Medardo Mejía y la Generación Dorada Olanchana. Post plaza de las palabras




Plaza de las palabras presenta a Medardo Mejía, perteneciente  a la Generación Dorada de escritores olanchanos. Se esa generación, hasta la fecha se han publicado semblanzas sobre José Antonio Domínguez, Alfonso Guillen Zelaya,  Froilán Turcios, y ahora sobre Medardo Mejía.  Escritor que nació en Manto, Olancho, (1907), y murió en Tegucigalpa (1981). Poeta, ensayista, historiador, periodista y quien incursiono el la dramaturgia. Pero uno de sus puntos claves es haber sido un gestor cultural, artífice de un tejido social critico literario que permitió la circulación de las ideas. Premio de Periodismo Paulino Valladares de la Asociación de Prensa Hondureña, Premio Nacional de Literatura “Ramón Rosa” en 1971. Muy cercano al materialismo histórico,  método dialectico desde el cual tejió su extensa obra histórica. Fundó la revista Ariel. (1964–1976), continuando con la labor de difusión de  Froylán Turcios.

Obras
Medardo Mejía  publico numerosas obras, entre las más destacadas:
Crítica y literatura  
  • José Antonio Domínguez en el Himno a la Materia, 1945.
  • Capítulos provisionales sobre Paulino Valladares, Guatemala 1964.
  • El genio de Cervantes y el secreto del Quijote en América Latina, Tegucigalpa 1979.
  • Froilán Turcios en los campos de la estética y el civismo, Editorial UNAH, 1980.
  • El genio de Cervantes y el secreto del Quijote en América Latina, Tegucigalpa 1979.
§  Cuentos Completos de Medardo Mejía, Edición Òscar Acosta, Editorial iberoamericana, 1998. (obra póstuma)
 Historia
  • Historia de Honduras tomo I (Sociedad primitiva, Precolombina, Maya, Tolteca) México 1959.
  • Historia de Honduras tomo II (El Descubrimiento, Mundialización de Honduras), México 1970.
  • Historia de Honduras (varios tomos: desde 1959) (Tegucigalpa, 1984).
Teatro
  • Cinchonero (Drama de 3 actos 6 cuadros), Tegucigalpa 1965.
§  , Los diezmos de Olancho (Teatro) (Tegucigalpa, 1976),
Tradiciones y folclore
Comizahual: leyendas, tradiciones y relatos de Honduras, Tegucigalpa 1981.
Estudios críticos y ensayo
  • Trinidad Cabañas, soldado de la República Federal, Tegucigalpa 1971.
  • José Cecilio del Valle: gran precursor del Movimiento de Liberación Nacional de América Latina, Tegucigalpa 1977.
  • Comizahual: leyendas, tradiciones y relatos de Honduras, Tegucigalpa 1981.
§   Discurso del dorado (1932),
Poesía
§  Anathe (Poesía) (Tegucigalpa, 1975),
§  El fuego nuevo (Poesía) (Tegucigalpa, 1975)
Autobiografía
“Refiere Ansias, el paso de aquel milpero” (de carácter autobiográfico)
Recopilación y rescate de obras de otros autores
De Alfonso Guillen Zelaya, El quinto silencio
De Froilán Turcios, Memorias


Medardo Mejía y la Generación Dorada olanchana

Por Plaza de las palabras
I
Medardo Mejía un gestor cultural de inagotable energía

Basta una semblanza sobre Medardo Mejía, que recoge en pocas palabras la esencia y oficio de su vida y obra. De  otro de los grandes de la literatura nacional, Premio Nacional de Literatura Ramón Rosa. Para Julio Escoto Medardo Mejía : “Aunque fabulador de mucha de nuestra historia – sobre todo la Maya – es innegable que Mejía dedicó toda su vida a la más ingrato – y no rentable – oficio nacional: explorar y clarificar el núcleo elusivo de la identidad hondureña; vertió sus ahorros en proyectos formativos, libros, revistas, rescates documentales, proclamas – al final nadie le agradeció, pero ese es precisamente el premio del verdadero creador, hasta ahora, en nuestra sociedad: laborar sin recompensa esperada y ser descubierto póstumamente vanagloriado 50 años después. Mejía destacó por su inocente honestidad divulgativa: casi cualquier proyecto revolucionario o cultural contaba con su aprobación, y esa trascendencia pura de cambio, así como su voluminoso esfuerzo por despertar una sensibilidad patria… A pesar de sus defectos personales y su a veces unilateral predisposición por corrientes determinadas, fue honesto y construyó siempre con amor en la mente de los demás.” (1)

II




La Generación Dorada

Es sabido que Turcios venia de una acomodada familia  de Olancho, región  ganadera y agrícola, cuna de una pléyade de grandes intelectuales y escritores hondureños. Generación Dorada y flotante,  entre otros José Antonio Domínguez (1869-1903), Froylán Turcios (1875-1943). Salatiel Rosales, (1884-1926), Alfonso Guillen Zelaya (1887-1947), Clementina Suarez, (1902-1991), Medardo Mejía (1907-1981).

Generación Dorada y flotante, denominación espacial y temporal que recoge a esta pléyade de escritores olanchanos.  Lo de Generación Dorada para  asociarla con aquella visión, si bien muy platónica y muy olanchana  de Medardo Mejía del Discurso del Dorado (1932).  Y flotante porque no corresponde— en el sentido riguroso del termino—  exactamente a una generación cronológica, sino que esta dispersa en el tiempo y las ubicaciones geográficas en que estos escritores vivieron. Desde el primero, José Antonio Domínguez que nació en1869;  hasta el último en morir, Clementina Suarez, que fallece en 1981, han trascurrido 112 años. No obstante, todos nacen en un periodo relativamente reducido de 38 años. Tres décadas y ocho años que van desde el primero que nace, el poeta Domínguez, en 1869, hasta el nacimiento de Medardo Mejía en 1907. Entre ellos el único traslape vivencial que no se produce es el de José Antonio Domínguez, quien muere en 1903, 4 años antes del nacimiento de Medardo Mejía, que es el  miembro más joven de la Generación Dorada. Tomando de partida la muerte de José Antonio Domínguez, quien es el primero en morir, ocurrida en 1903, el resto del grupo tendrían en esa fecha: Froilán Turcios 28 años, Salatiel Rosales 27 años, Alfonso Guillen Zelaya, 16 años, Clementina Suarez, 1año de edad. Y como dijimos Medardo Mejía aun no había nacido.

Generación Dorada que no se ha estudiado sistemáticamente  en profundidad y en su conjunto, sino únicamente en forma individual. (2) Este grupo de escritores, si bien no coinciden total y rigurosamente en un  tiempo generacional. Todos tenían en común la demarcación geográfica de su origen, todos eran de Olancho. Cuatro  de ellos de Juticalpa, menos  Medardo Mejía que era de Manto y Salatiel Rosales, que era de San Francisco de la Paz.  Tres de ellos provenían  de familias relativamente muy  acomodadas: Suárez, Guillen Zelaya y Turcios, mientras que Medardo Mejía se declaraba de extracción campesina.

Medardo Mejía en su Discurso del Dorado, convocaba a los olanchanos para unirse y trabajar juntos por el desarrollo y progreso de su territorio. Si bien esa visión, aunque  fue un sueño, y un intento valioso, tuvo pocas repercusiones en el mundo real. Pero si marca una intención geográfica de un derrotero y destino olanchano. Muchos olanchanos de la época suscribieron ese manifiesto, entre ellos Guillen Zelaya. Por su parte Medardo Mejía, personaje clave de esa generación, une intersticios no solo teóricos sino también prácticos para darle  forma a su Discurso del Dorado. Y a su manera Medardo Mejía hace extensiva esa visión al plano literario e intelectual.  Durante su vida recopila y rescata algunos de los trabajos de Guillen Zelaya, y compila las Memorias (1970) de Turcios. Escribe sendos ensayos sobre José  Antonio Domínguez a quien consideraba el mejor  poeta nacional.  En todo momento siempre cita a Salatiel Rosales entre los olanchanos ilustres. Y asiste y comparte eventos con Clementina Suarez. Medardo Mejía conocía bien a esta generación de olanchanos. Y fue él quien más cultivo y salvaguardó unas relaciones asociativas literarias y fructíferas con todos ellos. Asimismo por su visión histórica y por ser el penúltimo del grupo en morir tuvo y conservo una retrospectiva real y de primera mano de todos ellos. De esa generación, probablemente Medardo Mejía, fue  el más genuinamente desinteresado,  y quien gozaba de una mayor visión de conjunto. 
      
Medardo Mejía y Guillén Zelaya profesaban un marxismo de diversas intensidades y colores.  Turcios sin ser marxista profeso un inclaudicable antiimperialismo producto de su decantado americanismo.  Y Domínguez sin ser marxista era un convencido materialista. Por su parte, Clementina Suarez, la única mujer del grupo, inmersa una sociedad dominada por hombres, era una especie de dama de hierro: combativa y rompe huesos de ciertos convencionalismos óseos de su época. Y anunciaba una fecunda emancipación de la mujer, en los formatos literarios y modos de abordar la sociedad de su tiempo;  que todavía tiene impacto, —no solo literario sino también mediático y formativo, — en las generaciones actuales.  Algunos de ellos se conocieron, Domínguez y Turcios llegaron a ser amigos del poeta modernista Juan Ramón Molina. Guillen Zelaya enviaba artículos a las revistas de Froylán Turcios. Guillen Zelaya y Medardo Mejía alguna vez se reunieron bajo el cielo protector de México. Tres de  ellos estudiaron leyes: Guillen Zelaya (quien no termino la carrera por motivos no muy claros), José Antonio Domínguez  y Salatiel Rosales coronaron su carrera como abogados.  Cinco  de ellos  encontraron en el periodismo su refugio y fuente principal, salvo Clementina  Suarez. Tres de ellos  llegaron a ser directores de revistas o periódicos, Guillen Zelaya, Turcios, y Medardo Mejía.
 
Dos mueren muy jóvenes, Domínguez a los 33 años  y Rosales a los 42 años, dos en termino medio Guillen Zelaya a los 60 años y Turcios que muere de diabetes a los 68 años;  mientras que  Medardo, el más joven del grupo  muere a los 74 años  y Clementina quien fue la que más vivió muere a los 89 años. Tres mueren trágica y violentamente, José Antonio Domínguez, Salatiel Rosales y Clementina Suarez. Además tres de ellos mueren fuera del territorio  patrio: Guillen Zelaya  y Rosales en México, y Turcios en Costa Rica.  Solo dos de ellos, Clementina Suarez  y J.A. Domínguez, fueron fundamentalmente poetas. Los demás incursionaron en varios géneros literarios. Turcios fue el único que arriesgo su pluma por el género novelístico. Dos de ellos incursionaron en la autobiografía Turcios con su Memorias   y Medardo Mejía con Refiere, Anisias el paso de aquel milpero. Dos de ellos Turcios y Guillen Zelaya incursionaron en la diplomacia. Por su parte  Medardo y Clementina,    en su madurez coincidieron en muchos eventos sociales y culturales, eran los dos más jóvenes del grupo.

Considerando que los premios nacionales Ramón Rosa de literatura se comenzaron  a otorgar desde 1967, solo Clementina Suarez en 1970 y Medardo Mejía en 1971  llegaron a recibirlo. Los dos más cosmopolitas fueron Guillen Zelaya, radicado en México, y Turcios que vivió en Guatemala, Costa Rica y Europa. N obstante, Clementina Suarez poseyó  un cierto encanto de mujer cosmopolita, abierta las corrientes mundiales, viajera  y enigmática,  de ahí que tanto pintor la haya pintado. Mientras que Medardo Mejía a pesar de haber viajado bastante, junto a José Antonio Domínguez y Salatiel Rosales; parecerían a primera vista, ser más escritores telúricos. Sin embargo sin importar el hecho,  indistintamente,  de su origen,  partidismo, ideología  o filosofía de vida;  todos eran de un pensamiento combativo y sus obras y vida apuntaban asumir la civilidad: el  patriotismo y  a forjar  una identidad.

Sin embargo quisiéramos, entender ese fenómeno geográfico y temporal, de la conjunción en el tiempo y el espacio de estos notables escritores olanchanos. Y de quien en el siglo XIX, el poeta cubano José Joaquín Palma, afirmo: «Olancho, tierra del oro y del talento cuna.» Y viene a nuestra memoria, una observación que hizo J.L. Borges, (en uno  de sus innumerables ensayos o en una de sus conferencias magistrales en alguna universidad norteamericana, texto del cual no hemos recordado el titulo y menos encontrar el texto original), sobre la conjunción sorprendente de genios que nacieron en el siglo XIX, en Nueva Inglaterra, entre ellos Ralph Waldo Emerson, Emily Dickinson, Henry David Thoreu, Edgard Allan Poe, Nataniel Hawthorne, se podría agregar los llamados Bramines de Harvard, (que no menciona Borges) entre ellos el más conocido fue el poeta Longfellow. Y sacamos a colación este paralelismo entre Nueva Inglaterra y Olancho, porque Borges se preguntaba cómo se dan esas felices coincidencias de tiempo y espacio, y producen una generación de hombres y mujeres notables. Seria interesante para la historia literaria  de Honduras, que algún historiador o estudioso de la literatura, abordara en forma más sistemática y con una visión de conjunto, esa temática de esa generación de escritores capitales nacidos en Olancho, algunos en las décadas finales del siglo XIX, y otros en los primeros años del siglo XX. Escritores que despuntaron  con sus obras hasta bien pasada  la medianía del siglo XX.

El poeta y académico, José Antonio Fúnez, en un artículo: Juticalpa, Olancho, cuna de poetas. (3), arriesga una aproximación valiosa acerca de cuatro de los escritores señalados, al afirmar que una de las causas probables del  florecimiento de estos escritores fue la influencia cubana en la región. Especialmente la influencia formativa del maestro cubano Francisco De Paula Flores, quien  llego a Olancho a finales de 1870, y fue profesor de Froilán Turcios. Posteriormente llegaron Antonio Maceo, y Tomas Estrada Palma, que Marco Aurelio Soto quiso que estuviesen en Juticalpa.   Además de esa razón o razones valiosas, habría que agregar que después de la fundación de la Universidad Nacional (ahora UNAH) en 1857, se creo 4 años después, en 1861 una universidad en Juticalpa, siendo la segunda  universidad del país en ser creada. Y cuyo destino final es incierto, seguramente no arranco o tuvieron problemas de operatividad o falta de recursos financieros. Algo se podrá investigar en La historia del colegio La Fraternidad del olanchano Darío Euceda Paz. No obstante, es significativo porque este hecho evidencia que la mira estaba puesta en Juticalpa, y que seguramente habría una necesidad o demanda para crear esa universidad. También es vital el papel significativo que posteriormente desempeño el Colegio La Fraternidad, creado en 1897, y que aun existe, y que fundo el presidente Manuel Bonilla, quien también era olanchano.

Por supuesto también habría considerables razones de mayor peso para explicar a esa generación: los ambientes familiares, las influencias colegiales y de maestros, el ambiente cultural de Juticalpa de esa época, el trafico de libros y obras en las bibliotecas de muchas familias olanchanas. Y sobre todo el transito y la inserción exitosa de esos escritores en el mundo literario y cultural de Tegucigalpa, y su posterior paso internacional: Guatemala y México, entre otros países. Pero siempre surgen más preguntas que respuestas. Llama a la reflexión que los seis escritores señalados sean todos progresistas en contra de ciertos valores conservadores de la época. Y también subraya la curiosidad que ninguno de ellos profesaba una religión nominal. Eran escritores y pensadores seculares;  aunque Froilán Turcios, si se considera su famosa Oración del Hondureño, inicie la oración con «Bendiga Dios la prodiga tierra en que naci.». Por lo que uno podría suponer que Froilán Turcios  probablemente  ha de haber creído en Dios. Mientras que Guillen Zelaya y Domínguez llegaron a profesar un cierto tipo de panteísmo. De Salatiel Rosales y Clementina Suarez no sabemos nada sobre sus preferencias religiosas o espirituales.  Y en cuanto a Medardo Mejía, el más marxista de todos, seguramente ateo; y que sin embargo  hablaba de un «misticismo olanchano».

Notas bibliográficas

1. Medardo Mejía, en Honduras literaria en el siglo XX,  agosto 16, 2015
2.  De forma individual varios de estos autores han sido merecedores de sendos y notables estudios académicos o biográficos y que han sido publicados en versiones en duro. (No incluimos en esta breve lista artículos virtuales, que los hay y  muy buenos). Por supuesto la lista podría ser más extensa, pero aquí enumeramos solo algunos. Sobre Clementina Suarez, la valiosa biografía: Retrato en el Espejo, Una Biografía de Clementina Suárez", de Janet N. Gold, Editorial Guaymuras, Honduras. También un acucioso  y documentado ensayo Yo, tú, ellos, nosotros. Apuntes sobre la praxis poética y vital de Clementina Suárez por María Eugenia Ramos, en La visión de país en Clementina Suárez y Alfonso Guillén Zelaya. Colección Visión de País 4, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). También cabe resaltar la obra de rescate   Suárez, Clementina: Con mis versos saludo a las generaciones futuras. Selección y notas del escritor y poeta  Rigoberto Paredes. Ediciones Paradiso, Tegucigalpa, 1988. Sobre el poeta José Antonio Domínguez, un notable ensayo crítico y biográfico de Héctor Leyva:   José Antonio Domínguez. Obra poética escogida de sus manuscritos. 1885-1903.Edicion de Héctor M. Leyva. Secretaria de Cultura, Artes y Deportes, 2008.  Sobre Froylán Turcios, el valioso estudio doctoral de investigación de José Antonio Fúnez: El Modernismo en Honduras: vida y obra narrativa de Froylán Turcios. Tesis USAL, 26/09/2003. Sobre Alfonso Guillen Zelaya, entre muchos otros autores o instituciones, se puede citar  la Editorial Universitaria de la UNAH,  que público la compilación del Ramón Oqueli en dos tomos de la prosa periodística de Alfonso Guillén Zelaya. La misma editorial universitaria pública El Quinto Silencio, recopilación de poemas elaborada por Medardo Mejía y acompañada con un prologo de él.    También un par de acuciosos ensayos sobre Guillen Zelaya de Mario A. Membreño Cedillo, uno de ellos: Alfonso Guillén Zelaya: el sujeto político y la conciencia ética. En La visión de país en Clementina Suárez y Alfonso Guillén Zelaya. Colección Visión de País 4, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Sobre Salatiel Rosales y Medardo Mejía, parecen escritores menos estudiados. Sin embargo, ambos han sido objeto de estudios, sobre todo Medardo Mejía, quien recibió comentarios críticos de Ramón Oqueli,  Ventura Ramos y Julio Escoto, entre muchos otros. El poeta Oscar Acosta le publico Cuentos Completos de Medardo Mejía, Edición Òscar Acosta, Editorial iberoamericana, 1998.  Y una edición completa dedicada a su obra por la Revista de la Universidad Pedagógica, No. 24 julio, agosto, septiembre 2007. Sobre Salatiel Rosales, quizá el menos estudiado y conocido del grupo, a quien Ramón Oqueli y Paulino Valladares y el mismo Medardo Mejía le dedicaron valiosos comentarios críticos. Su obra periodística fue recopilada por Julio Rodríguez Ayestas con el  título; Salatiel Rosales,  antología, 1980.
3. Diario El Heraldo de 28 de enero 2012


Crédito

Ilustración

Retrato de Medardo Mejía, pintura, Miguel Ángel Ruiz Matute. Obra de la colección privada del poeta Oscar Acosta. Ahora propiedad de la UNAH.


Composición con base a fotografías de los escritores de la Generación Dorada, de izquierda derecha, por orden de nacimiento:   José Antonio Domínguez, Froilán Turcios, Salatiel Rosales, Alfonso Guillen Zelaya, Clementina Suarez y Medardo Mejía.  

Froylán Turcios un hombre modernista y poliédrico. A manera de breve reseña biográfica. Post Plaza de las Palabras






¡Bendiga Dios la pródiga tierra en que nací!
Oración  del hondureño
Froylán Turcios

¿Iba tras una mujer o un sueño?
Froylán Turcios (1)


Plaza de las palabras, presenta Froylán Turcios un hombre modernista y poliédrico. Como complemento al post ya publicado: Piezas literarias de Froylán Turcios. En este post ofrecemos una recopilación sucinta de algunos comentarios y hechos sobresalientes sobre la vida de Froylán Turcios, con los siguientes breves acápites:  Froylán Turcios, un hombre poliédrico, Froylán Turcios: la Generación Dorada Olanchana, Froylán Turcios: un niño precoz en un ambiente de libros, Froylán Turcios un político y diplomático tras bambalinas, Froylán Turcios americanista de cepa y antiimperialista,  Froylán Turcios librero y coleccionista de álbumes  y anécdotas,   Froylán Turcios periodista y fundador de revistas, Froylán Turcios según connotados escritores contemporáneos, Froylán Turcios, modernista y cuentista fantástico.

Froylán Turcios un hombre modernista y poliédrico. A manera de reseña biográfica

Por Plaza de las palabras

1

Froilán Turcios: la Generación Dorada Olanchana

Es sabido que Turcios venia de una acomodada familia  de Olancho, región  ganadera y agrícola, cuna de una pléyade de grandes intelectuales y escritores hondureños. La generación Dorada: José Antonio Domínguez (1869-1903), Froylán Turcios (1875-1943). Salatiel Rosales, (1884-1926), Alfonso Guillen Zelaya (1887-1947), Clementina Suarez, (1902-1991), Medardo Mejía (1907-1981).
  
2

Froylán Turcios, un hombre poliédrico

 Su nombre completo era de Froylán de Jesús Turcios Canelas (1875-1943).​ «Poeta, narrador, editor, antólogo, político, diplomático  y periodista hondureño que junto a Juan Ramón Molina fue el intelectual de Honduras más importante de principios del siglo XX. Turcios fue un cuentista de finos rasgos preciosistas, inclinándose a los temas violentos. Inició en Honduras en el siglo XX el género del cuento. Además de cultivar la poesía preciosista, elaboró sus relatos como filigranas estilísticas. Sus textos en prosa, influidos por el italiano Gabriele D'Annunzio, se caracterizan por la pericia en la trama, el valor exacto y a la vez ornamental de las palabras y los finales inesperados o impactantes que marcaron luego buena parte del género en América Latina. » (2)

 A esto habría que agregar  que en el plano estrictamente literario, incursiono tanto en prosa como poesía, y como pocos escritores hondureños en varios géneros: poesía, cuento, micro relatos, novela, autobiografías (sus memorias), genero epistolar, ensayos, folclorismo, si así de puede entender su Anecdotario Hondureño. Curiosamente nunca elaboro una obra de teatro. En prosa, genero las bases de todo un discurso nacionalista, en el buen término de la palabra,  y americanista ancho y directo. Froylán Turcios,  en el que se empalman una nutrida conjugación entre ficción y realidad. Pero sobre todo un esteta de la ficción y un hombre practico en la realidad.     


3

Froylán Turcios entre la sublimación del amor y la externalidad de la violencia

 A manera de centrar su obra, no con exclusividad o totalidad, si habría que agregar un par de ideas, y es esa recurrencia a dos temas centrales en la obra de Froylán Turcios. El primer tema, es el amor, pero no es un amor normal. Si  idílico, un amor en potencia, y que en ciertos momentos de su arranque tiene el acento romántico, en el sentido mas amplio de la palabra. Pero que siempre termina malparado o en recurrir a fantasmas o a la fatalidad. En ese paisaje amoroso y borroso, aparecen mujeres en presente y en pasado, pero también sueña con su amor futuro. En un juego temporal e inconcluso, en que confluyen los tres tiempos: pasado, presente y futuro. Froylán Turcios se vale de múltiples periodos del tiempo para jugar su rol con las mujeres. Esta la mujer que ya se ha ido o lo ha rechazado, o ha muerto. Algunas vuelven convertidas en fantasma o se presenta incorpórea en una estancia o en un parque. La mujer del presente con la que dialoga y la mujer idealizada que busca en un futuro cercano o lejano. Lo dice el mismo Turcios, en El fantasma blanco, ¿Persigo un a mujer o un sueño? Se pregunta el   diletante del amor.  Hay eso si también varias facetas del amor, que van desde el  erotismo hasta ciertos perjuicios sociales en que se lucha contar el deseo de la carne. Sus amores son idílicos pero también sombríos; y a veces insanos.   En todos gira el tema de la pérdida del amor o la impotencia por encontrarlo. El segundo tema recurrente en su obra esta amparado en una palabra muy común y muy genérica: la violencia. Y esta entendida en todas sus formas.  No  solo la violencia física, sino la violencia como transgresión de la norma legal o social: asesinato, violaciones, incesto, necrofilia.  El titulo de su obra "Cuentos del amor y de la muerte" (París, 1929), recoge esa tendencia entre amor perdido y fatalidad. Y es que la violencia se desdobla y arrasa todo: amores, sueños y vidas. Sus personajes son seres siempre atrapados en un contexto de donde no hay alternativas. Son así porque así son. Recordando una conocida frase de uno de los cuentos de Medardo Mejía: «por que aquí así es».  A esos dos temas habría que agregar el uso frecuente de la atmosferas que utiliza Turcios, por lo general umbrías y con un cierto grado no solo de decadentismo y de reminiscencias góticas. Esto se explica porque: « El crítico Aníbal González señala que uno de los rasgos de la escritura modernista fue el haber incorporado algunos tópicos de la literatura europea finisecular, particularmente tópicos del decadentismo, entre los cuales pueden señalarse: la mujer fatal. » (3)

Se ha atribuido en varias reseñas la influencia del poeta Gabriele D'Annunzio, que también era de origen terrateniente tal y como lo era Turcios. Se le considero el emblema de la literatura decadentista.  Pero también habría que sumar como influencia, y se sabe  que fue un lector muy asiduo de él, a Edgard Allan Poe. Y también al escritor belga Maurice Maeterlinck quien también tuvo influencia en Juan ramón Molina, solo recordemos su cuento La intrusa.  Las obras de D’Annunzio estuvieron muy influidas por la escuela simbólica francesa y contienen episodios de gran violencia y descripciones de estados mentales anormales, junto con magníficas escenas imaginarias.

Dice José Antonio Funes:  La figura femenina, sobre todo la que corresponde a los atributos de la mujer fatal, ocupa un lugar destacado en la narrativa de Froylán Turcios. Aunque también son muy comunes en su obra otros temas ligados a la literatura decadente de finales del siglo XIX: el fetichismo, el incesto, la necrofilia y la atracción por las niñas. La mujer, provista siempre de atributos sexuales -casi nunca espirituales–, suele presentarse como ese objeto de perdición y de muerte en el que los hombres fijan sus ojos y por el cual sucumben. Los protagonistas principales siempre son un hombre y una mujer, aunque la mujer sólo representa el objeto en que el hombre fija su mirada, y alrededor de la cual giran sus obsesiones. (4)


4

Froylán Turcios: un niño precoz en un ambiente rural y de libros

Froylán Turcios fue un lector y escritor precoz. Desde niño y dadas las costumbres de su casa, estaba familiarizado con los libros y la música. Así «Desde su temprana infancia fue muy estudioso. A los nueve años de edad ya era un lector entusiasta de Julio Verne, Balzac, Dumas, Hugo y muchos otros autores. En la biblioteca de su padre, quién tenía también esa misma afición, encontró gran parte de los libros que siempre le entusiasmaron.» (5)

 El mismo Turcios narra esta anécdota: «un domingo iba distraído por una calle, y al pasar frente a los balcones de la casa del licenciado Pedro Rivera Bustillo me detuve, mirando, en el fondo de un cuarto, un armario-escritorio de cristales repleto de libros empastados. ¡Qué sorpresa! ¿Pero cómo pudo escaparse a mis búsquedas incesantes aquel magnífico tesoro? Mi corazón latió fuertemente”. No soportando más la tentación, Froilán entró a la casa y le solicitó algunos libros a su propietario, quién conociéndolo a él y a su familia, no vaciló en prestárselos(6)

Lo de escribir versos le viene desde la niñez, y hasta el año de 1892, es decir a los 17 años  comenzó a publicar sus trabajos en prensa y revistas. Su primer libro publicado fue Mariposas (1895), prosa y verso, cuando solo tenía 20 años. Pero su precocidad, además de la lectura y la escritura, es ineludible ponderarla en las influencias: «Es el caso de Lalita, hermana mayor de Froylán, quien fue una mujer clave en su vida le inspiro a la lectura y a la escritura(7) En fin no existe  precocidad que no haya tenido un estimulo. En el caso de Turcios el ambiente de su entorno familiar. Finalmente, un ejemplo más de su precocidad y arrojo, viene de otro ámbito, su discurso en el sepelio de Ramón Rosa, cuando Turcios solo tenía 14 años. (8)  
  

5

Froylán Turcios: político y diplomático tras bambalinas

Froilán Turcios parece ser un hombre orquesta, ya que incursiono como escritor  en tres géneros diferentes: poesía, cuento y novela, además de ese habito de coleccionista epistolar y hacedor de un saber anecdótico: la praxis de la experiencia y la vida. Incursiono también en la autobiografía con sus memorias., genero no muy cultivado en el medio. Pero que revelan un compromiso por la valoración del detalle y la conservación de la memoria y del acerbo cultural. Y que no es diferente a ese gesto de emprendedor cultural y de gestas quijotescas en fundar y dirigir revistas.  Pero también su personalidad le daba cuerda para ser político;  y además fue diplomático, su actuación pública lo llevo a ser  Ministro de Gobernación, diputado del congreso nacional;  y hasta llegó a  imaginarse y dirigir una iniciativa para fundar  un partido político: Autonomista. De ahí que esté rasgo también nos revela su orientación humana y civilista.

Un talante señalado del modernismos es que sus integrantes fueron grandes viajeros, de ahí su cosmopolitismo y su frecuente elección de pasajes exóticos. Muchos de los escritores modernistas  ejercieron cargos en la diplomacia, entre otros, Amado Nervo, Rubén Darío, Salvador Díaz Mirón, José Santos Chocano. Enrique Larreta, Enrique Gómez Carrillo, José Juan Tablada  De ahí que Froilán Turcios no fue la excepción. Su  carreara diplomática, si bien intermitente  comenzó a los 20 años como secretario de la Legación de Honduras en Costa Rica.  Llego a ser cónsul general en Paris, y luego  delegado de Honduras ante la Liga de las Naciones en Ginebra. Que aunado a su experiencia como político, evidencia que a pesar de sus posiciones extremas antiimperialistas, mantenidas en el Boletín de la Defensa Nacional, Froylán Turcios ha de haber sido un hombre de buen juicio, porque en esos ámbitos, el de la política y la diplomacia, además de cierta sagacidad uno no se mantiene saludable y con las facultades intactas sin el  tacto y el  buen trato. En definitiva fue un buen epónimo de José Cecilio del Valle, en tanto intelectual y diplomático, y un buen precursor de los escritores que en algún momento de su vida se enlistaron como diplomáticos o que siendo diplomáticos de carrera incursionaron en la literatura. Solo por mencionar algunos pocos, entre muchos más (seguramente la lista ha de ser bastante extensa): Rafael Heliodoro Valle, Arturo Mejía Nieto, Alfonso Guillen Zelaya, Jorge Federico Travieso, José R.Castro, Jorge Fidel Durón, José Reina Valenzuela,  Eliseo Pérez Cadalso, Edgardo Paz Barnica, Oscar Acosta. (9)



6

Froylán Turcios: americanista de cepa y antiimperialista.

Aun insuflado por lo exótico y cosmopolita, el modernismo en uno de sus desdoblamientos llego a privilegiar más lo vernáculo y lo nacional que lo extranjero. Turcios  fue secretario privado Augusto César Sandino. Más que antiimperialista Turcios era un férreo nacionalista en el buen término de la palabra. Muy a tono con las ideas imperantes en esa época. Y que  despuntaban en el americanismo. Léase, entre muchos otros,  José Enrique Rodo, José Vasconcelos, José Joaquín Palma, Alberto Masferrer, Víctor Manuel Haya de la Torre,  Gabriela Mistral, Manuel Machado, Manuel Ugarte, Enrique Gómez Carrillo, Juana Ibarborru (10) Una idea que para Froilán Turcios no tenía porque ser tan lejana, considerando el panamericanismo de José Cecilio del Valle y el federalismo centroamericano de Francisco Morazán. De Morazán Turcios decía que era el único hombre genial que había  producido Centroamérica

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7

Froylan Turcios:  librero y coleccionista de albumes  y recolector de anectodas.

Pocos saben que Turcios fue tambien librero ( dueño de una librería), tenia su propia librería con el nombre de Ariel ,según cuenta Patricia Darcy Lardizabal: «donde ofrecia a sus lectores siete mil volúmenes de los más grandes autores antiguos y modernos de textos completos de las mejores casas editoriales de España y acostumbraba, como se hacía en aquella época, guardar la correspondencia manuscrita de los principales amigos e intelectuales con quien se carteaba.  Las cuales guardaba celosamente en un álbum que solo él conocía(11) Ademas Turcios escribio una obra atipica para el ambiente cultural de la epoca,  con su Anecdotario, una forma literaria de esbozar la sabiduria popular en los hechos de la vida cotidiana y la experiencia  humana. Breves escenas y relatos sobre los cuales habria que pensar que quiza Turcios no tuvo un modelo claro a la mano. Mas que la necesidad de volcarlo en una obra. Bien pudo haberse llamado Anectdotario Popular o Anecdotario de la Sabiduria Popular. Quiza pensando, aunque muy a la distancia, en Mointagne. De haberlo pensado asi, a no dudarlo el Anecdotario hubiese sido de mayor alcance, porque sin lugar a dudas Turcios tenia  los recursos mentales y las vivencias practicas para hecerlo con ese modelo, que por supuesto tambien le hubiese llevado mucho mas tiempo madurar y escribir. 

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Froylán Turcios: periodista y fundador de revistas

Dirigió el diario "El Tiempo" de Tegucigalpa y fundó las revistas "El Pensamiento" (1894), "Revista nueva" (1902), "Arte y Letras" (1903) y "Esfinge" (1905) entre otras. En Guatemala editó los periódicos "El Tiempo" (1904) y "El Domingo" (1908) y en Honduras "El Heraldo" (1909), "El Nuevo Tiempo" (1911) y "Boletín de la Defensa Nacional" (1924). (12) Llama la atención que Turcios fundada su primera revista a los 19 años, y que le haya puesto un nombre como El pensamiento. Esto evidencia que desde su temprana juventud, tendría ese carácter bifronte, el uno el de la literatura como ficción y el otro la prosa combativa como realidad. No le bastaba ser une escritor de ficciones también aspiraba a ser un pensador. Y quería que su revista reflejara ese mundo bipolar que anida en todo pensamiento.  

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Froylán Turcios: según connotados escritores contemporáneos

De Froylán Turcios  llegaron a decir: «Sobre el escritor Turcios, diría Rubén Darío: «Es un caso típico de nuestra zona: produce libros, escribe periódicos y hace revoluciones». Fundó y dirigió esos periódicos que el poeta comenta (El Tiempo, 1904; El Heraldo, 1908; Revista Nueva, 1902), también se enternecería por la novela de folletín redactando Almas trágicas (en 1900, para Diario de Honduras), y Anabel Lee (para El Tiempo, entre 1905 y 1906, e ilocalizable, acaso porque narra asuntos privados y menciona fechas, y nombres con apellido, de ahí que el ensayista Julio Escoto haya publicado su En la búsqueda de Anabel Lee), dirigirá la revista Ateneo de Honduras, El pensamiento, Esfinge y Ariel» (13)

«En su correspondencia, Amado Nervo le diría: «Estimado compañero: lo felicito por su hermosa revista Esfinge, cuya cuidadosa selección es una verdadera golosina mental». Pedro-Emilio Collí diría que en esa misma revista lo esencial del alma allí encontraba eco, y Ricardo Jiménez: «Pasa con los poetas, por lo común, que es mejor leerlos que tratarlos. No así con usted...». El propio Rubén Darío le editó la novela corta El fantasma blanco (1911) en París, en la revista Mundial Magazine, y de igual manera se publicarían en Francia Cuentos del amor y de la muerte (en 1929 por Le Libré Libre, y re titulados, después, Cuentos crueles), en su época como cónsul general y parisino»  (14)



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Froylán Turcios: modernista y cuentista fantástico

El poeta e investigador académico, doctor en literatura hispanoamericana,  José Antonio Fúnez, (15) caracteriza la obra de Froylán Turcios:

Fragmento

«Como buen modernista, Turcios sitúa a todos sus personajes en ambientes cosmopolitas, con caracteres y gustos decididamente europeos. Pero no sólo se le debe a este escritor el haber introducido el relato cosmopolita en Honduras, sino que él fue nuestro primer modernista en incorporar el relato fantástico en la narrativa hondureña, como puede observarse en los cuentos “El caso de Ernesto” y “La novia de Ludovico”, éste último publicado en 1899, en la Revista Nueva. El interés de Turcios por la literatura fantástica lo llevaría a ser admirador de Edgar Allan Poe, uno de los grandes maestros del género. En “La risa de la muerte” resultan evidentes las huellas intertextuales del célebre relato de Poe “La barrica de amontillado”, que apareció también en la Revista Nueva.»

«Por otra parte, existen dos motivos modernistas en los relatos de Turcios que deben destacarse. El primero se trata de la existencia de un mundo posible más allá de la muerte, idea que llegó a fascinar a muchos modernistas, entre ellos a Rubén Darío, Amado Nervo, Leopoldo Lugones, Antonio Machado (1875-1939), Valle-Inclán y Julio Herrera y Reissig (1875-1910). »


«Por último, resulta imprescindible destacar en Hojas de otoño, uno de los cuentos mejor concebidos de Turcios: “Amor sacrílego”. Lily Litvak en su libro Erotismo fin de siglo llama la atención sobre un motivo finisecular que liga lo espiritual con el “placer del sacrílego”, de lo cual resulta una estética donde “se mezcla lo religioso y lo satánico en una sensualidad seudorreligiosa [...]. La estética termina basándose en la oscilación entre dos elementos irreconciliables, el renunciamiento y la exaltación de la carne. En “Amor sacrílego”, un joven sacerdote sufre los tormentos más atroces para aplacar sus tentaciones carnales. La soledad, el enclaustramiento sombrío, la autoflagelación, sus desesperados ruegos a un Cristo de bronce, de nada le sirven; su “ansia de amores y placeres” no le da tregua. El final resulta truculento, en suma efectista, y se encuentra directamente conectado con el ritmo que adquiere el relato desde el comienzo. Estamos, sin embargo, ante una de las mejores piezas de la narrativa modernista hispanoamericana, un cuento que evidencia la gran capacidad de Froylán Turcios como esteta consumado del modernismo(16)  



Notas bibliográficas

1. En su novela corta  El fantasma blanco, cap.VII.
2. Wikipedia, Entrada Froylán Turcios.
3. Citado por José Antonio Funes en La mujer fatal en los cuentos del modernista hondureño Froylán Turcios (1874-1943)
4. Ob., cit., Fúnes, José Antonio
5. Citado en  Froylán Turcios,  en Honduras literaria del siglo XX. Sin embargo, como complemento a esa cita, hay que decir que el ambiente de libros en las familias olanchanas de inicios de siglo, no eran rarezas. A pesar de la ruralidad de una ciudad como Juticalpa. Era muy frecuente que las familias de más abolengo o de un mejor nivel de vida, contaran con bibliotecas de autores clásicos,   libros de moda, diccionarios históricos y obras sobre  arte.   Y no solo se encontraban libros en español, sino también en francés e ingles, y a veces hasta en latín. Es curioso que Medardo Mejía, quien se consideraba de extracción campesina, cuando hace referencia un tío suyo, señale que en la biblioteca de uno de sus tíos había libros en castellano,  francés  y latín.
6. Ídem., Froilán Turcios en Honduras literaria del siglo XX
7. Espinal, Diana, Eguigure, Yadira. LA FIGURA FEMENINA en la fantasía literaria de Froylán Turcios. Revista Letras. Departamento de Letras y Lenguas, Universidad Pedagógica Año 3 No.1 abril de 2001, p. 7
8. Una semana con Froylán Turcios (sin autoría). Revista Letras. Departamento de de Letras y Lenguas, Universidad Pedagógica Nacional Año 3 No.1 abril de 2001, p.3 Resulta sorprendente este hecho, además de revelador. No nos imaginamos en que circunstancias un niño de 14 años, tuvo la osadía de pronunciar un discurso en el sepelio de uno de los grandes intelectuales de Honduras. Ni tampoco como fue a dar ahí, y por qué motivo se le permitió o concedió tal privilegio. Habría que confirmar la veracidad de tal hecho y sino repasar la escena e imaginársela.  
9.  Algunos de los nombres de escritores que han incursionado en la literatura los hemos tomado de Diplomacia y Literatura en Honduras, I, II y III, en blog del escritor y poeta  José Dolores Gonzales. 
10. FROYLÁN TURCIOS, EL PENSADOR DESCONOCIDO, Por Claudia Nieto Anderson, Presencia Universitaria, 15 de mayo 2014
11. Narrado por Patricia D’Arcy Lardizábal, en el artículo  Froylán Turcios y su diario secreto,  Diario La Tribuna, 21 agosto  2016. Resulta curioso y sorprendente que Turcios haya tenido una librería, sobre todo por la cantidad de libros que estaban a disposición, 7000 ejemplares. Tal cantidad  de libros resulta aun en nuestro tiempo, difícil imaginarse  una  librería con esa cantidad de ejemplares. Uno podría pensar que quizá lo que Patricia  D’Arcy señala es que era la biblioteca personal de Turcios, pero el artículo habla claramente de 7000 ejemplares para ofrecer á los lectores. Es decir esta hablando de una librería no de una biblioteca personal, que además tiene nombre: Ariel.    
12. Tomado de La Prosa Modernista. Además de esas revistas, se le vincula también a La Revista, El Ferrocarril, Boletín de la Revolución, Revista de Letras Nacionales, Revista Acción Cívica. Fuente: Una semana con Froilán Turcios. Revista Letras. Departamento de de Letras y Lenguas, Universidad Pedagógica Nacional. Año 3 No.1 abril de 2001. p.3. Agregar la revista El Ateneo de Honduras, fuente: José Dolores González, en Herencia y Huellas del cosmopolitismo modernista en la poesía hondureña del siglo XX. Año 3 No. 2 septiembre 2001, p. 3.
13. Tomado de Escritores hondureños. Lo nuestro
14. Ídem., 2001
15. José Antonio Funes Rodríguez, poeta y escritor, autor de la obra  El Modernismo en Honduras: vida y obra narrativa de Froylán Turcios. Tesis USAL, 26/09/2003.Ganadora del Premio de Estudios Históricos Rey Juan Carlos I, otorgado por la Cooperación cultural española en Honduras.
16. Fúnez, José  Antonio Fúnez: Froylán Turcios Cuentista. Tomado de Blog del escritor  Mario Gallardo.


Enlaces

Froilán Turcios Cuentista


Honduras literaria del siglo XX
Escritores hondureños. Lo nuestro
CIICLA FROYLÁN TURCIOS EN EL REPERTORIO AMERICANO. Revista Costa Rica (poemas, textos y cuentos de Froylán Turcios publicados en esa revista).
Froylán Turcios Fototeca UNAH



Ilustraciones
Por orden de aparición

Composición con base a foto de Froylán Turcios
Froylán Turcios, cuando era un  infante, foto.  Fototeca Nacional UNAH
Froylán Turcios A los 32 años, en Paris, Francia, foto, Fototeca Nacional UNAH
Portada de Boletín de la Defensa Nacional, dt.common.streams.Stream Server
Teguz, pintura, Maury Flores, pintor hondureño
Los puentes, pintura, Cesar Rendón, pintor hondureño
Froylán Turcios Un plano tres cuartos, en plena mocedad, 1894 a los 20 años de edad, foto. Fototeca Nacional UNAH
Dibujo de Froilán Turcios, firma de autor ilegible