7 poemas de Dylan Thomas. Post plaza de las palabras





Dylan Thomas, (1914-1953) poeta británico, nacido en Gales. Considerado unos de los más destacados poetas de su tiempo, fue también guionista cinematográfico y de radio, dramaturgo, declamador, periodista. Su poesía adscrito al movimiento nueva apocalipsis, aunque su poesía no recurre mucho a la metáforas, si está llena de símbolos y rica imaginería, con escaramuzas vanguardistas y  con prestamos del  lenguaje de su natal Gales.  Sus principales obras. 18 poemas (1934), 25 poemas (1936). El mundo que respira (1939), Mapa del amor (1939) Defunción y nacimiento, (1946) su poemario mas bello y conocido. Y dos obras en prosa  Retrato del artista cachorro (1940)  y Bajo el bosque lácteo., publicada póstumamente en 1954. Ambas obras  lirico narrativo.

Sobre la obra de Dylan Thomas, una de sus estudiosas, ELIZABETH AZCONA CRANWELL, afirma: «Las circunstancias espectaculares y la leyenda tejida en torno a Dylan Thomas, esa figura excéntrica que paseaba su angustia y sus borracheras por los bares del Greenwich Village y por otra parte, el luminoso opuesto del adolescente perseguidor de pájaros que se extasiaba en la contemplación del mar y las colinas de Swansea, han mediado, especialmente en el público de América, en la valoración de su obra. Con Dylan Thomas ocurre un  fenómeno curioso: todo el mundo habla de él, muchos han leído sus páginas en prosa Retrato del artista cachorro y Con distinta piel, también se ha visto representada su pieza teatral Bajo el bosque de leche, obra valiosa por su sentido del humor altamente poético, pero muy pocos conocen a fondo su poesía, lugar donde el lenguaje de Dylan Thomas alcanza su revelación más poderosa. » (1)


Selección de poemas por Plaza de las palabras




LA FUERZA QUE POR EL VERDE TALLO IMPULSA A LA FLOR

La fuerza que por el verde tallo impulsa a la flor
impulsa mis verdes años; la que marchita la raíz del árbol
es la que me destruye.
Y yo estoy mudo para decirle a la encorvada rosa
que la misma fiebre invernal dobla mi juventud.
La fuerza que impulsa el agua entre las rocas
impulsa mi roja sangre; la que seca los arroyos parlantes
vuelve cera los míos.
Y yo estoy mudo para contarle a mis venas
cómo la misma boca bebe del manantial de la montaña.
La mano que arremolina el agua del estanque
remueve las arenas; la que amarra las ráfagas del viento
iza mi vela de sudario.
Y yo estoy mudo para decirle al ahorcado
que el barro del verdugo está hecho de mi arcilla.
Los labios del tiempo sorben del manantial;
el amor gotea y se acumula, mas la sangre vertida
calmará sus pesares.
Y yo estoy mudo para decirle al viento en la intemperie
cómo ha trazado el tiempo un cielo entre los astros.
Y yo estoy mudo para decirle a la tumba de la amada
que en mi sábana avanza encorvado el mismo gusano.







MI HÉROE DESNUDA SUS NERVIOS
Mi héroe desnuda sus nervios a lo largo de mi cintura
que rige de la cintura hasta los hombros,
desenvuelve la cabeza que, como un fantasma soñoliento,
se apoya en mi mortal regidor,
el espinazo altivo que desprecia los giros y torsiones.
Y estos pobres nervios tan atados al cráneo
duelen sobre el papel abandonado por su amante
yo me abrazo al amor con mi garabateo revoltoso
que gime todo el hambre de amor
y le cuenta a la página su vacío infortunio.
Mi héroe desnuda mi costado y ve a su corazón
que marcha como Venus desnuda
por la playa de carne y enrosca su ensangrentado pliegue;
al despojar mis lomos de promesas
promete cierto calor secreto.
Él sostiene los cables de esta caja de nervios
alabando el error mortal
del nacimiento y de la muerte, esas dos tristes sotas de ladrones.
y el hambre es emperador; tira él de la cadena, la cisterna se agita.










SOBRE TODO CUANDO EL VIENTO DE OCTUBRE

Sobre todo cuando el viento de octubre
el pelo me castiga con sus dedos de escarcha,
preso en el sol exasperante, marcho ardiendo
y tiro hacia la tierra un cangrejo de sombra,
a la orilla del mar, cuando oigo el alboroto de los pájaros
y oigo la tos del cuervo en los bastones del invierno,
mi atareado corazón que mientras habla tiembla
vierte el silabeo de su sangre y agota sus palabras.
Encerrado también en una torre de palabras
trazo en el horizonte que anda como los árboles
las siluetas verbales de mujeres, y las filas de niños
con sus gestos de estrella sobre el parque.
Algunas me permiten crearte de las hayas colmadas de vocales,
otras de las voces del roble, o desde las raíces
de múltiples comarcas espinosas te cuentan sus memorias,
otras me permiten crearte con los sermones de las aguas.
Tras un tiesto de helechos, el reloj oscilante
pronuncia la palabra de la hora, el sentido del nervio,
vuela sobre el disco imantado, declama la mañana
y cuenta al huracán en la veleta.
Algunas me permiten crearte con los signos del prado;
la hierba señalera que me relata todo lo que sé
traspasa el ojo con el invierno lleno de gusanos.
Algunas me permiten contarte los pecados del cuervo.
Sobre todo cuando el viento de octubre
(algunas me permiten crearte de hechizos otoñales
la de lenguas de araña y la colina resonante de Gales)
castiga a la tierra con puños como nabos
algunas me permiten hacerte de las palabras sin corazón.
El corazón quedó agotado, balbuceando en los remolinos
de la química sangre, advertido de la furia que avanza.
A la orilla del mar oye a los pájaros sombreados de vocales.






Y LA MUERTE NO TENDRÁ DOMINIO

Y la muerte no tendrá dominio.
Los hombres desnudos han de ser uno solo
con el hombre en el viento y la luna poniente;
cuando sus huesos queden limpios y los limpios huesos se dispersen,
ellos tendrán estrellas en el codo y el pie;
aunque se vuelvan locos serán cuerdos,
aunque se hundan en el mar de nuevo surgirán,
aunque se pierdan los amantes, no se perderá el amor;
y la muerte no tendrá dominio.
Y la muerte no tendrá dominio.
Los que hace tiempo yacen
bajo los dédalos del mar no han de morir entre los vientos,
retorcidos de angustia cuando los nervios cedan,
atados a una rueda no serán destrozados;
la fe, en sus manos, ha de partirse en dos,
y habrán de traspasarles los males unicornes;
rotos todos los cabos, ellos no estallarán.
Y la muerte no tendrá dominio.
Y la muerte no tendrá dominio.
Ya las gaviotas no gritarán en los oídos
ni romperán las olas sonoras en las playas;
donde alentó una flor, otra flor tal vez nunca
levante su cabeza a los embates de la lluvia;
y aunque ellos estén locos y totalmente muertos
su cabezas martillearán en las margaritas;
irrumpirán al sol hasta que el sol sucumba,
y la muerte no tendrá dominio.








OH HAZME UNA MÁSCARA
Oh hazme una máscara y un muro que me oculte de tus espías
de esos agudos ojos esmaltados y de las garras ostentosas
de la rebeldía y la violación en los viveros de mi rostro,
una mordaza de árbol, en silencio golpeado para cubrirme de los desnudos enemigos
hazme una lengua de bayoneta en esta oración indefensa,
vuelve mi boca flagrante y que sea una trompeta de mentiras soplada dulcemente,
dame las facciones de un tonto moldeado en vieja armadura y roble
para escudar el cerebro brillante y confundir a los indagadores,
y un dolor viudo manchado de lágrimas caído de las pestañas
para velar la belladona y hacer que adviertan los ojos secos
que otros traicionan las quejumbrosas mentiras de sus pérdidas
con los pliegues de la boca desnuda y la risa solapada.






VISIÓN Y PLEGARIA

I
Quién
eres tú
tú que naces
en el cuarto vecino
tan patente en mi cuarto
que alcanzo a oí r el vientre
cuando se abre y la sombra que avanza
tras la pared delgada como un hueso de jilguero
en el cuarto sangrante del nacimiento oculto
para el incendio y el girar del tiempo
la huella del corazón humano
no venera el bautismo
sino la sola sombra
cuando bendice
a la salvaje
criatura.

Yo
d e b o
recostarme
quieto como piedra
contra el delgado muro
para oír el lamento de la madre
oculta y la sombría cabeza del dolor
que tira del mañana cual si fuera una espina
y los cantos que elevan las comadronas del milagro
hasta que el recién nacido tumultuoso
me queme con su nombre y su llama
y la pared alada se desgarre
por su corona abrasadora
y se lance la sombra
desde la espalda
hasta la luz
radiante.

Cuando
él quiebre
el hueso de jilguero
y l a prime r a u r o r a
c o n f u r i a d e t o r r e n t e
se eche a bullir sobre el reino que llega
el reino de aquel que deslumbra a los cielos
y de la maternal doncella a quien roció la sangre
la que lo echó a la luz con una llamarada entre su boca
y lo meció después como a una tempestad
he de correr perdido en el terror
y en el brillar del cuarto
alguna vez encapuchado
y en vano lloraré
en el caldero
d e s u
beso
en
el giro
d e l s o l
e n e l espumoso
c i c l ó n d e s u s a l a s
porque yo me perdí y estoy acá
llorando junto al trono del hombre
que diluvia en la furia primera del torrente
y l o s r e l ámp a g o s d e l a a d o r a c i ó n
me vuelven al oscuro silencio líquido y enlutado
porque yo me perdí, yo que ahora he venido
a l a l b e r g u e i n a u d i t o
e l q u e d e s c u b r e
y el mediodía pleno
de su herida
ciega mi
llanto.
Allí
desnudo
a g a z a p a d o
e n e l a l t a r
de su pecho encendido
en el fondo sin cárceles del mar
despertaré al llamado babélico del juicio
y ha de trepar la nube por el vaho de la tumba
y el polvo sometido izará con sus llamas
los velámenes de todas las semillas
oh espiral que sube de la urna
rapaz de la mañana
d e l h o m b r e
c u a n d o
la tierra
y
e l
mar nacido
alabaron al sol
Adán el ecuánime
Adán el que descubre
c a n t ó s o b r e e l o r i g e n
o h l a s a l a s d e l o s n i ñ o s
el vuelo hacia la herida de los jóvenes
ancianos que llegan de los desfiladeros del olvido
la marcha celestial de los que siempre caen
en la batalla; el acontecimiento
de los santos ante su visión
la casa rodante del mundo
y el dolor entero
abierto fluye
y y o
muero


II
En nombre de los perdidos que se glorian
en las llanuras por la carroña corrompidas
b a j o e l f ú n e b r e c a n t o
d e p á j a r o s v e n c i d o s
por la presión de los ahogados
y por la verde polvareda
pájaros que al espectro
llegado
desde
l a t i e r r a
padecen como el polen
sobre el negro plumaje
y e l p i c o d e b a r r o
rezo aunque en verdad no pertenezca
a e s a l l o r o s a c o f r a d í a
ya que en mí la alegría ha penetrado
hasta la médula más recóndita del corazón
que el que ahora aprende de la leche materna
l a l u n a y e l s o l p u e d a r e g r e s a r a n t e s
de que los labios se incendien y florezcan
al cuarto donde sangra el nacimiento
con muro de hueso de jilguero
y e n m u d e c e r
y e l vi ent r e
que alumbró
para
los hombres
aquella venerada
luz de la infancia
o la prisión deslumbradora
b o s t e c e a s u l l e g a d a .
En nombre de los perdidos disolutos
e n e l m o n t e s i n b a u t i z a r
desde el corazón de la oscuridad yo le rezo
Que él deje descansar a los muertos aunque giman
para que sus espinosas manos los levanten
hasta la reliquia de su herida terrena
y el jardín de la gota de sangre
tolere el sueño de la hostia
ciega como una piedra
en la profunda
y oscura
roca
y no despierte
a corazón alguno
pero rompa su hueso
en la cumbre del monte
sin que el sol lo reclame
y el polvo que golpea se arrastre
a la llanura madre de los ríos
bajo la noche que va cayendo para siempre
la noche que va cayendo para siempre es una estrella
conocida y un país frente a la muchedumbre
de durmientes cuyas lenguas yo pulso
para enlutar su diluviante luz
por los suelos y el mar
y hemos llegado
a saber todos
los lugares
caminos
laberintos
pasajes
comarcas y sepulcros
de la caída sin final
a h o r a l á z a r o c o m ú n
de las plegarias que trazan los durmientes
nunca te despiertes y te eches a andar
porque el país de la muerte es la medida del corazón
Y la estrella de los perdidos es la forma de los ojos
e n n o m b r e d e l o s h u é r f a n o s
en nombre de los que no han nacido
en nombre de los que rechazan
los instrumentos y las manos
de comadre que mueve la mañana
o h  en nombre
de nadie
ahora
y nadie
más tarde
ruego al sol carmesí
que hile una tumba gris
y el color de la arcilla
a s u m a r t i r i o f l u y a
en la tarde que ha sido interpretada
y en la conocida oscuridad de la tierra Amén
Vu e l v o l a e s q u i n a d e l a p l e g a r i a y a r d o
e n u n a b e n d i c i ó n d e l r e p e n t i n o s o l
e n n omb r e d e l o s c o n d e n a d o s
me v o l v e r í a o c o r r e r í a
a la escondida tierra
pero el sonoro sol
pur i f i c a
el cielo.
Alguien
me encuentra.
Oh dejadlo
que me abrase y me ahogue
dentro de su herida terrena.
Su relámpago contesta mi llanto
m i v o z a r d e e n s u m a n o
ahora estoy perdido en Aquel que enceguece.
Y al fin de la plegaria se oye el clamor del sol.



EL JOROBADO EN EL PARQUE

El jorobado en el parque
solitario señor
apuntalado entre los árboles y el agua
desde que el candado del jardín se abre
para que entren los árboles y el agua
hasta la lóbrega campana dominguera en el crepúsculo,
come el pan que ha traído en un diario
bebe el agua del jarro encadenado
que los niños llenaron de pedruscos
en el estanque donde hice navegar mi barco,
por la noche durmió en una perrera
pero sin que nadie le pusiera cadenas.
Como los pájaros del parque ha venido temprano
se sentó como el agua
y señor lo llamaban eh señor
los chiquillos bribones del lugar
que escapaban apenas los oía
hasta alejarse de su vista
más allá del lago y los rosales
riéndose cuando el otro agitaba su diario
encorvado en la burla
pasaban por el zoológico sonoro de la arboleda de los sauces
esquivando al cuidador del parque
con su palo de juntar las hojas.
Y el viejo perro aletargado
solitario entre las niñeras y los cisnes
mientras desde los sauces los chiquillos
hacían que los tigres saltaran de sus ojos
para rugir entre las piedras rocosas
y los bosques se azulaban de marineros
trabajó el día entero hasta la hora de cerrar
en una figura de mujer sin fallas
erguida como un joven olmo
alta y erguida surgió de sus huesos torcidos
para que de noche se pusiese de pie
tras los cerrojos y las cadenas
Toda la noche en el parque deshecho
tras los arbustos y las rejas
los pájaros el pasto los árboles el lago
y los niños inocentes como fresas
habían ido en pos del jorobado
hasta su perrera en las sombras.




Notas bibliográficas

1. Poemas completos Dylan Thomas. Notas e introducción ELIZABETH
AZCONA CRANWELL.

CREDITOS

Traducción de los poemas ELIZABETH AZCONA CRANWELL


Enlace
Poemas completos Dylan Thomas PDF





ILUSTRACIONES

Dylan Thomas, foto El Cultural  
Swansea, foto 
Estatua de Dylan Thomas, Swansea, 2006 Wikipedia
Temprano en el Tamesis, foto Will Brandt 
Jardín de Rosas, pintura, Munich
Senesia, pinturaPaul Klee 
Nueva Armonía, pintura Paul Klee
Dylan Thomas, foto, Zenda


Orbis & Urbis. Manual para observar al humano en la ciudad por Marcus Hurst.





Plaza de las palabras, inicia su nueva sección  Orbis & Urbis, dedicada al espacio y los espacios : el movimiento de lo urbano, la escultura de la fotografía, los modos y modas de lo humano, la arquitectura de la mirada, el diseño literario, la sociología de las calles,  la filosofía de los parques,  el lenguaje de los callejones, la lectura de los signos, los rascacielos de la de la música .  Con el articulo  Manual para observar al humano en la ciudad, por Marcus Hurst. Sección espacio que no están lejano a la observación literaria. Solo pensemos en Charles Baudelaire y Walter Benjamin como típicos flaneur o en ese otro rasgo agregado de voyeur o diletante.  Es en la ciudad donde el hombre se enfrenta con lo cotidiano, y es en la ciudad donde el hombre sale libertador o cautivo. Al decir de K. Kocis la ciudad es sinónimo de acontecimiento.  La observación aguda, el detalle al paso, la imaginación urbana. Contribuyen para una arquitectura de la imaginación o lo que Kocis llamaba la arquitectónica.  La ciudad moderna que viene desde la polis griega, pasa por  el enclave medieval y tiene su explosión en las ciudades de principios del siglo XX. Es en ella donde se integra  y se rebela la naturaleza humana.

Todas las vanguardias de inicios del siglo XX, fueron netamente urbanas. Charles Dickens retrato Londres, James Joyce se posesiono de Dublín como modelo para sus cuentos Dublineses, y su novela Ulises. Herman Hesse nos describe aquella leyenda urbana del Lobo estepario, Ítalo Calvino hizo una imaginería de las ciudades invisibles. El filosofo Karel Kocis, hizo una magnifica semblanza de la ciudad moderna con su ensayo La ciudad y lo poético. Julio Cortázar tiene un par de cuentos que abordan el fenómeno urbano desde lo peculiar, en su cuento Manuscrito hallado en una  botella, en que el personaje especie de voyeur que persigue visualmente a las mujeres. O su otro cuento Texto en una libreta, acerca del  flujo de personas que entran y salen en  sub en Buenos Aires. El también argentino, Sergio  Chejfec, en su cuento o texto, El testigo, narra un hipotética reconstrucción de las calles de Buenos aires, con una diferencia de 6 décadas. Imaginería que lo lleva a utilizar la guía telefónica para seguir la pista de nombres de personas y calles. El espacio urbano como reflexión de lo humano pero también de la mano con la ficción. Por que al fin y al cabo la gran metáfora del siglo XXI, es la ciudad. Ciudad moderna y tecnológica, que aspira no solo a convertirse en naturaleza, sino integrar el paisaje natural en el paisaje humano.    

Marcus Hurst en este artículo hace una reseña del libro How to Study Public Life del urbanista Jan Gehl, hace un recorrido moderno y genérico  por la ciudad del siglo XXI. Señala el autor, “Trackear: Para observar el movimiento de ciudadanos en zonas amplias se puede optar por seguir a un sujeto de forma discreta sin que se dé cuenta, y podemos pensar en aquel personaje de Poe, Un hombre dela multitud. Pero  advierte que “debe ser lo más neutral posible, actuar como el que mira desde el banquillo, un ente invisible que tiene que mantener una perspectiva global. Cualquiera que decida examinar a las personas a desenvolverse por una ciudad rápidamente se dará cuenta de que hay que ser metódico para conseguir información útil en la compleja y confusa vida del espacio público”. Para él, citando a Gehl, todo descansa en “en el arte de la observación.” Un arte que al paso del tiempo se ha perdido, se  ha diluido, ante la multiplicación de ruido y la avalancha de imágenes. Y ese torrente de información que costruye el hombre virtual. Pero también de la fascinación y lo ilusorio. Polaridad que se tensa entre el homo faber y el homo ludens. Pero que también presenta otros tipos de hibridaciones  el homo orbis  planetario y el homo urbis agazapado. Si Beuman habla de la sociedad liquida y Milan Kundera de la levedad del ser. No tendremos también un homo fugit.
  

Manual para observar al humano en la ciudad

¿Por qué importa estudiar el comportamiento del humano en la ciudad? El urbanista Jan Gehl responde a esta pregunta en su libro Studying Public Life

POR MARCUS HURST



Cuando Jan Gehl observa a los humanos se parece a un naturalista perdido en la sabana africana. El urbanista danés ha dedicado su vida profesional a estudiar al Homo Sapien en el hábitat urbano. Una disciplina tan poco analizada que, según dice, “sabemos más sobre la creación de entornos saludables para los osos panda que para el ser humano”.

En su libro, How to Study Public Life, escrito junto a Birgitte Svarre, Gehl comparte algunos de los métodos que utiliza para estudiar y examinar a los seres humanos en entornos urbanos.

El acechador del espacio público “debe ser lo más neutral posible, actuar como el que mira desde el banquillo, un ente invisible que tiene que mantener una perspectiva global. Cualquiera que decida examinar a las personas a desenvolverse por una ciudad rápidamente se dará cuenta de que hay que ser metódico para conseguir información útil en la compleja y confusa vida del espacio público”.


Hacerlo está al alcance de cualquiera pero es posible entrenar el ojo “en el arte de la observación”, dice Gehl en el libro.
El papel y el lápiz son las herramientas más importantes para iniciarse en esta actividad. Sirven para anotar observaciones puntuales o medir el número de peatones en una determinada zona. “Todo se puede contar. El número de personas que pasan por un sitio, sus géneros, si sonríen o no, si caminan solos o en grupo, cuántos son activos, cuántas personas hablan por el móvil. Pronto te das cuenta de que la vida de una ciudad se mueve en ritmos de forma similar a un pulmón”.

8 HERRAMIENTAS BÁSICAS PARA ESTUDIAR EL ESPACIO PÚBLICO

Para hacer un análisis adecuado de la calle, el arquitecto de 77 años considera los siguientes instrumentos como imprescindibles.
Mapear: ofrece una manera de representar los datos recogidos en una zona determinada.



La interacción social trazada según la cantidad de tráfico de cada una. Fuente: ¿El tráfico mata la vida en las calles?
Trazar: los movimientos de las personas pueden ser trazados en la zona que se está estudiando. Proporciona información básica sobre patrones y movimientos en un espacio determinado.
Trackear: Para observar el movimiento de ciudadanos en zonas amplias se puede optar por seguir a un sujeto de forma discreta sin que se dé cuenta o acordar de antemano con alguien para hacerlo. Es posible que lleven un GPS encima para facilitar la recopilación de los datos. Otra opción es observar desde una ventana en alto.
Buscar rastros: La actividad humana normalmente deja restos como basura en la calle, suciedad, marcas sobre el césped que contienen información sobre la vida en la ciudad. “Unas huellas en la nieve pueden proporcionar pistas sobre las rutas que toma la gente en una plaza con césped. Si hay mesas o sillas en la calle puede significar que los residentes se sienten los suficientemente cómodos para trasladar su salón a la calle”.
Fotografiar: Una parte esencial del estudio de la vida en el espacio público consiste en documentar las situaciones donde la vida urbana interactúa. “Es una forma de humanizar los datos. Se pone el énfasis en las interacciones y las situaciones que se producen en la calle”. Aquí Gehl recomienda el uso de vídeosTime-Lapse.
Mantener un diario: Sirve para registrar detalles y matices sobre la interacción entre la vida en la calle y el espacio público. Se usa para anotar observaciones en tiempo real y las distintas actividades que realizan.



 Paseos piloto: “Realizar un paseo mientras se observa la vida que se desarrolla en ella puede ser algo rutinario, pero el objetivo es que el observador sea capaz de notar problemas y detalles que se puedan mejorar”, dice Gehl. En algunos paseos piloto realizados en Sydney, el arquitecto encontró que en las rutas peor diseñadas, el peatón pasaba 52% de su tiempo de viaje esperando en semáforos para llegar de un lugar a otro.

“La tecnología tiene un papel muy importante y lo tendrá más en el futuro. Pero la observación personal y humana sigue siendo importantísima”, defiende el danés.

 ¿Y ESTO PARA QUÉ SIRVE?
“¿Cómo vas a saber dónde situar los distintos servicios en una plaza sin observar como el humano actúa en ella?”, señala Gehl. La calle está llena de pistas para crear ciudades más amables.
Un parque con una presencia alta de mujeres suele indicar que es un lugar seguro. “Si se encuentra una bajada reiterada de su presencia significa que la sensación de seguridad está bajando”. Gehl se basa en investigaciones como la que realizó en Bryant Park (Nueva York), donde encontró que el equilibrio óptimo era un 52% mujeres versus 48% hombres entre la 1 y las 6 de la tarde.
Esto no es todo. “La velocidad en la que camina un individuo cuando pasa por un lugar determinado y el tiempo que se para en sus rincones puede proveer de información sobre la calidad de ese espacio”.




En un estudio realizado por Gehl en la calle Stroget en Copenhague, en enero de 1968, el arquitecto encontró que las personas cubrían de media 100 metros en 62 segundos con una temperatura de -8 grados. Las personas que más rápido cubrían el trayecto lo lograban en 48 segundos, equivalente a una velocidad de 6 kilómetros por hora.

Cuando realizó este mismo estudio en 1968 a finales de julio y con 20 grados de temperatura, encontró que las personas tardaban una media de 85 segundos para cubrir esos mismos 100 metros a pie. “Con un flujo casi igual en ambos días la sensación de densidad era mucho más alta en el día caluroso”.

“Las personas caminan más rápido durante la mañana y la tarde. Se lo toman con más calma a mediodía. Como era de esperar se mueven más rápido entre semana que los fines de semana”.

Estudiar estos factores es importante para determinar la distancia que un ciudadano está dispuesto a caminar para usar el transporte público, por ejemplo. “No es necesario hacer una renovación muy cara para invitar a la gente a quedarse más tiempo. Aun así, si deciden hacerlo, una invitación o un estímulo puede influir en la percepción de si es un lugar dinámico donde merece quedarse”.

¿CÓMO HEMOS LLEGADO HASTA AQUÍ?
Esto que parece tan obvio es algo que muchos planificadores urbanos dejaron de hacer a partir de los años 60. Las maquetas y los planes maestros empezaron a dictar las decisiones en los ayuntamientos. El contacto con la calle y sus palpitaciones se marginó y se olvidaron de lo más importante, el factor humano a pie de calle.

Al mismo tiempo, por primera vez el ciudadano occidental empezaba a gozar de más tiempo libre. La semana de trabajo se acortó y se incrementaron los días de vacaciones. Hasta entonces, gran parte del tiempo estaba dedicado al uso del espacio público para fines productivos como ir a trabajar o desarrollar una actividad comercial con excepción de los fines de semana. Ahora la calle empezaba a ser un lugar para caminar sin rumbo. Un lugar para pasear, sentarse en un banco y leer el periódico o simplemente observar a las personas que pasaban por allí.

Sin embargo, muchos ciudadanos se encontraron con la construcción de nuevos barrios que ignoraban completamente la posibilidad de crear ciudades adecuadas para este cambio de hábitos.

“La planificación urbana moderna no prestaba atención a la interconexión, el espacio entre edificios. Se impuso el principio Radburn, que dictaba que se tenían que crear espacios segregados para el peatón y los coches. Era preferible que los vehículos motorizados circulasen por zonas donde no había ni siquiera aceras. Los peatones, en cambio, tendrían espacios delimitados, centros ajardinados para caminar separados. El problema con esta teoría, que tenía bastante sentido en abstracto, es que en la práctica no prestaba atención a las interconexiones, al espacio entre los edificios”.



Propuesta de Gehl Architects para peatonalizar la calle aledaña al río Moscova en Moscú
La separación acabó creando una segregación entre actividades. Lugares de trabajo que se quedan desiertos por la noche, barrios dormitorios y zonas muy específicas para hacer la compra. Los barrios acabaron desconectados entre sí.
Esta ideología en su encarnación más extrema proponía construir un autopista por el centro de Greenwich Village y (parte de Central Park), un barrio degradado y artístico que a pesar de todo tenía una vida social única en la ciudad. El activismo de Jane Jacobs, una periodista residente en la zona reconvertida en urbanista, logró paralizar este despropósito impulsado por el temible Robert Moses.
“Para Jacobs, un buen espacio era una conjunción de factores sociales, económicos, físicos y de diseño. Ella objetaba a las soluciones que se aplicaban por igual en todas partes. Cada lugar tenía sus particularidades y había que salir al a calle para estudiarlas”.
Las experiencias de Jacobs inspiraron a Gehl para empezar a mirar a las ciudades desde otra perspectiva en los años 60. Pero no fue lo único que cambió su manera de ver la arquitectura. Su mujer Ingrid Gehl, era psicóloga y le llamó la atención lo poco que su marido tenía en cuenta las personas cuando empezó su carrera en esta disciplina.
Gehl ha conseguido junto a otros arquitectos empezar a recuperar la ciudad para los peatones. Fue el artífice de la peatonalización en Times Square, es una de las piezas claves en el desarrollo ciclista de Copenhague y ha trabajado en proyectos en Melbourne, Londres, Chongqing, México DF y Sao Paulo.



Implantación de espacios peatonales en Broadway (Gehl Architects) Fuente: Plataforma Urbana
“Casi todas las ciudades tienen departamentos de tráfico con datos precisos sobre cuántos coches circulan por las grande arterias mientras que es casi inaudito encontrar departamentos que midan el movimiento de los peatones y el desarrollo de la vida en la vía pública”.
Algo tan básico como contar el flujo peatonal en determinadas zonas puede ayudar a tomar mejores decisiones en la ordenación de ciudades. Estos datos tienen que ser recopilados a lo largo de mucho tiempo para poder compararlos. “Un dato por sí solo no vale para nada”, reclaman Svarre y Gehl en su libro.
Tampoco hay que dejarse llevar solo por números crudos, argumenta el danés. “Un conocimiento básico permite acomodar las necesidades de mujeres, niños, ancianos y discapacitados, grupos que frecuentemente no son tenidos en cuenta”.
Como modelo está Copenhague, que cada 10 años realiza una auditoría de la vida en el espacio público. Cuando pensamos en esta ciudad danesa, una de las primeras cosas que suelen venir a la cabeza es sus políticas pioneras a favor de la bici y los peatones pero no siempre fue así.
“Cuando se peatonalizó la calle Stroget por primera vez en 1962 hubo una oposición importante que dijo que eso no funcionaría nunca. Decían que esto no encajaba con el estilo de vida escandinavo y era más propio de Italia”, observó Gehl en una entrevista con Yorokobu en 2010. Con consenso político y políticas sensatas se ha conseguido construir una de las ciudades más sostenibles del mundo.

¿Qué significa una ciudad vivible?
Detrás de la disciplina que imparte Gehl está una ideología clara que propone recuperar el espacio público para el ciudadano. Un objetivo que el danés considera resumido a la perfección en esta frase de Ray LaHood. “Una ciudad vivible significa poder llevar a tus hijos al colegio, ir a trabajar, visitar el médico, hacer la compra, salir a cenar y ver una película y jugar con tus niños en el parque sin tener que meterte en un coche”.
Es una guerra sin belicismo en la que se recuperan las ciudades para las personas y se relega el coche a un segundo plano. Una batalla que Gehl sigue luchando en todo el mundo.
12 CRITERIOS PARA CREAR UN BUEN ESPACIO PÚBLICO PARA EL PEATÓN
1) Protección contra tráfico y accidentes
2) Protección contra crimen y violencia (Vida en la calle, estructura social, identidad, iluminación durante la noche)
3) Protección contra estímulos desagradables (ruido, humo, malos olores, suciedad)
4) La opción de caminar (espacios adecuados para hacerlo, cambios de nivel bien diseñados)
5) La posibilidad de estar de pie (zonas de descanso, apoyos físicos para hacerlo)
6) Infraestructura para sentarse (bancos para descansar)
7) La posibilidad de observar (líneas de visión sin obstáculos, buena iluminación durante la noche)
8) La posibilidad de escuchar y hablar (ruido moderado, distancia entre los bancos)
9) Escenarios para jugar y relajarse (jugar, bailar, música, teatro, discursos improvisados, distintas edades y tipos de personas)
10) Servicios a pequeña escala (señales, mapas, papeleras, buzones)
11) Diseño para disfrutar de elementos climáticos (sol, calor, frío, ventilación, estética)
12) Diseño para generar experiencias positivas (cualidades estéticas, plantas, flores, animales)


Créditos

Marcus Hurst es Cofundador de Yorokobu y Redactor Jefe de Ling Magazine. Puedes seguirle en @marcushurst

Manual para observar al humano en la ciudad por Marcus Hurst.  Revista Yorokobu. Febrero  2014
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Ilustraciones

Veduta di città sul mare, 1300-1348, por Ambrogio Lorenzetti:
Foto 1 Tipical central city block
Foto 2 Social interaccion (figure 3)
 Foto3  Ampliación de esquinas  
 Foto 4 Galen Center everyday
Foto 5 An inaccessible riverfront
Foto 6 Implantación de espacios peatonales en Broadway (Gehl Architects) Fuente: Plataforma Urbana