Plaza de las
palabras presenta una selección de poemas de tres poetas rusos:
Mandelsthan, Mayakovsky, Brodsky. En
un sentido muy amplio la poesía rusa ha tenido varias etapas, su denominado
Edad de oro, siglo XIX, con poetas como Alexandr Pushkin y Mijail Lermontov, y
en prosa Dostoyesky y Tolstoi. Le sigue la Edad de plata, que comienza a crecer
en los finales del siglo XIX, y que se incuba o bifurca en varias corrientes,
el simbolismo es una, está representado
por poetas como Andréi Bely, Zinaida
Guippius, Aleksandr Blok. El acmeismo, una reacción contra el simbolismo,
aspiraba a una poesía más universal, encabezado Anna Ajmátova, Nikolái Gumiliov,
Ósip Mandelshtam. Además de poetas que no encajaban totalmente con las
corrientes dominantes, tales como los poetas Serguéi Esenin, orientado a una poesía campesina y
folclórica. Marina Tsvetáyeva. Y finalmente el futurismo, encabezado por Vladimir
Mayakovsky, caracterizado por la rebelión contra las normas tradicionales de la
poesía, aspiraba a una nueva poesía, la experimentación formal. Los avances de
la maquinas. Influenciado por el futurismo italiano de Marinetti. De los tres
poetas seleccionados, dos perteneces a la Edad de plata: Mandelsthan y Mayakovsky,
y Brodsky, pertenecía a la generación contemporánea,
pero nacido todavía en lo que era la Unión Soviética. Cada poeta con su estilo,
los tres sumados a Pushkin, Block, Pasternak y Ajmátova, conforman la capilla superior
de la poesía rusa. En definitiva, Mandelsthan
es el poeta del inicio y poeta civilizador de la poesía, fue el poeta ciudadano,
siempre fiel hasta la muerte. Mayakovski es la especie de niño
travieso o terrible de la poesía rusa. Y Brodsky,
el más moderno y a su vez el más antiguo, es el punto de reunión concreto de dos culturas, dos tradiciones.
La voz
Ósip Mandelshtam
(1891-1938)
Paso por varia etapas y su poesía es una especie de fusión del
simbolismo y del acmeseismo. En 1934 fue arrestado por su poema “Epigrama
contra Stalin”:
“Vivimos sin sentir el país a nuestros pies, /nuestras palabras no se
escuchan a diez pasos. /La más breve de las pláticas/gravita, quejosa, al
montañés del Kremlin... (1)
Sus principales obras Poesía: La piedra, 1913 Tristia, 1922 Cuadernos de
Moscú, 1930. Cuadernos de Vorónezh, 1935-37. Y en prosa: El sello egipcio
[cuento] El rumor del tiempo. La cuarta prosa, Viaje a Armenia, De la poesía,
Coloquio sobre Dante.
La poeta Ana Ajmátova, quien conoció a Mandelsthan y fue su amiga, da
una precisa semblanza del poeta “Mandelstam
era un magnífico conversador: no se escuchaba y se respondía a “sí mismo, como
hacen ahora casi todos. En la conversación se mostraba educado, ingenioso y
hablaba de temas infinitamente diversos. Nunca le oí repetirse o echar mano de
temas trillados. Osip Emilievich Mandelstham tenía una capacidad extraordinaria
para aprender lenguas. Recitaba de memoria en italiano páginas enteras de la
Divina Comedia. (2) Igualmente el
poeta Brodsky comenta: “Sólo unos pocos
escogidos han sido capaces de cultivar la universalidad y la rusidad tan a
manos llenas, compatriotas como Joseph Brodsky definen a Mandelsthm como el
poeta más grande que ha dado la tierra rusa. Mandelstham es el poeta de la
civilización; La cultura y la creación
artística constituyen el pilar fundamental de su obra. “En cierta ocasión,
al serle preguntado que definiera el acmeísmo -movimiento literario al que
pertenecía- respondió: "nostalgia de una cultura mundial".”(3) Se ha descripto a Mandelstham,
sin embargo, "como un chamán poseído
por una visión". Él mismo escribió: "Intercambiando señales con el planeta Marte (no fantaseando, por
supuesto) es una tarea digna de un poeta lírico."] (4)
No escuché los
cuentos de Ossián
Ni probé el antiguo vino:
¿Por qué se me aparece el claro del bosque?
¿Y la sangrante luna de Escocia?
Y el contrapunto del arpa y el cuervo
Me suena en el
silencio maldito.
Con el viento agitando las bufandas
¡Pendones de guerreros fulguran con la luna!
He recibido una bendita herencia:
Los sueños errantes de extraños cantores.
El parentesco y la aburrida vecindad
Nosotros despreciamos libremente.
Y puede suceder:
más de un tesoro
Saltando a los nietos, pase a los bisnietos
Y de nuevo el escaldo componga esa canción extraña
Y la interprete
como si fuera propia.
De Cuadernos de Vorónezh, (1935-37).
Segundo Cuaderno
Como Rembrandt, mártir del claroscuro...
Como Rembrandt, mártir del claroscuro,
yo me sumergí en un tiempo que hace enmudecer.
A mi áspera costilla encendida
no la protegen ni estos guardianes
ni este soldado dormido bajo la tempestad.
¿Me perdonarás, hermano espléndido,
maestro y padre de la oscuridad verdinegra?
Pero el ojo de la pluma del halcón
y los ardientes joyeros de medianoche en el harén
agitan no para bien, agitan sin bien
a una conmovida generación de pieles de penumbra.
Jirones de redondas bahías, grava y azul...
Jirones de redondas bahías, grava y azul,
y una lenta vela que se prolonga en una nube—
Cuando comenzaba a apreciaros me han separado
de vosotros:
Más larga que la fuga de un órgano es la amarga hierba
de los mares —los falsos cabellos— y huele a mentira
una férrea ternura embriaga la cabeza
y la herrumbre corroe la suave pendiente de la
orilla...
¿Por qué habéis puesto bajo mi cabeza otra arena?
Vosotros, guturales Urales, regiones del Volga
de anchos hombros,
o este territorio uniforme, todos vosotros sois
mis derechos.
Y aún debo inspirarlos con mi pecho.
Canto con la
garganta mojada y el alma seca...
Canto con la garganta mojada y el alma seca,
la mirada húmeda, limpia la conciencia.
¿Es bueno este vino? ¿Están bien estos odres?
¿Es buena la agitación en la sangre de Cólquida?
El pecho, sin lengua, calladamente es oprimido,
yo no canto, canta mi aliento.
El oído enfundado en un verdugo y la cabeza sorda,
el canto desinteresado es su propio elogio...
Consuelo para los amigos y brea para los enemigos:
El canto de un solo ojo, ensombrecido por el musgo.
El don de la voz de un cazador
que a caballo por las cumbres, con libre y
abierto aliento, canta,
Preocupado sólo por llevar al altar
a las doncellas, con honradez
y enojo, sin pecado.
Armado con la vista de puntiagudas avispas...
Armado con la vista de puntiagudas avispas
que succionan el eje terrestre, el eje terrestre,
huelo todo lo que me es dado ver
y hago memoria en vano...
No dibujo, no canto
y no llevo el arco de una voz negra:
Sólo absorbo la vida y me gusta
envidiar a las avispas, fuertes, astutas.
O, si evitando el sueño y la muerte,
el aguijón del aire y el calor del verano,
pudieran obligarme asentir
el eje terrestre, el eje terrestre...
1914
Insomnio, Homero, tensas velas.
Leí a mitad la lista de las naves:
Tal, larga cría, el tren de grullas
Que un día se alzaron sobre la Hélade.
Cual parcela de grulla en extrañas fronteras,
Divina espuma sobre la cabeza de los zares.
¿A dónde navegan si no fuera por Helena,
Para qué quieren una sola Troya, esposos aqueos?
El mar y Homero: todo lo mueve el amor.
¿A quién escucharé? Homero está callado,
Elocuente el mar negro rumorea
Y con pesado
estruendo avanza hacia mi cabecera.
Vladímir Vladímirovich
Mayakovski
(1893–1930)
Poeta,
dramaturgo, guionista, actor. Iniciador del futurismo ruso, que proponía: “ Declaremos que el esplendor del mundo se ha
enriquecido con una belleza nueva; la belleza de la velocidad. Un automóvil de
carreras…, un automóvil rugiente, que parece correr sobre una estela de
metralla, es más hermoso que la Victoria de Samotracia”. (5)Y cuyo manifiesto fue “La bofetada al publico”
(1912) Las obras más destacadas Yo mismo, colección de versos, 1913, ¡Vea Ud.!, 1913. Vladímir Mayakovski, 1914,
La Nube en Pantalones, 1915 La Flauta Vertebral, 1915, Guerra y paz, 1917,
Hombre, 1918, Misterio bufo, 1918, 150 000 000, 1920 Amo, 1922, Acerca de Esto,
1922 ¡Bien!', 1927.
Su poema “La nube
en pantalones”, escrito a los 22 años, es el primer adelanto de su irreverencia
poética, pero también de su actitud vanguardista, quería romper todos los moldes
de la literatura y poesía rusa. En un breve manifiesto, Bofetada al gusto del publico, decía: “A quien lee lo nuevo, lo
primigenio, lo imprevisto. Solo nosotros
somos el rostro del tiempo. El cuerno del tiempo resuena en nuestro arte verbal. El pasado es angosto. La academia y Puskhyn son más incompresibles
que los jeroglíficos. Hay que echar a Puskhyn, Dostoievski y Tolstoi de la nave
de nuestro tiempo. Quien no olvide
el primer amor no conocerá nunca el último
(6)
Sobre como se le
ocurrió escribir el poema “La nube en pantalones”, lo narra en un ensayo “Como
hacer versos”, decía “En el tren, de
regreso de Saratov a Moscú, para ofrecer
la prueba de la honestidad de mis intenciones a una ocasional compañera de
viaje, le dije que era “una nube en pantalones” Al decir esto pensé que la
expresión podría servirme para un verso
y que quizá habría sido repetida y desgastada en vano. (…) Dos años más tarde
la nube en pantalones me sirvió para titular un poema entero. (7)
“Durante dos días estuve meditando sobre
las palabras más tiernas que un ser solitario dirige a su único amor ¿Cómo
intentar amar y proteger a su mujer. La
tercera noche me fui a la cama con dolor de cabeza y sin haber decidido nada.
Durante la noche llego la expresión:
Tu
cuerpo / Custodiaré y amare /como un soldado derrotado por la guerra /
Inútil, solo /custodia su única pierna. De la
nube con pantalones, 1915 (8)
Sobre el poema
mismo hay que señalar que esta construida en 4 partes, con base a similitudes,
un recurso, muy utilizado por Mayakovsky, y en el que hace referencia en su
Ensayo: “Como hacer versos”, estudio, análisis y modo de escribir versos y
poesía, pero en esta obra también es un estudio de algunos poetas rusos, entre
ellos el más analizado, Esenin. Hay que
decir que en este poema irreverente, acusado a veces de un culteranismo, quizá
para su tiempo pero no para un lector moderno. Sin embargo, de los poemas de Mayakovsky
se escucharan ecos en la generación beat norteamericana. En fin, el poeta ruso es un vanguardista, es la hermandad de la vanguardia, y típico de
todas las vanguardias de inicio del siglo XX. La novedad con Mayakovsky es que él
se subió en la nube de la revolución,
verdaderamente fue el gran poeta de la revolución rusa. Un rebelde con causa,
un chico malo de la tradición rusa y un vociferante innovador para su tiempo
poético. Y que pensaba que “El arte no es
un espejo para reflejar el mundo, sino un martillo con el que golpearlo”.
La pasión de Mayakovski
¿Escuchan?
¿Oyen el relincho de los caballos?
¿Oyen?
¿Oyen las bocinas de los automóviles?
Son los ciudadanos,
que van de compras en el reinado de la
/abundancia.
Hay un desborde de gente,
y yo voy perdido entre la multitud,
afligido y sollozante,
trato de mantener los frenos.
Pero me prendo de faldas y polleras.
¿Qué es eso?
¿Eres tú?
mientes fingiéndote una santulona.
Siento mi ojo enrojecido,
como un farol rosado de una casa
pública.
-¿Para qué te hago falta?
¡Espera!
Yo conozco alegrías más dulces.
Bajas con orgullo el bosque de tus
pestañas.
¡Espera!
Te fuiste...
Allá, por encima de las cabezas está Él.
Le brilla el cráneo.
Tiene la calvicie lustrosa.
Brilla con resplandor.
En el dedo meñique,
lleva en la última falange
un
brillante sobre el dedo velludo.
Son tres pelos.
Ella se acercó,
se inclinó sobre su mano,
besándola con los labios,
murmurando:
"A un pelito lo llamaron "La
flautita",
a otro le decían "La
nubecita",
y al tercero con resplandor increíble,
le bautizaron con otro nombre,
recién
inventado por mí."
Pasada la una de la mañana. (9)
Pasada la una de la mañana. Debes haberte ido a la cama.
La Vía Láctea derrama un río de plata a través de la noche.
No tengo apuro; con relampagueantes telegramas
No tengo motivos para despertarte o preocuparte.
Y, como dicen, el incidente está cerrado.
El bote del amor se ha estrellado contra la amoladora diaria.
Ahora vos y yo somos renunciantes. Para qué molestarse
en saldar penas mutuas, dolores y heridas.
Mirá qué quietud se establece sobre el mundo.
La noche envuelve el cielo en tributo de las estrellas.
En horas como éstas, uno se alza para arengar
Las épocas, la historia, y la creación toda.
Pasada la una de la mañana. Debes haberte ido a la cama.
La Vía Láctea derrama un río de plata a través de la noche.
No tengo apuro; con relampagueantes telegramas
No tengo motivos para despertarte o preocuparte.
Y, como dicen, el incidente está cerrado.
El bote del amor se ha estrellado contra la amoladora diaria.
Ahora vos y yo somos renunciantes. Para qué molestarse
en saldar penas mutuas, dolores y heridas.
Mirá qué quietud se establece sobre el mundo.
La noche envuelve el cielo en tributo de las estrellas.
En horas como éstas, uno se alza para arengar
Las épocas, la historia, y la creación toda.
La nube en pantalones (Fragmento) (10)
A vuestros pensamientos que sueñan
sobre sus sesos reblandecidos
como un gordo lacayo sobre un sofá grasiento
quiero irritarlos
con un jirón sangriento de mi corazón,
me burlaré hasta
hartarme, mordaz y atrevido.
¡No tengo en el alma ni una sola cana
ni tampoco hay en ella ternura senil!
Ensordeciendo al mundo
con el poder de mi voz avanzo hermoso,
con mis
veintidós años de existencia.
¡Los delicados
tocan el amor con tiernos violines!
Pero el rudo se sirve de timbales.
Prueben, como yo,
a darse vuelta como un guante
y ser todo
labios.
Salga a aprender
desde su sala de batista
la ceremoniosa
funcionaria de liga angelical.
Y también la que hojea en silencio sus labios
como una
cocinera un libro de recetas.
Si lo desean
comeré carne hasta ponerme rabioso
-y, como el cielo, mudaré de tonos-; si lo desean
seré impecablemente tierno.
No un hombre,
¡sino una nube
en pantalones!
No creo que exista una Niza florida.
Por mi conducto otra vez serán loados
todos los hombres que yacen como un hospital
y todas las
mujeres gastadas como un refrán.
I
¿Tal vez creen que la malaria me hace delirar?
Esto ocurrió,
ocurrió en Odessa.
<<Vendré a
las cuatro>>, dijo María.
Dieron las ocho.
Las nueve.
Las diez.
Y la noche
escapó de la ventana
al horror nocturno,
sombrío,
decembrino.
A mi decrépita espalda carcajean y relinchan
los candelabros.
Nadie podría reconocerme ahora:
esta mole musculosa
gime,
se retuerce.
¿Qué querrá esta mole?
Pues esta mole
es mucho lo que quiere.
Porque para uno mismo no importa
ser de bronce
o tener un corazón de hierro frío.
Pero por la noche uno quiere
esconder su tañido
en algo blando,
femenino.
Y aquí me tienen
enorme,
doblado en la ventana
fundiendo con mi frente el hielo del cristal.
¿Habrá amor o no habrá amor?
¿Cómo sera?
¿Grande o pequeño?
¿Pero cómo un cuerpo así tendría uno grande?
Deberá ser pequeño,
un amorcito dócil.
Que saltará, asustado, al claxon de los autos
y amará las
campanillas de los tranvías tirados por caballos.
Metiendo todavía más
mi rostro
en el rostro picado de la lluvia
espero
salpicado por la estruendosa pleamar citadina.
La medianoche, apuntándome con un cuchillo,
me alcanzó,
me apuñaló.
(Te lo tienes merecido)
Y cayeron las doce
como la cabeza
de un condenado cae del cadalso.
En los cristales gotitas grises
se fundían en una
mueca inmensa
como si aullaran las quimeras
del Notre-Dame
de París.
¡Maldita!
¿No te basta con esto?
Pronto los
gritos lastimarán mi boca.
Y oigo esto:
silenciosamente,
como baja un enfermo de su cama,
salta un nervio.
Primero
camina un poco
y luego
comienza a correr
nervioso,
con paso firme.
Y ahora este y otros dos más
se lanzan a un zapateo desesperado.
Se desprende el
enlucido en el piso de abajo.
Nervios
grandes y
pequeños,
muchos ahora,
galopan enloquecidos
hasta que
a ellos mismos
les fallan las piernas.
La noche se extiende como limo en mi cuarto
y en ese limo se
hunden mis ojos ya pesados.
De pronto la puerta comienza a rechinar
como si al hotel
le castañearan
los dientes.
Entraste tú,
rotunda como un
«ahí tienen»,
torturando la gamuza de tus guantes
dijiste:
«¿Sabe usted?
Me caso.»
¿Qué tiene? Cásese.
No importa.
Resistiré.
¿No ve usted lo tranquilo que estoy?
Como el puso
de un difunto.
¿Recuerda?
Usted decía:
«Jack London,
dinero,
amor, pasión»,
pero yo sólo veía esto:
¡Usted es una Gioconda
que alguien debe robar!
Y así ocurrió.
Otra vez enamorado, entraré al juego,
iluminando con fuego la curva de mis cejas.
Pero ¿qué tiene de extraño?
¡Hasta en una casa consumida por el fuego
a veces viven los vagabundos!
¿Se burla de mí?
«Posee menos esmeraldas de locura
que kopeks un indigente.>>
¡Pero no olvide
que Pompeya pereció
cuando irritó al Vesubio!
¡Ey!
Señores
amantes
de los sacrílego,
del crimen,
¿han visto lo
más terrible!
¿Mi rostro
cuando
estoy
del todo calmo?
Y ya siento que
mi «yo»
me queda estrecho.
Que alguien pugna por salir de mí.
¡Hola!
¿Quién habla?
¿Mamá?
Vuestro hijo está bellamente enfermo.
¡Mamá!
¡Sufre un incendio de su corazón!
Dígale a sus hermanas, a Liuda y a Olia,
que ya no tiene adónde ir.
Cada palabra suya
hasta la broma
que regurgita de su boca requemada,
se lanza afuera como una prostituta desnuda
de un prostíbulo en llamas.
¡La gente husmea
y les huele a quemado!
Trajeron a ciertos tipos.
¡Relucientes!
¡Con cascos!
¡¿Pero adónde van con esas botas?!
Háganle saber a los bomberos
que a un corazón ardiente se sube con caricias.
Déjenme, mejor yo mismo
achicaré mis ojos llorosos con barriles.
Permítanme apoyarme en la costilla.
¡Voy a saltar! ¡Voy a saltar! ¡Voy a saltar!
Y sólo caen los bomberos.
¡No es posible dejar de un salto el corazón!
En el rostro quemado,
de entre las grietas de mis labios,
un beso abrazado quiere alzarse.
¡Mamá!
¡No puedo ya cantar!
En la pequeña iglesia de mi corazón se quema el coro.
Figurillas quemadas de palabras y números
abandonan mi cráneo
como niños un edificio en llamas.
Así el miedo,
queriendo agarrarse del cielo,
elevaba
sus ardientes manos en el Lusitania.
Ante las gentes temblorosas
en la paz de sus casas
un resplandor de mil ojos se desgajaba del muelle.
¡Un último grito:
tú al menos
clama a los siglos que me abraso!
Joseph
Brodsky
(1940-1996)
Joseph Brodsky ;
poeta ruso, nació en San Petersburgo y murió en New York. Se hizo ciudadano americano en 1977. Obtuvo el Premio Nobel en 1987. Como traductor, tradujo varias de sus obras al ingles (11), también incursiono en
teatro. Tuvo influencia de los poetas clásicos,
los poetas metafísicos ingleses y los poetas modernos polacos, además de escritores
como W.A.Auden, T.S.Elliot, Henry Melville, y Robert Frost, (12) este último por el que llego a tener una alta consideración. Brodsky fue un poeta
de dos culturas, la rusa y la lengua inglesa. Pero también conservo lo mejor de
la tradición rusa, especialmente las influencias de la generación de plata, y de los poetas metafísicos ingleses. Brodsky
tTenia su propia concepción de la poesía: “El
poeta prolonga la existencia de la lengua, es una suprema operación lingüística
fuera del lenguaje” y que “La poesía
no es un arte, ni una rama de arte, es siempre algo más”.
Sus principales obras incluidas
traducciones al inglés y al español. Poesía 1967: Elegía para John Donne y otros
poemas, 1968: Velka elegie, 1972: Traducciones al español: Joseph Brodsky/ La canción del péndulo
(Less than one). traducción de Esteban Riambau Saurí, Juan Gabriel López Guix y
Marco-Aurelio Galmarini. - Barcelona: Versal, 1988. - 251 p.; 23 cm.
-(Biblioteca del corondel). Joseph Brodsky/ Etcétera (So forth). traducción de
Alejandro Valero. - Madrid: Cátedra, 1998. - 149 p.; 21 cm. – (Poesía)Joseph
Brodsky/ Marca de agua (Watermark). Traducción de Horacio Vázquez Rial. Joseph
Brodsky/ Del dolor y la razón (On grief and reason). Ensayos. Trad. De Antoni
Martí García, Ancora y Delfín, 1998.Joseph Brodsky/ No vendrá el diluvio tras
nosotros (Antología Poética). Traducción, selección y prólogo de Ricardo San
Vicente. Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, España. 2001. Joseph Brodsky/ Poemas de Navidad (Nativity
Poems). Traducción de Svetlana Maliavina y Juan José Herera de la Muela.
Editorial Visor, España. 2006..Joseph Brodsky/ Y así por el estilo (So Forth).
Traducción de José Luis Rivas. Universidad Veracruzana, México, 2009.
A Eugenio
En cualquier elemento el hombre
es tirano, prisionero o traidor…A. Pushkin
Yo estuve en México, escalé las pirámides
impecables moles geométricas
desparramadas por el istmo de Tehuantepec.
Quiero creer que las hicieron visitantes del cosmos
pues estas obras suelen edificarlas los esclavos
y el istm0 está cubierto de hongos pétreos.
Los ídolos de arcilla son tan fáciles
de falsificar que propician rumores.
Bajorrelieves varios, con cuerpos de serpientes
y el alfabeto indescifrable de una lengua
que ignoró siempre la conjunción o.
¿Qué contarían si empezaran a hablar?
Nada. En el mejor de los casos, las victorias
sobre tribus vecinas y cabezas partidas.
Que la sangre del hombre vertida en el altar
del Dios del Sol le fortalece un músculo.
Que el sacrificio nocturno de ocho jóvenes fuertes
garantiza el alba con mayor seguridad que un
despertador.
De cualquier modo es preferible la sífilis o las
fauces
mortíferas de aquellos unicornios de Cortés, al
sacrificio.
Si te toca en suerte alimentar con tus ojos a los
cuervos
es preferible que el asesino sea asesino y no un
astrónomo.
En general, sin esos españoles es muy poco probable
que hubiesen llegado a tener la certeza
de que alguna cosa les había pasado.
Es aburrido vivir, querido Eugenio. Dondequiera que
vas
la estupidez y la crueldad te siguen.
Me da pereza encerrar eso en versos.
Como dijo el poeta: «En cualquier elemento…».
¡Qué lejos vio desde sus marismas natales!
Yo agregaría: en cualquier latitud.
El explorador
polar
Todos los perros devorados. En el diario
no queda una hoja en blanco. La foto de la esposa
se cubre de palabras a modo de rosario,
clavado en su mejilla el lunar de una fecha dudosa.
Le sigue la foto de la hermana. Tampoco la respeta:
¡se trata de la latitud alcanzada! Y, cada vez
más negra, por la cadera trepa la gangrena
como la media de una corista de varietés.
CARTAS
DE LA DINASTIA MING
I
Pronto habrán sido trece años desde que el ruiseñor
revoloteó fuera de su jaula y desapareció. Y, al caer la noche,
el Emperador lava su medicina con la sangre
de otro sastre, entonces, apoyado en almohadas de seda,
[enciende un pájaro enjoyado
que lo arrulla con su nivelado, idéntico canto.
En esta suerte de aniversario, de números primos, errado,
que celebramos en estos días en nuestra "Tierra-bajo-Cielo".
El espejo especial que alisa las arrugas aún
cuesta más caro cada año. Nuestro pequeño jardín está atra-
[gantado de yuyos.
El cielo, también, está punzado de chapiteles como alfileres
[en las escápulas
de alguien tan enfermo que su espalda es todo lo que nos es-
[tá permitido ver
y cuandoquiera que hablo de astronomía
al hijo del Emperador, empieza a bromear...
Esta carta a vos, Amada, de tu Pato Salvaje
es pincelada en perfumado papel de arroz que me ha dado la
[Emperatriz.
Ultimamente no hay arroz pero el flujo de papel de arroz es
[interminable.
II
"Los caminos de mil li de largo comienzan con el primer
[paso", según
reza el proverbio. Lástima que el camino a casa no
depende de ese mismo paso. Excede diez veces
los mil li, especialmente contando de ceros.
Mil li, dos mil li-
mil significa "Tú nunca has de ver
I
Pronto habrán sido trece años desde que el ruiseñor
revoloteó fuera de su jaula y desapareció. Y, al caer la noche,
el Emperador lava su medicina con la sangre
de otro sastre, entonces, apoyado en almohadas de seda,
[enciende un pájaro enjoyado
que lo arrulla con su nivelado, idéntico canto.
En esta suerte de aniversario, de números primos, errado,
que celebramos en estos días en nuestra "Tierra-bajo-Cielo".
El espejo especial que alisa las arrugas aún
cuesta más caro cada año. Nuestro pequeño jardín está atra-
[gantado de yuyos.
El cielo, también, está punzado de chapiteles como alfileres
[en las escápulas
de alguien tan enfermo que su espalda es todo lo que nos es-
[tá permitido ver
y cuandoquiera que hablo de astronomía
al hijo del Emperador, empieza a bromear...
Esta carta a vos, Amada, de tu Pato Salvaje
es pincelada en perfumado papel de arroz que me ha dado la
[Emperatriz.
Ultimamente no hay arroz pero el flujo de papel de arroz es
[interminable.
II
"Los caminos de mil li de largo comienzan con el primer
[paso", según
reza el proverbio. Lástima que el camino a casa no
depende de ese mismo paso. Excede diez veces
los mil li, especialmente contando de ceros.
Mil li, dos mil li-
mil significa "Tú nunca has de ver
tu lugar natal." Y la carencia de significación, como una plaga,
salta de las palabras a los números, especialmente a los ceros.
El viento nos sopla hacia el oeste como las amarillas cizañas
de vaina seca, allí donde el Muro se hace torre.
Contra él la figura del hombre es fea y rígida como un jero-
[glífico atemorizante,
como cualquier escritura ilegible que uno observa.
Este tironeo en una sola dirección me ha hecho
algo elongado, como la cabeza de un caballo,
y todo lo que el cuerpo debería ser es gastado por su sombra
susurrando a través de las marchitas briznas del centeno sil-
[vestre.
Notas bibliográficas
1 José Manuel Prieto, Sobre un poema de Osip Mandelsthan,
31 mayo 2009. Letras Libres No. 125
2. Poco antes de su muerte le pidió a Nadia (Nadiezhda
Mandelstham) que le enseñara inglés, una lengua que desconocía por completo.
Hablaba de poesía de manera espléndida y subjetiva, y a veces se mostraba sorprendentemente injusto, por
ejemplo con Blok. "Estoy seguro de que no ha leído ni una sola línea
mía". De Pasternak decía: "He pensado tanto en él que hasta me he
cansado" de Marina: "Soy anti- Tsvietáieva Con la música se sentía como en su propia casa, tenía una relación muy
especial con ella.
Recuerdos sobre Mandelstam. Prólogo de Anna Ajmátova
(pdf)
3. FRANCISCO MARTINEZ, RUSIA, poeta de la civilización.
Russia beyond the Headlines 5 de octubre de 2011
4. 20 poetas rusos.
Blog Idiomas Olvidados. 2 Febrero 2013
5. V Adriana Santa Cruz, ladimir Maïakovski:
el futurismo ruso. Leedor, julio 19,
2016
6.Maiakosky, poesía y revolución. Ediciones Península,
Barcelona, 1974. 55pp.
7. Idem, 55-56pp.
8. Idem, 56pp.
9. Después de su muerte, un fragmento de este poema se le encontró en el
bolsillo de su pantalón.
10. Una excelente explicación de este poema, pasó a
paso y verso a verso se encuentra en el EDUARDO J. FARIAS ALDERETE. Blog GATOPISTOLATAX
MAIAKOVSKI. NUBE EN PANTALONES
11. Acerca del problema que representa la traducción del
ruso al ingles o español, y la perdida
de calidad en relación al original, véase
Así por el estilo, de Joseph Brodsky. Valeria Luiselli, Letras Libres. Numero 134, febrero 2010.
12.
Sobre la influencia de l poeta Robert Frost en Brodsky , vea el excelente estudio , La influencia poética
de Robert Frost sobre Joseph Brodsky,Antonio Martínez Illán. Espéculo. Revista
de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid. El URL de este
documento es http://www.ucm.es/info/especulo/numero46/brodsky.html
Crédito de traducciones y blogs
Traducciones de los poemas de Mandelsthan,
poemas Ossian y 1914, poeta Víctor Toledo Círculo de poesía, Revista
de Literatura Digital. La rosa de la
nieve. Muestra de poesía rusa, 25 dic. 2012. El resto de
poemas son de Edición Digital Ossip Mandelsthan No. 54. Cuadernos de Voronezh
Traducciones de los poemas de Vladimir Mayakosky, La nube en pantalones. Blog:¡Manel xochitl, manel cuicatl! Poema La pasión
de Maiakosky Escritos Desde La Oscuridad Revista literaria. Pasada
la una de la mañana. [Del inglés, George Reavey].En 20 poemas rusos, del
Blog Idiomas Olvidados.
Traducciones de poemas de Joseph Brodsky A Eugenio
y el Explorador polar, De “No vendrá el diluvio tras nosotros”
(Antología 1960-1996) Versión de Ricardo San Vicente. La Horda, Cinco poemas de
Joseph Brodsky. Dinastia Ming Del
inglés, versión de Derek Walcott].
Créditos de Ilustraciones
por orden de aparición
Foto de Osip Mandelsthan, Mendelstan , un poeta
civilizador.Russia beyond the headlines.
Foto de Vladimir Mayakosky, http://atlasdepoesia.blogcindario.com/2006/10/00167-vladimir-mayakovski.html
Foto de Joseph Brodsky, de
La Horda Cinco poemas de Joseph Brodsky
Todas las ilustraciones son del pintor ruso Wassili Kandisky
Credito : www.wassilykandinsky.net/
Credito : www.wassilykandinsky.net/
Moscu/La plaza Roja, 1916
La desconocida voz, 1916
Composición VIII, 1923
La gran puerta de Kiev, 1928
El ángel del último juicio, 1911
Cielo azul, 1940
Hacia arriba,1929
Composición II, 1910
Estructura alegre, 1926
San Jorge y el dragón, 1927