Cuadro de portada de Laura Isabel Calix Vindel.
Libro
Ariana y la burbuja
Un escritor en busca de
las formas. Comentarios
a manera de reseña critica del libro de cuentos de J. Álvaro Calix Rodríguez.
Presentación
en Librería José Trinidad Reyes, 5 p.m. en UNAH, 17 de julio 2014
Reseña
por M.A. Membreño Cedillo
A quienes se empeñan en romper la burbuja.
Epígrafe del libro
Epígrafe del libro
I
En búsqueda del autor
J.
Álvaro Calix Rodríguez, es un escritor hondureño, ha publicado dos libros de
cuentos: La Plaza de los poetas,
(2006, editorial Satyagraha Ediciones, Honduras) y Ariana y la burbuja (2014, Ebook Amazon, ahora también publicado en
versión dura). Sus cuentos han sido publicados en varios medios de difusión
nacional e internacional. En Honduras ha obtenido dos Premios literarios en la
rama de cuento: Grupo Ideas (1989),
y Juegos Florales Santa Rosa de
Copán (2008).
De
Álvaro Calix, sé que es un buen lector de Carver, Chejov, y también le gustan los cuentos naturalistas de Jack London. Y
además ha leído a Paul Auster, Cortázar, entre muchos otros grandes escritores.
Lo cual resulta saludable, porque todo escritor tiene influencias, algunas más
obvias y otras más ocultas. Sin influencias, referentes o paradigmas, es muy difícil
crecer como escritor. Gabriel García Márquez, reconoció la influencia
benefactora del novelista Willian Faulkner, a quien definía como su gran
maestro, y por ahí más de algún crítico
dijo que de no haber existido Walt Whitman, la poesía de Neruda no hubiera
llegado a la riqueza temática y densidad que logró.
Y
Octavio Paz, deudor de la enorme
influencia de los surrealistas franceses. En fin los ejemplos abundan, y eso recuerda la famosa frase del científico Roger Bacón, “si llegue tan lejos es porque iba en hombros de
gigantes”. Ya Horacio Quiroga, gran
cuentista uruguayo había aconsejado en su famoso Decálogo del cuentista perfecto: “Cree en un maestro —Poe,
Maupassant, Kipling, Chejov— como en Dios mismo”. Por demás agregar que Álvaro
Calix también es un serio y buen lector de libros de crítica y técnica literaria, especialmente en el campo de la
cuentistica. Disposición mental saludable, robusta y constructiva; porque nadie
nace escritor, el escritor se hace.
II
En búsqueda del libro
El
libro tiene 14 cuentos, 78 páginas, y aproximadamente 27,000 palabras. En
cuanto a la temática, la mayoría del libro esta en el ámbito de relatos del
realismo cotidiano o urbano, (9 de los 14 cuentos), 2 cuentos en el ámbito del
misterio o lo absurdo (Camino al espejo /7.1 escala dual), 2
cuentos en un ámbito rural (Dos mundos/Nada se esconde), y un solo cuento en el terreno de lo
netamente de realismo mágico, ambientado también en el área rural: Mutis.
El
libro en general esta narrado con un buen lenguaje, directo, sin exceso de adornos.
Por supuesto hay cuentos, mejor logrados que otros; y también cuentos de mayor
interés que otros. En ese contexto, cuando se advierte la temática, la más
dominante, es la de cuentos en el ámbito de la cotidianidad urbana; pero aún en eso, hay subcategorias, (amor, recuerdos de la infancia o la juventud, temas
de la vida diaria, cuentos de realismo
social, quizá algunos quizás con algún rasgo autobiográfico, y cuentos de amor
o fantásticas).
En
cuanto al uso de la narración en primera o tercera persona, hay 5 cuentos en primera persona, y 9 narrados en tercera
persona, uno de ellos mixto con trazos en 1 persona y 3 usted (cortocircuito).
No hay ningún cuento narrado en segunda persona (tú), ni en primera del plural
(nosotros). El cuento de inicio y de
final son los apropiados, porque son buenos cuentos y están bien equilibrados
El titulo del libro es muy evocativo y muy bien elegido. En general todos los
títulos son coherentes y bien
seleccionados.
III.
En búsqueda de los contextos
En búsqueda de los contextos
Si
bien Álvaro Calix tiene varias influencias, y la temática de sus cuentos es
variada, si se advierte una preocupación, reflejada en su lenguaje y la manera
de contar sus cuentos, en el minimalismo o realismo sucio. De ahí que
trataremos de precisar algunas ideas, al respecto. En los cuentos de Álvaro
Calix, se advierte una intención consiente o inconsciente por tomar algunos
rasgos de la narrativa minimalista. En fin casi todos los escritores podrían
tener algo de minimalista; si tomamos en cuenta, que en un cuento hay que ser
breve, que no se pueden desarrollar los personajes y que además, el género del
cuento exige concisión. Sin embargo el minimalismo es un a buena orientación en
muchos escritores, el mismo Chejov, en un sentido general podría ser catalogado,
varios de sus cuentos tienen rasgos o tendencias minimalistas. La concisión de las
narraciones de E. Hemingway, va por el estilo.
Y
viene a la mente, hablando de minimalismos extremos, los experimentos
narrativos de Robbe Grillet y su búsqueda por un lenguaje objetivo, desprovisto
de todo sentimiento, algo que el escritor Ernesto Sábato, le critico en su
libro: Los fantasmas del escritor. Sin
embargo no todo el prontuario minimalista, se le puede adosar a Álvaro Calix: lo
de la eliminación de los valores, la critica social, la ideología, si están presentes
en los cuentos de Álvaro Calix: Si bien tampoco
pueden ser etiquetados de cuentos políticos o contestarios. Andan más cerca de
una preocupación humana, ética colectiva o individual.
A manera
de adentrarnos en ese mundo minimalista, aquí algunas ideas:
Nociones elementales del minimalismo literario
Roberto Echeto presenta.
El relato minimalista se caracteriza por:
1)
Parquedad de lenguaje.
2)
Uso casi telegráfico de los signos de puntuación.
3)
Pocas acciones. Pocos personajes.
4)
Finales abiertos.
5)
Impresionismo literario (vale más la impresión que el relato íntegro).
El relato minimalista cuestiona la definición clásica según la cual... «todo
relato es la dinamización literaria de un deseo».
Fuente:
Roberto Echeto
Al
respecto del minimalismo y la influencia de Carver, Echeto, R, afirma en su
ensayo RAYMOND CARVER Y EL MINIMALISMO:
“Raymond Carver
(1939-1988) es uno de los cuentistas estadounidenses más destacados de la
década de 1980. Si bien su primer volumen, Will
You Please Be Quiet, Please? es de 1977, el resto de su producción
corresponde a la década señalada. Su nombre es asociado con el minimalismo
literario. Según el diccionario de términos literarios de Oxford University
Press), el minimalismo es un estilo o efecto literario basado en la restricción
de los contenidos al mínimo de elementos necesarios. Se caracteriza por el
carácter despojado, austero, de vocabulario y situación, una reticencia rayana
en el silencio. El ejemplo extremo es la obra Breath, de Samuel Becket, de
1969, que no tiene personajes ni palabras (…) Carver produce una literatura
descarnada, reductiva, donde lo descartado, lo omitido, cobra tanta
importancia, o mayor importancia, que lo que se decide incluir”.
IV.
En búsqueda de las formas
En búsqueda de las formas
De
una u otra forma en Ariana y la Burbuja, se produce una doble vertiente, quizás
menos obvia que la temática o los fondos morales que el autor deja plasmada en
su narrativa. La primera vertiente, toca
al manejo de un contexto cotidiano, cuentos que tratan sobre lo común y
corriente, estampas a lo Chejov. Una segunda
vertiente se orienta en un uso llano de la palabra, nada de adornos,
resabios estilísticos, sin truco de palabras. El autor no cae en esa tentación.
Su estilo es directo, sin ínfulas de docto, de una u otra manera ha encontrado
su propia voz y su propio tono y ritmo. Apunta, como un horizonte a ese
minimalismo de los cuentos de Carver. Pero no es un minimalismo absoluto, sino un
minimalismo en el uso del lenguaje y la fabricación ficcional de las tramas y
las escenas. Por supuesto etapa en perfeccionamiento. En fin el minimalismo no
es un fin en si mismo, sino un medio de encontrar un estilo, una manera de
contar las historias, una modo de concentrarse en la cosa en si. Positivo estas orientaciones, tanto el manejo de la densidad en la trama y la economía del lenguaje.
Y aquí por razones de pertinencia y oportunidad,
cabe señalar un buen consejo para los
escritores:
Dice Carver “La
definición que da V.S. Pritcher del cuento como “algo vislumbrado con el
rabillo del ojo”, otorga a la mirada
furtiva categoría de integrante del cuento. Primero es la mirada. Luego esa mirada
ilumina un instante susceptible de ser narrado. Y de ahí se derivan las
consecuencias y significados. Por ello deberá el cuentista sopesar
detenidamente cada una de sus miradas y
valores en su propio poder descriptivo. Así podrá aplicar su inteligencia, y su
lenguaje literario (su talento), al propio sentido de la proporción, de la
medida de las cosas: cómo son y cómo las ve el escritor; de qué manera
diferente a las de los más las contempla. Ello precisa de un lenguaje claro y
concreto; de un lenguaje para la descripción viva y en detalle que arroje la
luz más necesaria al cuento que ofrecemos al lector. Esos detalles requieren,
para concretarse y alcanzar un significado, un lenguaje preciso, el más preciso
que pueda hallarse. Las palabras serán todo lo precisas que necesite un tono
más llano, pues así podrán contener algo. Lo cual significa que, usadas
correctamente, pueden hacer sonar todas las notas, manifestar todos los
registros”.
V.
En busquedad de la atmosfera
En busquedad de la atmosfera
Atmosfera;
lenguaje preciso, descripciones eficaces
Por ejemplo en Postal de ausencia, describe el
ambiente:
“El
rio es siempre increíble en su anchura, como un océano interior; termina
siempre empequeñeciéndonos, tragándonos en su delta, hasta que, como un
espejismo, aparece la otra orilla, la de la ciudad modesta y bulliciosa, (p.6).
En Cabeza de Jaguar describe un cadáver tirado en la cuneta:
En la cuneta, se ha encharcado la
sangre. Zumba una nube de moscas arremolinada sobre el
cadáver. La gente ignora el bulto y sigue su camino. Es un día más agitado que
de costumbre, pagan el aguinaldo. Con megáfonos y grandes carteles, las tiendas
anuncian descuentos, (p8).
En El sobre para describir un
ascensor dice:
“Por
fin, entre suspiros, el artefacto cayó como un bólido en la planta baja. Cesó
el traqueteo, la puerta se abrió. Solo bajaba Gladis, con un pañuelo secándose
los ojos” (p.13).
En uno de los cuentos
mejor logrados, excelente cuento, Camino al espejo. Describe a un
personaje misterioso:
“La mujer, vestido y sombrero blanco, calza
sandalias de cuero y más parece una predicadora dominical” (p.18).
En Ecuación perfecta, describe un café, así:
“En
la acera, frente al cafetín, me detengo, echo un vistazo hacia adentro, el
perfil de los rostros, los carteles con trozos de poemas, la fotografía de
Hesse. Interno la mirada en el pasillo, los minutos grabados de la breve
conversación con Andrés, escucho todavía los ecos de la música; a un tiempo,
las voces de los clientes, que como susurros, desembocan en un hilo sonoro al
pie de la avenida” (p. 40).
En el cuento, que da
titulo al libro, Ariana y la burbuja,
describe el ambiente en un nudo de tráfico:
”Del
hogar a la oficina me separaba un largo tramo, entre filas apretadas de carros.
Manejaba siempre con los vidrios hasta arriba, bajo la atmósfera del aire
acondicionado, aislado del ruido y del contacto con los demás, en un larguísimo
puente encajado dentro de una vitrina”, (p.75).
En
general podemos afirmar, que todo el libro esta plagado de buenas descripciones
y ambientes precisos. No hay un abuso en el uso de las palabras. Todo ello
contribuye a la fluidez de las narraciones y a la consistencia narrativa.
VI.
En búsqueda de los personajes
En búsqueda de los personajes
Si bien Chejov en sus relatos
cortos recrea atmosferas que atrapan al lector, y su discípula Katherine Mansfield,
le da más vida a los personajes: Mansfield “compone sus historias como pequeñas
ráfagas de realidad, en las que en torno a anécdotas cotidianas muy pequeñas,
recrea el universo entero de unos personajes. Se dirá que esto es lo que hace
cualquier buen cuentista. Y es cierto. Solo que ella fue,
probablemente, la primera que lo hizo en inglés. Cuentos como “Garden
Party”, “El alma moderna”, “El extraño” o (uno de mis preferidos) “La mosca” son hoy de referencia para cualquiera que se
interese en cómo se cuentan los grandes temas desde lo más breve y,
aparentemente, leve.”
En
ese contexto, dicotomía de atmosfera y personajes, los cuentos de Álvaro Calix,
recrean personajes comunes, nadie destaca por un heroísmo, o un alter ego.
Quizá el personaje de Que Obús,
aspira a un idílico heroísmo o una
especie de antihéroe. En Algo se esconde
es una sublimación del héroe, pero incluso en esos personajes, hay más duda que
convicción. Son personajes humanos, muy humanos. Creemos, en definitiva que en sus
cuentos, Álvaro Calix, apunta a un equilibrio entre la atmosfera y el
desarrollo de los personajes. En cuanto a la atmosferas, si bien en algunos de sus
cuentos hay descripciones, tampoco abusa de ellas, en la mayoría sus atmosferas
son mesuradas, no desvían al lector hacia otro lugar u interrumpen lo lúdico. Las atmosferas no
pretenden comerse o marginalizar a los personajes, los cuales sea dicho de
paso, también son sobrios. Destacan más unos que otros. No parecen ser
personajes aspirando al virtuosismo, y salvo en los cuentos Que Obús, Algo se esconde, Lección ejemplar, en que los personajes asumen un mensaje
hacia el virtuosismo.
Sus
personajes son gente común y corriente: deportistas, un taxista, un empleado
publico, un comerciante, un vendedor o detective, estudiantes colegiales, el
abuelo-tía, un cantante famoso, una pareja de enamorados, alguien que regresa a
su tierra nativa, etc. Llama la atención que muchos de los personajes son presentados
en primera persona, en algunos no sabemos ni quienes son o como se llaman. En Escala dual, apenas nos damos cuenta,
por una llamada telefónica que el personaje principal es el Señor Camacho. En Cortocircuito, nunca sabemos quien es el
personaje en primera persona. Personajes minimalistas, de muchos de sus
personajes, tenemos ideas por lo que hacen o dicen o piensan. Pero no hay una
introducción formal del personaje. En otros cuentos si la hay, por ejemplo
Fran, en el cuento Que obús, o Andrés
o cuatrojos en el cuento Ecuación
perfecta. En ambos personajes hay un conflicto ético, más consiente y
pronunciado en Fran.
VII.
En búsqueda de los contenido de los cuentos
En búsqueda de los contenido de los cuentos
No
es el objetivo de esta reseña elaborar una crítica de cada uno de los cuentos,
pero si hacer algunas observaciones u aproximaciones a algunos de los cuentos
de este libro.
En
Postal para la Ausencia. Una muy buena apertura y un muy
buen cuento. Se produce un buen equilibrio entre el desarrollo de la trama y la
descripción de los paisajes ribereños. Un lenguaje muy controlado. No hay
exageraciones, ni exabruptos. El final calza con el contenido. Cuento de
referencia Eveline, James Joyce En Cabeza de jaguar. El personaje, Libio, resulta simpático y convincente, todas escenas son creíbles. El personaje tiene más la actitud
de un detective que de un vendedor de enciclopedias. En Camino al espejo. Excelente cuento. Uno
de los, más sorprendentes. Muy dosificado, los personajes son muy creíbles. El
personaje de la Señora con sombrero y vestida de blanca se roba el show.
Personaje bien delineado, convincente y
sobrio. Cuentos de referencias. The killers, E. Hemingway. Segunda vez, Cortázar, y La casa los deseos
de Kipling.
En Disciplina ejemplar. Cuento
interesante: una versión nueva del cuento Algo
ha sucedido de Dino Buzzati. En ese cuento de Buzzati, un tipo va en el tren y comienza a suceder cosas raras.
El cuento termina en que nunca se sabe lo que pasaba o pasó. Recurso técnico también utilizado por una
escritora hondureña, María Eugenia Ramos, “Cuando
se llevaron la noche”, de su libro de cuentos Una cierta Nostalgia, pasa algo similar. Uno nunca sabe qué paso. En el
cuento Disciplina ejemplar,
sencillamente la explicación es que es domingo. Muy buena solución al problema
de qué paso. Una especie de combinación entre Algo ha sucedido de Buzzatti y la Carta Robada, de Poe. La solución era elemental a simple vista. Cuento
de referencia Algo ha sucedido, de Dino Buzatti. En Mutis. Buen cuento y bien
narrado. El único cuento fantástico en el libro. Hubiera sido más interesante
hacer de ese cuento, una leyenda urbana. Es decir, ubicarlo en el ambiente
urbano y con una que otra pincelada, evocar el ambiente rural. Y no como hace el autor de
ubicarlo en el ámbito rural con una que otra pincelada en el ámbito urbano.
En ¡Que Obús! Este cuento explora el mundo del deporte, especialmente el balompié,
y la alienación. En el fondo el deporte es usado como arma de control, de
ganarse al pueblo. Un poco de circo romano. Hay una realidad social por
estallar. El tema es interesante. Sin embargo, el cuento resulta muy extenso.
Si bien el personaje principal va variando de conducta para llegar a la apoteosis
final, su trasformación puede resultar para el lector un poco exagerada. Y
consecuentemente, al final un lector riguroso puede terminar descreyendo que
una situación como la narrada, sea posible. El problema en esencia es de
eficacia narrativa. Sobre todo por lo extenso
del cuento. En Dos mundos. La
dicotomía es evidente: mundo rural,-mundo urbano, mundo de generaciones,
pasado-futuro La temática resulta rica y muy interesante. En Nada se esconde. Cuento bien narrado y
buen tema ya utilizado por otros escritores. Se me ocurre el cuento “La vida secreta de Walter Mitty” En la cultura Latinoamérica hay muchos héroes
que desaparecen o mueren y luego se tejen leyendas que están vivos y cambiaron
su personalidad o su identidad. (Javier Solís, Pedro Infante, Carlos
Gardel). La vida de Vidal Ventura, esta
enraizada en dos conceptos: Secretividad y transformación. Cuentos de
referencia La vida secreta de Walter Mitty de James Thurber, Wakefield de Nataniel Hawthorne.
VIII.
En búsqueda de las conclusiones finales
En búsqueda de las conclusiones finales
Álvaro Calix, se
mueve entre tres tensiones, que se advierten al leer sus cuentos.
Primera tensión: Búsqueda del equilibrio
entre lenguaje y temática (minimalista)
Segunda tensión: Búsqueda del equilibrio
entre personajes y atmosferas (Chejov-Mansfied)
Tercera tensión: Búsqueda del
equilibrio entre la preocupación ética del individuo y la colectividad. (Chejov-Cortázar)
Por lo general, el autor debe evitar abrir el
abanico de la temática. Sobre todo,
evitar incluir cuentos ambientados en el ámbito rural con cuentos urbanos. Si bien
se incluyen un par de cuentos de realismo fantástico, tipo Cortázar, Camino al espejo, 7.1
(en escala dual) estos no desentonan
en el libro, porque son cuentos en el ámbito de lo urbano. Los otros tres
cuentos ubicados en el área rural, desentonan en mayor o menor medida. Tienen
otra disposición mental. Y obligan al lector a saltar a diferentes ambientes,
del realismo al costumbrismo, del realismo a lo fantástico. Y, no esta demás,
consejo válido, adentrarse más en uno que otro de sus personajes. Una
invitación, a entrar, mentalmente, a sus personajes; para brindarles una mayor
potencialidad: narrativa, ficcional y
expresiva.
No
terminare esta reseña, sin mencionar dos cualidades fundamentales de Álvaro
Calix: y no tengo ni la más mínima duda de que las tiene: Pasión
y Compromiso, por lo que
hace. En realidad, dos cualidades, una orientada a la internalidad: la Pasión; y no me refiero a efusión,
sentimentalismo, o ímpetu desbocado; sino a esa armoniosa y bien dispuesta
pasión; que tiene que ver, con un convencimiento natural: creer y soñar con lo que se esta haciendo, porque nadie tiene pasión, sino Cree y Sueña. La pasión correcta por el
obrar del tejido interno del arte. Y la otra cualidad orientada a la externalidad: Compromiso con la vida, con su país, con el mundo.
Cualidades que también son de un ser Humano,
de un Hondureño y de un Escritor. Fundamentos validos para seguir adelante, seguir creciendo en el difícil arte de
escribir, y cumplir con la Vida y las Letras. Por que si algo destaca en sus
cuentos, es eso: la pasión por escribir
y el compromiso por la vida
Finalmente, Elvira Lindo,
en ¿Por qué
queremos tanto a Chejov?, escribió:
"Lo más sagrado es, para mí,
el ser humano, la salud, la inteligencia, el talento, la inspiración, el amor y
la más absoluta libertad, (…). Este es el programa que me gustaría seguir si
fuera un gran artista".
En
fin esto de escribir, y lo sabían los grandes escritores: Chejov, Carver, Cortázar
o los escritores que son y los que, seguramente, vendrán. Tiene complejas aristas, vueltas
sinuosas, subidas abruptas y bajadas
precipitadas. Esto de escribir cuentos, exige vocación, pasión, compromiso,
disciplina y análisis: Álvaro Calix, tiene esas cualidades: pero aun con ellas,
nada está escrito, ni nada garantizan. No hay una mejor manera de escribir,
verdadera, eficaz y perfecta, para todos. En fin, eso de contar cuentos, siempre
será un cuento de nunca acabar...
Bibliografía
Calix, Álvaro, La
plaza de los poetas (2006).
Calix, Álvaro, Ariana
y la burbuja (junio, 2014).
Carver, Raymond.
Escribir un cuento.
Elvira Lindo, El
País, agosto 2010, Por que queremos a
Chejov.
Quiroga, H. El
Decálogo del cuentista perfecto.
Rolando Costa
Picazo, Raymond Carver y el minimalismo.
Echeto, Roberto,
Nociones elementales del minimalismo literario.
Los cuentos de
Katherine Mansfield, Blog Ceremonias.