Critica y reseña: Las seis mejores novelas distópicas rusas, por Grigori Rizhakov, ZL
En términos históricos, el género de la distopía
ha tenido escasa representación en la literatura rusa. Tenemos, por ejemplo, la
novela de Chernishevski ¿Qué hacer?;
también está Nosotros,
de Zamiatin; algunos trabajos de los hermanos Strugatski y de Platónov, pero no
mucho más.Sin embargo, desde la caída de la
Unión Soviética, la desaparición de la censura permitió el florecimiento de
este género literario. Actualmente existen muchas joyas traducidas que se
pueden calificar de lectura obligada para los amantes de las distopías.
Metro 2033, de Dmitri
Glujovski
La novela
postapocalíptica Metro 2033con la que debutó
el escritor Dmitri Glujovski se convirtió en un bestseller tras su publicación
en Rusia en 2007 y más tarde sirvió de inspiración para un famoso videojuego.
La secuela,Metro 2034, tuvo tanto o más
éxito entre el público que la primera novela.
El Universo Metro se sitúa en un
planeta Tierra de la era postnuclear, donde los supervivientes vagan por
túneles subterráneos. El mayor es el metro de Moscú, donde las estaciones se
han organizado como pequeños países y el caos reina en la oscuridad de esos
escabrosos túneles.
El día del oprichnik, de Vladímir
Sorokin
Vladímir Sorokin es un gigante
moderno de la literatura rusa que lleva una década escribiendo novelas de este
género. El día del oprichnik retrata la Rusia de 2027, un país que se ha
convertido en una intrincada dictadura militar al estilo de Iván el Terrible,
donde la población es aterrorizada por los opríchniki, la policía secreta
medieval.
La sátira política se ve reforzada
aquí por una prosa estilizada que imita el ruso antiguo; los numerosos
paralelismos históricos del libro acentúan el hecho de que Rusia, en esencia,
no ha cambiado y sigue teniendo la misma actitud hacia su pueblo.
A esta novela le
siguió la secuela El kremlin de azúcar. Ambos libros han
obtenido prestigiosos premios en Rusia y fueron nominados para el premio
internacional Booker en 2013.
Alfaguara publicó El día del
oprichnik (2008), traducida por Yulia
Dobrovolskaia y José María Muñoz Rovira.
Moscú 2042, de
Vladímir Voinóvich
La primera novela en el exilio de
este escritor disidente de la URSS, nacido en Tayikistán y que abandonó el país
en 1980, obtuvo un gran reconocimiento fuera de las fronteras del país tras su
publicación en 1986.
Se trata de un viaje en el tiempo a
la capital rusa en la que el comunismo se ha desarrollado y está gobernada por
un endiosado ex dirigente del KGB. En esta sátira se habla de los logros de una
sociedad que ha logrado un estado de perfecto absurdo.
Ha sido publicada por Automática en
2014 y traducida por Fernando Otero Macías.
Conejos y serpientes, de Fazil IskanderEl escritor abjasio
Fazil Iskander, conocido por su sentido del humor y de la sátira, ha escrito
clásicos modernos tanto para la literatura soviética como para la rusa. Su
novelaConejos y
serpientes constituye una alegoría fantástica
del Estado ruso, cuyos personajes más notorios se pueden reconocer en estos
conejos, boas y anacondas.
Esta alegoría ayuda
a diseccionar la psicología y la mecánica de una dictadura, con su burocracia y
sus ciudadanos sumisos: “su hipnosis es nuestro miedo”, comenta uno de los
conejos. Este libro es primo hermano de la novela de George OrwellRebelión en la granja.
Salida de emergencia, de Vladímir
Makanin
En la novela Salida de
emergencia se yuxtaponen dos mundos: un búnker
subterráneo que sirve de refugio a un grupo de intelectuales, mientras el resto
del mundo sobrevive en una ciudad de la superficie devastada por los conflictos
bélicos. La ‘salida de emergencia’ es el único punto de conexión entre ellos.Si nos escondemos del mundo, llegará
un día en que no haya vuelta atrás. Vemos aquí una vía de escape cada vez más
estrecha como metáfora de la dolorosa extinción de un hermoso animal, que no
logra adaptarse a los abruptos cambios del entorno.
Vladímir Makanin
está considerado como uno de los escritores más importantes de Rusia
actualmente. Esta novela no está traducida, pero en español se han publicado El
prisionero del Cáucaso y otros relatos (Acantilado,
traducción por Olga Korobenko), El profeta (Marbot, 2011, traducción de Lydia Kúper) o Un río de
rápida corriente (Alfaguara, 1988, traducción de Lydia
Kúper), entre otros.
La flecha amarilla,
de Víktor Pelevin
Pelevin es otra
figura destacada de la literatura postmoderna rusa y ha escrito dos trabajos
del género. La flecha amarilla es una novela alegórica inspirada en el mundo ferroviario. Un tren que
simboliza a Rusia recorre el mundo entero con todos sus personajes y se dirige
hacia un puente en ruinas. Si Rusia ha vivido momentos de calma, estos siempre
fueron pasajeros; tiempos en que las preocupaciones retroceden ligeramente en
espera de la llegada del tsunami.
No se ha publicado
en español aunque se han publicado El meñique de Buda (Mondadori 2005), La vida de los insectos(Destino, 2001) y El yelmo
del horror (Salamandra, 2006).