Critica y reseña: Selecciones de textos y poemas de Venus Ixchel Mejía de su libro Venus Ixchel Mejia Venus (in)Victa






I

Praga




A manera de difuminados cronopios en el puente del Malá Strana, sobre el terciopelo índigo del Moldava, estamos vos y yo, haciendo escala onírica bajo la estoica vigilancia de San Juan Nepomuceno con su mueca de angustia.
El abrazo polar va disolviéndose entre nuestros abrigos comerciantes de caricias. El trémulo vitral del Moldava es una batalla de esgrima, una melodía gótica en el pináculo de la nostalgia.
Quizá desde el Callejón del Oro y la Alquimia nos mire Kafka con sus prismáticos de parábolas, ante el ceño fruncido de Max Brod que trata de hilvanar en un garabato una madriguera de confidencias.
Más tarde iremos al Don Giovanni en el Teatro Estatal, si Smetana no nos asalta en el camino con la estridencia de un acorde disminuido.
Nada entorpece este boceto cerúleo con afilados celajes que nos mira desde arriba. Es un cardumen detenido a mitad del asombro. Nada de nuestra mirada sorprende si no nos llenamos el alma con los labios. Así que, a mitad del vacío, nos decimos los besos a manera de confesiones medievales, nos tomamos de los ojos y apelamos a la complicidad de las manos.
Hay un vino bajo el sortilegio de la Bohemia que nos espera. De pronto, el boceto se diluye con una inusitada lluvia. Hay una mano que me sujeta, hay un pez traslucido que se queda prendido en la mirada. Hay una súplica de pez y mano en tu boca que me repite hasta perderse en una bocanada de suspiro: no te despertés todavía, quedate conmigo en Praga.


Dos Extraños




Hace tantos libros se esperan.

Dos extraños se extrañan. Dos cuerpos uniformados por la desnudez buscan la coreografía del verso. Sus dientes desvisten los gemidos, sus bocas evaporan las palabras – y canta el sur polifónico de las bragas –, sus lenguas pronuncian las sílabas del silencio.
Buscan su centro, luego de vivir por centurias en la periferia – un cataclismo había sepultado las puertas del camino –. En un asteroide convergen, lo llaman «poesía». Reconocen la palabra en sus ojos y tienen la primicia de mirar a través de la historia, vestidos de nómadas.
Todas las edades los llevan hasta sus manos: luces invertidas en el pecho; vaticinio de un reloj a la medida del instante, a la espera del agotamiento de las horas. Dos extraños se versan



.Vértigo Paroxístico

Nombre: Venus Ixchel Mejía
Edad: 34 años
Sexo: femenino
Profesión:…
Paciente refiere mareo de dos meses de evolución, de inicio diurno, permanente, (la permanencia entre estas paredes marítimas que salpican mis cerrojos). Se exacerba al caminar, se atenúa al acostarse.
(De pronto alguien me llama, sacude la inercia de mi nombre, mi nombre sangra sus años en una habitación dormida). El mareo no imposibilita las actividades diarias.
Refiere consulta con internista que le recetó B. y otorrinolaringólogo que indicó C. (Sucede. He perdido las señales de la ruta en la que venía. Sigo en este viaje sin haber embarcado nunca. Caigo, pero nunca toco el cielo).
El paciente refiere mejoría con el uso de los medicamentos…
(Me derrumbo como un camino donde el suelo es un caleidoscopio a mitad del vacío).
El paciente refiere mejoría…

Manifiesto
Mientras haya dinero, habrá guerra.
Mientras haya ambición, habrá guerra.
Mientras haya corrupción, habrá guerra.
Mientras haya hambre, habrá guerra.
Mientras haya recursos, habrá guerra.
Mientras haya armas, habrá guerra.
Mientras haya división, habrá guerra.
Mientras haya crisis, habrá guerra.
Mientras haya envidia, habrá guerra.
Mientras haya celos, habrá guerra.
Mientras haya mentiras, habrá guerra.
Mientras haya propiedad privada, habrá guerra.
Mientras haya excusas, habrá guerra.
Mientras haya fronteras, habrá guerra.
Mientras haya religión, habrá guerra.
Mientras haya discriminación, habrá guerra.
Mientras haya injusticia, habrá guerra.
Mientras haya políticos, habrá guerra.
Mientras haya dolor, habrá guerra.
Mientras haya ignorancia, habrá guerra.
Mientras haya arrogancia, habrá guerra.
Mientras haya ideales, habrá guerra.
Pero
mientras haya un niño en nuestras almas,
habrá esperanza



II

Diosas




Emulando a Ezra Pound.
Como diosas
emergen de la sombra
desmantelan
la realidad
ajenas al olvido
diosas
fuertes como gemidos
absolutas
irreales
con sus cuerpos de cisne
como diosas
sirenas de marineros
circes de cerdos
de odiseos
con sus cuerpos de morsa
en celo
diosas
como ecos de narcisos
en un prisma enmudecido
se revelan ante
nuestros ojos
cómplices de la derrota
diosas
de azafrán y tomillo
copal y candela
fogón encendido
arena
reloj de trigo
diosas
Ixchel de lunas
canciones de cuna
mar en pleno
naufragio
presagio
de una herida mortal
dichosas
mientras levantan con sus cuerpos
los altares de las deidades
que las han oprimido
diosas
clítoris temerarios de la razón
de la sinrazón
del dolor
parto perenne
sus vidas
multiplicadas
ocultas en el anonimato
del engaño
sus frentes altas
como diosas
nos están mirando
nos siguen iluminando
el porvenir.
Garabatos
Mi hija destapa el marcador
y hace del futuro un garabato.
Su voz huele a presagio,
a columpio de risa en las comisuras.
El sol se somete
a la órbita de sus dedos,
luego pliega el mundo y lo pone en mi mano.


III

De Venus a Amarte. 
Presentación del libro Venus [In] Victa,
de la escritora Venus Mejía. Por Melissa Merlo 

Cuando Rosario Rodríguez dio a luz una hermosa niña un día con lluvia del año de 1979, seguramente pensó “cantará, hará música, será libre” y escudriñó los astros y los ancestros para esculpir un nombre inolvidable, artístico, pleno de ecos y estrellas. Lo que Rosario seguramente no pensó fue que a esa inquieta niña, además cumplir con el augurio de poseer el don de la música, también le sería otorgado el don de develar el misterio de las letras.
Es así que con el tiempo transcurrido y la experiencia adquirida como cantautora, como enseñante de la literatura, como caminante de la vida, como anunciante de la buena nueva y como constructora de la palabra, se condensa su espíritu en un libro, Venus [In] Victa. En él demuestra que la ruptura de las reglas impuestas incluso a la poesía, es un acto de urgente necesidad, de liberación, de marcar compases diferentes y ritmos únicos que despiertan un lenguaje rebelde de forma y dominado de fondo.
Con sutileza, mientras la lectura del libro me lleva de la sorpresa al asombro, regreso invariablemente al primer poema, colocado con astucia de poeta, al inicio; con un nombre capcioso y muy conocido, por lo tanto imperceptible, hasta que su lectura hace volver a la página 10 donde no están los pájaros en la TV, luego me muevo a la página 48 buscando el chateo, pero en su lugar está Electra, y me doy cuenta que caí en la trampa, que soy una pieza más del ajedrez de Venus, que yo no salí invicta de este juego. Sonrío con cierta envidia y doy gracias a la vida por estos regalos literarios tan esporádicos como esperados.

Índice

Televisión, espacio absurdo para los pájaros. 10
Confesiones de una civilizada sin causa: estoy en la edad de las mamografías.14
Noticia del día: huele a sangre, pero no hay peligro. 21
Tocadisco de aullidos. 29
Endoscopía y otros procesos invasivos para comprender el hambre.35
Sorteo semanal: otro premio acumulado, germina la esperanza como un embarazo no deseado. 42
“Chateo, luego existo”. 48
Ediciones Centroamérica: hasta la tierra se escamotea bajo la sal de su historia no leída. 50


Trato de enfocar mi discurso en el yo poético, en la búsqueda de un hilo conductor, en los ritmos internos de los poemas, en la colectividad de las voces, en la técnica literaria, en el manejo de las figuras, pero Venus [In] Victa no me lo permite, me empuja a romper mis esquemas de análisis y extiende mis desvelos frente al computador. Y finalmente tomo la decisión, retardada por días de lucha interna: dejo que el libro me cuente su historia, y ya no es Venus, es la poesía la que habla, que me susurra derribando muros teóricos y levantando cortinas de humo blanco. Frente a mí, un libro; frente a mis ojos un coctel embriagante; frente a mi intelecto, una propuesta, y frente a mis cánones una ruptura. Y de repente esta lectora “refiere mejoría con el uso de los medicamentos…”.
La recurrencia a la mitología griega evoca a los clásicos, pero en Venus [In] Victa es presentada con un acento actual, con movimiento de alfil que resguarda y afirma una posición, un concepto, una idea planteada sin azar. Y es así que se presentan los Dioscuros protegiendo la casa, imagen de la vida. Electra que, con el peso del amor materno, trasciende al propio y evoluciona al odio que no es más que un amor más puro. Caronte, condenado a otra muerte provocada por sus mismos remos si se atreve a embarcar el amor, con o sin monedas en los ojos. Hera, la más cercana a Zeus, se convierte en un eclipse de nostalgia. Lakshmi y Venus pasean también por los poemas como diosas exuberantes, sensuales, amantes inevitables.


Soy Laksmí,
Venus,
oh amado mortal,
te he invocado para que te encarnes en mis brazos desde el umbral
del mundo
–temible aposento de la conciencia –.
Mi boca por tu cuerpo hace la lixiviación de tu mineral esqueleto de ráksasa,
la alquimia del alma que trasciende como profecía.
En la savia de mis senos se macera la dureza de tus fauces,
en mi pelvis, Brahman destila pozos inconmensurables,
efluvios y sintaxis de gemidos.

Y de nuevo la ruptura de cánones, sin pretender llamarlos obsoletos, se apodera de los versos y se atrinchera bajo la imagen, el deseo, el respeto y el conocimiento de escritores de honda huella, de escritoras de altos vuelos, de personajes que navegan en la conciencia literaria de los lectores de este siglo. En los epígrafes y en los poemas viven y transitan con levedad, rapidez y exactitud, tal como lo propusiera Calvino para acortar distancias, tiempos y concepciones literarias. Y es así como Lérmontov guía la muerte de un poeta. Baudelaire y Unamuno se enfrentan entre lo apacible y lo cierto. Rivas, pasea por el croquis de la mujer casa, de la casa poema, descifrando el tiempo. Cerati, vive en la dimensión profunda de un abismo. Monroe y Pizarnik muerden la vida con alevosía en la sonrisa. Octavio Paz, se vuelve intermitente en la rebeldía de los versos. Clementina Suárez y Óscar Wilde preceden al amor y al dolor.

Amo
mientras se precipitan los domingos
desde mi cama,
mientras los dedos se vuelven diques
de la dicha que se desborda
en mis labios.
Amo
y el cosmos conmigo flota
en el nudo de mi mano.

Y así Venus [in] Victa crece en sustancia y esencia, con sus raíces bien plantadas en la hermosura de lo cotidiano, también en lo doloroso. Su estructura abierta permite caminar el libro de un poema a otro esperando novedades, diferentes formas, múltiples maneras en el manejo del lenguaje, de las imágenes. No hay repetición, no hay formas parecidas, no hay igualdad en las pausas, ni en los silencios. Hay acústica, que se percibe en una cierta armonía que no tiene que ver con el paso de un poema a otro, sino una que le imprime el espíritu de la poeta. La obra permite escuchar los sonidos, percibir los olores, degustar los versos, y palpar las texturas de la palabra escrita, “… los platos que se quiebran en mi risa…”, “voces en las manos”, “huelo a pétalos”, “el tic-tac de mi vientre”, “fulgor de ojos”, “apetitos siniestros”, “si el sexo me suena a melodía fosilizada en la memoria…”, “me habita el aullido y el cauce de su risa…”, “su voz huele a presagio”, “de vos aprendí a tañer sonrisas en la espuma”. Podemos percibir el tecleo de un telegrama nunca escrito: “sino tardas (stop) igual de sigo (stop) Tu hija (stop) Venus.
Amparada en la frase de Umberto Eco “Los libros se respetan usándolos, no dejándolos en paz” quiero usar un poema de Venus [in] Victa para hablar de su frescura, del ímpetu de las palabras hilvanadas, del desenfado romántico que une los versos, del sentido de búsqueda planteado por una mujer solidaria en el amor, en la cama y en la vida:

Se Busca

Compañero que quiera beber conmigo los ocasos,
las rutinas en mi vientre
empalado de gemidos,

compañero que no le asusten
mis ronquidos de abeja demente
ni los acueductos sometidos
a la tiranía de mis cabellos,

hermano en la lucha
de los sexos en el trópico de la cama,
cómplice de mis manías
e intentos de asesinato
a mi locura,

presbítero en algunos pesares,
mayordomo de mi lencería
y mis deudas al decoro,
médico del calor de mi almohada,
maestro con una selección exclusiva
de excesos,

esclavo de mis besos
y uno que otro kilómetro de versos.

Creo que, de Venus a la Tierra, este libro es una ola de frescura literaria, es un enfrentamiento entre las viejas y las nuevas caras de la poesía, es un acto de rebeldía con un absoluto conocimiento de las causas literarias. Creo que de Venus a Invicta es un paso temerario y certero hacia la nueva poesía hondureña. Creo que, de Venus a Amarte, esta obra será un sello de rupturas y encuentros que desde ya vitalizan los momentos de lectura de cronopios y de famas.






Venus Ixchel Mejía

Tegucigalpa, Honduras, 1979. Poeta, editora, gestora cultural, cantautora y docente. Cofundadora de la Editorial Ixchel en 2012. Catedrática en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Ganadora del primer lugar en el certamen de narrativa breve: «Julio César Anariba» 2017. Ha participado en festivales de poesía en México, El Salvador, Guatemala y a nivel nacional. Fue productora y conductora del programa radial cultural-literario «Molinos de Viento», Radio Nacional de Honduras (2005) y del programa radial de la ANDEH «Letra de mujer», RDS radio (2015). Ha impartido talleres literarios en Tegucigalpa en los proyectos «Barrio Lindo» (2003), «Educar» (2014) y en San Nicolás, Santa Bárbara (2014). Ha escrito crítica literaria y su obra ha sido parcialmente traducida al inglés y al italiano.

Publicaciones: Poesía: Ad Líbitum, Editorial Ixchel, 2012; Venus [in] Victa, Editorial Ixchel, 2016. Antologías poéticas: Lírica de Vida, Signum Editors, 2012; Soles de Media Noche: Antología del II encuentro de mujeres poetas en la cuenca del Papaloapan, México, 2014; Antología Voces de la ANDEH, 2014; Women’s poems of protest and resistance, Honduras (2009-2014) Casasola, EU, 2014; Chamote, una amalgama de voces poéticas de nuestra América, Punto de encuentro, Argentina, 2015; Antología Tratado mesoamericano de libre poética: Ecos Náhuatl, Honduras-México, Goblin, 2015; Voces de América Latina, Media Isla, EU, 2016. Ensayos: Por la gracia del verso; escritos por y para el poeta Rigoberto Paredes. Paradiso, 2015. Narrativa: Antología de narradoras hondureñas ANDEH, Paradiso, 2016. (Diario Co Latino)

Fuente

Parte I
Textos: Praga y Dos extraños, y poema Vértigo paroxístico Publicado por: Diario Co Latino. Tres Mil  5 Mayo, 2017, en Suplemento Tres Mil.

Fuente Art
Parte II
 Poema: Como Diosas, tomado de Arte en gestión 


Parte III
Poemas: Índice, Laksmi, Amo, Se busca, publicados en  De Venus a Amarte, Reseña critica por Melissa Merlo,Escritora y Catedrática Universitaria Honduras 2016
Presentación del libro Venus [In] Victa,  Diario La Tribuna, Tegucigalpa Honduras,  fecha 15 de enero 2017. Enlace:n http://www.latribuna.hn/2017/01/15/de-venus-a-amarte/ 

Tambien  Sobre estos y otros poemas ver enlace https://resistenciamusical.wordpress.com/




Ilustraciones (En orden de aparición). Selección de Plaza de las Palabras 

Portada del libro
Puente Malá Strana, Praga
Biblioteca y libros, Los Andes. 
La Venus de Arles de la escultura de Venus en el Museo del Louvre.  Es de mármol de Himeto y data de finales del siglo 1 a.c.
Venus Ixchel Mejía, Facebook

Ars poética en tres poetas latinoamericanos:Huidobro, Borges y Paz. Post Plaza de las Palabras





En esta ocasión Plaza de las palabras, presenta el Ars poética de tres poetas latinoamericanos, una especie de metapoesía del continente. No son los únicos poetas que han escrito sobre poesía, en realidad casi todos lo hacen. La selección incluye  trabajos de Vicente Huidobro, su archiconocido y uno de los poemas vanguardistas más influyentes del siglo XX, Ars poética. A la par de Jorge Luis Borges, de quien  incluimos, el poema Ars poética, donde aborda muchos de los temas que lo obsesionaban en sus ensayos y cuentos:  el tiempo, la eternidad, los espejos.  Y de Octavio Paz, presentamos dos trabajos, uno el poema La poesía, y otro a manera de texto, Hacia el poema. Donde describe los puntos de partida para hacer poemas. Tres grandes de la literatura mundial, tres grandes poetas y tres textos para la reflexión poética.

Sin embargo, hay que señalar que esta tradición  viene desde tiempos remotos, Primero. de La poética de Aristóteles. Segundo. Horacio, con su trabajo Epístola a los Pisones, conocida como Ars poética.  El ars poética, es en manera simple el arte de hacer poesía, las diferentes formas, enfoques y formatos para elaborarla . En un sentido muy general todos los poetas tienen su propio Ars  poético. En la cual se puede describir  cuestiones técnicas, pero sobre todo la visión poética del poeta para hacer sus poemas.  Una especie de compendio, que ha pasado desde la etapa preceptiva, prescriptiva hasta llegar al Ars poética, que encuentra su máxima expresión en los poetas mismos, y su elección de convertir sus teorías  e impresiones sobre como hacer poesía en poesía. (1) Esta modalidad puede tomar la poesía misma, como lo hacen los poetas reseñados latinoamericanos, pero también el ensayo. Las variantes son amplias desde la preceptiva, hasta la vanguardia, como lo fue en su momento Ars poética de Huidobro, hasta el estamento individual del Ars poética de Borges.  Pero ademas hay otros poetas como Alfonso Reyes, Pablo Neruda, Jaime Torres Bodet y Mario Benedetti que han escrito su Ars poética.

 En un contexto general son conocidos en lengua francesa el Ars poético de  Verlaine, para quien “En la elección de tus palabras/Tienes que ser remiso:/Nada mejor que el canto gris/Que une lo Indeciso a lo Preciso”. En lengua inglesa los elementos críticos que aporta Byron en su magistral obra Don Juan, pero también los ensayos críticos de Alexander Pope. Y el Ars poético del poeta norteamericano Archivald Macleish, quien anunciaba: “Un poema ha de ser palpable y mudo, /Redondo como un fruto (…) /Un poema no ha de tener palabras, /Como un vuelo de pájaros”.  En lengua alemana: De Herman Broch el poema Por ejemplo WhitmanDonde los tallos brotan, en el medio terrestre del ser, / Allí se levanta la poesía: / Sin embargo, llega hasta la frontera más externa de la vida, /Y ¡mira!, no está fuera, / Está en el alma. /Dentro la frontera y fuera el medio, /Uno pariendo al otro, uno entretejido en el otro, /Sólo esto es poesía…/Sin duda, al final descubres con sorpresa /Que es sencillamente tu vida, /La vida del hombre”. De Rilke el poema “¡Oh, aliento, tú, invisible poema!: ¡Oh, aliento, tú, invisible poema!/Puro trueque jamás interrumpido/del propio ser y el espacio del mundo. /Equilibrio en el que rítmicamente me sucedo. De Holderlin el poema A los jóvenes poetas: “Mis queridos hermanos, quizá va a madurar/nuestro arte, tras un largo fermentar juvenil, /y llegará a lograr la calma de lo bello; /no dejéis la virtud, imitad a los griegos. /A los dioses amad, pensad en los mortales. /Ni ebriedad ni frialdad, ni descripción/ni lección; si os asusta algún maestro, /pedid sólo consejo a la naturaleza”. (2)

La paleta cromática es amplia  desde las coordenadas que pasan  por la musculatura del vigoroso romanticismo con el ensayo En Defensa de la Poesía de P.B.Shelly, hasta el desgarro de la piel del alma en El oficio del poeta, de Cesar Pavese:  

Lo selvático que nos interesa no es la naturaleza, el mar, la selva, sino lo imprevisto en el corazón de nuestros compañeros hombres. Aquello que con un simple esfuerzo de atención puede devenir voluntad deliberada. La ciudad, la mujer, gastan con nosotros una ferocidad de la cual toda tierra salvaje es solamente un símbolo. Desastres e intemperies nos encuentran resignados, nos dan la muerte, no desencadenan en nosotros lo selvático, como hace la voluntad deliberada que a pasión contrapone pasión. Lo selvático inventa palabras, se trabaja a sí mismo para aclararse en palabras, que luego supuran por dentro y nos desgarran. Al principio es sólo naturaleza: la ciudad es un paisaje, son rocas, alturas, cielo, claros improvisados; la mujer es una fiera, una carne, un abrazo. Después se vuelve palabras; lo natural era sólo un símbolo, y al conocer lo selvático verdadero, hay que aullar”.

Pero tampoco desentonan las opiniones de los poetas sobre el arte de hacer poesía, aunque no lo hayan plasmado, en un poema o un ensayo.  Es muy conocida la caracterización del poeta John Milton, sobre la poesía: sensual, sencilla y apasionada  o la del poeta norteamericano Robert Frost: la poesía debe ser una revelación o una serie de revelaciones, tanto para el poeta como para el lector. En fin, esto del arte poético podría parecer algo ya superado, considerase anecdótico o reflexionarlo como algo histórico; y aunque no hay un recetario infalible para hornear el pastel poético; con todo el Ars poético  cumplió,  cumple y seguirá cumpliendo su razón poética de ser: abrir y profundizar la imaginación y mirada poética a la calle de enfrente  pero con igual intensidad a la autopista de las galaxias, como a la ciudadela del cosmos.  En cuanto a las nuevas tendencias en el Ars poética,  vale pensar en  esa hibridación inagotable que se da en los contenidos de la poesía, que va desde los poetas metafísicos ingleses, quienes creían que en una gota de agua cabía el universo entero a la poesía minimalista o la sabiduría del  haiku.  Y en este inicio de siglo XXI, abrumado por los cambio en la ciencia, tecnología, cultura de masas  y nuevas formas de comunicación, que  abren el espacio para ir ejercitando la exploración poética.  Si estamos en  un mundo en reconfiguración, también arrastra una reformulación de las aristas del arte, literatura y poesía.  Si hay algo que se puede afirmar es que en la poesía cabe la vida entera desde el átomo hasta el cosmos, desde las miradas del alma, hasta el saludo de las piedras,  desde el amor que mueve las estrellas hasta los misterios milenarios de la naturaleza.   Y  algo más que es insinuado en la poesía, ese algo más que esta por ahí, y que siempre asoma y llega por la intuición poética. Y que le hizo decir a Shelley que los poetas son las antenas del mundo.  Y a Keats,  que son mejores las canciones aun no oídas. Una perspectiva interesante, a manera de ejemplo, ya que el catálogo podría ser innumerable, explora la poesía como un ejercicio espiritual.(3). Pero también, resultan ilustradoras, las Ars poéticas desde la postmodernidad (4) y desde las tendencias en un mundo global: la crisis de identidades en una cultura cada vez más mediática, visual  y mundial. (5).Y el avance de la metapoesia, como subgénero. (6)  




Vicente Huidobro

(1893-1948)


La poesía es  como una llave, pero no cualquier llave, sino una que abra mil puertas. Y al abrirse una de esas puertas, lo visto es creado como un   mundo nuevo, que da lugar al creacionismo porque el poeta es un Pequeño Dios. Del cual Vicente Huidobro es uno de sus  Altos Centinelas. 

Ars poética  
Que el verso sea como una llave
Que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea,
Y el alma del oyente quede temblando.

Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
El adjetivo, cuando no da vida, mata.
Estamos en el ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
Como recuerdo, en los museos;
Más no por eso tenemos menos fuerza:
El vigor verdadero
Reside en la cabeza.

Por qué cantáis la rosa, ¡oh Poetas!
Hacedla florecer en el poema;

Sólo para nosotros
Viven todas las cosas bajo el Sol.

El Poeta es un pequeño Dios.

(1916)



Jorge Luis Borges

(1899-1986)

Jorge Luis Borges, (5) da cabida a su Ars poética, bajo su sello muy personal, en contra de las vanguardias, en las cuales el poeta es su único testamento o legado. Pero Borges no solo tiene ese poema , varios otros hablan sobre el oficio del poeta : “A un viejo poeta” , “El otro tigre” , “Ariosto y los árabes” y “Arte poética” de El hacedor;, “Una rosa y Milton” , “Lectores”, “A un viejo poeta sajón”, “A quien está leyéndome” ,” de El otro, el mismo. (6). El poema reseñado está compuesto de 7 estrofas, en forma de cuartetos. En su poesía privan los temores y obsesiones propias de los cuentos y ensayos del Borges. Rio, tiempo, espejos, lo onírico, su amor clasicista con Ulises e Ítaca; y su  reverberación filosófica con Heráclito. El poema, como toda la poesía ultraísta va de la mano y a  plenitud con metáforas y símiles, y no faltan tampoco los símbolos.  El poema es un río, el arte un  espejo donde el poeta ve su rostro. Todo fluye y también las palabras. Nadie lee dos veces el mismo poema, por que todo cambia. Señala lo inmortal de la poesía contra lo finito  de las cosas. Como también  Keats proclamaba,  ver al poeta en su estado mortal ante el canto del ruiseñor universal.

Ars poética

Mirar el río hecho de tiempo y agua
Y recordar que el tiempo es otro río,
Saber que nos perdemos como el río
Y que los rostros pasan como el agua.

Sentir que la vigilia es otro sueño
Que sueña no soñar y que la muerte
Que teme nuestra carne es esa muerte
De cada noche, que se llama sueño.

Ver en el día o en el año un símbolo
De los días del hombre y de sus años,
Convertir el ultraje de los años
En una música, un rumor y un símbolo.

Ver en la muerte el sueño, en el ocaso
Un triste oro, tal es la poesía
Que es inmortal y pobre. La poesía
Vuelve como la aurora y el ocaso.

A veces en las tardes una cara
Nos mira desde el fondo de un espejo;
El arte debe ser como ese espejo
Que nos revela nuestra propia cara.

Cuentan que Ulises, harto de prodigios,
Lloró de amor al divisar su Itaca
Verde y humilde. El arte es esa Ítaca
De verde eternidad, no de prodigios.

También es como el río interminable
Que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
Y es otro, como el río interminable.

(1960)



Octavio Paz

(1914-1998)

Su Ars poética, “La poesía”,  llega “silenciosa, y secreta”. El poeta es un “solitario combatiente contra invisibles huestes”. Para Paz la poesía es un espíritu: “Espíritu que no vive en ninguna forma /pero hace arder todas las formas”. Que nos recuerda el verso de Shelley, “un pájaro no es un pájaro /sino un espíritu”.   Después de varios giros, termina haciendo un símil entre la poesía y el sueño.  Luego en “Hacia el poema”, plantea en forma de reflexiones o aforismos, la santa trinidad: el lenguaje, las palabras, y el poema.  

La poesía

Llegas, silenciosa, secreta,
y despiertas los furores, los goces,
y esta angustia
que enciende lo que toca
y engendra en cada cosa
una avidez sombría.

El mundo cede y se desploma
como metal al fuego.
Entre mis ruinas me levanto,
solo, desnudo, despojado,
sobre la roca inmensa del silencio,
como un solitario combatiente
contra invisibles huestes.

Verdad abrasadora,
¿a qué me empujas?
No quiero tu verdad,
tu insensata pregunta.
¿A qué esta lucha estéril?
No es el hombre criatura capaz de contenerte,
avidez que sólo en la sed se sacia,
llama que todos los labios consume,
espíritu que no vive en ninguna forma
mas hace arder todas las formas-

Subes desde lo más hondo de mí,
desde el centro innombrable de mi ser,
ejército, marea.
Creces, tu sed me ahoga,
expulsando, tiránica,
aquello que no cede
a tu espada frenética.
Ya sólo tú me habitas,
tú, sin nombre, furiosa substancia,
avidez subterránea, delirante.

Golpean mi pecho tus fantasmas,
despiertas a mi tacto,
hielas mi frente
abres mis ojos.

Percibo el mundo y te toco,
sustancia intocable,
unidad de mi alma y de mi cuerpo,
y contemplo el combate que combato
y mis bodas de tierra.

Nublan mis ojos imágenes opuestas,
y a las mismas imágenes
otras, más profundas, las niegan,
ardiente balbuceo,
aguas que anega un agua más oculta y densa.
En su húmeda tiniebla vida y muerte,
quietud y movimiento, son lo mismo.

Insiste, vencedora,
porque tan sólo existo porque existes,
y mi boca y mi lengua se formaron
para decir tan sólo tu existencia
y tus secretas sílabas, palabra
impalpable y despótica,
sustancia de mi alma.

Eres tan sólo un sueño,
pero en ti sueña el mundo
y su mudez habla con tus palabras.
Rozo al tocar tu pecho
la eléctrica frontera de la vida,
la tiniebla de sangre
donde pacta la boca cruel y enamorada,
ávida aún de destruir lo que ama
y revivir lo que destruye,
con el mundo, impasible
y siempre idéntico a sí mismo,
porque no se detiene en ninguna forma
ni se demora sobre lo que engendra.

Llévame, solitaria,
llévame entre los sueños,
llévame, madre mía,
despiértame del todo,
hazme soñar tu sueño,
unta mis ojos con aceite,
para que al conocerte me conozca.

(1947)




(PUNTOS DE PARTIDA)

I

PALABRAS, ganancias de un cuarto de hora arrancado al árbol calcinado del lenguaje, entre los buenos días y las buenas noches, puertas de entrada y salida y entrada de un corredor que va de ninguna parte a ningún lado.
Damos vueltas y vueltas en el vientre animal, en el vientre mineral, en el vientre temporal. Encontrar la salida: el poema.
Obstinación de ese rostro donde se quiebran mis miradas. Frente armada, invicta ante un paisaje en ruinas, tras el asalto al secreto. Melancolía de volcán.
La benévola jeta de piedra de cartón del jefe, del Conductor, fetiche del siglo; los yo, tú, él tejedores de telarañas, pronombre armados de uñas; las divinidades sin rostro, abstractas. Él y nosotros, Nosotros y Él: nadie y ninguno. Dios padre se venga en todos estos ídolos.
El instante se congela, blancura compacta que ciega y no responde y se desvanece, témpano empujado por corrientes circulares. Ha de volver.
Arrancar las máscaras de la fantasía, clavar una pica en el centro sensible: provocar la erupción.
Cortar el cordón umbilical, matar bien a la Madre: crimen que el poeta moderno cometió por todos, en nombre de todos. Toca al nuevo poeta descubrir a la Mujer.

II

Hablar por hablar, arrancar sones a la desesperada, escribir al dictado lo que dice el vuelo de la mosca, ennegrecer. El tiempo se abre en dos: hora del salto mortal.
Palabras, frases, sílabas, astros que giran alrededor de un cetro fijo. Dos cuerpos, muchos seres que se encuentran en una palabra. El papel se cubre de letras indelebles, que nadie dijo, que nadie dictó, que han caído allí y arden y queman y se apagan. Así pues, existe la poesía, el amor existe, y si yo no existo, existes tú.
Por todas partes los solitarios forzados empiezan a crear las palabras del nuevo diálogo.
El chorro de agua. La bocanada de salud. Una muchacha reclinada sobre su pasado. El vino, el fuego, la guitarra, la sobremesa. Un muro de terciopelo rojo en una plaza de pueblo. Las aclamaciones, la caballería reluciente entrando en la ciudad, el pueblo en vilo: ¡himnos! La irrupción de lo blanco, de lo verde, de lo llameante. Lo demasiado fácil, lo que se escribe solo: la poesía.
El poema prepara un orden amoroso. Preveo un hombre-sol y una mujer-luna, el uno libre de su poder, la otra libre de su esclavitud, y amores implacables rayando el espacio negro. Todo ha de ceder a esas águilas incandescentes.
Por las almenas de tu frente el canto alborea. La justicia poética incendia campos de oprobio: no hay sitio para la nostalgia, el yo, el nombre propio.
Todo poema se cumple a expensas del poeta.
Mediodía futuro, árbol inmenso de follaje invisible. En las plazas cantan los hombres y las mujeres el canto solar, surtidor de transparencias. Me cubre la marejada amarilla: nada mío ha de hablar por mi boca.
Cuando la Historia duerme, habla en sueños: en la frente del pueblo dormido el poema es una constelación de sangre. Cuando la Historia despierta, la imagen se hace acto, acontece el poema: la poesía entra en acción.
Merece lo que sueñas.
(1950)

Notas bibliográficas

1.Vital, Alberto.  Arte poética en seis poetas latinoamericanos del siglo XX. Alfonso Reyes, Vicente Huidobro, Jorge Luis Borges, Manuel Bandeira, Pablo Neruda y Jaime Torres Bodet.versión impresa ISSN 0188-2546. Lit. mex vol.22 no.1 México may. 2011

2. Broch, Rilke,Holderlin  Ejemplos sacados de  José María Medina Esteban Metapoesía en otras lenguas literarias:literatura alemana. 15 de octubre de 2012.

3. Breve y sustancioso ensayo de Milton Medellín. La poesía como ejercicio espiritual. Circulo de Poesía,  Apizaco, Tlaxcala,  27 de Junio del 2012. file:///E:/lecturas%2099/C%C3%ADrculo%20de%20Poes%C3%ADa%20_%20La%20poes%C3%ADa%20como%20ejercicio%20espiritual.html

4. Esclarecedor ensayo sobre la poesía y la postmodernidad, en que se brinda una radiografía que va a desde la poesía light hasta los ciberpoetas.  Carlos Fajardo Fajardo. Poesía y posmodernidad. Algunas tendencias y contextos (A propósito del XI Festival Internacional de Poesía de Medellín, Colombia, 2001). Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid. El URL de este documento es http://www.ucm.es/info/especulo/numero20/posmoder.htmlhttps://pendientedemigracion.ucm.es/info/especulo/numero20/posmoder.html

5. Marta López Luaces. La poesía latinoamericana actual recrea un mundo plural y múltiple. Pagina web Tendencias 21. Tendencias literarias. Viernes, 9 de noviembre 2012. 


7. Felipe Caldas Gómez.  Sobre Borges Arte Poética, Arte poética,  28 febrero 2015.

8. Sobre la Ars poetica de Borges, leer Ramón Pérez Parejo Metapoesía y ficción en 'La luna' de Borges. En quien da un catalogo más amplio y analítico de poemas de Borges sobre el oficio del poeta. file:///E:/3%20ars%20vf/Metapoetas_%20Definici%C3%B3n,%20Manifiesto%20y%20Dec%C3%A1logo%20de%20la%20Metapoes%C3%ADa.html


Créditos

Poemas y texto

Poema Ars poética, Vicente Huidobro. Poemas Vicente Huidobro, Plaza&Janes, pag.15, 1999  
Poema  Ars poética, Jorge Luis Borges. El Hacedor. Alianza Emece, pag. 141.1981.
Poema  La poesía, Octavio Paz, Libertad Bajo Palabra, Ed. Cátedra, Letras Hispánicas, España, 1998, 376p. (p. 163-165) [De “Calamidades y Milagros”, 1937-1947].Página web Artes poéticas  
Hacia el poema: Octavio Paz, Libertad bajo palabra, Cátedra, Madrid, 1990. Página web Artes poéticas 

Fotografías

Fotografía de Vicente Huidobro, Análisis del arte poética de Vicente Huidobro (por Mariel Vidal). Pagina web Alimenta tu mente.19 de mayo de 2009.
Fotografía de Jorge Luis Borges, Análisis del poema “Arte poética” de Jorge Luis Borges.
Fotografía de Octavio Paz, http://www.biografiasyvidas.com/biografia/p/paz_octavio.htm

Ilustraciones por orden de aparición

Mitología, Roberto Matta, 1980, pintor abstracto chileno
Vuel Villa, 1936, Xul Solar, pintor utopista argentino
Abrazo amoroso, 1949, Frida Khalo, pintora naive mexicana
Volcan y noche estrellada, 1950, Gerardo Murillo Cornado, conocido como DR. Atl, (Agua en náhuatl), geólogo, vulcanólogo, ensayista y pintor paisajista mexicano

Mujer I, Thomas Daskan, pintor norteamericano-chileno