Tres filósofos poetas: Lucrecio, Dante, Goethe. De George Santayana. Post Plaza de las palabras



En esta ocasión Plaza de las palabras presenta una aproximación acerca del  libro de George Santayana: Tres poetas filósofos, Lucrecio, Dante y Goethe. El pensador y filósofo George Santayana, quien nació en Madrid, pero era norteamericano por nacionalidad, y quien  hasta los 48 años dio clases en la universidad de Harvard. Escribió todas sus obras en ingles, fue alumno de William James, el filósofo del pragmatismo norteamericano. Y  como profesor de Harvard, tuvo de alumno a T.S. Elliot y Gertrude Stein, Wallace Stevens. Sus influencias filosóficas varían en grado e intensidad: James, Loatze, Spinoza, Hegel, Demócrito, Lucrecio. En el campo personal era agnóstico, en el horizonte de la filosofía escribió, los más formales y ambiciosos,  “La vida de la razón” y “El  reino  del ser”,  También escribió poesía y teatro. Su frase más conocida es “Los que olvidan el pasado están condenados a repetirlo”. En el ámbito literario escribió este libro atípico sobre tres grandes iconos de la cultura literaria como son Lucrecio, enraizado en un materialismo naturalista, Dante con su visión cristiana de cielo y del  infierno y Goethe, una de las cumbres del pensamiento romántico alemán. Y los tres seleccionados por Santayana tienen su razón de ser. En fin cristianismo y materialismo son dos corrientes filosóficas dominantes en nuestra era. En Dante se da el paso de la  filosofía medieval al renancentismo;  mientras que el materialismo de Lucrecio, siguiendo sus huellas tuvo una influencia en movimientos seculares y ateos como el marxismo, existencialismo y en numerosos pensadores del siglo XX. Por su parte el romanticismo con su proclama de la individualidad y la libertad de la imaginación contribuyo en la edificación del hombre moderno.


Mas inusual resulta la combinación de poetas y filósofos. En fin podemos pensar en forma separada en poetas o en filósofos, pero no es típico atribuirles un contenido más allá de sus alma mater oficiosa. Santayana de una forma amena y aguda va perfilando a estos pensadores, y develando desde su acuciosa observación los procesos mentales de estos autores. Por que esa simbiosis entre poesía y filosofía, en la mente de Santayana no era extraña. Para el lo mas alto de la filosofía siempre era poético. Y quizá en sentido contrario lo más elevado de la poesía en sus destellos aspiraba a ser filosófico o teológico.  Santayana era un curtido filosofo, más que un poeta. Pero da la clave de estudiar esa relación doblemente natural, pero también fantasmal, entre poesía y filosofía. En relación a la especificad de su obra: Tres filósofos poetas, su disposición mental era la de un  filósofo francotirador, y la mayoría de las veces acertaba en la diana del blanco de la poesía. Pero no fue  el único que abordo esa relación entre filosofía y poesía. Otros autores han tomado las armas en dicho contienda amigable. Entre otros, Heidegger y Nietzsche y mas contemporáneos Gadamer, Derrida, Deleuze. Aquí presentamos algunas observaciones de la  filosofa y escritora María Zambrano intenta “dilucidar la génesis común de la filosofía y la poesía, y la halla en una idéntica actitud primera ante el mundo: la admiración ante las cosas, el "pasmo extático" ante lo real”. Para María Zambrano, por ejemplo, “la filosofía es una búsqueda guiada por un método, de allí su querer ser, su historia universal; en cambio la poesía es un encuentro con el hombre concreto, individual, por eso es hallazgo, don, gracia”   Mantiene Zambrano la tesis que, “filosofía y poesía toman dos caminos divergentes; mientras que la filosofía se eleva a la conquista del saber por la abstracción, la poesía queda atada a las cosas, a las apariencias, a lo múltiple”.   Santayana aspira a encontrar en sus tres filósofos un puente que si bien no se da directamente, si posibilita vasos comunicantes. Si la filosofía es un sistema, la poesía es la intuición, la filosofía busca la verdad, la poesía desenmascarar la realidad. La filosofía es un largo aliento, la poesía un suspiro. La filosofía deviene en realidad y la poesía en sueño. Pero hay una diferencia fundamental, la filosofía se vale de la abstracción y la poesía de la inspiración. Ningún filósofo esperaría plantar su sistema como una inspiración.  Y ningún poeta intentaría escribir poesía como un sistema. Sin embargo, hay excepciones y las tres obras aqui reseñadas, cumplen esa misión. Son lo que la novela es a la Novela Total. Rerun Nature, La Divina Comedia y Fausto, son Poemas Totales. La filosofía es el tiempo como forma total y la poesía es la apoteosis del instante. Busca la filosofía la realidad de las cosas, la poesía aspira al hombre universal en lo cotidiano.  La filosofía es cimentada en los conceptos, la poesía en las metáforas. La filosofía es a largo plazo y la  poesía es inmediata, algo así como es la  pintura a la fotografía.  Pero además de divergencias y diferencias hay temas comunes tanto a la poesía como a la filosofía. En fin ninguna de las dos es una disciplina cerrada por su propia naturaleza, si bien la filosofía exige rigor y disciplina, la poesía es rebelde y volátil por naturaleza.

Lucrecio


(99A.C.-55 A.C).

Lucrecio: raro personaje del cual se sabe muy poco. Y colosal atleta del materialismo, pero que es más conocido por su obra que por su vida. De lo poco que se sabe es que termino en la locura y se termino suicidando. Escribió su obra cumbre De Rerum Nature, “La naturaleza de las cosas”, en sus momentos de lucidez. Y esto de la locura toca a los poetas, porque de locos y poetas todos tienen un poco. Pero la locura como tal ha rozado y roza en diferente grado de intensidad a los poetas. La misma naturaleza del oficio poético: lo onírico, la muerte, el amor son entradas gratuitas al Partenón Poético Recordemos, caso extremo a Holderlin uno de lo preclaros poetas del romanticismo alemán, vivió a voluntad propia encerrado en una habitación escribiendo la mitad de su vida incoherencias. No es que la razón o sin razón sea cualidad intrínseca de los poetas. Pero esta veta subyace en potencia en el oficio poético. Lucrecio era uno de esos,  era materialista y ateo, y en sus momentos de lucidez, genial. Cuyos precursores había sido las ideas de Demócrito y de los epicúreos. En su obra una especie de himno a la materia, en seis capítulos tira como un as de póker sus visiones poéticas. Su tocayo futuro  Holderlin, dice: "el hombre es un dios cuando sueña y un mendigo cuando piensa” El hombre que sueña es el poeta, el hombre que piensa es el filósofo. Pero en esta dicotomía, en la poesía puede haber tanto pensamiento como lo hay en la filosofía. Y a su vez en la filosofía, en su momento de revelación,  puede saltar a la vista un arrebato de imágenes poéticas. Si todo se reduce, a que la filosofía se vale del concepto, la razón, los argumentos,  y la poesía de la inspiración, lo mítico, lo onírico. No se genera una lucha radical entre logos diferentes, el logos poético y el logos razón; en que en ambos en su momento de máxima intensidad se abrazan, y uno viene en ayuda del otro. La imagen de dos caballeros templarios en un caballo.
El poema. De Rerum Nature,  compuesto en 6 libros con 7040 hexámetros, que  estuvo por 1500 años perdido hasta que lo rescato un providencial bibliófilo renacentista. El poema proclama un mundo sin dioses, sin temor a la muerte, porque todo es uno y todo es átomos y vacio. De Rerum Nature es considerado el poema romano más notable. Precursor de la ciencia moderna. Y que influencio o a personalidades tan dispares como Copérnico, Giordano Bruno, Montaigne, Galileo y Francis Bacon, estos dos últimos, fueron quienes sentaron las bases del método científico. Cuenta Santayana que “Ha nacido el poeta Tito Lucrecio. Después de haber enloquecido a consecuencia de un filtro amoroso, y de haber escrito, en los intervalos de su locura, varios libros revisados por Cicerón, se suicido al  llegar a los cuarenta y cuatro años” (1)  Esto nos da dos observaciones tenemos un poeta que rondaba entre la lucidez y la locura y el segundo que éste, sea por lo que sea se suicido. No entraremos en especulaciones inacabadas,  he ahí dos hechos. Santayana hace lo mismo y deja que sea la obra del poeta la que asuma las únicas interpretaciones. Un término inmediato ubicar rápidamente a Lucrecio como un poeta naturalista; quizá el primero, una especie de poeta primigenio que se atreve abarcar el mundo desde sus causas físicas. Santayana dice “Lucrecio un poeta  de la naturaleza universal, estudiaba la verdad de toda las cosas”.(2)  “ El naturalismo es una filosofía de observación y de una imaginación que amplia lo observable” (3)  
Pero inmediatamente relaciona esa característica con la imaginación, a fin a todo poeta y obrero de la escritura. “Una concepción naturalista de las cosas es una gran obra de la imaginación (…) es una concepción adecuada para inspirar una gran poesía(4)  Mas adelante Santayana agrega  “El hombre que descubre los resortes secretos de las apariencias abre a la contemplación un segundo mundo positivo, la fragua de la naturaleza y sus activas profundidades (5). Según Santayana Lucrecio establece el primer atisbo que “las cosas tiene su poesía a causa de su propio movimiento y vida. Y no simplemente  porque nosotros las  hayamos convertido en símbolos” (6) Y aquí volvemos a la impersonalidad del poeta,  queda transmutada en su única obra, para Santayana, Lucrecio es “Lo más grande de este genio es la capacidad de perderse en su objeto, su impersonalidad (7). Resuenan las campanas, porque esa es la misión de todo gran artista, pero también una arista que con posterioridad allanaron otros artistas. Keats nos describe la capacidad del poeta de adentrarse en la cosa poetizada. Cortazar lo toma de Keats y intenta incorporarlo en sus cuentos.  También da Santayana un filón de ese malestar encontrado por escritores y filósofos del lenguaje, “Lessing la ineptitud del lenguaje para  interpretar lo que es espacial y material, su capacidad para traducir solamente  lo que, como el lenguaje mismo, es incorpóreo y fluido-acción, sentimiento y pensamiento (8).





Libro I Fragmento
Invocación a la diosa Venus. Creación y transformación de los átomos, naturaleza del alma; necesidad de vencer el temor a los dioses y a la muerte. Los átomos son compactos, eternos e indivisibles. El espacio y la materia son infinitos. El poeta como salud del alma, capaz de eliminar el miedo y los desbordes emocionales.
Engendradora del romano pueblo,
Placer de hombres y dioses, alma Venus:
Debajo de la bóveda del cielo,
Por do giran los astros resbalando,
Haces poblado el mar, que lleva naves,
Y las tierras fructíferas fecundas;
Por ti todo animal es concebido
Y a la lumbre del sol abre sus ojos;
De ti, diosa, de ti los vientos huyen;
Cuando tú llegas, huyen los nublados;
Te da suaves flores varia tierra;
Las llanuras del mar contigo ríen,
Y brilla en larga luz el claro cielo.
Al punto que galana primavera
La faz descubre, y su fecundo aliento
Robustece Favorito desatado,
Primero las ligeras aves cantan
Tu bienvenida, diosa, porque al plinto
Con el amor sus pechos traspasaste:
En el momento por alegres prados
Retozan los ganados encendidos,
Y atraviesan la rápida corriente:
Prendidos del hechizo de tus gracias
Mueren todos los seres por seguirte
Hacia do quieres, diosa, conducirlos;
Por último, en los mares y en las sierras,
Y en los bosques frondosos de las aves,
Y en medio de los ríos desbordados,
Y en medio de los campos que verdecen,
El blando amor metiendo por sus pechos,
Haces que las especies se propaguen.
Pues como seas tú la soberana
De la naturaleza, y por ti sola
Todos los seres ven la luz del día,
Y no hay sin ti contento ni belleza,
Vivamente deseo me acompañes
En el poema que escribir intento
De la naturaleza de las cosas,
Y dedicarle a mi querido Memmio,
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A quien tú, diosa, engalanar quisiste
En todo tiempo con sublimes prendas:
Da gracia eterna, diosa, a mis acentos.
Haz que entretanto el bélico tumulto
Y las fatigas de espantosa guerra
Se suspendan por tierras y por mares;
Porque puedes tú sola a los humanos
Hacer que gusten de la paz tranquila,

Ciencia y filosofía
Así como los niños temerosos
se recelan de todo por la noche,
así nosotros, tímidos de día
nos asustamos de lo mismo a veces
que despavorir suele a los muchachos.
Preciso es que nosotros desterremos
estas tinieblas y estos sobresaltos,
no con los rayos de la luz del día,
sino pensando en la naturaleza.

Dante


(1265-1321)

Dante Alighieri fue un poeta italiano, su obra cumbre es la Divina Comedia, compuesta de tres libros, cada uno con 33 cantos, armado en tercetos endecasílabos. Aunque también escribió la Vita Nuova, Apodado «el Poeta Supremo» (en italiano «il Sommo Poeta»).El nombre original de su obra, solo era “La comedia”, es Bocaccio quien le agrega la  “Divina”.
Para Santayana el amor es uno de los motivos del poeta Dante “Amor que mueve el sol y las demás estrellas” (9) Ya tenemos a los conocidos poetas del stil novo cuyo tema dominante era el amor virtuoso. Dice Santayana “el lenguaje del amor, es sin duda, habitual en las alegorías de los místicos, y era corriente en la poesía convencional de la época de Dante(10)  “el trasfondo y el punto de partida de todas las cosas es en Dante el I'Intellecto d'amore”  (11) Pero cuando habla de los filósofos poetas apunta “el valor de una idea para un poeta o un filosofo no radica en lo que contiene positivamente, sino en la actitud que lo hace adoptar ante la experiencia real” (12) Asimismo apunta Santayana la influencia enorme de pensadores como Aristóteles y los neoplatónicos en el engranaje de la Divina Comedia, que según Santayana sin estos pensadores, la obra de Dante hubiera sido Comedia  pero no divina.







En su visión platónica y cristiana, para Dante “El creador mismo era,  en esta visión un poeta  productor de alegorías(13) Acerca de los poetas Santayana da agudas observaciones y advertencias  “Entrégate, nos diría Dante. Entrégate completamente a un amor que no sea más que amor, y estarás ya en el infierno. Solo un poeta inspirado podría ser un  tan penetrante moralista. Solo un profundo moralista podría ser un y tan trágico poeta.” (14) “cuando un poeta no es insensato, la filosofía se incorpora de manera inevitable a su poesía, por cuanto se ha incorporado antes a su vida .O, mejor dicho, el detalle de las cosas y el detalle de las ideas se incorporan igualmente a sus versos cuando ambos se encuentran en el sendero que le ha conducido a su ideal” (15) Si dar valor imaginativo a algo es la tarea mínima de un  poeta, dar valor imaginativo a todas las cosas y al sistema de las cosas es evidentemente la máxima de su faena” (16)     Finalmente “Dante nos trasporta, con evidente fuerza, primero hacia la atmosfera de un amor visionario, y luego hacia la historia de su conversión, afectada por este amor o por la divina gracia que con él se identifica” (17)




Canto III Paraíso, fragmento  

“Aquel Sol que primeramente abrasó de amor mi corazón me había descubierto, con sus pruebas y refutaciones, el dulce aspecto de una hermosa verdad; y yo, para confesarme desengañado y persuadido, levanté la cabeza, tanto como era necesario a fin de declararlo resueltamente. Pero apareció una visión, la cual haciéndose perceptible me atrajo de tal modo hacia sí, que ya no me acordé de mi confesión. Así como a través de cristales tersos y transparentes o de aguas nítidas y tranquilas, aunque no tan profundas que se obscurezca el fondo, llegan a nuestra vista las imágenes tan debilitadas, que una perla en una frente blanca no la distinguirían más débilmente nuestros ojos, así vi yo muchos rostros prontos a hablarme; por lo cual caí en el error contrario a aquel que inflamó el amor entre un hombre y una fuente. En cuanto las distinguí, creyendo que fuesen imágenes reflejadas en un espejo, volví los ojos para ver los cuerpos a que correspondían; y como nada vi, los dirigí de nuevo hacia delante, fijándolos en mí dulce Guía, que sonriéndose despedía vividos destellos de sus santos ojos. - No te asombres porque me sonría de tu pueril pensamiento -me dijo-, pues no se apoya todavía tu pie sobre la verdad, y como de costumbre, te inclina a las ilusiones. Esas que ves son verdaderas substancias, relegadas aquí por haber faltado a sus votos. Por consiguiente, habla con ellas, y oye y cree lo que te digan; pues la verdadera luz que las regocija no permite que se tuerzan sus pasos. Y yo me dirigí a la sombra que parecía más dispuesta a hablar, y empecé a decirle, como hombre a quien su mismo deseo le quita el valor.




 - ¡Oh espíritu bien creado, que bajo los rayos de la vida eterna sientes la dulzura que no se comprende nunca si no se ha gustado! Me será muy grato que te dignes decirme tu nombre y cuál es vuestra suerte”. A lo que contestó pronta y con risueños ojos: - Nuestra caridad nunca cierra sus puertas a un deseo justo, siendo como aquella que quiere que se le asemeje toda su corte. Yo fui en el mundo una virgen religiosa; y si tu mente me contempla bien, no me ocultará a tus recuerdos el ser hoy la más bella, sino que reconocerás que yo soy Piccarda; colocada aquí con estos otros bienaventurados, soy como ellos bienaventurada en la esfera más lenta. Nuestros afectos a quienes sólo inflama el amor del Espíritu Santo, se regocijan en el orden designado por él, y nos ha cabido en suerte este sitio que parece tan bajo, porque descuidamos nuestros votos, y en parte no fueron observados. A lo que le contesté: - En vuestros admirables rostros resplandece no sé qué de divino, que cambia el primer aspecto que de vosotras se ha conservado. Por eso no fui más presto en recordar; pero ahora viene en mi ayuda lo que tú me dices, de suerte que me es más fácil reconocerte. Mas dime: vosotras que sois aquí felices ¿deseáis estar en otro lugar más elevado para ver más o para haceros más amigas? Sonrióse un poco mirando a las otras sombras, y en seguida me respondió tan placentera, que parecía arder en el primer fuego del amor:
- Hermano, la virtud de la caridad calma nuestra voluntad, y esa virtud nos hace querer solamente lo que tenemos, y no apetecer nada más. Si deseáramos estar más elevadas, nuestro anhelo estaría en desacuerdo con la voluntad de Aquél que nos reúne aquí; desacuerdo que no admiten las esferas celestiales, como verás si consideras bien que aquí es condición necesaria estar unidas a Dios por medio de la caridad, y la naturaleza de esta misma caridad. También es esencial a nuestra existencia bienaventurada uniformar la propia voluntad a la de Dios, de modo que nuestras mismas voluntades se refundan en una. Así es que al estar como estamos distribuidas de grado en grado por este reino, place a todo él, porque place al Rey cuya voluntad forma la nuestra. En su voluntad está  


Infierno Canto III. Fragmento
“Por mi se va a la ciudad del llanto; por mi se va al eterno dolor; por mi se va hacia la raza condenada; la justicia animó a mi sublime arquitecto; me hizo la divina potestad, la suprema sabiduría y el primer amor. Antes que yo no hubo nada creado, a excepción de lo eterno, y yo duro eternamente. ¡Oh vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza! Vi escritas estas palabras con caracteres negros en el dintel de una puerta, por lo cual exclamé: - Maestro, el sentido de estas palabras me causa pena. Y él, como hombre lleno de prudencia me contestó: - Conviene abandonar aquí todo temor; conviene que aquí termine toda cobardía. Hemos llegado al lugar donde te he dicho que verías a la dolorida gente, que ha perdido el bien de la inteligencia. Y después de haber puesto su mano en la mía con rostro alegre, que me reanimó, me introdujo en medio de las cosas secretas. Allí, bajo un cielo sin estrellas, resonaban suspiros, quejas y profundos gemidos, de suerte que al escucharlos comencé a llorar. Diversas lenguas, horribles blasfemias, palabras de dolor, acentos de ira, voces altas y roncas, acompañadas de palmadas, producían un tumulto que va rodando siempre por aquel espacio eternamente oscuro, como la arena impelida por un torbellino. nuestra paz; ella es el mar adonde va a parar todo lo que ha creado, o lo que hace la naturaleza. Entonces comprendí claramente por qué en el Cielo todo es Paraíso, por más que la gracia del Supremo Bien no llueva en todas partes por igual. Pero, así como suele suceder que un manjar nos sacie, y que sintamos aún apetito por otro, de suerte que pedimos éste y rechazamos aquél, así hice yo con el gesto y la palabra para saber por ella cuál fue el tejido cuya lanzadera no continuó manejando hasta el fin. - Una virtud perfecta, un mérito eminente colocan en un cielo más alto a una mujer -me dijo-, según cuya regla se lleva allá abajo en vuestro mundo el hábito y el velo monacal, a fin de que hasta la muerte se viva noche y día con aquel esposo, a quien es grato todo voto que la caridad hace conforme a su deseo. Por seguirla, hui del mundo jovencita aún, y me encerré en su hábito, y prometí observar la regla de su orden. Posteriormente, algunos hombres, más habituados al mal que al bien, me arrebataron de la dulce clausura. ¡Dios sabe cuál fue después mi vida! ... Lo que digo de mí, entiende que lo digo asimismo de esta otra alma esplendente que se te muestra a mi derecha, y en quien brilla toda la luz de nuestra esfera; monja fue, y también le arrebataron de la cabeza la sombra de las sagradas tocas, pero cuando volvió al mundo, contra su gusto y contra ley, no se despojó jamás del velo de su corazón. Esa es la luz de la gran Constanza, que del segundo príncipe poderoso de la casa de Suabia engendró al tercero, última potencia de esta raza. Así me habló y empezó después a cantar Ave María, y cantando desapareció, como una cosa pesada a través del agua profunda. Mi vista, que la siguió tanto cuanto le fue posible, después que la perdió, se volvió hacia el objeto de su mayor deseo, y se fijó enteramente en Beatriz, pero ésta lanzó tales fulgores sobre mi mirada, que no los pude sufrir en el primer momento, por cuya causa tardé más en preguntarle.






Goethe


(1749-1832)

Johann Wolfgang von Goethe fue un poeta, dramaturgo, novelista y científico alemán, personaje cumbre del romanticismo alemán. Su principal obra es “Fausto”, escribió también la novela, “Los pesares de Werther”.  En el   entramado de  Santayana, hay tres puntos claves. El primero , “Goethe no fue un filosofo sistemático(18)  Para Santayana el Fausto no es un poema filosófico como el de Lucrecia o Dante,  “pero ofrece una solución  al problema moral de la existencia”  (19)  “Es un filosofo del experiencia tal como se le ofrece al individuo”  (20)  “es el filosofo de la vida” (21) El segundo, su estirpe romántica, “El Fausto seguía siendo esencialmente un poema romántico, escrito para permitir un desahogo a un genio fecundo y activo, para conmover el corazón, aturdir la mente, con un carnaval de imágenes”  (22)El valor de la vida radica  en la persecución  y no en el logro del fin perseguido; por lo tanto, todo es digno de ser perseguido y nada produce satisfacción, excepto ese mismo destino interminable (23) “Ser diverso, ser  indefinido e inacabado  es algo esencial a la vida romántica”  (24)  “ Sin importar lo alcanzado, nuestra insatisfacción debe ser completa”  (25) “Característico del espíritu romántico absoluto es el hecho de que cuando ha terminado de hacer algo  debe inventar una nueva empresa”  (26)  “Las almas de Rosseau,  Byron, Shelly  están preencarnadas en este Fausto, resumen de todas las rebeliones románticas. Allí coexisten con las almas de Paracelso y Giordano Bruno. Piensa que los aspectos salvajes  de la naturaleza derretirán  y renovaran  su corazón, en tanto que la magia le revelara los misterios de las leyes cósmicas y le ayudaran a explotarlos(27) El tercero, es que Goethe, en toda su filosofía de la vida es influenciado por Spinoza. (28)
"Si el libro FAUSTO, desde el principio hasta el fin, no hace referencia a un estado sublime, épico; si no obliga al lector a remontarse por cima de sí mismo, excuso decirlo. Creo sinceramente que una inteligencia despejada, un entendimiento recto y lúcido tendrán que trabajar no poco para hacerse dueños de todos los secretos que he involucrado en mi poema." GOETHE. (de una carta de Goethe a Zelter.)”



Fausto

"El FAUSTO es un tema inconmensurable, y vanos serán todos los esfuerzos que haga el ingenio para penetrarlo del todo". GOETHE. (Conversaciones de Goethe con Eckermann, 3 de enero de 1830.)”
PROLOGO EN EL CIELO
EL SEÑOR, LAS MILICIAS CELESTES y luego
MEFISTÓFELES
LOS TRES ARCÁNGELES se adelantan
RAFAEL
El Sol, según antigua usanza, deja oír su canto en
competencia con sus hermanas las esferas, y con la rapidez
del rayo sigue su prescrito curso hasta el fin. Su vista
infunde fortaleza a los ángeles, aunque ninguno pueda
profundizarlo. Las obras sublimes hasta lo inconcebible son
espléndidas como en el primer día.
GABRIEL
Y rápida, con inconcebible rapidez, gira en derredor la
magnificencia de la Tierra, alternando los esplendores
paradisíacos con la noche profunda llena de espantos. Salta
espumante el mar en anchas oleadas al batir los profundos
cimientos de las rocas; y rocas y mar son arrastrados en el
raudo curso eterno de las esferas.
MIGUEL
Y rugen a porfía las tormentas desde el mar a la tierra y
desde la tierra al mar, formando furiosas en torno una cadena
de la más profunda acción. Relumbra el rayo devastador
precediendo en su vía al estampido del trueno. Mas tus
mensajeros, Señor, veneran el apacible curso de tu día.
LOS TRES
Tal espectáculo infunde fortaleza a los ángeles, aunque
ninguno pueda profundizarte; y todas las sublimes obras
tuyas son espléndidas como en el primer día.
MEFISTÓFELES
Ya que de nuevo te llegas acá, Señor, y preguntas cómo
andan las cosas entre nosotros, y ya que en otro tiempo solías
verme con agrado, aquí me ves también entre la servidumbre.
Perdona, yo no sé expresarme con palabras altisonantes,
aunque me escarnezca el corro entero. Mi jerigonza te
movería ciertamente a risa si no hubieras perdido la
costumbre de reírte. Del sol y de los mundos, nada sé yo que
decir, y, sólo veo como se fatigan los mortales. El raquítico
dios de la tierra sigue siendo de igual calaña y tan
extravagante como en el primer día. Un poco mejor viviera si
no le hubieses dado esa vislumbre de la luz celeste, a la que
da el nombre de Razón y que no utiliza sino para ser más
bestial que toda bestia. Se me figura, dicho sea con perdón de
vuestra Señoría, uno de esos cigarrones de largas patas, que
sin cesar vuelan y saltan volando y cantan invariablemente en
la hierba su vieja cantinela. ¡Menos mal si pudiera siempre
estarse quieto en la hierba! No hay inmundicia donde no
meta la nariz.
EL SEÑOR
¿Nada más tienes que decirme? ¿Has de venir siempre a
inculpar? ¿Nunca hay para ti algo bueno en la tierra?
MEFISTÓFELES
No, Señor; encuentro lo de allá deplorable como siempre.
Lástima me dan los hombres en sus días de miseria, y hasta
se me quitan las ganas de atormentar a esa pobre gente.
EL SEÑOR
¿Conoces a Fausto?
MEFISTÓFELES
¿El doctor?
EL SEÑOR
Mi siervo.
MEFISTÓFELES
¡Singular manera tiene de serviros, a fe! No son terrenas la
comida ni la bebida de ese insensato. El frenesí le impulsa a
lo lejos, y sólo a medias tiene conciencia de su locura. Pide al
cielo sus más hermosas estrellas y a la tierra cada uno de sus
goces más sublimes; y ninguna cosa, próxima ni lejana, basta
a satisfacer su corazón profundamente agitado.
EL SEÑOR
Aunque ahora me sirve sólo en medio de su turbación,
presto le guiaré a la claridad. Bien sabe el hortelano, cuando
verdea el arbolillo, que la flor y el fruto serán su adorno en
años venideros.
MEFISTÓFELES
¿Qué apostáis? Aun le perderéis si me dáis licencia para
conducirle poco a poco a mi camino.
EL SEÑOR
En tanto que viva sobre la tierra, no te sea ello vedado. El
hombre yerra mientras tiene aspiraciones.
MEFISTÓFELES
Así, os lo agradezco, porque con los muertos nunca me
ha gusta-do meterme. Prefiero las mejillas carnosas y frescas.
No me vengan a mí con cadáveres. Me pasa lo mismo que el
gato con el ratón.
EL SEÑOR
Pues bien, séate ello concedido. Desvía de su origen este
espíritu, y si en él puedes hacer presa, llévatelo contigo por tu
senda abajo; pero caiga sobre ti la confusión si te ves
obligado a confesar que, en medio de su vago impulso, el
hombre bueno sabe discernir bien el recto camino.
MEFISTÓFELES
Perfectamente; sólo que no durará esto mucho. No paso
el menor cuidado por mi apuesta. Si me salgo con la mía,
permitidme que a mis anchas goce yo de mi triunfo. Tendrá
que comer polvo, y con delicia, como mi prima, la famosa
serpiente.
EL SEÑOR
Puedes aparecerte, pues, también a tu albedrío jamás odié
a tus semejantes; de todos los espíritus que niegan, el burlón
es el que menos me molesta. Harto fácilmente puede relajarse
la actividad del hombre, y éste no tarda en aficionarse al
reposo absoluto. Por esta razón le doy gustoso un
compañero que, debiendo obrar como diablo, le incite y
ejerza influencia sobre él. (A los Ángeles). Pero vosotros,
verdaderos hijos de Dios, regocijaos en la espléndida belleza
viviente. Que lo Evolutivo que perpetuamente obra y vive,
os circunde con dulces barreras de amor, y a lo que se cierne
en el aire cual flotante aparición, dadle fijeza con
pensamientos duraderos.
(El cielo se cierra. Los Arcángeles se dispersan).



Epilogo de Santayana
Santayana concluye que “Goethe es el poeta de la vida; Lucrecio, el poeta de la naturaleza; Dante el poeta de la salvación”. (29)Lo que seria deseable, lo que constituiría un verdadero poeta filosofo, seria la unión de las instituciones y los dones poseídos por nuestros tres poetas” (30). “Quien será el poeta de esta nueva visión” (31).Detente, pues eres tan hermosa(32).Verso que evoca al “Ella pasa” , (She to pass), de los románticos ingleses, pero también esa inmovilidad del “Detente”, la fotografía del momento decisivo del Henry Cartier Bresson, y la impresión que se respira_ de tiempo suspendido_ en los ilustraciones de la Divina Comedia de Gustave Doré; o para dar una paso más, el arrebato intemporal que irradia  la escultura de Lorenzo el Magnifico (El Pensador)  de Miguel Ángel.    

Epilogo de Plaza de las palabras

“Sol, detente” Josué 10:12






(1863-1952)



Bibliografía
George Santayana, Tres poetas filósofos. Lucrecio, Dante, Goethe. Diálogos en el Limbo. Editorial Porrúa, No 645, 1994,186 páginas.  
Web
Lletra de done. Para todas las citas de María Zambrano, ver C:/Users/usuario/Documents/zzfilosofia%20y%20poesia/relacion%20poesia%20filosofia/Filosof%C3%ADa%20y%20poes%C3%ADa%20_%20Drupal.html
Notas Bibliográficas con base al libro reseñado
1. Santayana, George, Tres poetas filósofos. Diálogos en el Limbo. Editorial Porrúa, No. 645,1994.pp11
2. Idem, 34
3. Idem.19
4. Idem, 12
5. Idem, 14
6. Idem, 19
7. Idem, 18
8. Idem, 32
9. Idem, 51
10. Idem, 53
11. Idem, 55
12. Idem, 54
13. Idem, 59
14. Idem, 66
15. Idem, 69
16. Idem, 74
17. Idem, 73
18. Idem, 75
19. Idem, 76
20. Idem, 77
21. Idem, 77
22. Idem, 76
23. Idem106
24. Idem, 108
25. Idem, 83
26. Idem, 99
27. Idem, 83
28. Idem, 75
29. Ídem, 109
30. Ídem, 113
31. Idem, 115
32. Idem, 102
Poemas y traducciones
Lucrecio, www.ladeliteratura.com.uy.  Dante, www.ladeliteratura.com.uy .Goethe,
Traduccion Lucrecio, D. José Marchena. Librería Hernando y Cía.; Madrid, 1918.  
Ilustraciones
Fotos de los autores reseñados con base a wikipédia e Imagen Google. Portarretrato de Dante, por Sandro Botticelli, retrato de Goethe, por Joseph Karl Stieler (1828).  
De rerun nature, portada,  www.ladeliteratura.com.uy  
El nacimiento de Venus, Sandro Botticelli
Comincia la Comedia, 1472
Dante and Beatrice ascend to the sphere of Mars.Creator: Doré, Gustave Date: c.1868 Medium: engraving Source: The vision of Purgatory and Paradise by Dante Alighieri (London and New York: Cassell, Petter, and Galpin [1868?]. Associated People:
The sparkling circles of the heavenly host. Creator: Doré, Gustave Date: c.1868 medium: engraving Source: The vision of Purgatory and Paradise by Dante Alighieri (London and New York: Cassell, Petter, and Galpin [1868?]. Associated People.
Dante y Beatriz,  Gustave Dore.
Entrada al infierno, canto III, William Blake, poeta y grabadista ingles
Portada de Fausto en arabesco y figuras,  Peter Cornelius 1811-1816, blog Odisea 2008, Ilustraciones del Fausto de Goethe
Noche de walpurgis, Fausto dirigido por Mefistófeles, Peter Cornelius, 1811-1816, Blog Odisea 2008, ilustraciones del Fausto de Goethe.   
Foto de George Santayana, 1936, Wikipedia  

Tres poetas hondureños: Merren, Rivas y Quesada. Post de Plaza de las palabras



En esta ocasión Plaza de las palabras, presenta una selección de tres poetas hondureños, todos miembros de la generación del 50. El primer poeta seleccionado es Nelson Merren, quien vivió buena parte de su vida en Nueva York. Publicó dos libros de poesía  “Calendario Negro” (1968), “Color Exilio” (1970) y “Mundo de cubos”, obra póstuma (2007). Su poesía es existencial, con un tono pesimista sobre la vida. Quizá una de sus características, es que escribió una poesía, sencilla, sin rebuscamientos, trasparente. Según Helen Umaña, en su obra critica sobre la poesía hondureña, “La Palabra Iluminada”, Merren fue un poeta de “ruptura”, y “es uno de los primeros poetas hondureños en los que se incorpora el pastiche. La práctica de la intertextualidad con intención sarcásticamente demoledora.” (1)

El segundo poeta seleccionado es Antonio José Rivas, un poeta que ha sido catalogado como hermético. Su principal obra es “La mitad de mi silencio” (1964). "Premio nacional de literatura Ramón Rosa". El "Premio Nacional Poeta metafísico", "Calavera de plata de Barcelona" en 1967, "Premio de Hispanidad de Barcelona" en 1968.  En vida publicó un solo libro de poesía: “La Mitad de mi silencio” (1964). Dejó dos libros inéditos, que se publicaron de forma póstuma: “El agua de la víspera” (1996) y “El interior de la sangre” (2002).

El tercer poeta es José Luis Quesada, poeta, cuentista, y pintor, tiene una obra más vasta. Ha sido acreedor de varios premios y reconocimientos nacionales e internacionales;  su obra entre otras, incluye,  “Porque no espero nunca más volver”. San José, Costa Rica. 1974  “Cuaderno de testimonios”. Tegucigalpa, Honduras. 1981 “La vida como una guerra”. San José, Costa Rica. 1982  “Sombra del blanco día”. Tegucigalpa, Honduras. 1987 “La memoria posible” [Antología Personal] Tegucigalpa, Honduras. 1986 Recientemente publico otro libro de poesía, “El mar a destiempo” (2016).  Su poesía es más elaborada  y pulcra. Refleja un horizonte más amplio en cuanto a la temática. Su poesía, como el mismo lo afirma,  es de un estilo entre “lirismo combinado con lo coloquial”, da suma importancia a la voz y tono en la poesía. “hay una enunciación, una voz, un tono” “y esa enunciación hala  el contenido” (2) Cabe destacar que poetas como Nelson Merren y José Luis  Quesada, son poetas que han sintonizado con las actuales generaciones de poetas jóvenes. Y que los dos formaron parte del grupo de poetas La  voz convocada.   




Nelson Merren
(1931-2007)

Los poemas seleccionados para Nelson Merren son “Pasando”, seguido de “Equinoccio”,  y el tercero  “Invocación” En el primero de manera muy elemental describe, amparándose en trazos de la ciudad de Nueva York, en lo que parece un recorrido visual, el deambular  por las calles, su estado existencial; que ha estado marcado por su sabor a exilio. Sin embargo no parece ser un poema nostálgico por un retorno, sino un exilio permanente, sin regreso. Más que a la condición geográfica es un exilio del alma. En Equinoccio, continúa como una especie de  observador pero ahora amparado bajo el manto de la noche, y aquí es necesario puntualizar que hay una similitud en varios poemas de Merren, País Nocturno, Mundo de cubos, Pasando, Equinoccio; todos poemas que se desarrollan en gran proporción por la noche, poemas nocturnos; y también que todos responde a la  perspectiva de un flâneur, un paseante solitario que recuerda el cuento de Poe “El hombre de las multitudes”. Pero que también es oportuno contextuarlo en sus poemas neoyorkinos, en el antecedente de “Poeta en Nueva York”, de Federico García Lorca, quien residió en entre 1929 y 1939 en dicha ciudad, aunque el libro fue publicado hasta en 1940.

Y es que hay varios vasos comunicantes entre Merren y García Lorca, así como también hay distancias y diferencias. Ambos son extranjeros y ven con ojos sorprendidos, el ámbito neoyorkino, ambos plantean sus poemas desde un el recorrido de un paseante, ambos parecen tener una afinidad con la muerte. Pero con diferentes grados de intensidad. Pero hay diferencias, en García Lorca hay una pasión con altibajos, en Merren hay un desapasionamiento, hasta sus gritos parecen ecos lejanos.. Los poemas de García Lorca, marcan de cerca la mirada, en Merren, su lejanía es casi impersonal. Sin embargo , ambos ven en el paisaje urbano  imágenes  que como un espejo revelan fogonazos de su ser. La mirada de García Lorca es más visible. Ambos en diferente grado traslucen la deshumanización de la era industrial, un dejo de anti capitalismo. Pero en García Lorca, también a su manera y cargando su pesimismo, poetiza colateralmente el vigor del alma americana. Para Gracia Lorca, los neoyorkinos le han dado la espalda a la naturaleza. Pero piensa como Whitman “Nueva York: humana y heroica”. A García Lorca le duele la opresión de los negros y marginados, en Merren su visión se teje en una telaraña de  escepticismo o nihilismo.

Los poemas de Merren busca más lo abstracto o genérico de las realidades, en García  Lorca, hay poemas a una niña, a un niño, al rey de Harlem, a una vaca. Finalmente, desde un uso del lenguaje, la imagen literaria, en García Lorca, es vigorosa e inédita. En Merren, hay una sencillez en su lenguaje poético, pero sobre todo; que no busca la imagen novedosa, ni va a la caza del asombro. La poesía de García Lorca, se vale en algunos de sus poemas del verso largo de Whitman y del surrealismo, la de Merren del verso corto y lacónico, casi sin respirar.  La poesía de Merren no es para deslumbrar, pero dentro de su lenguaje, logra los mismos resultados. Es una poesía en que el poeta  esconde su presencia, y apuesta su poesía a que deambule sola por las calles, que trasgrede la noche, que edifica una visión desde una mirada espontanea y de primera intención.  En Mundo de cubos, Merren dice “La noche se escurrió entre los cañones/y subió como una marea. /Del lado de Times Square/el cielo tiene un resplandor de cataclismo/rojizo, apocalíptico./Ondulantes multitudes pasean/bajo las brillantes marquesinas/muchachas con calcetines poetas barbudos judíos con fríos espejuelos/hombres de negocio, turistas, marineros./Muros y cubos, sólidas moles/concreto y ventanas./Pequeños cubos dentro de los cubos/de un color de ratón corriendo/con su florero y su lámpara de cama./Un hombre en camiseta fuma/y el humo va a dar a un nervioso/anuncio de neón que no conoce la paz (…)”.

Por su parte García Lorca en su poema Aurora, dice “La aurora de Nueva York tiene/cuatro columnas de cieno/y un huracán de negras palomas/que chapotean las aguas podridas/La aurora de nueva york gime/ por las inmensa escaleras/buscando entre las aristas/nardos de angustia dibujados/ (…)”. En su poema Ciudad sin sueño (Nocturno del Brooklyn Bridge)No duerme nadie por el cielo. Nadie. Nadie/No duerme nadie. /Las criaturas de la luna huelen y rondan sus cabañas. / Vendrán las iguanas vivas a morder a los hombres que no sueñan/y el que huye con el corazón roto encontrara por las esquinas/el increíble cocodrilo quieto bajo la tierna protesta de los astros (…)”.       

En Equinoccio, metáforas sacadas de un paisaje marítimo, en este poema Merren parece  hacer un recorrido imaginario y reflejar estados del alma, de acuerdo a lo que su imaginación poética va encontrando. Pero parada en seco, nos advierte categóricamente  “pues no he venido a tañer campanas/ ni  a apagar la lámpara de la mesa del miedo”, es decir no viene como héroe ni como avatar. No asume ningún riego más la de esquivar su propia sombra; y trasmutar poéticamente lo que su recorrido nocturno le va presentando; como si fuera una secuencia cinematográfica de imágenes marinas: animal  marino, poeta enmascarado  en el  imaginario de la noche, poeta noctambulo. Resulta emblemático que a Merren se le conoce como el “Lobo estepario” de la poesía hondureña. No parece preocuparle su integración a un grupo, a una tendencia poética, a una calle, a una  casa.  Su lenguaje trasparente lo delata  como un poeta por encima de las cosas y las banderías,  pero con todo un poeta que sufre y que está marcado por una “obsesión por los retos de la muerte”, y a quien hay que leer desde un a perspectiva de “ocultamiento y desocultamiento” (3). Pero que  en su poema Invocación, aspira a encontrar,  “una desnuda imagen de alegría”, aunque sea “desde un vórtice de espejos”.  

Pasando
Bajo altos edificios
en las aceras
en la algarabía de tomates y repollos
de los mercados
en los elevadores y tranvías
cruzando puentes
contestando a gritos
discutiendo a gritos
llorando a gritos
sintiendo en la garganta y en los sesos
el aguardiente de una cólera terrible,
leyendo diarios o revistas
en consultorios pintados de blanco,
por todos lados, a donde vaya
aquí, allá, siempre he tenido,
tengo en los ojos ante mí
ese color de cuernos negros,
tengo en la boca, siempre
ese sabor a exilio.
De Color de exilio (1970)



Equinoccio
La noche avanza desde la bahía
desvaneciendo plumas y bronces
la noche viene como un animal marino
y se hunde bajo la quilla de las goletas
veloz con altos muros de calma
la noche que tiene ajedreces azules.
El agua viaja hasta las rocas acorazadas
el cielo no va a ningún lado.
Pienso siempre estoy aquí
formando arriba polígonos a mí enojo
pues no he venido a teñir campañas
ni a apagar la lámpara en la mesa del miedo.
Amé sí a veces la fuerza el misterio
de un rostro barbudo
un perfil de muchacha
todo eso es una pequeña moneda.
Seguiré en esta noche de cáscaras doradas
hasta el último signo
hasta las llaves calientes.
Así también la vieron los grandes espinazos.
Tiempo, atroz piedra fija sin memoria de tiempo
y el agua negra quieta ignorada lo inmenso.
Solo una arista de ruido queda sobre las aguas.

Invocación
Mi noche es un jadeo que se alarga
como la voz de un naufrago,

y una estrella me sorbe las retinas
cegadas de ceniza.

Un cielo turbio me promete un cielo
de sombra sumergida

y un roció de cálida salmuera
me rodea los ojos.
Quiero mirar un ramo de azucenas
pero mis ojos fallan,

y siempre que hablo se despeña un aura
De pétalos amargos.

Quiero borrar las sombras apretadas
con mis manos de piedra

y mirar desde un vórtice de espejos
una desnuda imagen de alegría.





Antonio José Rivas
(1925-1995)

El  poeta es Antonio José Rivas, es considerado por la crítica como un poeta  hermético. El titulo de su único libro publicado en vida es “La mitad de mi silencio”, esto nos remite a dos posibles fuentes: una local, cuyo antecedente sea el poema de “El quinto silencio” de Alfonso Guillen Zelaya, un ensayista y poeta, como tal casi olvidado, salvo por su poema Lo Esencial;  y el otro a una fuente referencial más que cronológica, es  “hay un silencio antes dela palabra: y otro después de la  palabra, que es querer decir lo único que no se puede decir”,  de Octavio Paz. Aquí lo que se teje es que el silencio que  anuncia Rivas es solo una mitad, porque la otra parte es un silencio que es incomunicable. Lo vigoroso en Rivas es su propia conciencia del hecho. Este axioma por supuesto puede tener muchas aristas, pero es frecuente encontrar poetas o filósofos del lenguaje que nos advierten de la imposibilidad de que el lenguaje pueda describir la realidad total. Siempre hay algo más allá de las palabras, que no nos es dado aprehender. Esta imposibilidad de la palabra más que un decir, es un callar, lo que no se puede decir. Esta desconfianza en el lenguaje, como si la palabra per se ya no fuera capaz de decirnos algo más allá de su propio significante. En este entredicho entre palabra y silencio, el poeta queda a merced de la confusión o de la angustia, a veces del entendimiento. 
En nuestra época, la desconfianza hacia el lenguaje se hace más esencial en la posibilidad de que haya realidades para las cuales no existan  palabras. Pero también de que el poeta no puede actuar como un Dios, siempre habrá algo que esta más allá de la capacidad del poeta. Bachelard ofrece  otra pista cuando habla  de la imagen literaria. Citando a Keats A una urna griega, “Las melodías que se oyen son dulces/pero las que no oímos son mas dulces aún; / así, tiernos caramillos, tocad siempre, /no para el oído sensual, /sino, aún más seductores, /modulad para el espíritu, cantos silenciosos…” Es decir hay una realidad más allá que no nos es dada, solo podemos sugerirla, intuir destellos pero nunca abrazarla totalmente. Bachelard nos dice que “hay poetas silenciosos, silenciarios, poetas que en definitiva hacen callar primero un universo demasiado ruidoso, (…)  para él la poesía es verdaderamente el primer fenómeno del silencio. Deja, vivo, bajo las imágenes, el silencio que atiende. Construye el poema bajo el tiempo silencioso, sobre un tiempo al que nada martillea, que nada urge, al que nada ordena, sobre un tiempo dispuesto a todas las espiritualidades…, el tiempo de nuestra  libertad”.  (4)
Y aquí sobre esa espiritualidad, sacamos unas reflexiones de Paz Sobre el haiku, en que afirma que estos son en el fondo ejercicios espirituales. Y decimos esto porque, si bien no todos los poemas pueden ser entendidos en ese sentido, en los haiku, se pasa de la palabra al silencio, de la quietud a la irrupción, de la enunciación a la intensidad.  Pero en los poemas herméticos por su propia naturaleza; por ese gesto de silencio y de invisibilidad, por tocar la otredad;  y estar en un plano inaprensible, convierten al poeta al  elaborar el poema en un ejercicio  espiritual; pero también son un ejercicio espiritual para el lector. Y si en los poemas herméticos cabe, leerlos e interpretarlos como ejercicios espirituales; siempre estará  latente, la otredad.  
Pero también para Bachelard, “Hay imágenes literarias que nos envuelven en reflexiones indefinidas, silenciosas. Se advierte entonces; que un silencio de profundidad se incorpora a la imagen misma. Es preciso comprender que el principio del silencio en poesía, es un pensamiento oculto, un pensamiento secreto. En cuanto un pensamiento hábil para esconderse bajo sus imágenes, acecha en la sombra a un lector (…) La lectura empieza, la lectura soñadora. Buscando un pensamiento oculto bajo los sedimentos expresivos se desarrolla la geología del silencio” (5)   
Pero estas  son cosas/ cuyo nombre no es sonido ni silencio  O.de Milosz  (6)    
En esa perspectiva, Cioran: «Nos interesamos cada vez más [...] no en lo que el autor ha dicho sino en lo que hubiera querido decir, no en sus actos, sino en sus proyectos, menos en su obra real que en su obra ideada. Sin embargo,  en palabras de George Steiner, « [...] parece, en virtud de la perspicacia de Wittgenstein, no tanto un muro como una ventana» (7) .
En Ribas esto es un hecho, se le tilda de hermético. Y posiblemente así sea, aún con eso de clasificar a los poetas por corrientes o movimientos. Si los poetas metafísicos ingleses son tan difíciles de ubicar, y que  T.S.Elliot en su ensayo “Poetas metafísicos”, advertía la dificultad de  definir este termino,  y menos que poetas lo hacen y cuáles de sus poemas se podrían considerar metafísicos (8) Ya que no todos los poemas pueden ser de una sola pieza metafísicos o herméticos.
En ese tenor, hay que considerar aunque sea como contexto al poeta polaco Czeslaw Milosz, premio nobel 1981, quien declaraba “soy un poeta hermético, metafísico y religioso”. Decía “Dar caza a la volatilidad del mundo” En su poema Despertar, aquí un fragmento: “¿Por que me has sonreído en la gastada luz,/y por qué y cómo me has reconocido,/extraña muchachita de arcangélicos párpados,/de reidores, azulados, suspirantes párpados,/hiedra de noche estival sobre la luna de las piedras?/¿Y por qué y cómo, no habiendo jamás entrevisto/ni mi rostro ni mi duelo, ni la miseria/de los días, me has reconocido tan de pronto,/cálida, musical, brumosa, pálida, amada?/¿Por quién morir en la noche inmensa de tus/párpados?/Sin embargo, el día llueve sobre el vacío/absoluto./¿Qué palabras, qué músicas terriblemente caducas/se estremecen en mí con tu presencia irreal,/sombría paloma de los días lejanos, tibia, bella?/¿Qué músicas en eso se estremecen durante el/sueño?/¿Bajo cuáles frondas de soledumbre antiquísima,/en qué silencio, en qué melodía o en qué/voz de niño enfermo volver a encontrarte,/oh bella,/oh casta, oh música escuchada en el sueño?/Sin embargo, el día llueve sobre el vacío/absoluto”. Pero los poetas herméticos sea en el tiempo que escriban siempre serán  poetas para poetas. 
El poema seleccionado de Antonio José Rivas, es “Dispersión de los rostros”, en que el poeta Rivas juega con la idea de una búsqueda que puede ser de identidad o de origen. Y que en esa búsqueda encuentra el rostro en el rostro de un desconocido. “buscar el otro de uno en los  recodos/del tiempo: pese a fieros acomodos/se halla siempre en el de algún desconocido”. No se sabe si lo dice como lamento o como feliz hallazgo. La idea no es nueva porque es una preocupación que ha rondado la cabeza de otros poetas. Ya el poeta simbolista W.B.Yeats, en su poema “Antes de que el mundo fuera hecho”, escribía “Busco el rostro que tuve antes de que el mundo fuera hecho(9) Un zarpazo del tiempo y una multitud de rostros pablan el mundo, la diferencia que uno tiene acceso a esa multitud de rostros, pero también nuestro rostro forma parte de esa multitud de rostros. También hay en este poema en forma explicita el concepto del tiempo. Un tiempo que nos cambia cada hora, porque como fino reloj va cincelando un rostro cambiante. Nadie bebe dos veces agua en el mismo rio. Recuperar ese rostro, recuperar ese momento, “es la suma de todas las tristezas”. 




Hay otro aporte peculiar en ese poema de Rivas: la noción implícita de múltiples rostros. Si consideramos que el poema es de 1964; y aunque en ese tiempo ya había una vigorosa partida de medios de comunicación;  no habían llegado a la explosión exponencial de la actualidad, donde la imagen o el rostro se multiplican, en redes cibernéticas y artefactos;  los rostros dispersos, en que seguramente a veces nos vemos en el rostro de otro.

Dispersión de los rostros
Cada hora, tiene, si,  un rostro perdido.
El tuyo. El mío. El de Anabel. O el de todos
Juntos. Y muchos más de tantos modos
de ser. O de no ser. O de haber sido,

que resulta, en verdad, comprometido
buscar el otro de uno en los  recodos
del tiempo: pese a fieros acomodos
se halla siempre en el de algún desconocido.
Recuperarlo, entonces, es la suma
de  todas las tristezas. Es la bruma
de verse  en rostro antiguo-desde ahora-,

incorporando a tantos años menos.
Repitiendo murallas y venenos.
Repitiendo la muerte, aunque a  otra hora.






José Luis Quesada

(1947- )

De José Luis Quesada, hay tres poemas, el primero “El fuego”, donde el poeta en sus versos finales, se lamenta “Donde esta aquel  antiguo deslumbramiento”, y ese lamento  parece esa búsqueda también dada en Rivas por lo pasado, por lo que fuimos o quizá por una época pasada que no sabemos si es inmediata o muy remota. Ese estado de mundo primitivo en que se fue por única vez original.  Pero también hay una exclamación en donde está aquel  deslumbramiento, aquella sorpresa, aquel asombro. Y es que la vida moderna, no nos da tiempo de meditar; todo pasa tan rápido, que ya no hay espacio para el asombro decía el filósofo Karel Kocis. Aquella capacidad que era la materia prima de los filósofos: el asombro. Entonces si ya no hay asombro, deslumbramiento; y en que la razón parece perdida, desfocalizada, incapaz de allanar las verdades esenciales; entonces  la poesía vuela; y como señalaba el poeta León Leiva Gallardo, “La razón miente más que la poesía”(10), por lo que en  lugar de la razón, le toca “al león azul de la poesía, salir  a cazar estrellas”.
El segundo poema es “El cuarto”,  en el que desde el primer verso nos anuncia “Me gusta este cuarto porque nada contiene diferente a mi” y unos versos más adelante, nos dice “Durante muchos años lo forje para mirarme  en el  rostro de él”, transposición de un cuarto a su propia imagen, una especie de espejo donde habitan los recuerdos y las cosas. Y donde solo él se ve porque no quiere perder la memoria de las cosas ni su identidad. Es un rostro construido de la memoria posible. Siempre a la mano, no necesita más cosas solo la memoria que lo perpetué. El tercer poema aunque solo un corto fragmento, en el que se retoma  el tema de las mascaras y el rostro, aquí es un tema de amor. El poeta Quesada, en el capitulo II,  dice , “Su sombra se parece a mi rostro”,   luego en la parte final Capitulo XXIII,  comienza con una  cita a W.B.Yeats, del poema “Las Mascaras” , aquí el estado de las cosas es otro, las mascaras como ocultamiento, en el amor  uno es lo que parece y otro el ser real que hay detrás de esa mascara, pero al final en el poema de Yeats, el amor da igual porque, “Que importa en tanto exista/ El fuego en ti  y en mi(11) En el poeta Quesada  “Su sombra se parece a mi rostro”, mucho mas adelante y ya al final dice :“Era fiel esta  mascara/Los huecos de sus ojos a veces se llenaban de ternura”.



El Fuego

La poesía, león azulado,
sale a cazar estrellas.

El cielo duerme, cubierto de cadenas,
cierra los ojos para morir.

Las estrellas no aluzan el lindero,
por donde el leñador regresaba al hogar.

El lago ya no ofrece el alimento de los astros,
la chispeante leche del firmamento.

¿Dónde está aquel antiguo deslumbramiento?
¿No hay fuego ya en el pecho de los hombres?


El Cuarto
Me gusta este cuarto porque nada contiene
diferente de mí.
Podría ser mejor, pero así lo hice;
durante años lo forjé como un rostro
para mirarme en él.
Amor, no perfección, encontraréis aquí.
Las cosas que lo habitan
poseen la confianza de la naturaleza.
No son muchas o pocas, existen solamente.
Austeridad y paz me ganaron también,
quizás para que no me distraiga
del resplandor de mis sentidos:
los sentidos en selva de objetos
se fruncen y se nublan.
El uso es la humanidad de las cosas.
Por el uso se vuelven una segunda piel.
Lo que se colecciona por vanidad
o se junta en exceso
vida no tiene, yace muerto,
como perla en el puño del avaro.
La mañana del cuarto debe ser clara,
con los objetos necesarios,
a modo de que no se interpongan
entre el sol y nosotros.


Fragmentos
II
Su sombra se parece a mi rostro.
Su carne, no la mía, es mi carne.
Quisiera imaginarme como fui.
Recrear un episodio de la infancia
o de la juventud,
igual que antes, cuando la memoria
me acompañaba sin desconfianza.
Los recuerdos, ahora, ella los domina.
Son el paraíso donde trabajo por nada todo el día
o merodeo sin nacer.
Son la poza prohibida.
La luna que corta las manos con su hoja de afeitar.
Quiero olvidar y recordarme
antes de ella, en mí.
XXIII
La máscara fue lo que atrajo tu mente
y luego puso tu pecho a palpitar,
no lo que hay tras ella.
W. B. Yeats
Amé una máscara, y tal vez debí amarla hasta el final.
Tal como era, me quiso ¿Podía acaso tolerar otra forma?
Era fiel esta máscara.
Los huecos de sus ojos a veces se llenaban de ternura.
Sombra del blanco día (1987)





Bibliografía
Poemas (selección) Antonio José Rivas No.4, AMDC. Honduras
William B.Yeats, Antología poética. Selecciones Austral Espasa –Calpe, Introduccion, seleccion y traduccion de E.Caracciolo Trejo. 1984.
Gastón Bachelard, El aire y los sueños. Brevarios, FCE.2002.
Federico García Lorca, Antología poética. Losada Dirección y selección de Ernesto Sábato, 1998

WEB
CONSIDERACIONES EN TORNO AL SILENCIO Y LA PALABRA Rosa M.A. Mateu Serra (PDF)
EL POEMA COMO EJERCICIO ESPIRITUAL OCTAVIO PAZ Y EL HAIKÚ (PDF)

Notas bibliográficas
1. Citada en Calendario Negro, Gustavo Campos, 23 de noviembre de 2008. LitArt
2. La poesía es una forma de matar el tiempo. Entrevista a José Luis Quesada, Diario La Prensa., 15 agosto 2013.
3. Nelson  Merren, (ensayo)  Segisfredo Infante, discurso de  incorporación a la Academia Hondureña de la lengua. 14 de septiembre de 2010
4. Gastón Bachelard, El aire y los sueños. Brevarios, FCE, 2002, 304pp. 
5.  Ídem, pp309
6. Ídem, 312pp
7. CONSIDERACIONES EN TORNO AL SILENCIOY LA PALABRA, Rosa M.A. Mateu Serra
8.  Poetas metafísicos, un término acuñado por Samuel Johnson, que aglutino a  un grupo de poetas ingleses que incluyo entre otros, a Donne, Marvall, Cowley. Cuya poesía abordaba los temas del tiempo, Dios, la muerte y el amor. Por lo general fueron marginados por mucho tiempo  hasta que el critico y poeta T.S.Elliot reivindicó este tipo de poesía.   
9. Del poema “Antes que el mundo fuera hecho”, W.B.Yeats, Selección de poemas, Austral Espasa Calpe, 1984,202pp.
10. Poesía: Deriva 21 julio, 2015  León Leiva Gallardo: “la razón miente más que la poesía” por  Salvador Madrid, Blog Deriva. 
11. Idem,W.B.Yeats, Selección de poemas, Austral Espasa Calpe, 1984,202pp. poema Mascaras, 62pp. 

Poesías
Antonio José, Rivas. Poemas selectos .AMDC, WEB Antología Mundial de poesías,  Torre Trunca, Poetas de Grado Cero, Nelson Merren Antología Mínima.    

Traducciones 
Cita dePoemas de W.B.Yeats "Antes de que el mundo fuera hecho", "Las mascaras" , por  E.Caracciolo Trejo. Poema Despertar de Czeslaw Milosz, por  Lyzandro Z. D. Galtier

Crédito de las ilustraciones por orden de aparición
Poetas reseñados Nelson Merren, Torre Trunca. Antonio José Rivas, pintura de Mario Castillo, colección UNAH. José Luis Quesada, Diario El heraldo.
Nueva York, Google imagen
Las fuerzas de una calle, 1911, Umberto Boccione, pintor futurista italiano
El enigma dela hora, 1911, Giorgio de Chirico, pintor metafísico  italiano
Visiones simultaneas, 1911, Umberto Boccione, pintor futurista italiano
Noche estrellada, Vincent Van Gogh,1889. pintor impresiones holandés 
Los misterios del horizonte, 1955,  René Magritte, pintor surrealista belga