Plaza de las palabras

Plaza de Italia, Giorgio De Chirico, 1913

Páginas

  • La orientación de la mirada
  • La catedral de los cuentos
  • La plaza de los poetas
  • Página Principal

50 libros para lectores extremos

:http://flavorwire.com/423424/50-incredibly-tough-books-for-extreme-readers/


Enviar esto por correo electrónicoBlogThis!Compartir en XCompartir en FacebookCompartir en Pinterest
Entrada más reciente Entrada antigua Página Principal

Temporal

Temporal
Cuentos haz clic en imagen

Creacion del blog

Inicio el 4 de octubre de 2013.

Acerca de este Blog

Plaza de las palabras, es un blog literario, con énfasis en el género del cuento. Sin embargo, no es un blog ajeno a otros géneros, como la novela, el teatro, la poesía y la crítica literaria. Asimismo, da cabida a otras expresiones artísticas: la música, el cine, la pintura, la plástica y la fotografía. Plaza de las palabras, aspira, en la medida de lo posible; desde la plaza, confluencia de vida; a brindar al lector un contacto virtual con la literatura y el arte en general.

Autores

Plaza de las palabras ha sido creado por J. Álvaro Calix Rodríguez y Mario A Membreño Cedillo, ambos escritores hondureños. J. Álvaro Cálix Rodríguez ha publicado dos libros de cuentos: La plaza de los poetas, (2006) y Ariana y la burbuja (2014), Ebook en la tienda de Amazon. Sus cuentos han sido publicados en varios medios de difusión nacional e internacional. En Honduras ha obtenido dos Premios literarios en la rama de cuento: Grupo Ideas (1989), y Juegos Florales Santa Rosa de Copán (2008). Mario A. Membreño Cedillo, ha publicado un libro de cuentos, La orientación de la mirada, (2012), y varios de sus cuentos y ensayos literarios han sido publicados en revistas y diarios hondureños.


Contador de visitas

Lo mas visto. Última semana

  • Arte: PABLO ZELAYA SIERRA
    Del libro Poder, Estado e Identidad (2014) Para terminar algunas líneas sobre el cuadro de “Dos Campesinas”, de Pablo Zelaya Sierra, lo...
  • El Peatón un cuento de Ray Bradbury. El problema moral de la soledad en una distopia de Bradbury. Edición bilingüe. Post de Plaza de las palabras
    Plaza de las palabras en sección Cuentos presenta el relato  El peatón (1951) de Ray Bradbury, (1920-2012),​ fue un escritor estadounid...
  • Tres poetas del Dolce Stil Nuovo: Guinezelli, Cavalcanti, Da Pistoia. Post Plaza de las palabras.
    El Dolce Stil Nuovo (Dulce estilo nuevo), es un movimiento literario poético del siglo XIII, surge en Italia, en  la toscana. Franc...
  • Cuentos Hispanoamericanos: Felina, un cuento de Guadalupe Nettel. Post Plaza de las palabras
    Plaza de las palabras en su sección Cuentos Hispanoamericanos , presenta a la escritora Guadalupe Nettel, (1973) una de las voces narrativa...
  • La ceniza de la batalla. (La cenere delle battaglie): un cuento de Carlos Emilio Gadda. Las reminiscencias del futuro. Post Plaza de las palabras
    Plaza de las palabras en su sección Cuentos presenta a Carlo Emilio Gadda (1893–1973), escritor italiano que con una formación ...
  • Descargas. El tambor de hojalata, (novela) Gunther Grass, (Premio Nobel)
    La sinopsis que sigue la envió el usuario   CMW   (¡muchas gracias!) El Tambor de Hojalata  es un libro escrito po...
  • Cuentos hondureños: El regresivo de Oscar Acosta
    Escritor hondureño 1933-2014 Dios concedió a aquel ser una infinita gracia: permitir que el tiempo retrocedi...
  • Cinco poemas de Hölderlin. Comentarios del filósofo alemán Martin Heidegger. Post Plaza de las palabras.
    “Pleno de méritos, pero es poéticamente como el hombre habita esta tierra” Holderlin Plaza de las palabras presenta cinco...
  • Poesía hondureña: Tres poemas de Rigoberto Paredes
    (1948- 2015)                            Biografía del Poeta Rigoberto Paredes Nació en Honduras, 1948. Poeta y ensayista. ...
  • Temporal un libro de cuentos de Álvaro Calix. A la caza del tiempo. Post Plaza de las palabras
        Plaza de las palabras, en esta ocasión presenta una reseña critica de Temporal Ediciones ´Plaza de las palabras, libro de cuentos de Á...

Etiquetas

1 + 1. Poemas claves (6) Alvaro Calix (24) Arte (17) Cine y teatro (9) Critica y reseña (16) Critica y reseña hondureña (25) Cuentos (22) Cuentos hispanoamericanos (16) Cuentos hondureños (5) Descargas (22) Enlace (7) Entrevistas (3) Entrevistas escritores hondureños (6) Escritores (6) Escritores Hondureños (12) Grandes cuentos del siglo XX (9) Grandes novelas del siglo XX (2) Grandes pintores del siglo XX (5) Imagen y fotografia (16) Lecturas (37) Lenguaje y escritura (40) Libros (11) Libros esenciales (2) Mario A. Membreño Cedillo (34) Microrelatos (9) Orbis & Urbis. (13) Pag1na 10 (23) Poemas (26) Poesía hondureña (32) Poetas (25) Reflexiónes (8) Textos (3) Vídeos culturales (10)

Archivo de la plaza

  • ►  25 (1)
    • ►  junio 2025 (1)
  • ►  24 (5)
    • ►  septiembre 2024 (2)
    • ►  julio 2024 (2)
    • ►  marzo 2024 (1)
  • ►  23 (7)
    • ►  mayo 2023 (1)
    • ►  abril 2023 (1)
    • ►  marzo 2023 (5)
  • ►  22 (52)
    • ►  noviembre 2022 (2)
    • ►  octubre 2022 (1)
    • ►  septiembre 2022 (4)
    • ►  agosto 2022 (3)
    • ►  julio 2022 (7)
    • ►  junio 2022 (6)
    • ►  mayo 2022 (9)
    • ►  abril 2022 (8)
    • ►  marzo 2022 (3)
    • ►  febrero 2022 (5)
    • ►  enero 2022 (4)
  • ►  21 (55)
    • ►  diciembre 2021 (7)
    • ►  noviembre 2021 (4)
    • ►  octubre 2021 (13)
    • ►  septiembre 2021 (5)
    • ►  agosto 2021 (6)
    • ►  julio 2021 (5)
    • ►  junio 2021 (4)
    • ►  mayo 2021 (4)
    • ►  abril 2021 (3)
    • ►  marzo 2021 (1)
    • ►  febrero 2021 (3)
  • ►  20 (40)
    • ►  diciembre 2020 (4)
    • ►  noviembre 2020 (1)
    • ►  octubre 2020 (4)
    • ►  septiembre 2020 (7)
    • ►  agosto 2020 (1)
    • ►  julio 2020 (1)
    • ►  junio 2020 (5)
    • ►  mayo 2020 (2)
    • ►  abril 2020 (8)
    • ►  marzo 2020 (3)
    • ►  febrero 2020 (3)
    • ►  enero 2020 (1)
  • ►  19 (44)
    • ►  diciembre 2019 (5)
    • ►  noviembre 2019 (2)
    • ►  octubre 2019 (4)
    • ►  septiembre 2019 (4)
    • ►  agosto 2019 (2)
    • ►  julio 2019 (5)
    • ►  junio 2019 (2)
    • ►  mayo 2019 (5)
    • ►  abril 2019 (3)
    • ►  marzo 2019 (3)
    • ►  febrero 2019 (4)
    • ►  enero 2019 (5)
  • ►  18 (31)
    • ►  diciembre 2018 (1)
    • ►  noviembre 2018 (1)
    • ►  octubre 2018 (2)
    • ►  septiembre 2018 (3)
    • ►  agosto 2018 (2)
    • ►  julio 2018 (3)
    • ►  junio 2018 (2)
    • ►  mayo 2018 (2)
    • ►  abril 2018 (2)
    • ►  marzo 2018 (5)
    • ►  febrero 2018 (4)
    • ►  enero 2018 (4)
  • ►  17 (42)
    • ►  diciembre 2017 (4)
    • ►  noviembre 2017 (4)
    • ►  octubre 2017 (2)
    • ►  septiembre 2017 (3)
    • ►  agosto 2017 (4)
    • ►  julio 2017 (5)
    • ►  junio 2017 (4)
    • ►  mayo 2017 (2)
    • ►  abril 2017 (3)
    • ►  marzo 2017 (5)
    • ►  febrero 2017 (3)
    • ►  enero 2017 (3)
  • ►  16 (67)
    • ►  diciembre 2016 (2)
    • ►  noviembre 2016 (4)
    • ►  octubre 2016 (3)
    • ►  septiembre 2016 (3)
    • ►  agosto 2016 (6)
    • ►  julio 2016 (9)
    • ►  junio 2016 (8)
    • ►  mayo 2016 (9)
    • ►  abril 2016 (12)
    • ►  marzo 2016 (7)
    • ►  febrero 2016 (4)
  • ►  15 (64)
    • ►  diciembre 2015 (5)
    • ►  octubre 2015 (5)
    • ►  septiembre 2015 (12)
    • ►  agosto 2015 (7)
    • ►  julio 2015 (7)
    • ►  junio 2015 (4)
    • ►  mayo 2015 (5)
    • ►  abril 2015 (2)
    • ►  marzo 2015 (8)
    • ►  febrero 2015 (7)
    • ►  enero 2015 (2)
  • ►  14 (123)
    • ►  diciembre 2014 (7)
    • ►  noviembre 2014 (10)
    • ►  octubre 2014 (14)
    • ►  septiembre 2014 (9)
    • ►  agosto 2014 (11)
    • ►  julio 2014 (10)
    • ►  junio 2014 (2)
    • ►  mayo 2014 (17)
    • ►  abril 2014 (15)
    • ►  marzo 2014 (13)
    • ►  febrero 2014 (4)
    • ►  enero 2014 (11)
  • ▼  13 (26)
    • ►  diciembre 2013 (9)
    • ▼  noviembre 2013 (11)
      • Critica y reseña: Mapa dibujado por un espía de Gu...
      • Reflexion: Paris Review
      • Entrevista a William Faulkner
      • Imagen
      • Los 25 mejores cuentos latinoamericanos
      • 100 mejores cuentos,literatura universal
      • Alvaro Calix, Saetas de Junio (Cuento)
      • Roberto Becerra,el ser humano no es un objeto ext...
      • Critica y reseña: Heber Sorto, elogio a la vida po...
      • Etnografia Guancasco por Rebeca Becerra
      • 50 libros para lectores extremos
    • ►  octubre 2013 (6)

Buscar este blog/enlace o autor en este blog

Ars poetica en tres poetas latinoamericanos:Huidobro, Borges y Paz.

Ars poetica en tres poetas latinoamericanos:Huidobro, Borges y Paz.
Hacer click en imagen

Literatura y música.Tres grandes escritores latinoamericanos.Carpinter, Cabrera Infante y Cortazar

Literatura y música.Tres  grandes escritores latinoamericanos.Carpinter, Cabrera Infante y Cortazar
Hacer click en imagen

ESCRITORES I

ESCRITORES I

IMAGEN I

IMAGEN I
Moonrise over Hernandez, New Mexico, 1941 Ansel Adams

Ansel Adams: La escultura de una fotografía

Ansel Adams: La escultura de una fotografía. Fragmentos POST PLAZA DE LAS PALABRAS


La historia del momento decisivo

En ese preámbulo que siempre antecede al hecho, Ansel Adams regresaba una noche a Santa Fe, New México, después de un desalentador día de fotografías, trabaja para el gobierno E.UU, como fotógrafo de los Parques Nacionales, son famosos sus fotografías del Parque Nacional de Yosemite. En esos recorridos de tomar fotografías, en uno de sus viajes; desde la carretera vio el paisaje a su izquierda, paisaje que lo deslumbro y cautivo, pensó inmediatamente fotografiarlo. Apresuradamente detuvo el auto y corrió a armar su cámara 8X 10. El mismo narraría después que el tuvo una clara visualización de la imagen que él quería. Pero no pudo hallar su exposímetro, por lo cual tomo la foto sin el; valiéndose solo de su experiencia de tomar fotografías de noche con la luz de la luna llena. Pensó que si no se apuraba el sol se pondría y dejaría de reflejar las cruces blancas hasta oscurecerlas. Sin pensarlo más tomo la fotografía. En este proceso, el momento es decisivo, previa a ello la visualización de la imagen, técnica que aplicaba Adams, y que consistía en la observación de un sujeto o tema o paisaje, e imaginarlo como quedaría después de tomar la foto. Combinación de intuición artística y oficio decantado, pero también de dominio de la técnica fotográfica. Este proceso mental se da también en los escritores se imagina mentalmente un tema o cuento, pero al intentar ponerlo en la pagina en blanco hay una diferencia en como se imaginaron el trazo narrativo y lo que pudieron escribir. En la fotografía esa visualización esta mas cerca de lograr lo imaginado con que finalmente resulta. Pero requiere con todo una compresión del sujeto observado y una destreza técnica para la impresión de la foto. Decía Cartier Bresson “De todos los medios de expresión la fotografía es el único que fija un instante preciso. Jugamos con cosas que desaparecen, y cuando han desaparecido es imposible hacerlas revivir”

La historia de una fotografía: Moonrise

La fotografía Moonrise over Hernández, New México, es la fotografía más popular de Ansel Adams. EL joven Adams en el principio de su carreara vendía sus fotos a $10, en 1981, tres años antes de su muerte Moonrise over Hernandez, se subasto por $71500. Fue tomada siguiendo la técnica de las tres partes, dividir la foto en tres segmentos para evitar la simetría. Aquí el cielo oscuro solo perturbado por la luna, es el primer segmento, las nubes multiformes el segundo y el tercero es el plano terrestre: lo que es un pequeño terreno en que sobresalen casas, tumbas y cruces. Todas de un blanco, cortado por el perfil de las montañas. En esta regla de los tres segmentos hay un contraste entre el negro del cielo, lo blanco de las nubes y el gris de paisaje, que determinan la composición.

Adams describe las sensaciones al ver el paisaje y el proceso de tomar la fotografía: El mismo nos explica sus impresiones: “combinando el momento oportuno o fortuito con el recuerdo inmediato de la técnica”. Mas adelante él agrega que “sentío en ese momento que aquel paisaje era una imagen excepcional” y cuando él tomó la fotografía, sentío “casi un sentido profético de satisfacción". Pero la historia de esa fotografía, no termina ahí, Adams en ese entonces trabajaba para el Ministerio del interior en Washington, DC, para fotografiar parques nacionales, esto resultaba que las fotos no eran de él, pero con Moonrise, Adams vacilo sobre la fecha en que la había tomado, razón por la que se estableció la fecha con base a “High Altitude Observatory at Boulder, Colorado, ayudándose con una computadora y usando datos de una visita al sitio, analizando la posición de la luna en la fotografía y la tabla de “azimuth” lunar. Eso dio como resultado octubre 31, 1941, a las 4:05 de la mañana. Ese era un día sábado, día de descanso de Adams, por lo que la foto le pertenecía.

Breve epilogo fotográfico

Finalmente, un breve epílogo, sobre esa crítica que señala que en su obra fotográfica no hay personas. Quizá esta orientación, tenga su explicación, en la visión de Adams “No tomas una fotografía, tú la haces” “Hay siempre dos personas en cada cuadro: el fotógrafo y el espectador.” Para Adams tanto el sujeto como el observador, estaban fuera de la visión de la cámara, sus fotos despobladas de seres, son una prosa que esta más allá de las palabras, un metalenguaje. Pero Adams les daba la oportunidad, como un libro abierto o una pintura develada, de leer sus visiones y ver su prosa fotográfica; y como suele suceder en la literatura o la pintura o la música; es la comprensión del observador, lector y oyente, quien termina de completar la obra. Adams también pensaba que “Una verdadera fotografía no necesita ser explicada ni expresada con palabras”.

Crédito

De la Fotografía, Club de fotografía net.

Dibujo II

Dibujo II
Árbol, diciembre 2016, dibujo a lápiz de Thiara Larissa Lozano Membreño,

Dibujo III

Dibujo III
Trió, diciembre 2016, Dibujo a tinta de Thiara Larissa Lozano Membreño

Libros

Libros
Mario .Membreño Cedillo, 2012

Ariana y la Burbuja

Ariana y la Burbuja
http://www.amazon.com/Ariana-y-Burbuja-Spanish-Edition-ebook/dp/B00IL15MTE

La plaza de los poetas

La plaza de los poetas
Libro de cuentos, 2010

POEMAS VUELTOS

POEMAS VUELTOS

https://www.amazon.com/Poemas-vueltos-Spanish-Alvaro-Rodríguez-ebook/dp/B083NGXMK1/ref=sr_1_1?keywords=poemas+vueltos&qid=1581393849&sr=8-1

PARNASO IV

PARNASO IV
Tres poetas y tres lecciones de vida: Ehrmann, Guillen Zelaya, Kipling. Post Plaza de las Palabras Haga click en imagen

PARNASO V

POETS to Come*

Walt Whitman (1819-1892).

POETS to come! orators, singers, musicians to come!

Not to-day is to justify me, and answer what I am for;

But you, a new brood, native, athletic, continental, greater than before known,

Arouse! Arouse—for you must justify me—you must answer.

I myself but write one or two indicative words for the future,

I but advance a moment, only to wheel and hurry back in the darkness.

I am a man who, sauntering along, without fully stopping, turns a casual look upon you, and then averts his face,

Leaving it to you to prove and define it,

Expecting the main things from you.



Poetas del Futuro

Poetas del porvenir, oradores, cantantes, músicos del porvenir.

Mi tiempo no es quien debe justifícame, ni debo responder lo que yo soy.

Pero vosotros, una nueva raza, nativa, atlética, global, la más grande jamás conocida.

¡Levantaos, Levantaos! Porque vosotros debéis justificarme. Vosotros debéis responder por mí.

Yo mismo apenas escribo una o dos palabras para el futuro.

Y avanzo unos pasos, solo para regresar rápidamente a la oscuridad.

Yo soy un hombre que deambuló sin parar; y lanzo una fortuita mirada a vosotros.

Y vuelvo a desviar mi rostro.

Dejándoos la tarea de examinar y comprender.

Para que reveléis lo trascendental.

*Fuente: Leaves of Grass, A Signet Classic, Ninth Printing, página 39. Traducción al español por Plaza de las palabras.

Entrada destacada

Tres poemas inéditos de Álvaro Calix. La inadvertida intangibilidad del tiempo y el peso concreto de la ciudad moderna. Post Plaza de las palabras.

Plaza de las palabras presenta  tres poemas inéditos de Álvaro Calix , escritor hondureño, quien ya ha publicado dos libros d...

PARNASO VI

PARNASO VI
Tres poetas hondureños: Merren, Rivas y Quesada. Post de Plaza de las palabras

Tres poetas del Dolce Stil Nuovo: Guinezelli, Cavalcanti, Da Pistoia. Post Plaza de las palabras.

Tres poetas del Dolce Stil Nuovo: Guinezelli, Cavalcanti, Da Pistoia. Post Plaza de las palabras.
https://plazadelaspalabras.blogspot.com/2017/02/tres-poetas-del-dolce-stil-nuovo.html Haga click en la imagen.

Tres poetas rusos : Mandelsthan, Mayakovsky, Brodsky

Tres poetas rusos : Mandelsthan, Mayakovsky, Brodsky

Pintura

Pintura
Vasili Kandinsky, Pintor abstracto ruso (1866-1944) Obra, El jinete azul (1905). Pintura que sirvió de puente entre el post impresionismo y el expresionismo.

IMAGEN II

IMAGEN II
Crédito : Dibujo La casona de Laura Isabel Calix Vindel (Paint)

Pagina Diez (Ensayos)

Pagina Diez (Ensayos)
John Keats:La imaginación poética

PARNASO VII

La casona

Desde el balcón, la tarde es larga,

hondea el verde-azul del tiempo.

Se fueron las palomas del quiosco,

desierto se mira el patio,

¿a dónde se fueron las cabriolas de los niños?

y los pasos firmes de su padre.


Sólo queda,

de aquellos años, un par de ancianos

y el trazo de las palmeras,

el tejado de antaño,

el cercado de piedra

y el eco del piano.


La soledad entra por las ventanas,

rechinan las puertas con pereza;

millar de recuerdos posados en los muebles,

en las grises cortinas,

en el retrato de los Señores

y sus ojos de lejano brillo.


Se dibuja el tiempo en aquella casa

en las paredes mustias

y sus delgadas grietas,

en las altas telarañas,

en la hiedra desbocada.


Aún la sonrisa de los abuelos,

al ver juntos el horizonte,

alistándose para el vuelo

entre retoños y nuevas flores

que pronto los verán partir.

(1995)



J. Álvaro Cálix Rodríguez

Imagen Reflexión Enero 2018

Imagen Reflexión Enero 2018
Lecsek Bujnowsky Fotógrafo polaco surrealista. Haga click imagen

Antes de la ocultación

María Zambrano (escritora española.)

Comencé a cantar entre dientes por obedecer en la oscuridad absoluta que no había hasta entonces conocido, la vieja canción del agua todavía no nacida, confundida con el gemido de la que nace; el gemido de la madre que da a luz una y otra vez para acabar de nacer ella misma, entremezclado con el vagido de lo que nace, la vida parturiente. Me sentí acunada por este lloro que era también canto tan de lejos y en mí, porque nunca nada era mío del todo. ¿No tendría yo dueño tampoco?


La música no tiene dueño, pues los que van a ella no la poseen nunca. Han sido por ella primero poseídos, después iniciados. Yo no sabía que una persona pudiera ser así, al modo de la música, que posee porque penetra mientras se desprende de su fuente, también en una herida. Se abre la música sólo en algunos lugares inesperadamente, cuando errante el alma sola, se siente desfallecer sin dueño. En esta soledad nadie aparece, nadie aparecía cuando me asenté en mi soledad última; el amado sin nombre siquiera. Alguien me había enamorado allá en la noche, en una noche sola, en una única noche hasta el alba. Nunca más apareció. Ya nadie más pudo encontrarme.

Diotima de Mantinea en Hacia un saber sobre el alma, Madrid,
Ed. Alianza, 1989

CUENTO III

CUENTO III
Gatos en la arena un cuento de Alvaro Calix (Haga click en la imagen).

CUENTO IV

CUENTO IV
Cuentos: Un cuento de kipling, La puerta de las cien penas.(Haga click en la imagen).

CUENTO VI

CUENTO VI
El puerto azul cuento por Alvaro Calix. (Haga click en la imagen).

Seguidores

De regreso

De regreso
Alvaro Calix del libro Plaza de los poetas

Urbi et Orbis

Urbi et Orbis
Ambrogio Lorenzetti, la ciudad junto al mar, c.1335. La ciudad y lo poético, Karel Kocis Fragmento La viuda del gran poeta ruso Ossip Mandelstam, muerto en un campo de concentración, escribió un libro de memorias sobre su marido, en el que los acontecimientos y los hechos giran alrededor de una metáfora sorprendente: el poeta y el soberano luchan por la ciudad; el déspota expulsa al poeta de la ciudad, y éste intenta siempre regresar, hasta que finalmente, tras una serie de conflictos, el poeta es expulsado definitivamente de la ciudad y perece lejos de ella, en esta estepa. Se plantea una pregunta: ¿no nos revela esta metáfora una característica del destino de la ciudad moderna? ¿El destino de la ciudad moderna no es eliminar lo poético? Esta metáfora que caracteriza la ciudad en la época moderna plantea tres cuestiones fundamentales: primera, ¿qué es lo poético, cómo debemos caracterizarlo; lo poético que está a punto de desaparecer de las ciudades modernas o que es desterrado y expulsado de ellas?; segunda, ¿en qué se convertirán las ciudades y cómo cambiarán si lo poético ya no encuentra acomodo en ellas?; tercera, ¿cómo caracterizar al poder y a la fuerza, o incluso al soberano que expulsa lo poético de la ciudad? Lo poético que desaparece de las ciudades modernas abarca tres elementos: lo bello, lo sublime y lo íntimo (…) Karel Kosík, filosofo checo, (1926 – 2003) Fuente: Nexos, 1998, Febrero, Enero 67-73pp.

Traductor

CUENTO

Postal para la ausencia*

J. Alvaro Calix


Sobre las aguas achocolatadas del río, se dilata la espuma que deja el Ferry. Atrás quedan, borrados por las nubes bajas, el rimero de edificios altos y los brotes de nuevas construcciones en medio de grúas, excavadoras y cientos de peones hormigueando sobre los andamios. Los vientos de otoño empiezan a calar. No tengo frío. Desde mi asiento en el interior del buque, a través de la escotilla, veo el río, las últimas siluetas de la ciudad y, por supuesto, el perfil de Diana acodada en la barda de la cubierta, sola, mirando sin mirar la corriente. Pero ya no es mía.


No se mueve, apenas para recogerse el cabello que remolinea con la brisa, apenas para mirar su reloj, un poco menos para intentar concentrarse más de dos líneas en el libro que aprisiona bajo el brazo. ¿Una novela de Sweig?, quizás. Yo también permanezco inmóvil, ni siquiera he reparado en la señora que viaja a mi lado y sorbe un granizado de café. Tengo más de cincuenta años, como quien no quiere la cosa. Al contemplar a Diana ˗sospecho ha de pasarle a muchos˗ me siento el mismo veinteañero que la conoció en el parquecito del barrio. Salvo que tuviera un espejo enfrente, olvido arrugas y también las vastas entradas en las sienes. Soy o me figuro un Adán que transmuta su cuerpo por las décadas, como si nada, inmune al moho de los años y a la merma de los afanes. ¿Y ella?


Deja la pose y se dirige, de seguro, a la cafetería. No deseo comprar nada pero la seguiré para encararla; a lo mejor me reconoce. Acerté, viene a la cafetería, tararea la música de fondo, un estribillo de moda, que juzgo vulgar; pide un emparedado de queso y zumo de mango. Puedo sentir ya su huraño perfume de jazmín. Parece que se ha fijado en mí, pues voltea y me ve; alza la barbilla, nos encontramos y… no existo. Sigue de paso.


Con la tez bronceada, engreída como siempre, Diana, tan remota; pero qué distinto sería si ella viese en mí, como yo lo hago, el brillo de los años sesenta. La novela no es de Sweig, debí suponerlo antes. En su ajustada blusa color piel y la falda blanca de pliegues largos se vuelve hacia la cubierta. En el mismo sitio, se acoda en la baranda; de nuevo ve o imagina la otra orilla, que ya está a mitad de camino.


Regreso a mi asiento. La señora ahora come un emparedado, entre sorbos apurados de gaseosa; ella sí que me mira con inconfundible chispa en las pupilas. Sonrío y le pido permiso para pasar al fondo. Me dejo caer en la butaca y sigo la huella de burbujas del buque y, claro, de reojo, miro a Diana. La señora pregunta si soy norteño, niego con la cabeza; arremete luego para saber a qué me dedico, si el viaje es por asuntos de trabajo. Supongo que no le gustó el tono con el que le dije desempleado. Saca unas agujas, una madeja de lana, y comienza a distraerse con las puntadas de un gorrito o algo así. Me reclino cuanto puedo en el asiento y como un relámpago, el primer beso a Diana, bajo el pórtico de su casa en la calle Zaldívar, justamente el día que yo cumplía 18. Primero y único, pero qué más para atolondrarme un par de años, hasta que las once horas en el almacén acabaron con los retozos.


El río es siempre inescrutable en su anchura, como un océano interior; termina siempre empequeñeciéndonos, tragándonos en su delta, hasta que, como un espejismo, aparece la otra orilla, la de la ciudad modesta y bulliciosa. Diana se yergue cuando avista la ribera, los últimos rayos de sol se derraman sobre su cabello. No se me puede ocurrir otra cosa, coger la cámara, y tras la ventana sacarle una foto así, espléndida, magnética, con desdén hacia todo lo que no forme parte de su ciudad, su mundo, su barrio porteño. Ya no tengo más que hacer durante el recorrido. Me recuesto y cierro los ojos, con la imagen de Diana en el pórtico de su casa. En cinco minutos estaré bajando al muelle, tomaré el autobús y cenaré esta noche la sopa de almejas que prometió el compadre Tano.


La luz del día se va esfumando y se trueca con los primeros destellos de los faroles en el muelle. El agua refleja los mástiles de los botes que salpican el puerto. Me cuelgo la mochila de los hombros y busco la salida; ya he perdido el rastro de Diana. En la puerta de la terminal, ir y venir de gente braceando contra lo que queda del día. Resiento el empellón de un muchacho y luego recojo el peluche que se le cayó a una beba de chongos celestes, se lo entrego a los padres y avanzó hasta una de las puertas, sin volver a ver, sin afanarme con una nueva estampa de Diana. ¿No basta acaso una?

Una mano alzada me saluda, ante mi sorpresa, pues no espero a nadie. Es Braulio, viejo amigo, de esos que las prisas más que las distancias nos van alejando. Noto que anda medio achispado, propio en él los domingos. Abrazo, como se debe, con palmada doble. Pero se distrae, espera algo y enseguida toma por el talle a una mujer joven, dice que es su hija, y tiene edad para serlo; bella, fuera de toda duda, con una blusa color piel y un libro desconocido bajo el brazo.




Fuente: Ariana y la burbuja (2014) http://www.amazon.com/Ariana-y-Burbuja-Spanish-Edition-ebook/dp/B00IL15MTE


MUNDU IMAGINALIS I

Campo impresionista

Después de que el horizonte de paraguas desapareció; el campo, que quedó vacío como una plaza a media noche bajo una luna escondida detrás de una cordillera de nubes, que se va trasformando misteriosamente en una arquitectura de cosas transparentes. Era como ver una de esas calles baldías a las tres de la tarde, a las tres en punto de la tarde de un sórdido domingo, en que uno nunca cree que sean las tres en punto de la tarde hasta que son las cinco de la tarde. Entonces o ve el reloj y descubre que son las cinco de la tarde pero sigue pensando que son las tres de la tarde, aunque sean las cinco de la tarde. Pronto nos percatamos de un ligero movimiento entre la lluvia. Algo se movía entre la lluvia, alguien corría, vimos a alguien correr, era un hombrecito que vestía de negro, dando menudos saltos; y luego grandes zancadas. Detrás de él corría, lo que parecía ser un perro. Y si era un perro porque empezó a ladrar. Entonces, el hombrecito de negro se detenía, parecía tomar aire, y ahí parado taba los brazos horizontalmente a la altura de sus hombros, luego los bajaba, y continuaba corriendo. Todo le hacia con tal parsimonia como si no se hubiese dado cuenta que estaba lloviendo; Y mientras tanto, el perro también se detenía; y al momento que el hombrecito empezaba nuevamente a correr, el perro volvía a perseguirlo siempre endiabladamente ladrando como si persiguiera una sombra inalcanzable. Era solamente un solo perro, que ladraba tanto como si fuese un horizonte de ladridos. Además, no había ningún rió cerca. Pero, quizá en el Mapocho, si había un horizonte de perros ladrando cerca del rió. El acto se repitió varias veces a campo abierto, hasta que antes de llegar al término del campo, el hombrecito de negro vio el reloj de su muñeca y comprobó absolutamente que eran las tres de la tarde, aunque de lejos parecía que fuesen las cinco de la tarde. Entonces, el hombrecito giró bruscamente hacia la fuente, la cual apenas se distinguía entre la borrosa cortina de tono grisáceo que amontonaba el agua del chorro vertical de la fuente y la lluvia que caía a torrentes. A lo lejos el hombre de negro, apenas era una silueta negra, y la fuente sólo era un contorno y una masa difusa de luces y sombras. Entonces, el hombrecito empezó a dar vueltas a la fuente, y tras él, también el perro emprendió su persecución hasta que frente a la fuente, súbitamente, el perro se detuvo, alzó su cabeza, tenso sus patas, erizo su pelo, pausadamente inclino ligeramente su cuerpo hacia delante. Luego, vio fijamente la colosal fuente y empezó a ladrarle al vigoroso chorro de agua que caía en miles de gotas, sobre la superficie plana de la fuente. Entonces, y vaya a saber por qué, cómo y desde dónde alguien se le ocurrió to take a picture, todo quedo fotografiado: la escena del hombrecito, el perro negro tan empapado que parecía blanco aunque fuese definitivamente negro como una noche negra en un día sin color. De ahí para delante fuente circular de piedra y chorro vertical que sube, y aguacero horizontal que se desploma como se desploman los techos en un feroz aguacero. Todo amablemente fotografiado menos, las tres en punto de la tarde en algún reloj de muñeca que marca las tres en punto de la tarde. Aunque pareciese que no son las tres en punto de la tarde sino que en un señorial reloj de pared de una antañona casa con un zaguán morado de violetas, acaban de dar inquebrantablemente las cinco en punto de la tarde, mientras cerca de ahí un horizonte de niños juega a las estatuas de marfil; y calle arriba huye un horizonte de paraguas.

De Alfonsina , cuento experimental.

Mario A.Membreño Cedillo

Música en la plaza

Plaza de las palabras

Licencia Creative Commons
Plaza de las palabras se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial 3.0 España.

Suscribirse a plazadelaspalabras.blogspot.com

Entradas
Atom
Entradas
Comentarios
Atom
Comentarios
Tema Filigrana. Con tecnología de Blogger.