Arte: PABLO ZELAYA SIERRA

Del libro Poder, Estado e Identidad (2014)

Para terminar algunas líneas sobre el cuadro de “Dos Campesinas”, de Pablo Zelaya Sierra, lo elegí como portada de este libro por dos razones. La primera, dediqué algunos pensamientos a este hermoso y simbólico cuadro, en un ensayo aún inédito, y ya mencionado en este prólogo: El Ultimo Lenca. 120 Reflexiones sobre el pasado, presente y futuro de Honduras (1994). Pese a su aparente simplicidad, este cuadro de Zelaya Sierra encierra profundos significaciones y evoca lo intemporal; si Tucídides escribía para la eternidad, Pablo Zelaya Sierra, en esa pintura nos brinda destellos de la eternidad. ¿No hay algo de sublime en ese cuadro? ¿No habrá algo de griego o de romano? ¿No sugiere acaso esa pintura una quietud infinita, un mar inmenso, un tiempo inmóvil? ¿por qué no pensar que este atisbo de cielo es un pedazo del cielo universal? ¿no habrá en esa pintura un universo de ideas?, ¿No le sugiere al observador un pasado, un presente y un futuro?.


CAMPESINAS,PABLO ZELAYA SIERRA, PINOTECA ARTURO H. MEDRANO, BANCO CENTRAL DE HONDURAS (sin fecha).

  
¿Porqué el niño no muestra su rostro? ¿No será el niño que todos llevamos dentro?. ¿Qué hace el niño? : se ve así mismo. Se ve reflejado en el agua como en un espejo. ¿No será que ese niño está teniendo por primera vez conciencia de si mismo? ¿No estaremos ente un principio de identidad?. Pero además, en esa superficie plana del agua, ¿no esta al mismo tiempo reflejando la vastedad de un cielo mayor? ¿Y en qué estará pensando el niño? ¿Y las mujeres paradas una frente a la otra, no sugieren la simetría, la duplicidad, la multiplicación de la imagen, los espejos?. ¿Sus pies descalzos en contacto con la tierra, no evocan a la madre naturaleza, porque polvo somos?. ¿Y las montañas, apenas insinuadas, no son acaso formas geométricas y en la composición de la obra, acaso no emerge el espíritu de finura de Pascal?.


Algo hay de quietud, no de naturaleza muerta en bodegón, sino de “Still Leben”, en sentido alemán, vida tranquila. Si las estatuas griegas evocan lo sublime, estas dos campesinas se nos presentan como lo sublime terrenal. Si esa quietud nos sugiere un reposo, ¿no viene a nuestra mente una semejanza entre la quietud de “Dos Campesinas” y esa quietud metafísica que se respira en la esencialidad del ser? Al contemplar este cuadro de Pablo Zelaya Sierra, ¿no estaremos en presencia de una pintura metafísica? ¿No habrá en esa pintura una historia del ser? ¿De quién es la mano que pintó la tela? Sí, de Pablo Zelaya Sierra, pero ¿de quién es la mente con que se pintó el cuadro? ¿a quién le sonríe la campesina? ¿Sonrisa en movimiento? Pero algo más ¿por qué se sonríe si la imagen que evoca la campesina de espaldas al observador nos sugiere una contundente seriedad? Ese porqué, nos trae la colación a Aristóteles: “Porque preguntar porqué sugiere que una cosa siempre esta contenida en otra”, afirma Aristóteles en su Metafísica. Y también afirmaba: “Porque el alma es todo en cierto modo...”

Fuente:Extracto del prologo del libro, Estado, Poder e identidad, M. A .Membreño Cedillo, (2014)