Libros:La misión cultural del periodismo Por VENTURA RAMOS (Periodista y escritor Hondureño, 1908-1992)


Ventura Ramos en su escritorio de la redacción
del ya desaparecido Diario El Cronista, decano
de la prensa nacional.


El periodista verdadero tiene en cuenta, en primer lugar, los valores del humanismo; la paz; la democracia en el sentido de conjunto de garantías para que los pueblos puedan autodeterminarse; los derechos humanos, a fin de que cada quien pueda escoger libremente su sistema económico, político, social y cultural. En segundo lugar, esa formación humana demanda el dominio de las técnicas indispensables para convertir los datos informativos en noticia.

El principio de la objetividad es la base en que se fundamenta la técnica para elaborar y valorar la noticia. Esta y el reportaje deben ser verídicos. Deben responder exactamente a la verdad, pero no una verdad a retazos, una verdad a medias, sino una imagen completa de los acontecimientos. A este respecto, el Código Ético de la Unesco, emitido con el consenso de unos 400,000 periodistas organizados del mundo, establece lo siguiente:

Artículo 2. La tarea primordial del periodista es la de servir el derecho de una información verídica y auténtica por la adhesión honesta a la realidad objetiva, situando conscientemente los hechos en su contexto adecuado, manifestando sus relaciones esenciales, sin que ello entrañe distorsiones, empleando toda la capacidad creativa del profesional, a fin de que el público reciba un material apropiado que le permita formarse una imagen precisa y coherente del mundo, donde el origen, naturaleza y esencia de los acontecimientos, procesos y situaciones sean comprendidos de la manera más objetiva posible.

Si hacemos el mínimo esfuerzo de aplicar el amplio contenido del artículo 2 del Código Ético de la Unesco a nuestra política informativa, encontramos como generalidad una separación alarmante entre el contenido del mensaje y la técnica predominante.

Esto no quiere decir que el país carezca totalmente de profesionales del periodismo empeñados en dar vigencia a la unidad necesaria que debe existir entre la adhesión honesta a la realidad objetiva y la adhesión igualmente honesta a los valores del humanismo, especialmente en la defensa de la paz, la democracia, los derechos humanos, progreso social, liberación nacional. Hay esfuerzos muy significativos en esta dirección.

Por otra parte, debemos recordar aquí la vulnerabilidad de nuestra cultura común, esa cultura de la mayoría del público, incluso del que ha pasado por las aulas universitarias. La cultura tradicional de las personas alfabetizadas y del gran sector analfabeto consiste en ese saber estereotipado, ese saber convertido en clisé, al margen del proceso evolutivo de los pueblos. La ley de la evolución pareciera que no funcionara y la sociedad de hoy sigue siendo casi igual a la que formaron nuestros antepasados. Esta cultura de clisé no va sola en nuestro medio. Va acompañada y complementada con ese otro factor negativo y de mayor violencia que se llama prejuicio.

De allí que hay que repensar la responsabilidad que pesa sobre aquel sector del periodismo hondureño que aún no ha perdido su nacionalidad, por renuncia tácita o expresa. 

Los periodistas e intelectuales todos no podemos ser ajenos a lo que sucede en Honduras. No podemos escapar a nuestra propia historia nacional. Por ello tenemos que asumir la responsabilidad que nos corresponde como ciudadanos y como difusores y creadores de la cultura que debe orientar al pueblo marginado hasta del pan de cada día.

Debemos partir de un hecho: las clases gobernantes no son la patria, no son la Honduras eterna, la Honduras que mucho tiene que aportar si su pueblo toma la conciencia debida para convertirse en el sujeto de su propia historia, en sustitución patriótica de todos aquellos sectores que claudicaron y se rindieron.

Es nuestra obligación ciudadana sustituir la degradación política en que ha caído el mundo oficial, base sobre la cual descansa la simulación y el ocultamiento de la subordinación que tanto deteriora la imagen de Honduras. La mentira, el engaño y el cinismo oficiales deben ser sustituidos por la verdad y la dignidad que la patria reclama como puntos de partida para recobrar el prestigio perdido en escala internacional.

Extractos de Honduras, guerra y antinacionalidad (Editorial Guaymuras, 1987). Capítulo IV: “El periodismo nacional frente a la crisis”, pp. 123-138). Los subrayados son míos. (MER) 










Un poema de Wislawa Szymborska- Polonia

SÁBADO, 24 DE MAYO DE 2014


Ana Muela Sopeña, editora  

CONVERSACIÓN CON UNA PIEDRA


CONVERSACIÓN CON UNA PIEDRA

Llamo a la puerta de una piedra.
-Soy yo, déjame entrar.
Quiero penetrar en tu interior,
echar un vistazo,
respirarte.

-Vete -dice la piedra-.
Estoy herméticamente cerrada.
Incluso hecha añicos,
sería añicos cerrados.
Incluso hecha polvo,
sería polvo cerrado.

Llamo a la puerta de una piedra.
-Soy yo, déjame entrar.
Vengo por mera curiosidad.
Sólo la vida permite satisfacerla.
Quisiera pasearme por tu palacio,
y luego visitar una hoja y una gota de agua.
No me queda mucho tiempo.
Mi mortalidad debería ablandarte.

-Soy de piedra –dice la piedra-
Imposible perturbar mi seriedad.
Vete,
no tengo músculos risorios.
Llamo a la puerta de una piedra.
Soy yo, déjame entrar.
Me han dicho que encierras salas enormes y vacías,
nunca vistas y bellas en vano,
mudas, donde nunca han retumbado los pasos de nadie.
Confiésalo: ni tú misma lo sabías.

-Salas enormes y vacías –dice la piedra-.
Pero no hay espacio disponible.
Bellas, quizá, pero no para el gusto
de tus limitados sentidos.
Puedes verme pero nunca catarme.
Mi superficie te da la cara,
pero mi interior te vuelve la espalda.

Llamo a la puerta de una piedra.
-Soy yo, déjame entrar.
En ti no busco refugio para la eternidad.
No soy desdichado.
Ni carezco de techo.
Mi mundo merece el regreso.
Quiero entrar y salir con las manos vacías.
La prueba de haber estado en ti
se limitará a mis palabras
en las que nadie creerá.

-No entrarás –dice la piedra-.
Te falta el sentido de la participación.
Y no existe otro sentido que pueda sustituirlo.
Incluso la vista omnividente
te resultará inútil si eres incapaz de participar.
No entrarás; ese sentido, en ti, es sólo deseo,
mero intento, vaga fantasía.

Llamo a la puerta de una piedra.
-Soy yo, déjame entrar.
No puedo esperar mil siglos
para entrar en tus paredes.

-Si no crees en mis palabras –dice la piedra-,
acude a la hoja, que te dirá lo mismo que yo,
o a la gota de agua, que te dirá lo mismo que la hoja.
Pregunta también a un cabello de tu cabeza.
Estoy a punto de reír a carcajadas,
de reír como mi naturaleza me impide reír.

Llamo a la puerta de una piedra.
-Soy yo, déjame entrar.

-No tengo puerta –dice la piedra.


Wislawa Szymborska- Polonia


*****


Rozmowa z kamieniem

Pukam do drzwi kamienia.
- to ja wpuść mnie.
Chcę wejść do twojego wnętrza,
Rozejrzeć się dokoła,
Nabrać ciebie jak tchu.

- odejdź- mówi kamień.-
jestem szczelnie zamknięty.
Nawet rozbite na części
Będziemy szczelnie zamknięte.
Nawet starte na piasek
Nie wpuścimy nikogo.

Pukam do drzwi kamienia.
- to ja wpuść mnie
przychodzę z ciekawości czystej.
Życie jest dla niej jedyna okazją.
Zamierzam przejść się po twoim placu,
A potem jeszcze zwiedzić liść i kroplę wody.
Niewiele czasu na to wszystko mam.
Moja śmiertelność powinna cię wzruszyć.

-jestem z kamienia - mówi kamień-
i z konieczności musze zachować powagę.
Odejdź stąd.
Nie mam mięsni śmiechu.

Pukam do drzwi kamienia.
-to ja wpuść mnie.
Słyszałam, że są w tobie wielkie puste sale,
Nie oglądane, piękne nadaremnie,
Głuche, bez echa czyichkolwiek kroków.
Przyznaj, że sam niedużo o tym wiesz.

-wielkie i puste sale- mówi kamień-
ale w nich miejsca nie ma.
Piękne, być może, ale poza gustem
Twoich ubogich zmysłów.
Możesz mnie poznać, nie zaznasz mnie nigdy.
Całą powierzchnią zwracam się ku tobie,
A całym wnętrzem leżę odwrócony.

Pukam do drzwi kamienia.
-twoja wpuść mnie.
Nie szukam w tobie przytułku na wieczność.
Nie jestem nieszczęśliwa.
Nie jestem bezdomna.
Mój świat jest wart powrotu.
Wejdę i wyjdę z pustymi rękami.
A na dowód, że byłam prawdziwie obecna,
Nie przedstawię niczego prócz słów,
Którym nikt nie da wiary.

-nie wejdziesz- mówi kamień.-
brak ci zmysłu udziału.
Żaden zmysł nie zastąpi ci zmysłu udziału.
Nawet wzrok wyostrzony aż do wszechwidzenia
Nie przyda ci się na nic bez zmysłu udziału.
Nie wejdziesz, masz zaledwie zamysł tego zmysłu,
Ledwie jego zawiązek, wyobraźnie.

Pukam do drzwi kamienia.
-to ja wpuść mnie.
Nie mogę czekać dwóch tysięcy wieków
Na wejście pod twój dach.

-jeżeli mi nie wierzysz- mówi kamień-
zwróć się do liścia powie to, co ja.
Do kropli wody, powie to, co liść.
Na koniec spytaj włosa z własnej głowy.
Śmiech mnie rozpiera, śmiech, olbrzymi śmiech,
Którym śmiać się nie umiem.

Pukam do drzwi kamienia.
-to ja wpuść mnie.

-nie mam drzwi- mówi kamień.


Wislawa Szymborska- Polonia
*****
De vorbă cu o piatră


Bat la poarta unei pietre.
-Sunt eu, lasă-mă să intru.
Vreau să pătrund în interiorul tău,
să arunc o privire,
să te respir.

-Pleacă, - zice piatra,
Sunt închisă ermetic pe dinăuntru.
Inclusiv, făcută bucăți,
aș fi bucata închisă pe dinăuntru,
Inclusiv, făcută praf,
aș fi praful închis pe dinăuntru.

Bat la poarta unei pietre.
-Sunt eu, lasă-mă să intru.
Vin dintr-o simplă curiozitate.
Doar viața permite să o satisfaci.
Voiam să mă plimb prin palatele tale,
iar apoi să vizitez o frunză și un strop de apă.
Am timp puțin.
Faptul că sunt muritor ar trebui să te înmoaie.

-Sunt de piatră, - zice piatra, -
Imposibil e să-mi perturbezi sobrietatea.
Pleacă,
nu dispun de mușchi faciali.
Bat în poarta unei pietre.
Sunt eu, lăsă-mă să intru.
Mi s-a spus că ții sub cheie săli enorme și pustii,
nevăzute de nimeni și frumoase în van,
mute, unde nu a călcat picior de om.
Recunoaște: nici tu nu ai știut de asta.

-Săli enorme și goale, - zice piatra, -
Însă nu există spațiu disponibil.
Frumoase, se poate întâmpla, dar nu pentru plăcerea
limitatelor tale simțuri.
Poți să mă vezi dar niciodată nu ai să mă probezi.
Suprafața mea te acceptă,
însă interiorul îți întoarce spatele.

Bat la poarta unei pietre.
-Sunt eu, lasă-mă să intru.
Nu caut în tine un refugiu pentru eternitate.
Nu sunt un nenorocit.
Nu mă consider un boschetar.
Lumea mea merită reîntoarcerea.
Vreau să intru și apoi să ies cu mâinile goale.
Faptul de a mă afla în tine
se va limita la cuvintele proprii
în care nimeni nu o să creadă.

-Nu vei întra, - zice piatra, -
Îți lipsește simțul participării.
Și nu există un alt simț ce poate să-l înlocuiască.
Nici chiar ochii tai atotvăzători
nu te vor ajuta dacă nu ești capabil pe participare.
Nu vei intra; simțul acesta, în tine, e doar un vis,
intenție slabă, fantezie vagă.

Bat în poarta unei pietre.
-Sunt eu, lasă-mă să intru.
Nu pot să aștept secole la rând
pentru a intra în pereții tăi.

-Dacă nu crezi în cuvintele mele, - zice piatra, -
adresează-te frunzei, care o să-ți spună ce am zis și eu,
sau apelează la picătura de apă, ce-ți va vorbi ca și frunza.
Întreabă de asemenea un fir de păr de pe cap.
Sunt pe punctul să râd în hohote,
să râd așa cum natura nu îmi permite să râd.

Bat la poarta unei pietre.
-Sunt eu, lasă-mă să intru.

-Nu am poartă, spune piatra.


Poem de Wislawa Szymborska, traducere în română de Andrei Langa
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Vídeo de este poema en Polaco:http://www.youtube.com/watch?v=-CgR9euFS6w

Fuente: Poesía de mujeres. http://www.poesiademujeres.com/