Por Martín Cálix,15 junio 2016
Nos
hemos dado a la tarea, una dulce tarea para ser honestos, de buscar a tres
poetas jóvenes, pero además inéditas y que al leerlas te den ganas de seguir
leyendo. Tres voces, que tienen un punto de encuentro entre nosotros en este post,
tres poetas que perfilan para mucho más y que son las caras más nuevas de la
poesía hondureña. Las hemos agrupado cronológicamente por su año de nacimiento,
pero sólo por querer aparentar un orden tras el vendaval que supone la poesía.
Muy poco conocemos de la nueva poesía
hondureña, pero mucho menos conocemos de la poesía nueva hecha por las mujeres
de este siglo. Las mujeres que desde la palabra como instrumento construyen un
país hasta ahora desconocido, un país que inacabado en su forma posee una profundidad
inabarcable en el dulce sonido de las palabras y que nada tiene que ver con la
palabra «Honduras». Son ellas, Lucía Santos, Ana Lu y Heidy Alachán, las que
sin tener compromiso alguno con la tradición poética hondureña, aunque no se
olvidan de esta tradición, escriben casi desde el anonimato de las heroínas.
Podés imaginarlas con capa y antifaz.
En ellas tres, una poesía para ellas, una
poesía desde ellas, una poesía construida desde su contemporaneidad, con sus
códigos y signos, donde la única verdad es ser de ellas.
***
LUCÍA
SANTOS
(Tegucigalpa,
1989)
Con
la silueta forzada
y
los colores opacos;
encima
de mí
el
sudor de la noche excitada,
dentro
de mí
manchas
de encuentros descuidados.
Quieta,
sin
decir, ni hacer
con
la piel curtida
la
espalda desgarrada,
con
los brazos cansados
y
las piernas obstinadas.
***
JUGADOR
1 (POSMODERNO)
Encender
el televisor.
Canal
1: «Ajuste de cu…»
Canal
2: «Juega la lot…»
Canal
3: «La rosa de gu…»
Canal
4: «Los refugi…»
Canal
5: «Supuesto ases…»
Pensamiento
1: «Sólo basura»
Pensamiento
2: «Mejor distraerse»
Cambiar
entrada a hdmi.
Encender
consola.
Grand
Theft Auto.
Misión
1: Completa
Misión
2: Repetir
Misión
2: Completa
Misión
3: Completa
Pausa.
Mirar
el reloj.
Hora
de dormir.
Pensamiento
3: «Fue un buen día»
Pensamiento
4: «Buenas noches»
***
INSTANTE
Ahora
tu voz no es nada más que un rumor:
me
atraviesa con palabras que no quise escuchar:
las
mismas que prometieron amar por los dos.
***
ANA LU
(Tegucigalpa,
1990)
Si
a tu voz se la llevara un rio
yo
nadaría con vos.
EMMANUEL
HORVILLEUR
Haría
cauces para clavar nombres anónimos en tu pecho hasta encontrar el tuyo,
enhebraría
consonantes en tus labios resecos
y
pescaría seudónimos en tus manos tristes, para buscarles una sonrisa.
Si
a tu voz se la llevara un río
engendraría
anzuelos a prueba de lluvias ácida
y guayabas podridas.
Pero
vos estás hecho de palabras pequeñas
de
miedos helados,
de
sonrisas eternas en una cama
vos
estás hecho de silencios en polvo,
de
canciones de fondo
de
abrazos a media sombras.
No
necesitás tener un nombre,
necesitás
besos que te arrullen de noche
necesitás
constelaciones igual que Aurelia.
No
necesitás una tempestad a medio coser
ni
alucinógenos que te arropen en las tinieblas
Vos
no necesitas un nombre amor.
***
El
ombligo de Aurelia,
se
despierta cuando las sábanas lo sofocan,
toma
café a media noche,
sólo
porque Aurelia le teme al sonido sordo de la oscuridad
se
lava los pies antes de entrar a la cama
para
no dejar rastros de amores nocturnos
limpia
los besos derramados en la tazas
y consuela a Aurelia
cuando el viento no se la quiere llevar a casa.
***
DOMINGO
24
Nací
después de que el viento negara mi nombre
arrastré toneladas de algas envenenadas en los
labios
y desmantelé los desiertos inciertos de mi cama.
Me
fracturé el corazón para no salir
de casa
y
ahogué la rutina despiadada de
los domingos
desfiguré
en cámara lenta la piel de un recuerdo abominado por mi madre
sacié mi sed de sangre con la menarquía de
Aurelia.
Aborté el sueño de María que se desabotonaba
en mi espalda
minutos
antes de abrir las piernas
rechacé tus ocasos en mi ombligo
para
poder quedarme sola en las sábanas.
Y
cuando por fin todo tenía forma
te
fugaste como el silbido de un sanate azulado entre mis
labios.
***
HEIDY
ALACHÁN
(San
Pedro Sula, 1992)
¿ES
ESTO EL AMOR, SYLVIA?
¿Es esto el amor?
Conozco
el fondo, dice. Lo conozco con mi raíz principal;
Es
lo que a vos te da miedo.
Yo
no le temo: estuve ahí.
SYLVIA PLATH
El
amor es una sombra, escribió Plath. Y aún me parece verla volver a los brazos
de Ted para decirle con voz sollozante, «sólo
nunca me dejes». Pienso en Plath y también me pregunto: «¿es esto el amor?». Pienso en
Pizarnik y en cómo responderle a qué se hace en este mundo cuando se ama así,
durante el tormento de sus largas madrugadas dándose de beber. Me detengo,
reconozco a Frida y detesto a Diego tanto o más que a Ted y reflexiono, «¿es esto el amor?». Es acaso el dolor
de sus cartas, la oscuridad surrealista de sus lienzos, la autodestrucción
posterior a los encuentros o el tormento de las ausencias. «¿Es esto el amor?». Rememoro a
Storni, la pequeña Alfonsina y su mar y también pienso en Virginia Woolf, leo
dos o tres páginas de la Belleza del Marido y los dolores
retratados en sonetos de Anne Carson y vuelvo a pensar en Plath, no puedo sacar
de mi cabeza su voz diciendo: «¿es
esto el amor?». Me rehúso a escribir amor y dolor en un mismo verso. Me
rehúso a creer que el amor es esa combinación extraña que termina sabiendo a
resignación, a la pretensión de conjugar los verbos amar y anular entre las
letras de la felicidad. La verdad ha venido a mí, como llegó alguna vez también
a Plath, la verdad del amor que sólo ama y nada más, sin más letras, ni más
rostros que la alegría misma de arder sintiendo. ¿Es esto el amor, Sylvia? Sí,
es el huracán que trastorna todo a su paso, es la sacudida inevitable y el
fuego que se apaga solo cuando se le da la gana. El amor es un pájaro que no
cabe en ninguna jaula. Es la belleza que se ve, pero no se toca. Sylvia,
sí, el amor es una sombra, pero no porque se mienta y se llore detrás de él,
sino porque es la luz del reflejo de los cuerpos cuando aman.
***
ELUCUBRACIONES
hay un pájaro azul en mi corazón que quiere salir.
CHARLES BUKOWSKI
Yo
también tengo un pájaro azul en mi corazón que quiere salir. Tengo un nombre,
un cuerpo, un rostro atrapado en mis labios, el cual digo con todo mi cuerpo. Y
aun cuando digo tarde, noche, azul, cáscara o cualquier palabra sin sentido,
continúa diciéndose automáticamente y callo, reflexiono en silencio para alejar
de mi boca sus letras, pero es el paisaje, es el poema, es la canción de media
tarde sonando en la casa vecina, es la historia de amor contada por la abuela,
el secreto oculto entre los versos secos que leo de Nietzsche. Guardo al pobre
pájaro en medio de una hoja blanca, en medio de un pacto ridículo, de esperar
la noche para desatar la ebriedad de deseo que me provoca su cuello. Hay en mi
pecho también un agujero negro en el que mi ser se hunde en medio de la duda
que acompaña la tarde.
***
VIERNES Y NADA MÁS
Ya no baila la luz en mi sonrisa
Señor La jaula se ha vuelto pájaro
y ha devorado mis esperanzas.
FLORA ALEJANDRA PIZARNIK
Escribo
para no morir. Para que la muerte lenta no me alcance eneste agujero a donde no
llega la palabra. Escribo en defensa propia, para mostrar la desnudez de mis
carnes y dejar al descubierto la pequeña niña que soy y decir que yo también
quisiera que fuera otra quien me habite, que no juegue a abrazar el mundo y
acariciar con amor la vida. Escribo porque no sé cómo huir de esta condena, de
la felicidad triste de ser quién soy. Escribo porque la vida es eso, una
pequeña alegría con lapsos eternos de melancolía, que a veces me hunde en el
silencio, de donde no sé cómo salir.
*
Martín Cálix,
(Honduras, 1984) Editor en subVersiva. Ha sido publicado en la revista Mera V (3ra. Edición Febrero, 2012), en la 1ra Antología de cuento y poesía de La fonola cartonera, Chile (2013), en el Dossier de poesía centroamericana comprometida de la Revista hispanoamericana de cultura OtroLunes, España (2013), en la Revista Ombligo, México (2014) y en la antología de poesía «Todos los caminos» (Atrapados en azul, 2014). Ganador del XIV Certamen Internacional de Poesía Joven Martín García Ramos, 2015. Es autor de los libros «Partiendo a la locura» (Ñ Editores, 2011, segunda edición para Casasola Editores, 2012), «45°» (Ñ Editores, 2013), «Lecciones para monstruos» (90s Plaquettes, 2014) y «El año del armadillo» (DIFÁCIL, 2016).
(Honduras, 1984) Editor en subVersiva. Ha sido publicado en la revista Mera V (3ra. Edición Febrero, 2012), en la 1ra Antología de cuento y poesía de La fonola cartonera, Chile (2013), en el Dossier de poesía centroamericana comprometida de la Revista hispanoamericana de cultura OtroLunes, España (2013), en la Revista Ombligo, México (2014) y en la antología de poesía «Todos los caminos» (Atrapados en azul, 2014). Ganador del XIV Certamen Internacional de Poesía Joven Martín García Ramos, 2015. Es autor de los libros «Partiendo a la locura» (Ñ Editores, 2011, segunda edición para Casasola Editores, 2012), «45°» (Ñ Editores, 2013), «Lecciones para monstruos» (90s Plaquettes, 2014) y «El año del armadillo» (DIFÁCIL, 2016).
Fuente: http://elpulso.hn/