Lectura : El Último Lenca Mario A. Membreño Cedillo



PRIMERA PARTE  A MANERA PERIODÍSTICA


I. La vastedad de la noche.

            Seguramente que este hecho no fue noticia en 1925. Quizá lo habría sido, si hubiesen existido los sistemas de comunicaciones actúales. Posiblemente, el hecho pasó tan desapercibido como la caída de las hojas de un tamarindo o como el correr de las aguas de un rio; que se desliza sobre su cauce, sin que nadie repare en ello. Para el último lenca, sea quien fuere, aquello trascurrió casi como una historia secreta. Sin ningún oponente, sin testigos oculares, sin las vicisitudes de los hechos políticos de la época. Revestido de la pequeñez de un acto cotidiano ante la vastedad del universo.
Se abrieron las venas del espejo, y el espejo rasgo su reflejo. En la quietud de la noche, la indiferencia se alimenta y crece como la hierva en el campo, o como la yedra que asciende, y expande sus ramas por la superficie vertical de un muro gris. Poco a poco, se entreteje un sistema, innominado cual leviatán, que proyecta sus garras desde el pasado y amenaza abrazar el futuro. Aquello ha de haber sido como la sensación que tiene un parroquiano, que da la vuelta a un parque; y se percata de improvisto que solo él está ahí. Quietud que evoca la escena de una pintura de Giorgio de Chirico: cielo, arboles, plazas desiertas y bancas de cemento.
Entrevemos a ese solitario lenca, con aquella enorme carga de ser el último que habla correctamente su lengua. Depositario de lo más sagrado y distintivo de un pueblo y sin ningún recurso, ni nada por hacer. ¿Qué pensaría aquel lenca?¿En qué cañadas y desfiladeros  quedo grabado su potente voz? ¿Qué del rumor de las aguas de las quebradas y arroyos que arrastraron los indecibles sortilegios de su lengua?
                                                                      
II. Las posibilidades de lo irrevocable
Podríamos imaginarnos los titulares delos diarios” Lengua Lenca se extingue mientras las nubes pasan imperturbables” O la lengua lenca desaparece al filo de la noche O sin novedad en el frente, lengua lenca se extingue a la vuelta de una esquina. O quizá un encabezado más de moda. Desaparece ultimo lenca, se nombrara comisión investigadora. O un titular paseado por las aguas del realismo mágico. Ultimo Lenca se convierte en tecolote y vuela sobre Tegucigalpa. O quizá un titular en donde se vislumbre el limite, fin
Y comienzo. Y evoque lo impensable, lo finito Y por ende un principio, El ultimo Lenca. A todo esto solo habría de añadirse, que la noticia no es reciente., no es de este año, ni siquiera de la última década. Situándonos en un horizonte temporal, podríamos afirmar que el ultimo hablante Lenca, que hablo su lengua fue en lo hizo en 1925.La fecha podría ser rebatida por una concienzuda investigación. Así que la fijamos a manera de hipótesis (Benigno Larin V. de Larde) Sea el año 1925 o el año 1926 o en la década de los 20s .Ocurre el acto en el silencio dela noche o al caer de la tarde., en un pueblo como Guajiquiro, La Campa o Yaramanguila. O quizá en el recodo del rio  o al pie dela montaña. Desconocemos el nombre de este último Lenca. El nombre es solo una mascara. El acto fue la creación de un símbolo. Los hechos los presumimos. Su nombre es ignoto. Pero bien pudo haberse llamado, Catarino Rivas, o Guadalupe Corea, o Calixto Vásquez, o quizá, y por que no. María Méndez. Y así al amparo de un nombre incierto, bajo la fachada del ligero movimiento de las nubes y bajo el resguardo de las sombras de las montañas y los altos arboles, se tejió la historia desconocida de lo irrevocable.  

III. El bosque tras de la colina
Toma molde y adquiere rostro la verdad. Y se impone y busca su rostro en los resquicios de la realidad. El hecho concreto es que la lengua lenca dejo de existir como lengua viva. Su supervivencia se mantiene en los sustratos lingüísticos del castellano. Los lingüistas han levantado listados de palabras de origen Lenca. Membreño, A. (1897 (Chapman, 1965, Herranz (1983) .La lengua Lenca se encuentra en estado de desaparición (Adams, 1957). Es una lengua moribunda, (Herranz, 1990). Algunos lingüistas la incluyen entre las lenguas muertas (Campbell, Kaufmann, Smith-Stark) Investigaciones realizadas a los principios de los 80sseñalaban que en los departamentos de Lempira, Intibucá y La Paz  no se encontraron hablantes lencas. (Salgado Joya, 1981). Los lencas como pueblo lingüístico prácticamente no existen, pese a que fueron el pueblo mas extendido al arribo delos Españoles. Ellos se encontraban diseminados en la región central, principalmente en los actuales departamentos de La paz, Intibucá y Lempira, gran parte de Comayagua, Valle  y Francisco Morazán. (Chapman, 1985). Según los lingüistas los lencas han perdido su continuum territorial y su idioma. (West, 1978.) Pese a ello conservan ciertas costumbres, rituales y ceremonias (Travieso, 1989, Herranz ,1990).

IV. Una ventana abierta
Queda abierto el jardín a la explanada del conocimiento. Como una ventana abierta de par en par  en la casa dela colina. Así el pintor en su lienzo, capta , interpreta y refleja el paisaje Recogiéndolo de su entorno y conjugándolo en formas, líneas y profundidad. Pequeño jardín del cual puede surgir una obra de arte o una caricatura. Asciende el conocimiento sobre lo que el alma intuye. Trascendiendo lo cotidiano y lo instituido. De tal forma que toda teoría del conocimiento existe para ser rebasada .En tanto aspiramos a domar esa realidad  tan arisca como la delos sueños ¿Hubo una realidad Lenca ?Y ese paisaje urbano delos barrios marginales? ¿Y los pobres que nos vendrán del futuro?

VI. Los tres círculos de la tierra

El cerró sus puños, puso sus manos sobre sus rodillas y estiro a lo largo sus piernas, tocando con los talones de sus pies el suelo. Se inclinó hacia adelante, alargó su brazo diestro y con sus dedos dibujo tres círculos en el suelo que olía a tierra y universo.

1. El primer círculo
Presentimos a ese último lenca, en un primer círculo interno. Arrastrando desde la fundación del mundo. Un mundo mítico de  costumbres ancestrales, de Eguagan y nubes. Una visión transportada de generación en generación, casi como un sueño colectivo. Estructuras forjadas en derredor del fogón, cocinadas a fuego lento y arrullado por sonidos de música. Sus propios pensamientos crecen como yedra por los ladrillos de su alma. Su lenguaje ancestral, germinaba en los campos de su conciencia, y acaba en el terreno fértil de la imaginación y se extinguía con su propia vida. Lo que le pertenecía, sus límites y sus inquietudes, transitaban por los caminos y desfiladeros de un tiempo inmóvil y absoluto. Su hábitat: montañas y ríos, explanadas y colinas, olor a tierra mojada, maíz y guayabas. Rodeando del verde de la montaña  y el ruido del agua.

2. El segundo círculo
A la distancia un segundo circulo: La Honduras rural de 1925. En aquel entonces en que las distancias eran distancias y la idea de infinitud era lo cercano, lo accesible, lo alcanzable a la vista. El límite de lo pensable, lo definía la puerta de la casa y las paredes de adobe. Y lo impensable yacía más allá de los linderos de la conciencia. Sus caminos eran largas y sinuosas veredas de piedra y polvo. Los pueblos parecían un globo inmóvil. Perduraban sostenido por un hilo de sosiego en un tiempo que trascurría con la parsimonia del paso de las nubes. Pueblos atrapados entre mañanas matinales y tardes que caían como hojas secas. Visiones intemporales como los paisajes de una tarjeta postal. Las plazas eran pequeños universos; principio y fin de todo movimiento. Las líneas de las calles sugerían un sentido de orden y en los contornos de las iglesias se vislumbraban los perfiles de la eternidad. En derredor suyo y lejano a su idiosincrasia la sociedad de 1925: Vicente Tosta y Miguel Paz Barahona, las acostumbradas luchas dela política vernácula La Honduras recién salida dela guerra civil de 1924. La Honduras rural, aislada y limitada  por una geografía que conspiraba contra ella La Honduras agrícola delas bananos, las fruteras y la huelga  dela Lima. Para ese esntonce3s había trascurrido 77 años dela muerte de Francisco Morazán  y Paulino Valladares era diputado al congreso nacional. Pablo Zelaya Sierra vivía en España y exponía sus obras en Paris. Rafael Heridoro Valle quien vivía en México, cumplía un año mas de la edad de Cristo, 34 años. Y Honduras, bajo la egida de Dionisio de Herrera y José Cecilio del Valle,  alcanzaba 104 años de haber obtenido su independencia.

3. El tercer círculo
Y aún más lejano un tercer circulo: el ámbito externo. 1925: Muere Sun Yat Sen, fundador de la Republica China. Hindeburg es electo Presidente de Alemania. Francis C. Scott publica El Gran Gastby. En forma póstuma, es editado el proceso de Kafka. Y Hemingway quien vive en Paris y sueña con leones en la playa, publica In Our Time. Pablo Picasso termina su pintura: Tres bailarinas y Marc Chagall pinta: The Drinking Green Pig. El cineasta ruso Eisenstein filma El acorazado Potemkim y Charles Chaplin actúa en The Gold Rush. El Jazz estilo Chicago invade Europa y el Charleston se pone de moda. El inventor escocés John Long Baird trasmite por T.V. los primeros rasgos reconocibles de rostros humanos. Gustav Hertz gana el Premio Nobel de Física por su descubrimiento de las leyes que rigen el impacto de un electrón en un átomo. Y Jordán y Bohr y Heinsenberg desarrollan la mecánica cuántica.


SEGUNDA PARTE A MANERA LITERARIA

V. Los personajes de la noche

1. ELLOS
Ellos eran dos lencas que estaban en la cocina de una casa. Uno era un hombre y la otra una mujer. La casa estaba al pie de la montaña. Era de noche, y en la cocina había un fogón encendido y ellos permanecían en actitud de espera. El hombre era viejo y lucía cansado. La  mujer era joven. Después de guardar silencio por un rato, el viejo murmuró algo. El viejo hablaba en lenca y movía con pesadez sus manos que parecían de piedra. El tono de su voz era dulce y sus palabras eran flechas salidas del arco de su boca. Y luego, miró al techo que se alzaba sobre su cabeza; y que traslucía por sus hendiduras, el punto nítido de las estrellas,  pedazos de cielo y el abrigo de la piel  negra de la noche.  
2. ELLA
Ella estaba acuclillada, su cabeza descansada contra la pared y sus piernas eran colinas, contra su pecho. Por  sobre el fogón ella alzó su mirada  a la ventana abierta;  por la cual se avistaba, inmóvil, el paisaje. Los contornos negros de las montañas, contrastaban con una negrura más profunda. El rumor del agua corría por el arroyo y adormecía el silencio. Y su musicalidad ascendía en olas a los astros luminosos, que eran islas reposando en un océano de quietud, el silencio aprisiono sus labios. Luego, se abrieron como los pétalos de una flor; y de su boca irrumpieron palabras lencas, que volaron sobre el campo como una bandada uniforme de pájaros. La noche envolvió cada palabra con el manto de su largueza, las sembró en los jardines ancestrales  de su morada  y ella las  regó con la ternura de una mirada eterna
3. Él

Entonces, el viejo erguió su espalda y su sombra ascendió como un árbol que brota, contra la pared blanca de la cocina. Al mover sus manos extendía sus dedos y su sombra en la pared parecía arboles en vuelo. Su voz reposada cayó como la sombra de una montaña. Y se deslizo entra las bocanadas del viento como un pez que se escurre  sobre las aguas de un rio. El poderío de sus palabras eran flechas  salidas del arco de su boca. Lenguaje cadencioso  ascendiendo en ondas musicales hacia los astros luminosos, que parecían islas reposando  en un océano de quietud. 





**Primera Parte a manera periodística. Fuente: 100 Reflexiones sobre el pasado, presente y futuro de Honduras (Ensayo). Algunas de esas reflexiones (20 reflexiones), fueron publicadas en el diario  El Heraldo, en la sección PAGINA DIEZ, 18,19 y 20 de octubre de 1993. ***Segunda Parte A Manera Literaria, fragmento de cuento escrito  (1998). 

Crédito de las ilustraciones Plaza de las palabras