Paisaje cristalino Estilo: Arte Abstracto, Período: Bauhaus
Género: pintura abstracta Media: acuarela, cartón Dimensiones: 42 x 33,3 cm,
1929
Plaza de las
palabras en su sección Grandes
pintores del siglo XX, presenta al pintor Paul Klee, (Münchenbuchsee,
Suiza; 18 de diciembre de 1879 - Muralto, Suiza; 29 de junio de 1940), nacido en Suiza, de madre suiza y padre
alemán, por lo que termino tomando la
nacionalidad alemana, pintor polifacético y como todos los vanguardistas con un
itinerario que almacena varias tendencias pictóricas, cuyo estilo varía entre el surrealismo, el
expresionismo y la abstracción, y con una mirada tímida al fauvismo y al cubismo.
Pero cuyo corolario, sin
importar la tendencia fue su asociación
fructífera y misteriosa con el poderío invencible del color. Paul Klee fue un
pintor que llamo la atención y se gano, entre muchos otros, la
mirada atenta de artistas e intelectuales tan heterogéneos, como Vassily Kandinsky, Antonin Artaud, Mauricio
Marleau-Ponty, Walter Benjamín, Martin Heidegger, Erich Maria Rilke y Herman
Hesse. Para esta entrada el post está dividido en dos secciones, la Primera
parte, Paul Klee: Los sonidos del
color, y la Segunda parte Paul Klee: Los sonidos del color, selección
de textos y comentarios. Anexo 15 ilustraciones, en que se analizan con base a textos críticos algunos
de los núcleos pictóricos más notables de la obras de Klee.
PRIMERA PARTE
Paul Klee: Los sonidos del color
Mario A. Membreno Cedillo
« El arte no existe para reproducir lo
visible,
sino para hacer visible, lo que esta mas allá
del mundo.»
Paul Klee
«Yo y el color somos uno.»
Paul Klee
1. Paul Klee la iniciación musical
Para el arte, la
pintura, la música o la poesía parecen ser acompañante de ciertas mentes
privilegiadas, pensemos en mentes ambidiestras (comprometidos que practicaros o
llegaron a conocer formalmente dos o
mas artes): James Joyce, Herman Hesse, Erich Maria Rilke, Thomas
Mann, Marcel Proust. Por su parte, «Paul Klee nació en el seno de una familia
de músicos. Su padre músico de profesión estudió canto, piano, órgano y violín
en el Conservatorio de Stuttgart, donde conoció a su futura esposa, Ida Frick.
Paul Klee desde niño fue desarrollando su talento musical. A la edad de 7 años,
ya tomaba clases de violín y a los 11 participaba en presentaciones musicales.» (1)
En sus primeros años, y al seguir los deseos de sus
padres, Klee se enfocó en sus estudios musicales; pero a medida que crecía se
decantaba más por las artes visuales, creía Klee que en el campo de la pintura podría
encontrar mayor creatividad que en el campo de la música «No me pareció especialmente atractiva la idea de ir a la música de
forma creativa en vista del declive en la historia de la música». (2) Como músico, prefería la música
clásica tradicional de los siglos XVIII y XIX. Entre otros, J.S.Bach,
Beethoven, Mozart, Brahms, Cesar Franck. Sin embargo, Klee antes de los veinte
años se decidió por la pintura, una de sus primeras obras, —a los 17 años—, es
un dibujo a tinta china de su habitación. Pero originalmente no aspiraba ser un
pintor serio, lo que quería como adolescente era llegar
a ser un gran dibujante de comic. Con
el tiempo llegaría a ilustrar el Cándido de Voltaire. En toda su obra pictórica
se podrán encontrar y apreciar las influencias temáticas y hasta teóricas de
sus estudios musicales. Es sabido que solía solazarse tocando algo de música —tocar
y no simplemente oir—, y seguramente el instrumento que tocaba era el
violín, y solo después pasaba ejercitar su arte pictórico.
Timbalero, Fundación Paul
Klee, 1940
No obstante, tampoco es una novedad en un
territorio culturalmente rico, encontrar
con cierta frecuencia, artistas volcados no solo a un arte, sino a varios
géneros artísticos.
«Casi todos los
pintores expresionistas son apasionados de la música y muchos de ellos tocan
algún instrumento. Varias veces, a lo largo de sus carreras subrayan las
afinidades entre sus creaciones y las composiciones musicales y afirman su
deseo de utilizar los colores del mismo modo que los compositores se sirven de
las notas. Su modelo por excelencia es la dodecafonía, el particular método
compositivo establecido por Schonberg entre 1910 y 1911, en el Tratado de la armonía, y desarrollado por sus alumnos Berg y Webern.» (3)
No obstante, cabe apuntar la salvedad en la relación entre
la música y la pintura abstracta, el
apunte de Michel Seuphor, en que cita fragmentos de un programa de una
exposición realizada en Paris a finales de 1925, que reunió 87 pintores
vanguardistas y una muestra de 241 obras. Expositores entre los cuales estuvo Paul
Klee:
«Los
músicos ya no anhelan sentirse obligados a imitar los sonidos de la naturaleza,
en lugar de eso arreglan los sonidos inherentes a la música misma. El tipo de
pintura mostrada aquí no concibe la pintura como un punto intermediario, entre
la naturaleza y el observador. Mas que eso intenta actuar directamente sobre la
sensibilidad, y por lo tanto en nuestra mente por virtud únicamente de las
formas y colores. La
fotografía por otra parte, es tal una intermediaria, así como es el mas viejo
tipo de pintura. Sin embargo, una fuga de Bach, aunque el canto del ruiseñor el
cual Beethoven imito en la Sinfonía
Pastoral, si lo es. Las pinturas presentadas aquí raramente son concebidas
como una interpretación, pero más a menudo como arreglos cuyo efecto deriva
desde su interna organización. ¿Cual es el proceso de esta nueva técnica?
Librar el arte del peso de la realidad. La cual es esencialmente anti lirica.
La humanidad necesita un escape de la realidad. Estos artistas comparten la concepción
de la pintura de Poussin, cuyo último objetivo: Dar delectación. Sus pinturas
son afines a los modernos poemas-aunque
su lenguaje es uno de formas y colores.-cuyo único objetivo, como el de la
música moderna, es la expresión del lirismo, la realización del sueño. » (4)
Pero sobre la temática pictórica de Klee seria injusto
dejarla en algo meramente musical. En su riqueza cuantitativa fue un pintor
prolifero, que llego a pintar, valiéndose del dibujo, acuarelas, oleos, grabados,
más de 9000 obras. De ahí que su riqueza textual y transversal, adelanta y explora también otras temáticas que corren desde su serie de
cuadros y dibujos de ángeles, se detiene en sus obras pictóricas con un
contenido urbanístico: las ciudades. Prosigue con su irrenunciable tráfico con
la naturaleza (animal y vegetal); hasta sus propuestas figurativas socio-culturales,
o sus aproximaciones abstractas que tocan los lindes de una cosmogonía.
2. Viaje desde el centro de la habitación
A Klee los viajes le sirvieron de aprendizaje y maduración
de su arte pictórico. Su primer viaje mental fue aprender a tocar el violín,
luego le seguirá el descubrimiento de
actitud y aptitud al dibujar su cuarto. Ese fue su segundo viaje, luego le
sigue Viajo a Italia donde se familiarizo con el arte de la antigüedad clásica, y seguramente
también le impresionaron las altas obras del renacimiento. Prosigue su
itinerario con la cabalgata en El jinete
azul, mas adelante emprende el viaje a Túnez, y finalmente se detiene en la
estancia académica y artística de Bauhaus, y por que no aquel otro viaje imaginario en
que el novelista Herman Hesse, incluye a Klee en una peregrinación hacia oriente.
Curioso ensamblaje este, Klee suizo de nacimiento que se nacionaliza alemán y
Hesse alemán que se nacionaliza suizo, ambos coinciden huyendo de los nazis y
hacen de suiza su patria definitiva. Hesse en su juventud tuvo interés en la
pintura y término siendo novelista, Klee pasó de músico a pintor.
1. El circulo del Blaue Reiter
«En 1911
Vasili Kandinski y Franz Marc fundaron en Múnich un grupo de artistas vinculado
al expresionismo. Blaue Reiter, o El Jinete Azul, 1903, nombre de un cuadro de Vassily
Kandinsky. Aunque Paul Klee no era oficialmente miembro de esta asociación,
pero aun así se sentía muy unido al círculo de artistas que la integraban y
participó en varias de sus exposiciones. Entre los miembros del Blaue Reiter,
como se llamaba el grupo, se contaban August Macke, Gabriele Münter y Marianne
von Werefkin. Todos compartían un interés por el arte gótico y primitivo y por
los movimientos modernos del fauvismo y el cubismo. Secuelas institucionales
que dejarían huella en Klee.» (5)
2. El descubrimiento de la luz y el color en Túnez
Visión de Kairouan, 1914
En 1914 Klee, escoltado por un par de pintores Louis
Moilliet y August Macko, visitó Túnez y quedó impresionado con la calidad de la
luz del lugar. Cuenta Klee en su Diario:
«Los colores más
suaves no hacen daño. No Son de una claridad que hace daño, como en nuestro
país (…) verde-amarillo-terracota.
Kairuan y su entorno se convirtieron en el punto más
destacado del viaje, en el estimulo visual que Klee resumió en las siguientes frases: “Maravilloso
viaje por una naturaleza cada vez más desértica (…). El color me posee. No
tengo que buscarlo. Me tiene para siempre, lo sé. Este es el sentido de esta
hora feliz: yo y el color somos uno. Soy pintor» (6)
3. Bauhaus: la cátedra definitiva
La Escuela del Bauhaus, fue un centro artístico
cultural, creado por el arquitecto Walter Gropius, que reunía una pléyade de
artistas e intelectuales, con el fin de homogenizar y desarrollar las
diferentes expresiones artísticas de la época. Paul Klee fue profesor de dicha
escuela, imparte la clase de Teoría del color y la composición y como tal se nutrió de esa comunidad de inteligencia
artística, beneficiándose particularmente de la amistad con el pintor Kandinsky,
quien también era profesor del Bauhaus. Escuela
que anticipo aquella otra escuela semejante pero orientada a las ciencias
sociales: la Escuela de Frankfurt (Entre
otros, integrada por Adorno, Benjamin, Habermas, Althusser).
Ahí en el Bauhaus Kandinsky influye en Klee:
«Lo lleva
a una particular geometría del espacio y a una reconsideración radical de las
relaciones entre los elementos intelectuales y emotivo de sus creaciones. El
rigor con que organiza el espacio pictórico y la distribución de las líneas no
quita valor poético a sus composiciones, a menuda caracterizadas por un leve
lirismo.» (7)
Pero también Klee influye en Kandinsky:
«Es mucho mas
probable que Kandinsky fuese influenciado por Klee, con quien el tuvo una
estrecha amistad. La poética y la cosmología de Klee están muy claramente reflejadas en muchas de
las obras del periodo Bauhaus de
Kandinsky.» (8)
Klee deja de pertenecer a la academia con el ascenso del nazismo, y porque estos calificaron su arte de «arte degenerado», como muchos
intelectuales y artistas alemanes, Thomas Mann, Walter Benjamin, Herman Hesse, E.
Bloch; Klee huye de Alemania y se refugia en suiza. No obstante, su periodo en Bauhaus, fue enormemente
productivo envuelto en una textura surtida en experiencias, y gran parte de su obra la realiza ahí; bajo la influencia con arquitectos,
escultores, pintores y músicos, relación que le permitió profundizar en sus
teorías pictóricas y sus estudios sobre el color y la línea arquitectónica.
4. El viaje a oriente de Paul Klee
El viaje a
oriente, (1932), novela de Herman Hesse,
un peregrinaje imaginario o mental en que reúne y participan diferentes
personajes históricos y contemporáneos, reales o ficcionales, todos integrantes de una hipotética sociedad mística que
apostaba por el crecimiento espiritual en comunidad. Y que integraban Platón,
Mozart, Pitágoras, Paul Klee, Don Quijote de la Mancha, El Gato con Botas,
Tristram Shandy, Baudelaire, Goldmundo (de la obra anteriormente escrita por
Hesse Narciso y Goldmundo), el artista Klingsor (de la obra de Hesse, llamada
El Último verano de Klingsor), y el balsero Vasudeva (de la obra de Hesse,
llamada Siddhartha). Si hubo una cruzada de los niños, también ha de haber
habido una cruzada de los sabios de todos los tiempos. Siempre al oriente, a buscar la «Verdad
definitiva», o aquella trascripción hecha pregunta cuando se les pregunta como
preguntaba Novalis: ¿Adonde van? y ellos respondían, como respondía Novalis:
siempre a casa.
3. Las avenidas principales y los caminos secundarios
«Paul Klee abrazo las influencias de varios artistas y movimientos pictóricos,
entre otros: Edvard Munch, Robert Delaunay, Franz Marc, y de una corriente como
el Expresionismo. A su vez Klee ha tenido su cuota de peso influyendo en el
Surrealismo, Expresionismo Abstracto, y en artistas como Karl Otto Götz,
Nasreen Mohamedi, Dieter Roth.» (9)
También incursiono en el fauvismo y cubismo. No
obstante, Klee se adhiere totalmente a
esos movimientos pictóricos. Tal y como muchos pintores, Klee, recogió lo mejor a
su alcance y formo su propia visión del mundo. Del fauvismo seguramente tomo
algo del color suave y mate, casi poético, que después paso a un tono más
intenso y formal: menos poético y más novelesco.
Y del cubismo algo tomo de las formas. A
ambas corrientes, les miro pero nunca se comprometió con ellas; sobretodo por que trató de mantenerse en una visión
independiente, misma que acabo
perfeccionando cuando descubrió el color en Túnez y ahondo en el estudio de la
línea en Bauhaus. De ahí en adelante no
hubo ismos sino colorismo lineal, pero siempre acompañado de un estudio y
observación seria, solvente y
experimental sobre las formas y el
color.
Avenidas principales y
caminos secundarios. Estilo: Arte Abstracto, Período: Bauhaus,Género: pintura
abstracta, 1929
4. La arquitectura de la verdad natural
En estos felices cruces debemos hacer notar que Klee
también fue un gran admirador de la obra
de Cèzanne, pese a sus orientaciones
expresivas muy diferentes. Ambos pintores, a veces tienen un territorio
fronterizo, y otras veces se trasponen.
No es ninguna casualidad, que varios críticos y artistas relacionen a
ambos pintores: Marleau-Ponty, Martin Heidegger, Erich María Rilke. En especial
Marleau-Ponty, ojo crítico y estupendo observador analítico, los une
y en su obra El ojo y el espíritu, les
dedica una buena parte de comentarios
críticos, señala:
«Por lo que
tantos pintores han dicho que las Cosas los miran, y André Marchand siguiendo a
Klee: “En un bosque he sentido muchas veces que no era yo quien miraba el
bosque. Ciertos días he sentido que eran Ina Arbolea la que me miraban, que me
hablaban.... Yo estaba allí, escuchando... Creó que el pintor debe ser
traspasado por el universo y no querer traspasarlo? Espero estar interiormente
sumergido, amortajado. Quizá pinto para surgir”» (10) Una vez Klee llego afirmar que «el arte atraviesa todas las
cosas».
Así que estableceremos una ruta paralela a fin de
ponderar a Klee a través de Cézanne., pero sin perder de vista la arquitectura
ontológica desde la que se sitúa Marleau-Ponty. Porque esa observación de que
los arboles me observan, no es más que un reconocimiento del mundo natural, la «verdad
natural» que Cézanne buscaba en sus
modelos pictóricos cuando enfrentaba a la naturaleza. De esa «verdad
natura»l, lo real natural, de Cézanne, y que también vio Klee, ya no al seguir el
modelo natural, sino en el horizonte múltiple y heterogéneo de los modelos
abstractos de la intuición
creadora. Y no importa desde que estilo pictórico
se vea o se pinten las cosas, sino desde
que visión espiritual se observan y se interpretan las cosas. ¿Qué buscaba
Klee?, pintor genético y oriundo del reino musical, y que de repente se
encuentra con el color: los sonidos del color. Porque el color también tiene un
lenguaje, los impresionistas lo asociaran a
la retina, Cézanne deja eso y lo matricula con la forma, Klee reencuentra eso mismo y lo
privilegia en el color. Acaso un lenguaje. ¿Puede haber un lenguaje del
color? Un intento aunque oscuro y
misterioso lo encontró Rimbaud en su famoso poema Las vocales.
5. Cruce de caminos en la profundidad
Si Cézanne creía que una «verdad natural» habitaba en las rocas y en la naturaleza
delas cosas. Klee creía encontrar en la
armonía de los colores una naturaleza interior. Así el observador ajeno, desde
la distancia cree ver algo que se mueve por ahí en los paisajes de Cèzanne; y
por igual también cree oír algo en los acordes de los colores de Cézanne. Si
Cézanne es la sugerencia del movimiento del viento, Klee es la insinuación del
silbido (o del canto) del viento. Klee esta más cerca de articular una palabra
(de volverla poética). Cézanne calla porque a él nunca le intereso hablar.
Cézanne es más ensimismado que Klee. Klee es un pintor extrovertido pero más en
Clave Bien Temperado (para usar un
término de Bach); es decir con un temperamento que aunque rico supo equilibrar
el ímpetu de sus emociones con la reflexión de su intelecto. Sus intuiciones
con su magisterio de profesor. La explosión cromática del color y la frialdad
reposada y cortante de la línea. Y por eso está
un paso más cerca del abordaje
del lenguaje del mundo. La mirada de
Cézanne es exterior, aspira a penetrar lo interior del mundo. La mirada
de Klee intenta salir, liberarse de las cadenas del mundo y de lo
superficial. Cézanne funde el color en las formas, Klee rescata el color
por las líneas. Cézanne «piensa
pintura», Klee piensa color, pero no un color mudo, sino un
color cargado con los estandartes invictos de las significancias, y auxiliado
por el motor poderoso de las líneas. Si Cézanne intenta abrir la puerta del
castillo interior y entrar; Klee intenta salir de castillo interior. En algún
punto y en algún instante ellos en la profundidad de su mundo creado se han
de haber visto de frente. Ambos, Cézanne y
Klee, se encuentran como hermanos de una
misma estirpe de hombres geniales, pero sobretodo seguros de su búsqueda. Ambos
se unen y seguramente se encuentran en la profundidad del Ser.
El equilibrista, (Seiltänzer),
Estilo: Expresionismo, Período: Bauhaus
Género: escena de género,
1923
6. La Clave Bien Temperada (11)
Pero Klee es un pintor con el temperamento más
controlado, que el temperamental Cèzanne o el díscolo Rimbaud. Klee armado de
una formación musical, serena y más profunda. Sus pinturas sugieren
posibilidades, otros mundos fronterizos, pero también indican: reposo y
contemplación, y eso lo logra con la
gradación cromática y la selección de colores, y el saber combinar el
magisterio de la línea. Pero también Klee incursiona, sin zambullirse en las
profundidades en las filosofías
orientales, y ese toqueteo no es nada nuevo, ya que muchos pintores
vanguardistas aprendieron del arte oriental: Japón, china, la india, oriente
medio; la franja subsahariana y hasta de las culturas y pueblo africanos. Solo
pensemos en el mismo Cézanne, Matisse o Picasso. Esto no es exclusivo de lo pintores, también
los intelectuales se acercan a oriente, pensemos en Herman Hesse o Carl Gustav
Jung, ambos muy atentos a las culturas orientales y muy vinculados
territorialmente a la patria mater suiza. Muchos de los cuadros de
Klee están llenos de un color lirico,
sugieren esencias poéticas, pero también revelan filones de verdades interiores,
o describen o insinúan espasmos de un
mundo en transición hacia una metafísica de lo real. Paul Klee es un pintor que intenta tocar
música con el color, pero tampoco abusa del color si este no esta cargado de una significación del
ser o un ordenamiento del mundo.
7. Los sonidos del color
Sonido antiguo abstracto en
negro, Estilo: Arte Abstracto Género: pintura abstracta, 1925
Paul Klee, al igual que Matisse son pintores que
apostaron por el color. Así en su diario, (y lo volvemos a citar), Klee escribió: «El
color me posee, (…) el color y yo somos una sola cosa.» Esa devoción al color, rebasa
el simple impresionismo por el color decorativo, para Klee el color era el
protagonista principal de la película, el insoslayable color algo muy propio de
su sistema y muy propio de su visión. Llego a
estudiarlo y escribir sobre él. Sin embargo, el color como recurso
técnico no fue un fin, sino un medio. Se
valió de la luz y las sombras, de lo
intenso del color y la degradación del mismo. Tenía una gran sensibilidad sobre
la paleta del color y de su manejo
espacial. Por el color Klee tocó a
la puerta de la interioridad de las cosas, se podría pensar que toda su
obra esta habitada de intuiciones liricas, y que la intuición desempeña una parte de su visión, pero
también: fraternizo intelectualmente con el color; es decir, dio una paso a la apropiación de su lenguaje, y supo,
también por mediación de sus pertrechos musicales, intuir el color no solo como
un lenguaje visual, sino como un lenguaje musical: poético y lirico. Se vale también de signos y de símbolos. Sabe como incorporarlos
y como usarlos o desarrollarlos en el espacio del lienzo. Y por medio del estudio de la línea arquitectónica
dotarlo de profundidad. De la línea
decía que era «un punto que se mueve».
«A lo largo de su vida, Paul Klee usó el color de
maneras variadas y únicas, y mantuvo con él una relación que progresó con el
tiempo. Para un artista que amaba tanto la naturaleza parece algo extraño que
en sus comienzos Klee despreciara el color, creyendo que no era sino una
decoración. Con el tiempo Klee cambió de
idea y llegó a manipular el color con una enorme precisión y pasión, hasta tal
punto que terminó enseñando teoría del color y de su mezcla en la Escuela de la
Bauhaus. Esta progresión, por sí misma, es de gran importancia porque le
permitió escribir sobre el color con una mirada única entre sus contemporáneos.»
(12)
8. Los colores invisibles
Keats en su poema Oda a una urna
griega, en su apertura de la segunda estrofa arriesga los siguientes versos:
Son hermosas las canciones escuchadas, pero las no
escuchadas,
Son aun más dulces;
sigan tocando, suaves flautas,
No los cantos al sensual oído, sino las más queridas
para el espíritu,
Toquen flautas los cantos inaudibles, los aun no
escuchados. (13)
Martin Heidegger, ese discípulo aventajado de Husserl, al comentar el
problema del lenguaje, decía sobre el sonido que no era ni silencio ni era
lenguaje
«Siempre lo audible de la
voz como también lo visible y decible se refieren finalmente con “lo
inaudible”, “lo invisible”, “lo indecible” (en la expresión). En relación a la
anotación de la primera afirmación de Klee en “Confesión creadora”: “El arte no
reproduce lo visible, sino hace visible”, Heidegger escribe: “¿Qué? Lo
invisible, y ¿de dónde y cómo esto determina? Pero ahora lenguaje está pensado
como “decir”. Decir como la palabra fundamental en “De camino al lenguaje” se
refiere al silencio: “Decir: visión y voz del silencio”. Esta voz del silencio
así pensada no era ni “sonido”, ni “lenguaje” (…). Heidegger relaciona la “voz
del silencio” (decir) con el “temple” de las pinturas de Klee, un temple que
“deja ver”.» (14)
Pero también podríamos agregar «deja oír». Y aun más, aun en esta
transición de «dejar ver», en este caso el color o la interpretación del color,
podríamos razonar con Keats, son hermosos los colores vistos, pero aun más son
los colores aun no vistos. Es pues una apropiación transitoria del color y del
oír. Ese momento es fugaz pero puede ser suficiente para atisbar en esa
profundidad que la obra detenta y sugiere. Y que Paul Klee, por su «temple»,
(para usar el término de Heidegger), ese temperamento barroco de igual
temperamento, (para usar el término de Bach): Klee no solo deja ver sino que también intenta deja oír.
La separación de la tarde (Scheidung
Abends) Estilo: Arte Abstracto, Período: Bauhaus Género: pintura abstracta
Media: acuarela colección privada.Dimensiones: 23,5 x 33,5 cm, 1922
9. La juntura de
los dos reinos
Si Cézanne quería pintar el
«instante del mundo», Klee quería
pintar el instante genésico del color del mundo, había una comunión
entre ambos. Sin embargo ese color de Klee, no es decorativo, ni para que el
cuadro sea más «impresionista». El color en Klee más que un detentador de la belleza en si, potencia el poder revelador de
la significación y las insinuaciones.
Si Cèzanne busco siempre la profundidad, esa «vida real», naturaleza que el decía estaba en el interior;
Klee por medio del color también
aspiraba reflejar esa profundidad. Para Klee la pintura no imita lo visible,
sino lo vuelve visible. En eso se da
un apretón de manos con el poeta Erich María Rilke. De tal manera que todo tiene una correspondencia ante la mirada,
ya sea como sostiene Marleau-Ponty, al seguir a Cézanne:
Decía
Marleau-Ponty, al citar a Cézanne, «que
el color es el lugar en que nuestro cerebro y el universo se juntan, en ese
admirable lenguaje de artesano del Ser
que a Klee le gustaba citar.» (15)
Hay entre
Klee y Cèzanne un vinculo no en su temática ni su estilo, sino en esa
articulación de buscar algo mas: quizá la profundidad. «Yo pienso que Cézanne ha buscado la
profundidad toda su vida», dice Giacometti1, y agregaba Robert Delaunay: «La
profundidad es la nueva inspiración.» (16)
Klee sostenía
que con n ojo se veía y con el otro se sentía. Si bien por el ojo y la
reflexión se llega a la conclusión que siempre habrá una carencia, que todo
cuadro nunca podrá llegar a la expresión total, y esa simple reflexión
posibilita la creencia que aun hay mas. Si técnicamente, la perspectiva no
puede brindar la solución total a la profundidad, a ese espacio, es porque
quiere imitar la vida. Pero el cuadro o la pintura lo único que nos devuelve es
una posibilidad de esa profundidad. La verdadera profundidad estará siempre en
la mirada nativa del pintor o en la mirada atenta del observador ajeno.
10. La línea del sueño lirico
No podemos ahondar este remanso paralelo, sin hacer
mención que ese anhelo de búsqueda de Cèzanne le llevo a encontrar las perspectivas múltiples; mientras que a
Klee desde un carácter menos temperamental y brioso; en sentido contario, avanzo al incorporar la
línea como posibilidad de profundidad. Al respecto, Marleau Ponty, dice:
« En relación con el trazado toda inflexión que siga tendrá valor diacrítico, será una relación
de la línea consigo misma formara una aventura, una historia, un sentido de la línea.
Según ella decline más o menos rápidamente,
más o menos sutilmente. » (17)
Ad Parnassum, Estilo: Expresionismo, Período: Late Works
Género: paisaje urbano
Media: óleo, canvas, Kunstmuseum Bern, Bern, Switzerland Dimensiones: 126 x 100
cm, 1932
Aquí la línea
pasa de algo mecánico, del trazo de una mano, adquirir una dimensión de
profundidad, de narración. La línea nos está
contando algo o configura un espacio que
nos quiere decir algo o que de pronto va a decir algo. Quizá al final solo sea un balbuceo pictórico. En ese sentido
el valor plástico adquiere la dimensión de texto. Klee la convierte en un recurso expresivo, en
un molde que responde a un lenguaje que «torna visible» ese acontecimiento subterráneo. Refiriéndose a la línea, continúa Marleau-Ponty:
«No se trata de liberarla sino de hacer que reviva su poder
constituyente, y es sin contradicción alguna que se la ve reaparecer triunfante
en pintores: como Klee y Matisse que como nadie creyeron en el color. Pues de aquí
en adelante, según la frase de Klee, ella no imita mas lo visible, ella “torna
visible”, ella purifica una génesis de
las cosas.[Tal vez nunca antes de Klee-Se había dejado soñar una línea. M. El
comienzo del trazado establece, instala cierto nivel o modo de lo lineal,
cierta manera para la línea de ser y de hacerse línea, “de ir siendo línea”» (18)
Decía Klee, quizá al pensar de un flaneur del color y
la línea, al describir su estilo con sus propias palabras como: «Taking a line for a “walk”.» (19)
11. Un epitafio inaprensible
A los 37 años Klee, en su diario había escrito esto: «Yo
soy inapresable en la inmanencia».Dicha frase le sirvió de epitafio en su tumba.
Y nos recuerda aquel otro epitafio también inaprensible, del poeta romántico ingles John Keats: Aquí yace un hombre cuyo nombre fue escrito
con agua.
Pirámides de agua, colección privada, 1924
En ese gesto de
inapresable inmanencia con que algunos
de los cuadros de Klee se pueden leer como un texto que reflejan o intentan
expresar que algo anda por ahí; y que si
bien pueden ser destellos de la inmanencia, como tales no pueden ser totalmente
atrapados. No obstante, están ahí para sugerir algo. Podemos verlos pero no
tocarlos, porque sino se vuelven evanescentes. Al cromatismo del arco iris
podemos verlo pero nunca alcanzar su origen. Las intuiciones fugaces de Klee
son como el viento, podemos oír acordes de
su canto pero nunca atrapar al viento. (Eso
nos recuerda el intento de los poetas surrealista por atrapar al astuto y fugaz
zorro azul).
Por eso Klee escribía: «En este mundo nadie me puede asir pues resido tanto entre los muertos
como entre los que no han nacido. Un poco más cerca del corazón de la creación
que lo que se estila, y no obstante tan lejos aun.»
12. Un epílogo ambidiestro
Para ver los cuadros de Klee más allá de lo
exclusivamente visible, hay que tener además de una vista muy atenta, un oído también muy atento: Ver para escuchar o Escuchar para
ver.
El saltador.
Gift of LK Klee-Museum. Bern. Suiza, 1930
Notas bibliográficas
1.Wikipedia, entrada
Paul Klee
2. Ídem, wikipedia
3. Gabriele Crepaldi, Art Book Expresionistas,
Electa Bolsillo, traducción Víctor Gallego, 2002, p.64
4 Seuphor,
Michel, Abstract Paiting, Dell A
Laurel Edition, 1967, p.92
5. ídem.,
wikipedia
6.Norbert Wolf, Pintura Paisajista, Taschen, p. 82
7. Ob.,cit Gabriele
Crepaldi, 2002, p.54-55
8. Seuphor, Michel, Abstract Painting, Dell A Laurel Edition, 1967,
p.92
9. Wikiart.com
10. Maurice,
Marleau-Ponty. El ojo y el espíritu, Edit. Paidos, 1986, traducción Jorge
Romero Brest, p.19, PDF
11. Clave Bien Temperado obra de J.S.Bach,
en que explora las combinaciones de la tonalidad, si bien la riqueza tonal es
exuberante, no se guía por la emoción sino por un sistema interno de orden, que
si bien puede parecer arbitrario una vez elegido agota todas las combinaciones
a esa lógica a la que somete toda la obra. Klee equilibra emociones y
conocimiento y aunque pueda exhibir cierta
exuberancia y hasta felices intuiciones, toda su obra esta sometida y
controlada por una lógica interna que le viene de los concienzudos estudios del
sistema cromático y de la dimensión
lineal y espacial.
12. Ob.cit.,
Wikipedia
13. La traducción es nuestra pero es
literal, no literaria. El fragmento
original en ingles es, Ode on a Grecian Urn (…) II Heard melodies are sweet, but there unheard/Are sweeter; therefore ye
soft pipes, play on/Not to the sensual ear, but, more endear'd,/Pipe to the
spirit ditties of no tone (…).
14. Günter Seubold, Las notas sobre Klee heredadas de
Heidegger, Heideggers nachgelassene Klee-Notizen, Por: Günter Seubold, Dr.
phil. habil. Universität Bonn, Alemania, Trad. Beatriz Bernal y Trad.
Margitta Freund, 2013, PDF
15. Ídem., Maurice,
Marleau-Ponty, p.51
16. Ídem., Maurice, Marleau-Ponty, p.49
17. Ídem., Maurice, Marleau-Ponty,p. 56
18. Ídem., Maurice, Marleau-Ponty,p.56
19. La
traducción: «Tomando una línea para un paseo», en Helen Lagdon, Art Museum Guide, The
Simon and Shuster Pocket, p. 169.
Crédito
Ilustraciones
Paul Klee Wikiart.com
PAUL
KLEE: EL PINTOR DEL COLOR, pinturas a todo color, I MilArt, Granada, 2016.