Cuento: Punto de partida de Álvaro Cálix




El soldado que se niega a servir en una guerra injusta es aplaudido por quienes aceptan sostener al gobierno injusto que hace la guerra. H.D. Thoreau (El deber de la desobediencia civil).
            Casi es tiempo de abordar, la vocecilla del altoparlante hizo el segundo llamado. Repaso por última vez la sala. Varios están leyendo el diario, como en cadena, varados en la penúltima página… Con grandes titulares y fotos a todo color, aparece el asesinato de turno. Es otra mañana de un lunes cualquiera, sí, porque mi partida es un suceso que, aparte de mi familia y algunos amigos, pasa muy bien inadvertido.
            Escucho ahora el estrépito de un avión que despega; ya me lo imagino horadando el aire tibio de la mañana y elevarse hacia el cielo de abril. Entre abrazos y consejos, descubro mi turbación. Son tan confusas las despedidas, sobre todo cuando vienen así, de repente. Un presentimiento se me revuleve en el estomago: intuyo que, quizás, no vuelva a ver a más de alguno de los que vienen a decirme adiós. 
            Sin poder evitarlo siento que la vida se parte en dos, un cruce de caminos, inesperado, constriñe a girar el rumbo. De seguro, este momento quedará grabado en mí como un paisaje sombrío del país ahora menos vivible que nunca. Aunque el viaje me alienta cierta esperanza, no parto porque se me antoja. ¡No!…, me han impelido las circunstancias.
            Confieso que todavía quedo boquiabierto al observar lo fácil que nos acomodamos al golpe de Estado…, a la disolución de la Asamblea y, unos meses después, como secuela, esta pasiva actitud frente a la guerra que está a la vuelta de la esquina. ¡Quién puede negar que la vida es una caja de sorpresas!… No pocos de los que ayer exaltaban el viejo régimen, picotean hoy las migajas que lanza el Dictador.
            Por las actitudes de muchos, supongo que los vientos de guerra con el país vecino se perciben como una circunstancia insalvable. Y no podía ser de otra manera, los micrófonos y las plumas mejor tasadas, como herreros, le han sacado filo a las palabras para arrojarlas aquí y allá, cargadas ya sea de elíxires heroicos para exaltar el ánimo, de jugos ponzoñosos para sacarse al punto a los opositores, o de sedantes para aplacar la conciencia de aquellos que andan sin ton ni son por las calles. Tal vez eso explica la naturalidad de la gente que, sin asombro, mira como va engrosándose la milicia con tierna carne de cañón de las barriadas y de los poblados tierra adentro. Y a los pocos que elevan la voz para invocar la objeción de conciencia, ¡lo sabré yo!, a más de tildarnos de ¡antipatriotas!, nos prodigan garrotazos y bartolina.
Tal vez no tenga la edad para entender ciertas cosas, pero, bien sé que cuando comienzan a encapotarse los cielos de la libertad, pronto emerge el desasosiego, indetenible; sé además que antes de consumirse el último vestigio de la tarde, brota, desde los intersticios, un clima subterráneo, y aunque yo no esté de acuerdo, la sangre de unos y otros nos salpicará el rostro, y no bastarán pañuelos blancos para limpiarnos, ni nuestras lágrimas serán suficientes para diluir el tono rojizo que se pintará culpable en las mejillas.
            Verifico por enésima vez que llevo los papeles en regla… boleto, pasaporte e impuestos. Tengo hambre, no me basta el capuchino y la galleta de avena.  Huelo un aroma casero que proviene del fardo de empanadas que aliñó la abuela en mi alforja; la abro y encuentro el bulto, envuelto en papel mánteca. Fueron horneadas en la mañanita, todavía están calientes; retiro la envoltura e intento con voracidad un bocado, pero algo me detiene, no es que crea que me voy a quemar la lengua, no es eso, más bien, un soplo de nostalgia enerva mi apetito y vuelvo a cerrar el paquete; quisera tenerlo todavía conmigo cuando finalice el vuelo.          
Un par de chiquillos pasa a mi lado, listo para abordar con su madre. Un hombre con aire de extranjero apresura el paso, mientras cierra el libro que lleva entre las manos. Al fondo, llanto, apretones y abrazos dilatados. Subo escaleras; risas de mujeres perfumadas me dejan al paso. Bien dicen que el mundo no se detiene… a pesar de todo…
            ¡Es tarde!... Tarde para darme la vuelta y desafiar la inercia.  Voy caminando por la manga que une el aeropuerto con la nave… un túnel gris, soporífero, que no parece estar en ningún lugar ni tiempo, es la antesala a la ruptura. Una sonrisa me espera del otro lado, la de la asistenta de vuelo en traje azul marino, que por supuesto no puede percibir mi vértigo, y dice: “Bienvenido”; apenas balbuceo una respuesta. Decenas de ojos me interceptan mientras avanzo por el pasillo del avión. Tropiezo, el rubor sube a mi cara, imagino que estoy dando manotazos en el aire para alcanzar mi asiento.
            Dicen que en la vida hemos de morir varias veces para asomar a la madurez. Hoy he muerto, como si lo sacasen a uno de raíz. Como un árbol deshojado por el otoño, me siento a la intemperie, en un desierto de fugaces miradas y sonrisas de témpano. Pero qué distinto efluvio transmite la atmósfera que me rodea: rostros animados, ejecutivos rimbombantes, el futbolista que se va a jugar a Italia, el exministro y el exdiputado, el turista que se larga a tiempo, maravillado por el sol y la playa, los primos del nuevo jefe de Estado y, no podían faltar, las señoras de tales que van de paseo a Miami. Una jungla diversa, de la que por supuesto formo parte.
            Abrocho el cinturón. Los motores han calentado, la nave comienza a moverse hacia la ruta de despegue. El pasillo se despeja, vuelve el vértigo, no quiero partir y, sin embargo, desde mi interior bulle una sensación de alivio. Cierro la ventanilla, compulsiones hacen temblar mi cuerpo; frente a lo cual, intento disimular mi estado; entonces, cierro los ojos para atrincherarme. Ahora los segundos se alargan, densos, mientras aumenta la velocidad del avión. Escucho los gritos de una niña asustada, la risa nerviosa de un anciano y, puedo escuchar también, mi llanto interior. Palpo el crucifijo y me persigno. El aire va tragando la aeronave.
            Tengo sed, una pesada aspereza recubre mis labios, apenas lubricada por el contacto ligero de la lengua. Pronto podré pedir un vaso de agua, aunque temo que mi sed sea más profunda. Para distraerme, de antemano cambió la hora del reloj para ajustarlo a mi nuevo destino. Quizás por la resequedad, estallo en un arranque de tos que sacude mi torax con furia. Esta circunstancia no deja de avergonzarme, puesto que desentona con el silencio artificial que priva. Con discreción, trato de manejar el incidente, tapando con el puño mi boca hasta reducir el espasmo.
            No habiendo salido todavía del percance, me toma de sorpresa lo que veo; para confirmar que siempre hay excepciones, una mujer en indudable estado de preñez, desafía las reglas; se ha levantado para ir a pararse en medio del pasillo. Supongo que busca captar nuesta atención, aun sin mediar palabra de su parte. Con suavidad golpetea el dedo índice contra el respaldar de un asiento. Parece estar tomando aire, como preparándose  para un acto final. Con la otra mano acaricia el vientre abultado, una y otra vez en movimientos circulares. Decidida, se yergue y lleva sus manos a la altura del pecho, con las palmas tendidas; alza con parsimonia la barbilla, mientras los ojos se van cargando de una pasión contagiosa.
            Con voz firme nos increpa: “¡Recua de insensatos!…, ¡que sin remilgos lamen las botas del ‘Superhombre’!... ¡Como no es la de sus hijos… la sangre que se va a derramar…!”. Atónitos aún, vemos que con su índice comienza a señalar a uno tras otro pasajero, como si estuviera repartiendo culpas. No escapo del señalamiento, hecho que asumo con serenidad, aunque no dejo de lamentar que, tras el biombo, se quedaron sin reprimenda los pasajeros que viajan en primera clase.
            Al compás de las palabras de la dama, siento que la sangre corre desbocada por mis venas. Y aunque la mujer guarda silencio ahora, su voz retumba una y otra vez en mis oídos, como réplicas de un gran temblor. Sin pensarlo mucho, canalizo mi asombro en enérgicos aplausos que, al no hallar eco en los otros viajeros, como una campanada fugaz, van perdiendo poco a poco intensidad. Al menos, pude atraer su atención, y al encontrarme con su mirada, comparte conmigo una sonrisa afable, como si es que nos hubiésemos conocido de toda la vida; luego agacha la cabeza y coloca sus manos contra las sienes, alcanzando a taparse los ojos con la cuenca de las palmas. Presumo que se va serenando, ahora que adopta esa pose. Por mi parte, reconozco que algo de mi impotencia se ha tornado en esperanza.
Dos miembros de la tripulación acuden pronto para poner a la mujer en cintura; sin resistencia de su parte, logran devolverla a su asiento. Nadie dice nada. Algunos se asustaron más de la cuenta al pensar que se trataba de un atentado. Sin embargo, ya las pantallas de televisión van deslizándose desde el techo para mostrar el comercial de moda; al tiempo que varios pasajeros reclinan los asientos y se relajan. Ha vuelto la calma.
            Abajo, entre contornos borrosos, una inmensa mancha azul perfila la costa y desaparece el país conocido. La diáspora comienza, mañana, varios cientos más serán desterrados. No obstante, contra lo que indican las circunstancias, tengo la certeza de que pronto caerá el telón de esta tragedia.
            ¡Nadie dude que ha comenzado un tiempo de Satyagraha!... [1]




[1] Satyagraha: la lucha por la verdad, en el contexto de la resistencia no violenta que planteara Gandhi.


Critica y reseña: P.B.SHELLEY (Poeta romantico ingles) -Defensa de la Poesía


DEFENSA DE LA POESIA
"Considerando según ciertos sistemas estas dos clases de actividad mental que se llaman razón e imaginación, la primera debe definirse como el espíritu que contempla las relaciones que existen entre un pensamiento y otro, se produzcan como quiera que sea, yla segunda como el espíritu que obra sobre los pehsamientos para colorearlos con su propia luz, y que compone con ellos, tomándolos a modo de elementos, oros pensamientos, cad uno de los cuales contiene en sí mismo el principio de su propia integridad"

"Razón es la enumeración de cantidades ya conocidas:imaginación es la percepción del valor de aquellascantidades, tanto separadamente como en conjunto. La razón concierne a las diferencias y la imaginación a lassemejanzas de las cosas. La razón es a la imaginación lo que el instrumento al agente, lo que el cuerpo al espíritu, lo que la sombra a la sustancia.

"La poesía, en sentido general, puede definirse como la expresión de la imaginación y la poesía es congénita con el espíritu del hombre:"
Fuente:http://amaabaria.over-blog.com/article-p-b-shelley--defensa-de-la-poesia-44487046.html

    Un poema de Nina Gagen-Torn,poeta rusa

    Ana Muela Sopeña, editora

    KOLYMA





    KOLYMA

    Nina Gagen-Torn-  (Poeta rusa)

    Al alba partimos,
    Hacia el azar de un interminable día,
    En algún lugar quedan la esposa y los hijos,
    El hogar, la libertad y la paz.
    Nos hemos olvidado de ellos,
    Zaheridos por un profundo yugo.
    Todo el día en el aserradero
    Sin apenas tiempo para descansar.
    Por la noche un ligero respiro,
    Para sentarse en las gélidas tiendas
    Y aguardar al alba
    Para empezar de nuevo.
    El viento y las heladas
    Son testigos de las lágrimas vertidas.






    Nina Gagen-Torn- Rusia

    Nota:
    Kolyma: Campos de trabajo donde la autora estuvo recluida entre los años 1936 a 1942.


    Fotografía: Carretera de Kolyma, también conocida como carretera de los huesos. 




    ______________________________________

    Nina Gagen-Torn: 
    Poeta, historiadora y etnógrafa rusa nacida en San Petersburgo. Se graduó en el Instituto de Geografía de Petrogrado, trabajando como profesora en el Museo de Etnografía y editando la revista Etnografía Soviética (1934). Durante la Gran Purga pasó los años de 1936-1942 en los campos de trabajo de Kolyma y de 1942 a 1943 en el exilio. En 1946 escribió la tesis Elementos del vestido del Volga en los pueblos como material para la etnogénesis. Fue reprimida por segunda vez de 1947 a 1952, sirviendo en Mordovia (Temlag). Más tarde se exilió definitivamente a la ciudad de Yenisey. Al final de la era estalinista fue amnistiada y totalmente rehabilitada en el año 1956. La mayor parte de su investigación fue en el ámbito de la etnografía de los pueblos de la Unión Soviética, y el folclore ruso y búlgaro. También publicó cuentos y poemas. Dos poemarios suyos fueron publicados póstumamente.


    Fuentes de Documentación
    Fuente: http://www.poesiademujeres.com/

    ´Poesía hondureña: Concierto en Sol Mayor para Poesía y Orquesta por Venus Ixchel Mejia

    21 de marzo de 2014 a la(s) 18:42


    Venus Ixchel Mejia (Poeta Hondureña)



    Silencio!
    Quiero hacerte el amor
    en una clave de sol,
    extraer de tu figura
    un contrapunto de arpegios a granel.
    Curvear tu talle
    oprimir tus líneas
    despertar juntos en una partitura.

    Trasladarte de tonalidad con la caricia
    de un violonchelo;
    sin barras dobles,
    penetrando en el centro
    de tu eje astral,
    ensortijando
    la armadura de tu abdomen.

    Estremecerte con la minúscula alteración
    de un gemido SOStenido.
    Agitarte hasta
    rasgar las cuerdas del allegro de una guitarra,
    vibrar entre trémulos y trinos
    (temblorosos trinos tiritantes).
    Lastimarte con un s–ta- ca–to
    enloquecerte con un crescendo
    colapsar en la cadencia de un beso…

    ¡Shhh!
    Te cubriré con una melodía.


    Venus Mejía - Ad Líbitum

    Fuente:Facebook,Venus Ixchel Mejia. 

    Un poema de Alina Galliano, poeta cubana

    .

    Allina Galliano  (Poeta Cubana)


    VII

    Verte como te he visto
    tan distante y contigo
    tan concentrada en ti
    sobre tu forma,
    amante sorpresiva
    que junto a mí requiere,
    casi camina
    en timidez su cuerpo;
    voracidad de gesto
    donde los dedos buscan
    su misterio de olor
    entre las piernas:
    yo me diluyo en tu tensión,
    la observo,
    casi logro atraparla,
    adentrarme a su punto
    más irreconocible
    y luego tenazmente
    te traigo a la pupila,
    te sujeto en el punto más
    débil de tu cráneo,
    absoluto testigo
    de tu implacable combustión,
    del solitario acto
    de amor que te fabrica,
    hasta que soy espejo
    para que tú te mires
    y veas crecer en mí
    lo mismo que un reflejo
    tu incandescente borde
    fuera de todo límite:
    no sé bajo qué orquídeas
    buscarás mis azogues
    cuando la noche en filo
    resbale a tus ojeras
    o tu espalda despierte
    su más letal conciencia
    queriendo compartirse y compartirme;
    porque hay cosas o gestos
    que son inevitables
    que siempre nos esperan
    frente adentro, lo mismo que un olvido:
    y nos reclaman.




    Alina Galliano- Cuba
    Del poemario "Detrás de la mirada"


    ___________________________________


    Estudios: “Bachelor Degree” en Sicología, Mercy College, Dobbs Ferry, New York, 1979.
    Maestría en Trabajo Social, Fordham University, New York, 1981.Libros de poemas publicados:

    “Entre el párpado y la mejilla”, Bogotá 1980.

    “Hasta el presente (poesía casi completa)”, Editorial Betanía, Madrid, 1989.
    Incluye nueve poemarios:
    “Entre el párpado y la mejilla”
    “El ojo del unicornio”
    “El círculo secuencial”
    “El canto de las tortugas”
    “La oscuridad como labios”
    “Secretos y violaciones”
    “La pasante”
    “La orilla del asombro”
    “Detrás de la mirada: monólogos frente al espejo: A. Sexton”

    “La geometría de lo incandescente (en fija residencia)”, Universidad de Miami, Florida, 1992.

    “En el vientre del trópico”, Serena Bay Books, New York 1994. Prólogo: Carlos Franqui.
    Grabados: Roberto Estupiñán.
    “Otro fuego a liturgia”, Editorial Betanía, Madrid, 2007
    Incluye seis poemarios:
    “Del tiempo y otras puertas”.
    “La danza en el corazón de la esmeralda.”
    “El libro”.
    “Inevitable sílaba”.
    “Entre el marfil y el agua”
    ”Litografías a partir del aire”.
    Premios:

    Primera Bienal de Barcelona (Primer finalista), 1979.

    Premio Federico García Lorca del Queens College y el Consulado de España en Nueva York, 1984.

    Premio “Letras de Oro” por su libroLa geometría de lo incandescente (en fija residencia), 1990-91.


    Antologías:

    “Fiesta del poeta en el centro”, Centro Cultural Cubano. New York, Editores: José Corrales y Octavio de la Suareé, 1977.

    “Abigarrada”, Centro Cultural Cubano, New York, Editores: Isabel Pareras y Lérida de Dios, 1978.

    “III Fiesta del poeta en el centro”, Centro Cultural Cubano, New York, Editor: Lérida de Dios, 1978.“Source”, Queens Council on the Arts/Ollantay Center for the Arts, Vol. 2, No. 1, circa, New York, 1980.

    “Xanadu”, Long Island Poetry Collective, Tenth Issue, New York, 1984.

    “Poesía Cubana Contemporánea”, Editorial Catoblepas, Madrid, 1986.“Americanto”.
    El Editor Latinoamericano, Buenos Aires, 1988.

    “Poetas cubanos en Nueva York”, Editorial Betania, Madrid. Editor: Felipe Lázaro. Prólogo: José Olivio Jiménez, 1988.

    “Poetas cubanas en Nueva York/Cuban poets in New York”, Editorial Betania, Madrid, 1991

    “Linden Lane Magazine”. (Número especial de escritores y artístas cubanos en el exilio. Primera parte), Princeton, New Jersey, Vol. IX, No. 4, Octubre/Diciembre 1990.

    “El alba del hombre”, El Editor Latinoamericano, Buenos Aires, 1991.

    “Paradise lost or gained?” 1991.

    “Puentelibre”, Ciudad Juárez, Puentelibre Editores, AC, ed. Jesús J. Barquet y Rosario Sanmiguel, Vol. II, No. 5-6, Verano 1995.

    "Eboli Poetry Series". Editor: Carlota Caulfield, 1997.

    "Voces Viajeras". Carlota Caulfield. Colección Torremozas, Madrid, 2002.

    “Anales literarios/poetas”. Editores: Matias Montes Huidobro y Yara Gonzáles Montes, Vol. II, No. 2, New York, 1998.

    “Poetas cubanos marginados”. Francisco J. Peñas Bermejo. El Ferrol, 1998.

    "Al fin del siglo", Ollantay Press, Vol. III, New York 1999.


    Otras publicaciones:

    Diccionario Biográfico de poetas cubanos en el exilio (contemporáneos), Ediciones Q-21, ed. Pablo le Reverend, Newark, New Jersey, 1988.Directory of Latin American Writers in the New York Metropolitan Area, Ollantay Press, New York, 1989.Diccionario Biográfico de escritores cubanos en el exilio (contemporáneos), Ediciones Q-21, ed. Pablo le Reverend, Newark, New Jersey, 1990.
    Diccionario Universal bio-bibliográfico de autoras que escriben en castellano. Siglo XX. De la A a la Z. Silvia-Cuevas-Morales. Aconcagua publishing and Kira edit. España, 2003.

    Libros de poemas inéditos:

    “Days of Sunflowers”, 1997.
    “Los días que ahora tengo”. 2007 – trabajo en proceso.
    “De las cosas simples”, 2007- trabajo en proceso.

    Grabaciones:

    “En el vientre del trópico”, interpretado por Carmina Benguría, 1994.


    Lectura de poemas y “master class”:

    Cathedral Saint John the Divine
    Centro Cultural Cubano
    Dumé Spanish Theater
    Mercy College
    Queens College
    Saint John University
    William Paterson University
    Ollantay Center for the Arts
    The New York Public Library
    Newark Public Library
    Centro Cultural Dominicano
    Radio Wado
    Café, Pan y Canto
    Café Guernica
    Feria Internacional del libro, Miami
    Radio 10 Argentina.


    Bibliografía pasiva:

    “Fiesta de poeta” por Mireya Robles, Universidad de Nuevo León, Monterrey, México, 1978.

    “Esbozo de un recorrido por Entre el párpado y la mejilla de Alina Galliano por Dionisio Cañas, 1978.

    Miami Herald, sección crítica de libros por Fernando Villaverde, 19 de Febrero de 1984.

    “Alina Galliano, Hasta el presente (poesía casi completa) por José Corrales, Linden Lane Magazine, 1989.

    “Camino de los Caminos”, Alina Galliano, Hasta el presente (poesía casi completa) por Humberto Senegal, El Quindiano, Colombia, 12 de Agosto de 1989.

    “Letras y Letrados”, Alina Galliano,Hasta el presente (poesía casi completa) por Humberto Senegal, La Patria, Colombia, 9 Agosto de 1989,

    “Círculo: Revista de Cultura”, Alina Galliano, Hasta el presente (poesía casi completa) por Orilirio Fuentes, New York, 1992.

    “Sábado, suplemento de unomasuno”, dirección: Humberto Batis. Alina Galliano, Hasta el presente (poesía casi completa) y La geometría de lo incandescente (en fija residencia) por Alejandro González Acosta, New York, 12 de Diciembre de 1993.

    “Alina Galliano, En el vientre del trópico” por Luis A. Jiménez, Serena Bay Books, New York, 1994.

    “Alina Galliano: Fondo y forma de la metáfora visual” por Olimpia González, Loyola University, Chicago, 1994.

    “Hispanorama”, Los Cubanos en los Estados Unidos por Octavio de la Suareé, New York, 1997.

    “Perfiles Literarios”, La poesía de Alina Galliano por Humberto Delgado-Jerkins.

    “Alina Galliano, En el vientre del trópico”, Prólogo por Carlos Franqui.

    “Alina Galliano, En el vientre del trópico”, análisis del poema VI.

    “Epica, negrismo y actualidad cubana”, Alina Galliano, En el vientre del trópico, por Jesús J. Barquet, New Mexico State University, 1997.

    “Anales literarios/poetas”, Editores: Matias Montes Huidobro y Yara Gonzáles Montes, Vol. II, No. 2, New York, 1998.

    “Poetas cubanos marginados”. Francisco J. Peñas Bermejo. El Ferrol, 1998.

    “Alina Galliano, La geometría de lo incandescente (en fija residencia)por José Corrales, Linden Lane Magazine, 1997.

    “Transformación y continuidad en la creación artística de Alina Galliano” por Octavio de la Suareé.
    Círculo de Cultura Hispanoamericana, New Jersey, 1998.
    New music for baritone and chamber ensemble. Mutablemusic.
    Thomas Buckner. Canto. Compositora Tania León, fragmentos del poema XXIV de Alina Galliano, 2007.
    Nueva Poesía Hispanoamericana. Editorial Lord Byron, Madrid, España. 2008.
    Poesía insular de signo infinito. Una lectura de poetas cubanas de la diáspora. Aimée G. Bolaños. Editorial Betania, Madrid, España. 2008.

    Otras Actividades:

    - Miembro del taller de Poesía Circular desde 1977.
    - Miembro de la Academia Iberoamericana de Poesía: Capítulo de New York.
    - Adaptación de la obra “La Casa Vieja” de Abelardo Estorino.
    - Lectura de las obras “El Palacio de los Gritos y Catalina la Inmensa de José Corrales.
    - Asesoría Literaria y “Dramaturge” de la compañía teatral “Don Quijote Experimental Children Theater”, 1975-1986.





    Fuente:http://www.poesiademujeres.com/

    Reflexion :Dia del

    Yo no soy de celebrar el día de...

    Mayte Martin Martin 
    Mi padre, ese hombre que lo ha dado todo en la vida y al que los últimos diez años le han golpeado enfermedades, algunas mortales y les ha sacado la lengua.. ese hombre que lo sigue haciendo y al que el destino le pone otra prueba delante... porque no soy de celebrar el día de... pero él se merece todos los días que está con nosotros, muy a pesar de que las circunstancias le hayan agriado un poco el carácter, de que nos haya llevado de visita por varios centros hospitalarios y hecho conocer a oncólogos, cardiólogos, cirujanos, endovasculares, traumatólogos, internistas... y miles de diplomados en enfermería, auxiliares y demás personal sanitario al que nunca tendremos suficientes agradecimientos... A él porque siempre ha velado y velará como el jefe del clan, un clan que volará de nuevo a Tenerife a volver a sacar la lengua a la muerte en un quirófano...


    Somos las personas que tenemos en nuestras vidas, lo tengo claro, así que soy un poco él, no sólo sus genes o algunas de sus expresiones y gestos, sino los cuentos que nos ha contado toda la vida, las historias mil veces repetidas y que nunca ha cambiado aunque pasen los años... esos mismos que ha repetido a todos nuestros hijos, sus 9 nietos a los que también ha hecho subir a su cama un domingo por la mañana y empezar horas y horas narrando... el que siempre nos llevaba el café a la cama y que ahora lo sigue haciendo aunque no durmamos en casa... a él que nos ha dado a los cinco, nuestras parejas y amistades más de lo que jamás le podremos devolver... Por eso hoy me pongo ñoña.porque se lo merece y punto.

    Fuente:;http://mayteeme.blogspot.com.es/2014/03/yo-no-soy-de-celebrar-el-dia-de.html.. 


    Poesia hondureña: Diosas por Venus Ixchel Mejia


    Venus Ixchel Mejía (Poeta Hondureña)

    Emulando a Ezra Pound


    Diosas 


    Como diosas
    emergen de la sombra
    desmantelando
    la realidad
    ajenas al olvido
    diosas
    fuertes como gemidos
    absolutas
    irreales
    con sus cuerpos de cisne
    como diosas
    sirenas de marineros
    circes de cerdos
    de odiseos
    con sus cuerpos de morsa
    en celo
    diosas
    como ecos de narcisos
    en un prisma enmudecido
    se revelan ante
    nuestros ojos
    cómplices de la derrota
    diosas
    de azafrán y tomillo
    de copal y candela
    fogón encendido
    arena
    de reló de trigo
    diosas
    Ixchel de lunas
    de canciones de cuna
    mar en pleno
    naufragio
    presagio
    de una herida mortal
    dichosas
    mientras levantan con sus cuerpos
    los altares de las deidades
    que las han oprimido
    diosas
    clítoris temerarios de la razón
    de la sinrazón
    del dolor
    parto perenne
    sus vidas
    multiplicadas
    ocultas en el anonimato
    del engaño
    sus frentes altas
    como diosas
    nos están mirando
    nos siguen iluminando
    el porvenir.



    Cuentos hondureños: Hombre con sombrilla negra por Jorge Martínez Mejía


    Hombre con sombrilla negra

    Jorge Martínez Mejía (Escritor Hondureño)

    Nací en un pueblo de burdeles. Podría ver a la gente caminando en la noche con su paquete de arrogancia bajo el brazo, hecho sangre, brutal encierro en las bartolinas y el humo y el hedor de aquel río donde todos los perros caían empujados por un bruto sucio hablando un inglés recién inventado. Cualquiera me hubiera visto a gatas, panzón y lampiño de las rodillas flacas. Había un tiroteo cada noche, un degollado, un silencio roto por un gallo al galope como un caballo fantasma. Pero igual de día, un espanto, y las risas en el mercado confundían el cortejo fúnebre. Todo era una sorda risa apagándose o caminar por aquel abismo sostenido de una tabla. A gatas mirando el precipicio, mareado y con náuseas. Colochos de oro cayendo en las manos de un viejo minero venido a menos o a ladrón afortunado. Encender con un billete valioso un cigarrillo era cosa de niños. Botellas estrellándose contra las paredes pintarrajeadas como la boca de las putas. Un niño en los hombros de un muchacho citadino camino al burdel más famoso. El enorme callejón solitario y oscuro antes de llegar al pasillo de puerta ancha y los cuartos en ristre a uno y otro lado, lejos del salón de baile. Las putas no besan en la boca, las putas preguntan “Vas a ir al cuarto? Cinco pesos". Y el niño mirando desde la puerta ancha. Aquí se está, ya voy a salir.

    Todo luces los borrachos cantando sus estúpidas risas y escupitajos bajo la mesa. La mujer gorda y negra tiene nombre de bestia o filósofo. No baila y fuma, cobra y mira a las otras putas con desdén. La noche es demasiado oscura por aquella calle donde los enormes furgones de minerales se estacionan para deleite de una mujerzuela que coge siete veces al día sólo por la noche. Tencha le dicen y es flaca y sonríe bonito, de lado, como cerrando un ojo y moviendo la cabeza invitando por encima del hombro. Más acá, en este lado hace frío, la puta se acerca y me mira de arriba abajo y me toca la carita y me toma de la mano y los güevitos ummm… ¿Viene a pisar cosita… tiene los cinco pesos? Y se va botando el humo por la nariz y la boca… La casa de alto tiene un hombre altísimo encima del techo y los ojos casi no se le miran, pero son dos brasitas rojitas rojitas que se pierden cuando salgo corriendo para no mirar nada, nunca lo he visto pero lo he visto estirarse por arriba de la casa con su traje negro. Ahí está y otra vez caminando a gatas por el enorme precipicio, sobre la tabla verde llena de veneno. El veneno corre por debajo de las tablas del abismo, abajo el arroyo lleva su agua hasta el puente donde sale la vieja gritando. Nadie pasa por ahí a medianoche.
    Adentro la música sale hueca y el disco rayado repite la misma palabra cuando la vieja gorda pasa meciendo su enorme trasero en mitad del salón hasta abrir la tapa de la rockola. El chasquido ondulante del disco se cuela por debajo de las cortinas y el hedor a cerveza. Allá va uno con una sombrilla negra por el camino donde vinimos y él todavía adentro con la puta chaparrita.
    Ya veniste, le dijeron cuando llegó, mostrando los dientes. Puso las cosas y me subió en los hombros para ir a caminar. Lento en la calle los colores de las casas alargadas y las puertas abiertas de par en par con sus mujeres de vestidos cortos con música por todas partes. Vení rápido le dijeron y el niño riendo agarrado de un penacho. La mujerzuela salía de un callejón empedrado arreglándose la falda y viraba a la derecha hacia el lado de los camiones. Ebrios ambulando y la brisa empezando a sentirse un poco fría en la cara. Más solitaria era esa otra calle frente a la iglesia cerrada por donde empezaba el camino del hombre con su sombrilla negra. ¿Tiene miedo? me dijo él cuando salió, seguido por la chaparrita sonriente. No luande trayendo usté, le dijo ella, se dio la vuelta y se fue. Fui a pisar mami le dije y me dio la pescozada.

    Viernes 19 de junio de 2009, Publicado por JORGE MARTINEZ MEJIA en 6:01 Circulo de Lectores de Honduras, http://circulodelectoreshn.blogspot.com/