber
oben stille krähet die Fahne.
Wenn einer
unter der Glocke dann herabgeht, jene Treppen,
ein stilles
Leben ist es, weil, wenn abgesondert so sehr die Gestalt ist,
die
Bildsamkeit herauskommt dann des Menschen.
Die Fenster,
daraus die Glocken tönen,
sind wie Thore
an Schönheit.
Nemlich, weil
noch der Natur nach sind die Thore,
haben diese
die Ähnlichkeit von Bäumen des Waldes.
Reinheit aber
ist auch Schönheit.
Innen aus
Verschiedenem entsteht ein ernster Geist.
So sehr
einfältig aber die Bilder, so seht heilig sind die,
daß man
wirklich oft fürchtet, die zu beschreiben.
Die
Himmlischen aber, die immer gut sind, alles zumal,
wie Reiche,
haben diese, Tugend und Freunde.
Der Mensch
darf das nachahmen.
Darf, wenn
lauter Mühe des Leben, ein Mensch aufschauen und sagen:
so will ich
auch seyn?
Ja. So lange
die Freundlichkeit noch am Herzen, die Reine,
dauert, misset
nicht unglüklich der Mensch sich mit der Gottheit.
Ist unbekannt
Gott?
Ist er
offenbar wie der Himmel? dieses glaub’ ich eher.
Des Menschen
Maaß ist’s.
Voll
Verdienst, doch dichterisch, wohnet der Mensch auf dieser Erde.
Doch reiner
ist nicht der Schatten der Nacht mit den Sternen,
wenn ich so
sagen könnte, als der Mensch, der heißet ein Bild der Gottheit.
Giebt es auf
Erden ein Maaß? Es giebt keines.
Nemlich es
hemmen den Donnergang nie die Welten des Schöpfers.
Aus eine Blume
ist schön, weil sie blühet unter der Sonne.
Es findet das
Aug’ oft im Leben Wesen,
die viel
schöner noch zu nennen wären als die Blumen.
O! ich weiß
das wohl!
Denn zu bluten
an Gestalt und Herz,
und ganz nicht
mehr zu seyn, gefällt das Gott?
Die Seele
aber, wie ich glaube, muß rein bleiben,
sonst reicht
an das Mächtige auf Fittigen der Adler
mit lobendem
Gesange und der Stimme so vieler Vögel.
Es ist die
Wesenheit, die Gestalt ist’s.
Du schönes
Bächlein, du scheinest rührend,
indem du
rollest so klar, wie das Auge der Gottheit,
durch die
Milchstraße.
Ich kenne dich
wohl, aber Thränen quillen aus dem Auge.
Ein heiteres
Leben seh’ ich in den Gestalten
mich um blühen der Schöpfung,
weil ich es nicht unbillig vergleiche den einsamen Tauben auf den Kirchhof.
Das Lachen
aber scheint mich zu grämen der Menschen,
nemlich ich
hab’ ein Herz.
Möcht’ ich ein
Komet seyn? Ich glaube.
Denn sie haben
die Schnelligkeit der Vögel;
sie blühen an
Feuer, und sind wie Kinder an Reinheit.
Größeres zu wünschen,
kann nicht des Menschen Natur sich vermessen.
Der Tugend
Heiterkeit verdient auch gelobt zu werden
vom ernsten
Geiste, der zwischen den drei Säulen wehet des Gartens.
Eine schöne
Jungfrau muß das Hauptumkränzen mit Myrthenblumen,
weil sie
einfach ist ihrem Wesen nach und ihrem Gefühl.
Myrthen aber
giebt es in Griechenland.
Wenn einer in
der Spiegel siehet, ein Mann,
und siehet
darinn sein Bild, wie abgemahlt;
es gleicht dem
Manne.
Augen hat des
Menschen Bild, hingegen Licht der Mond.
Der König
Oedipus hat ein Auge zuviel vieleicht.
Diese Leiden
dieses Mannes,
sie scheinen
unbeschreiblich, unaussprechlich, unausdrüklich.
Wenn das
Schauspiel ein solches darstellt, kommt’s daher.
Wie ist mir’s
aber, gedenk’ ich deiner jetz?
Wie Bäche
reißt das Ende von Etwas mich dahin,
welches sich
wie Asien ausdehnet.
Natürlich
dieses Leiden, das hat Oedipus.
Natürlich
ist’s darum.
Hat auch
Herkules gelitten? Wohl.
Die Dioskuren
in ihrer Freundschaft haben die nicht Leiden auch getragen?
Nemmlich wie
Herkules mit Gott zu streiten, das ist Leiden.
Und die
Unsterblichkeit im Neide dieses Lebens,
diese zu
theilen, ist ein Leiden auch.
Doch das ist
auch ein Leiden,
wenn mit
Sommerflecken ist bedekt ein Mensch,
mit manchen
Fleken ganz überdekt zu seyn!
Das thut die
schöne Sonne:
nemmlich die
ziehet alles auf.
Die Jünglinge
führt die Bahn sie mit Reizen ihrer Stralen wie mit Rosen.
Die Leiden
scheinen so, die Oedipus getragen,
als wie ein
armer Mann klagt, daß ihm etwas fehle.
Sohn Laios,
armer Fremdling in Griechenland!
Leben ist Tod,
und Tod ist auch ein Leben.
|
EN EL AMABLE AZUL
En el amable
azul florece con el metálico techo el campanil. Lo circundan los chillidos de
golondrinas en vuelo, lo envuelve el más conmovedor azul. El sol lo domina e ilumina
las láminas, pero en lo alto la bandera quieta canta en el viento. Y si
alguno desciende esas escalinatas bajo la campana, hay una vida en la
quietud, pues cuando la figura está tan aislada, entonces la ductilidad del
hombre emerge. Las ventanas desde donde resuenan las campanas son como
puertas ante el umbral de la belleza. Es decir, puesto que las puertas son
ahora como la naturaleza, semejan los árboles del bosque. Pero pureza es
también belleza. Un grave espíritu surge al interior de lo diverso. Y tan
simple sean las imágenes, sagradas son también, que uno teme describirlas.
Los Celestes, empero, siempre benignos, tienen todo a la vez como quien es
rico, virtud y felicidad. Es válido que el hombre los imite. ¿Es lícito, si
la vida es puro cansancio, que un hombre se asome a mirar y diga: así quiero
ser también? Sí. Hasta que la gentileza, pura, se conserve en su corazón, el
hombre no se mide infelizmente con la divinidad. ¿Es desconocido Dios? ¿Es
manifiesto como el cielo? Esto creo, más bien. Del hombre es la medida.
Colmado de méritos, pero poéticamente, reside el hombre sobre esta tierra.
Pero la sombra de la noche con las estrellas no es más pura, si me es dado
decirlo, que el hombre, que imagen de la divinidad es llamado.
¿Hay sobre la
tierra una medida? Ninguna hay.
Pero de hecho
los mundos del creador detienen la marcha del tono.
También una
flor es bella, pues florece bajo el sol.
A menudo el
ojo en la vida criaturas halla
que
necesitaría llamar de forma más bella que a las flores.
¡Oh, lo sé muy
bien!
¿Entonces
sangrar en la persona y en el corazón,
y no ser más,
gusta a Dios?
Pero el alma,
como creo, debe permanecer pura,
de otro modo
alcanza al Potente liberándose en las alas del águila
con cantos de
alabanza y con la voz de muchas aves.
Es la esencia,
la forma.
Oh, bello
arroyo, pareces conmovedor,
mientras
fluyes claro, como el ojo de la divinidad
a través de la
Vía Láctea.
Yo te conozco,
pero de mis ojos surgen lágrimas.
Una vida
serena veo florecer en las figuras de la creación que me circundan,
y no es error
que las compare con las solitarias palomas en el cementerio.
Pero la risa
de los hombres parece afligirme,
lo que indica
que tengo corazón.
¿Quisiera un
cometa ser? Así lo creo.
Pues tienen la
rapidez de las aves;
florecen al
fuego y son como niños en la pureza.
Desear algo
más grande la naturaleza humana no puede arrogarse.
La serenidad
de la virtud merece también ser alabada
por el grave
espíritu que aletea entre las columnas del jardín.
Una hermosa
virgen debe ceñirse la cabeza con flores de mirto,
porque su
naturaleza es simple, y simple en el sentimiento.
Pero sólo en
Grecia hay mirtos.
Si uno mira en
el espejo, un hombre,
y ve su
imagen, como pintada;
es como el
hombre.
Ojos tiene la
imagen del hombre, mientras tiene luz la luna.
El rey Edipo
tiene tal vez un ojo de más.
Los dolores de
este hombre
indescriptibles,
inexpresables, inefables parecen.
Es por esto
que el drama lo representa.
¿Pero por qué
es que yo te pienso ahora?
Como arroyos
me lleva el fin de algo que se extiende como Asia.
Este dolor,
naturalmente, lo prueba Edipo.
Es por esto,
naturalmente.
¿También
Hércules sufrió? Ciertamente.
¿Y en su
amistad los Dióscuros no han sufrido el dolor?
Luchar como
Hércules con Dios, esto es dolor.
Y la inmortalidad
en la envidia de esta vida,
deberla vivir,
es dolor también.
¡Pero también
esto es dolor,
cuando el
hombre se halla cubierto de manchas de sol,
enteramente
recubierto estar!
Esto hace el
bello sol: de hecho, todo esto educa.
Con la
seducción de sus rayos, como con rosas, la órbita atrae a los jóvenes.
Los dolores
padecidos por Edipo
parecen los de
un pobre hombre que se lamenta de lo que le falta.
¡Oh, hijo de
Layo, pobre extranjero en Grecia!
La vida es
muerte, y también la muerte es una vida.
|
Créditos
Traducciones
Las traducción de el poema A los jóvenes poetas, La tostadora moderna Revista
Digital de Humanidades. El poema EL
PASEO FRIEDRICH HÖLDERLIN POEMAS
DE LA LOCURA precedidos de
algunos testimonios de sus contemporáneos sobre los «años oscuros» del poeta
Traducción y notas de Txaro Santoro y José María Álvarez —Edición. El poema El
espíritu del siglo traducción de Federico Gorbea en Hölderlin
Poesía Completa.
Edición bilingüe (alemán-español),
Libros Rio Nuevo, 1995. (PDF). El poema Memoria,
tomada de p.89 y p.90 de la traducción: Helena Cortés Gabaudán y Arturo Leyte
Coello, 2005.Martin Heidegger aclaraciones a la poesía de Holderlin. La
versión en alemán de Michel PHILIPPON Littérature, philosophie, arts.Para el
poema final En el amable azul La jornada semanal,
traducción de Jose Manuel Recillas. Pero
también en Albalá: Friedrich Hölderlin. Círculo de poesía, Jose Manuel
Recillas. May 5, 2011
Enlaces
Para el ensayo HÖLDERLIN Y
LA ESENCIA DE LA POESÍA, versión completa PDF.
Sobre los poemas de la locura de Holderlin.
Para obra poética completa
de Hölderlin. : Poesía
Completa. Edición bilingüe (alemán-español),
Por ser post pertinentes a
lo aquí tratado también remitimos al lector a dos enlaces de Plaza de las
palabras: Tres filósofos poetas: Lucrecio, Dante, Goethe. De George Santayana. Post
Ilustraciones
Retrato de Hölderlin, 1792, Wikipedia
Torre Holderlin , donde vivio confinado el poeta durante la mitad de su vida, Tubinga, Wikipedia.