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Lenguaje y escritura: Lidia Yuknavitch is Embarking on a New Form of Storytelling. Embarcándose en una nueva forma de contar historias

 Plaza de la palabras, es su sección Lenguaje y escritura, presenta dos textos a manera de entrevista acerca de la escritora estadunidense Lidya Yuknavicht.(1963-).Novelista, cuentista, maestra, editora y directora de un taller de narrativa creativa en Oregon. En el primero de los textos, el más breve Lidia Yuknavitch is Embarking on a New Form of Storytelling, en dialogo con Mitzi Rapkin , publicado en Literature Hub, july 25, 2022,  Presentado en su versión original en ingles, con una traducción al español. Y el segundo , un texto mucho más extenso, en una versión en español Contar historias desde los bordes, su versión en ingles publicada en The Creative  Independent,  Related to Writer Lidia Yuknavitch on telling stories from the edges:, publicada en 24 de marzo de 2020, en que Lidya Yuknovivht, acerca de su visión al escribir, afirma: contar historias, no desde el centro, sino desde los bordes, para recordarle a la gente que los bordes son lo que le da forma a algo. Y los bordes sostienen el centro y le dan al centro cualquier tipo de oportunidad



 In Conversation with Mitzi Rapkin on the First Draft Podcast


By First Draft: A Dialogue on Writing July 25, 2022


Lidia Yuknavitch is Embarking on a New Form of Storytelling

VIA FIRST DRA FT

L I T E R A R Y H U B


First Draft: A Dialogue of Writing is a weekly show featuring in-depth interviews with fiction, nonfiction, essay writers, and poets, highlighting the voices of writers as they discuss their work, their craft, and the literary arts. Hosted by Mitzi Rapkin, First Draft celebrates creative writing andthe individuals who are dedicated to bringing their carefully chosen words to print as well as the impact writers have on the world we live in.


In this episode, Mitzi talks to Lidia Yuknavitch about her latest novel, Thrust.


First Draft: A Dialogue on Writing

Mitzi Rapkin: What did you learn, if anything, about the craft of writing from working on such an expansive story? You had so many threads in Thrust, and you looked at time in a very different way.


Lidia Yuknavitch: It’s not that I didn’t suspect that going even deeper into the polyphonic space of storytelling, where there are many voices instead of the one, that that would be thrilling, and teach me really important things about staying away from the mono story.


But I did not know how deeply changed I would be from the actual process of writing a voice that keeps adapting or turning or fragmenting or multiplying. It actually changed how I think about novels and how I think about nonfiction. In this way, to try to get more specific, when I’m trying to

tell the story of my own life, or an invented world, I have to look in the periphery. I have to look behind the foreground. I have to look at the environment around the events and the experiences, not as setting or backdrop, but as participant in the experience. I might have to talk to more animals than I have in the past. I might have to understand my own subjectivity as interlinked or particulate, instead of ego center, like, I shall represent the me story just to exaggerate it.


These are concepts that I’ve been dabbling with or asking questions about for several years now,

but this book, taught me to not be a weenie about it. So anyway, this book changed me as a writer

forever because I don’t want to tell the kinds of stories I started with, even though they’re interesting to me, they’re part of who I am as a writer, but that’s not the portal that opened up. That’s not where I want to take writing from here. This book feels like I either set sail in a new ship

I didn’t know about or I dove into an ocean I didn’t know about or maybe I leaped into a space I didn’t know about it’s really thrilling to be this age and feel like I’m embarking instead of hlanding

or ending.


***

Lidia Yuknavitch is the National Bestselling author of the novels The Book of Joan and The Small

Backs of Children, winner of the 2016 Oregon Book Award, Ken Kesey Award for Fiction as well as

the Reader’s Choice Award, the novel Dora: A Headcase, and a critical book on war and narrative,

Allegories of Violence. Her widely acclaimed memoir The Chronology of Water was a finalist for a

PEN Center USA award for creative nonfiction and winner of a PNBA Award and the Oregon Book

Award Reader’s Choice. The Misfit’s Manifesto, a book based on her recent TED Talk, was published by TED Books. Her short story collection is called Verge and her new novel is Thrust.



Lidia Yuknavitch se embarca en una nueva forma de contar historias


En conversación con Mitzi Rapkin sobre el podcast First Draft

Por First Draft: A Dialogue on Writing 25 de julio de 2022


A TRAVÉS DEL PRIMER BORRADOR

H U B  L I T E R A R Y


First Draft: A Dialogue of Writing es un programa semanal que presenta entrevistas en  profundidad con escritores de ficción, no ficción, ensayistas y poetas, destacando las voces de los escritores mientras hablan sobre su trabajo, su oficio y las artes literarias. Organizado por Mitzi Rapkin, First Draft celebra la escritura creativa y las personas que se dedican a imprimir sus palabras cuidadosamente elegidas, así como el impacto que los escritores tienen en el mundo en que vivimos.


En este episodio, Mitzi habla con Lidia Yuknavitch sobre su última novela, Thrust.

Primer borrador: un diálogo sobre la escritura


Mitzi Rapkin: ¿Qué aprendiste, si es que aprendiste algo, sobre el oficio de escribir al trabajar en una historia tan amplia? Tenías tantos hilos en Thrust, y mirabas el tiempo de una manera muy diferente.


Lidia Yuknavitch: No es que no sospechara que profundizar aún más en el espacio polifónico de la

narración de historias, donde hay muchas voces en lugar de una, sería emocionante y me enseñaría cosas realmente importantes sobre cómo alejarme del mono historia.


Pero no sabía cuán profundamente cambiado estaría por el proceso real de escribir una voz que se

sigue adaptando, girando, fragmentando o multiplicando. De hecho, cambió mi forma de pensar sobre las novelas y mi forma de pensar sobre la no ficción. De esta forma, para tratar de ser más específico, cuando intento contar la historia de mi propia vida, o de un mundo inventado, tengo que mirar en la periferia. Tengo que mirar detrás del primer plano. Tengo que mirar el entorno que rodea los eventos y las experiencias, no como escenario o telón de fondo, sino como participante en la experiencia. Puede que tenga que hablar con más animales que en el pasado. Podría tener que entender mi propia subjetividad como interrelacionada o partículas, en lugar del centro del ego, como, representaré la historia de mí solo para exagerarla.


Estos son conceptos con los que he estado incursionando o haciendo preguntas durante varios años, pero este libro me enseñó a no ser un idiota al respecto. De todos modos, este libro me cambió como escritora para siempre porque no quiero contar el tipo de historias con las que comencé, aunque son interesantes para mí, son parte de lo que soy como escritora, pero eso es todo. no el portal que se abrió. Ahí no es donde quiero llevar la escritura desde aquí. Este libro se siente como si zarpara en un barco nuevo que no conocía o me sumergí en un océano que no conocía o tal vez salté a un espacio que no conocía. Es realmente emocionante tener esta edad y sentir que estoy embarcando en lugar de aterrizar o terminar.


***

Lidia Yuknavitch es la autora nacional más vendida de las novelas The Book of Joan y The Small Backs of Children, ganadora del premio Oregon Book Award 2016, el premio Ken Kesey de ficción y

el premio Reader's Choice, la novela Dora: A Headcase y un libro crítico sobre la guerra y la narrativa, Alegorías de la violencia. Su libro de memorias ampliamente aclamado The Chronology of Water fue finalista de un premio PEN Center USA por no ficción creativa y ganador de un premio PNBA y el Oregon Book Award Reader's Choice. El manifiesto de Misfit, un libro basado en su reciente charla TED, fue publicado por TED Books. Su colección de cuentos se llama Verge y su nueva novela es Thrust.



Writer Lidya Yuknavicht On telling stories from the edges. Escritora Lidya Yuknavitch Sobre contar historias desde los bordes. En The creative independent 


La escritora Lidia Yuknavitch habla sobre tener un estilo de escritura fragmentario, la ficción como alegoría, el valor de los modos de narración no convencionales y cómo involucrar su cuerpo y mente como una forma de impulsar su ´práctica creativa 


En su mayoría ha publicado trabajos más largos, tanto con novelas como con memorias. ¿Cómo se comparó la experiencia de escribir cuentos, a menudo cuentos muy cortos? 


Bueno, no sé cuántas personas son conscientes de esto o no, probablemente nadie porque soy solo yo en mi casa, pero durante toda mi vida como escritora, escribo en fragmentos literarios sin importar qué a veces esos fragmentos no paran y se convierten en novelas o memorias. Y otras veces los fragmentos se agrupan y tienen una gestalt más pequeña. Y esos tienden a convertirse en ensayos o híbridos o historias. En mi mundo, no estoy haciendo mucho que sea diferente ya que trabajo en fragmentos, sin importar lo que esté haciendo. Pero luego, cuando me acerco a poner un libro en el mundo o llegar a una audiencia, entonces se deben tomar algunas decisiones de forma. Con un proyecto novedoso tienes que tener alguna idea de que va a ser una gran historia, pero sigo trabajando en el nivel micro. Todavía hago pequeños fragmentos hasta que construyen una especie de física o energía. Entonces, la elección de curar obras más pequeñas no es tan diferente para mí que hacer novelas experimentales.


Descubrí que había una cualidad alegórica o de fábula en algunos de los cuentos, especialmente “Una mujer que se niega” y “Una mujer que se disculpa”. ¿Diría usted que es correcto llamarlos alegóricos?


Me hace muy feliz que te des cuenta de eso. El impulso alegórico en la escritura de ficción está entre mis cosas favoritas del planeta. Y absolutamente estaba tratando de revolver esa olla.



¿Te inspiraste en otras historias alegóricas?


Bueno, creo que mis primeras influencias fueron personas como Margaret Atwood, Doris Lessing, Octavia Butler e incluso Flannery O'Connor, donde estaba la historia, pero luego estaba este segundo significado simbólico que era emocionante e inquietante y cambiaba quién eras después. Léelo. Me imagino que esas influencias tempranas se apoderaron de mí, y a menudo era en términos de ciencia ficción o ficción especulativa, donde realmente puedes hacer ese baile, porque generalmente hay más de un mundo en la mente del lector. En cierto modo, creo que toda escritura de ficción es alegórica en mayor o menor medida. Pero seguro que en este libro, estaba absolutamente subiendo el volumen sobre el doble impacto que las historias pueden tener sobre nosotros.


Creo que es interesante que hayas mencionado a Doris Lessing entre los otros escritores, porque ella es tan realista. ¿Cuáles son algunos de sus libros favoritos que ¿Cuentas como cuentos alegóricos? 


Bueno, The Golden Notebook cambió mi ADN para siempre. Y luego escribió esta serie de ciencia ficción llamada The Cannabis in Argo. Son cinco libros gigantescos que fueron mucho más allá de la ciencia ficción regular e incorporaron su hiperrealismo con la ciencia ficción. Quiero ser ella cuando sea grande, seguro. Estoy tratando de poner mis trenzas sobre mi cabeza como las de ella, porque creo que estoy empezando a arrugarme ahora, y miré una foto de ella y dije: "Oh, ya viene. Estoy casi allí."


En El segundo idioma hay una cita que me llamó la atención. Escribes: "Una vez hubo héroes y salvadores... o tal vez nunca hubo héroes y salvadores y esas historias estaban destinadas a engañar a las niñas para que olvidaran cómo ser animales". ¿Crees que las estructuras de las historias convencionales son conservadoras o restrictivas?


No sé si son conservadores, pero definitivamente hablo mucho acerca de que se restringen a poblaciones de personas que no pueden ocupar la posición de héroe muy fácilmente. Y muy a menudo, trato de amplificar eso sobre las mujeres y las niñas. Pero también es un posicionamiento restrictivo para niños y hombres y personas binarias sin género y personas raras.  El viaje del héroe tiene una trayectoria que requiere silenciar o ignorar o apagar tantas partes del ser humano que son desordenadas, contradictorias y gloriosas. Y el hecho de que, particularmente en la estructura del capitalismo, hayamos dejado que esa historia domine, significa que todas las demás historias tienen pequeños sonidos.


Es simplemente absurdo porque nuestra adicción a esa mono historia del viaje del héroe, que tan a menudo está ocupada por un héroe masculino, un héroe masculino blanco, nos ha llevado a donde estamos ahora, donde estamos parados esperando a que llegue un héroe. Hay consecuencias en el mundo real al dejar que una historia domine y se coma todas las demás historias. Me siento realmente agradecida y emocionada de estar viva durante este tiempo, aunque es un momento muy malo, también es un momento muy emocionante, porque si miras las voces y los libros recién surgidos que han llegado al espacio aéreo en los últimos 10 a 12 años, son increíbles. Tommy Orange y Roxane Gay y Garth Greenwell. Estos son las voces que he esperado escuchar toda mi vida, que vengan, multipliquen las historias y abran la restricción que preguntaste hace un segundo, el tipo de historias que hemos heredado durante tanto, tanto tiempo.



¿Sientes que tuviste que desaprender los modos convencionales de narración?


Creo que tengo constancia de haber comprado un doctorado muy caro. Surgí a través de esta tradición. Los canones más tradicionales formaron parte de mi educación  y yo los ame.  Yo estaba emocionada dentro ellos. Yo amaba leer libros. Yo leía cualquier libro y estaba emocionada. Pero  para responder a tu pregunta, creo que mi impulso para alejarme de esas tradiciones es la conciencia de que no podría contar el tipo de historias que corresponden a mi cuerpo real si usara las formas que heredé. Pero también creo que nací así, porque las personas que nacieron a través de abusos o traumas comienzan con una fractura. Vi la autoexpresión y la narración de historias como un lugar real donde podía darles a esas fracturas algo de belleza y forma.


En los agradecimientos de su libro, escribe que es para cualquiera que esté "en el medio". ¿Qué significa eso para usted?


Bueno, escribí ese libro inadaptado sobre las personas que rara vez logran ese mágico amor propio, o salud, o relaciones sin tensiones, o carreras exitosas, pero sus identidades permanecen entre binarios o entre realidades o entre dificultades. El tipo intermedio de la identidad personal es real y no debe ser tratado como menos o no tan importante. Es una identidad real, un lugar real, y tenemos cosas que ofrecer al mundo desde los bordes, desde los márgenes, desde los espacios aparentemente intermedios, que podrían ayudar a todos.


Estoy usando un "nosotros" bastante grande aquí, es solo que me identifico parcialmente con este tipo de identidad en la vida de la que estamos hablando. Tenemos conjuntos de habilidades útiles que ayudaron a cambiar la historia. Así que sigo insistiendo en personajes que normalmente no son los que se amplifican, para que podamos mirar una multiplicidad de ser y aprender a vernos de manera un poco diferente. Pero nada ambicioso en eso.



Quería preguntarte sobre el taller de escritura que diriges.


Sí. Tenemos un espacio dedicado aquí en Portland, Oregón. Están los talleres que dirijo, pero ahora también tenemos un montón de escritores y artistas visitantes, y solo estamos tratando de ofrecer acceso a un espacio no académico y no jerárquico donde la gente pueda explorar la práctica creativa y la expresión. Así que podrías tener a alguien que nunca haya escrito una palabra en su vida, o que se haya atrevido a hacer una página de algo, sentado al lado de una persona con tres libros publicados y no importaría. Porque estamos allí trabajando en colaboración, dentro de la práctica artística, para empujar los bordes de las cosas sin importar quién es la persona y cuál es su pedigrí.



¿Cuáles son algunas de las formas que intenta dentro de ese taller para eludir la jerarquía y la convención?


Bueno, hemos abandonado por completo la mayoría de los modelos de talleres tradicionales. Tenemos una serie de metodologías que se trata de abrir significados y multiplicar significados, más que de crear un producto bien peinado y perfecto para el mercado. Escribimos en colaboración, por lo que cada vez se trata menos del individuo que gana la sala con la mejor historia o lo que sea. Constantemente desarmamos las cosas que creamos y las explotamos, las desarmamos y las reorganizamos para ver qué más hay allí. Son modelos de práctica generativa que se alejan mucho de intentar crear algo que puedas vender. Se trata de usar el arte más como una práctica de vida. 


¿Qué haces cuando estás atascado creativamente?


Hago algo con mi cuerpo. Para mí, eso significa tomar un poco de agua o caminar también funciona muy bien para mí, porque cambia tu perspectiva al instante. Podrías caminar por el mismo camino durante 10 años todos los días y sería un camino diferente cada día, así que caminar es un gran problema para mí. Pero sobre todo nadando, porque lo que descubrí es que cuando estoy atascada, en realidad no creo en el bloqueo del escritor, pero sé lo que quieres decir con atascado, cuando estoy atascada, no es mi mente la que va a desatarme. Es que he estado encerrada o acorralado por mi propio pensamiento. Y así mover mi cuerpo es una forma de empujarme a mí mismo. Empuje el cerebro pensador y recuérdese que usted también es siempre un cuerpo, y su cuerpo tiene un punto de vista y puede ayudar a despejar la mente analítica.


Pero hay momentos en los que no puedo hacer algo con mi cuerpo, y trabajo mucho con personas que no pueden hacer tanto cosas con sus cuerpos reales. Así que también creo en las prácticas de meditación profunda como una forma de conjurar lo mismo, pero en cambio en el ojo de tu mente. Y eso es abrirse al trance, abrirse a la meditación, abrirse a la imaginación, al subconsciente y a los sueños. Esos reinos y esos estados del ser son tan importantes como alguien que puede hacer algo con su cuerpo real. Veo estas actividades como una manera de recordarte a ti mismo que tu cuerpo está llevando cada experiencia e historia que te ha sucedido en tu vida, por lo que solo usar tu cerebro de pensador para resolver las cosas es como usar solo una uña del pie. 




¿Cuáles son algunas de tus formas favoritas de comunicarte además de las palabras?


Dibujo y pinto. No se lo muestro a mucha gente. Vive en mi casa. Soy muy, muy aficionada al expresionismo abstracto como movimiento, así que incluso en mi propia casa, me gusta dibujar y pintar cosas abstractas como una forma de desafiar los límites de las ideas. Y si escribo sobre, digamos, conducir un automóvil, y se me acaban las ideas geniales, si empiezo a conducir un auto como una idea abstracta y luego uso algunos pasteles al óleo para hacer una imagen de esa idea abstracta, luego puedo volver a escribir sobre un auto con una percepción nueva. Color, forma, forma y emoción completamente nuevos. También medito mucho sobre pinturas mientras escribo, mientras pienso en ideas para escribir. La pintura es probablemente una influencia más grande en mí que los libros.




¿Cómo lograste crear un camino fuera del sistema establecido?


Bueno, lo atravesé por todo ese tiempo que pasé en la academia. No estaba fuera de eso, aunque suspendí dos veces. Me escupieron como estudiante universitario. No estaba funcionando del todo. Tengo que ser honesta acerca de cómo un programa de doctorado es tan tradicional como parece. ¿Usted sabe lo que quiero decir? Es muy presumido y blanco y todas las cosas esperadas. Pero creo que me mantiene dedicado a los bordes brillantes de esas cosas, es que esas son las personas que he amado y que me han amado. Soy solo una persona pequeña, pero es parte de un movimiento más grande de contar historias, no desde el centro, sino desde los bordes, para recordarle a la gente que los bordes son lo que le da forma a algo. Y los bordes sostienen el centro y le dan al centro cualquier tipo de oportunidad. Y no es mejor ni peor que lo que hacen los demás. Es solo que ha sido mi vida.


¿Qué es algo que te gustaría que alguien te dijera cuando empezaste a hacer arte?


Que mi visión en el interior podría sostener la práctica, sin importar lo que piensen los demás en el exterior. Porque algunas de las lecciones más importantes que aprendí sobre hacer mi propio arte sucedieron cuando estaba en situaciones en las que no recibía atención, retroalimentación ni refuerzo positivo. Y el mundo trata de convencerte de que si no te reconocen o no te compran o hacen clic en "me gusta" en Facebook, entonces no eres nada. Y todo lo contrario es cierto. El significado viene de adentro hacia afuera y el puente que podrías hacer para alguien que lo necesite, no de la fama o el reconocimiento o una estrella dorada que alguien te ponga en la barriga.


24 de marzo de 2020 -

Tal como se lo dijo a Maddie Crum, 2250 palabras.

Tags: Escritura, Proceso, Inspiración, Identidad, Inicios, Ansiedad.


Enlaces 


lidya yuknavicht.On Embarking


writer lidya yuknavicht on telling


Créditos

Lidia Yuknavitch is Embarking on a New Form of Storytelling, Lit Hub


Writer Lidya Yuknavitch Sobre contar historias desde las orillas. En The Creative Independent, (Versión original en ingles). 


Traducciones al español  revisadas por Plaza de las palabras




  





Lecturas: Edmund Husserl: conocimiento y estado de gracia

 



Plaza de las palabras en su sección Lecturas, reproduce un ensayo Edmund Husserl: conocimiento y estado de gracia, lucido ensayo, escrito por Rafael Narbona,  acerca del filosofo Edmund Husserl. En que el autor analiza la relación entre el conocimiento del mundo, de la verdad, de la naturaleza, de la vida misma;  y el estado de gracia, como un instrumento en que aflora la subjetividad del mundo, estado permanente de lucidez metafísica. En  relación a la filosofía de Husserl, que como es sabido descansa en buena parte en la búsqueda y sustento de una fenomenología del espíritu, en su caso la intuición como método del conocimiento del ánima del mundo. No obstante, según Norbona esa búsqueda de Husserl se quedo a la puerta, en el umbral. Y citando a  Heidegger, que fue alumno de Husserl, señala que esa búsqueda intuitiva por las verdades del mundo, el logos, las esencia o llámense los universales; probablemente este mas cerca de los poetas o  pintores o artistas. Misma que no se puede reducir a conceptos ni a sistemas. Y lo compara a un estado de gracia, una iluminación, un destello.    

1220 palabras 

Edmund Husserl: conocimiento y estado de gracia


Claves de la fenomenología del filósofo que propuso regresar a Platón y nos mostró las miserias del empirismo

Rafael Narbona

¿Cuál es el tema principal de la filosofía? ¿La pregunta por el ser? ¿La búsqueda de una certeza indubitable? ¿La creación de un método de conocimiento? Pienso que todas estas cuestiones nacen de un mismo impulso: el anhelo de la verdad. El ser humano no se conforma con estar en el mundo y sobrevivir. Quiere comprender, saber, averiguar qué son las cosas y si hay algo más allá, si lo real se agota en las apariencias o hay una esencia oculta, si habitamos una totalidad con sentido o una nebulosa surgida por azar y abocada a la entropía. Para estar seguros de algo, necesitamos un criterio de verdad, una certeza incuestionable, una evidencia que disuelva las dudas y nos permita avanzar hacia un conocimiento veraz.

Descartes resolvió este problema mediante su famoso cogito. Puedo dudar de todo, menos de que dudo y esa certeza nos proporciona un criterio de verdad. El cogito —«pienso, luego soy»— no es una evidencia empírica, sino apodíctica. Su validez se basa en la claridad y la distinción con que lo percibimos. Se ha dicho que con este razonamiento, Descartes elaboró una interpretación del universo de carácter materialista. Para él, la realidad se reduciría a materia o res extensa. Este juicio no es exacto, pues Descartes recurre a Dios para garantizar la validez del cogito. Nuestra mente podría funcionar de forma defectuosa y conducirnos una y otra vez al error.

Solo un Dios omnipotente y absolutamente bueno puede librarnos de esa  posibilidad. Se ha dicho que el Dios de Descartes es un ardid retórico para justificar la veracidad de nuestro conocimiento, pero no parece probable. El autor del Discurso del método no es un frío pragmatista, sino un filósofo con una ambición semejante a la de Platón y Aristóteles. Busca la alétheia, el camino recto hacia la verdad. 

En sus Meditaciones cartesianas, Edmund Husserl se plantea el mismo objetivo que Descartes: hallar una certeza indubitable para superar el escepticismo y el relativismo. Quiere fundamentar el saber, determinar con nitidez qué es verdadero y qué es falso. No cree que el conocimiento sea simplemente la forma en que nuestra especie procesa la información proporcionada por los sentidos, sino una aproximación objetiva a la verdad. Husserl pretende hacer ciencia y por ciencia entiende las leyes de la razón, no las evidencias empíricas. No necesitamos la experiencia para comprender ciertas verdades autoevidentes. Que la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta es una verdad universal, no una convención establecida por el hombre. Las leyes lógicas y matemáticas no son tautologías o convenciones formales. Enuncian certezas incuestionables, apodícticas.

El arte, la poesía, la música y la filosofía carecen de utilidad desde el punto de vista de la razón instrumental, pero responden a la necesidad más honda del ser humano

En su búsqueda de la verdad, Husserl no se restringe al ámbito de los lenguajes formales, sino que aspira a crear una metodología aplicable a todas las formas de experiencia. Con ese objeto, plantea una fenomenología basada en «regresar a las cosas mismas». No será posible sin suspender los prejuicios (epojé) que condicionan nuestras percepciones, extendiendo un velo que oculta o difumina la verdad. Entre esos prejuicios se halla ese yo al que Descartes atribuye una concepción clara y distinta de su propio existir y de su actividad cognoscitiva. Debemos aplicar la epojé a ese yo empírico y buscar la perspectiva del yo trascendental, que es común en todos y que se corresponde con la facultad abstracta de conocer. El siguiente paso será desarrollar una intuición que nos permita captar el eidos. 

La fenomenología de Husserl constituye un regreso a la filosofía platónica, pues postula una intuición intelectual de los universales, que –a su entender- no son abstracciones, sino esencias. La intuición intelectual es el grado más alto de conocimiento, según Platón, y, en cierto sentido, representa una experiencia mística, pues es la vía de acceso definitiva a la verdadera realidad. La intuición eidética es de aplicación universal. Puede emplearse para describir el eidos de la religión, la arquitectura, el amor, el Estado o el color rojo. Sin embargo, Husserl no proporciona un criterio para validar la intuición eidética y apenas ofrece ejemplos. A veces, habla como si se tratara de una experiencia incomunicable, lo cual contrasta con su anhelo de rigor.

La epojé presupone la posibilidad de recuperar la inocencia perceptiva de un recién nacido, es decir, una impresión adánica aún no contaminada por la tradición, lo cual parece irrealizable. Hans-Georg Gadamer considera que la tradición no es un lastre, sino un requisito para la comprensión. Las ideas de hoy son los prejuicios de mañana. Podemos revisar los prejuicios, corregirlos o incluso suprimirlos, pero siempre deben ser nuestro punto de partida. Sin una idea previa de Dios o el arte, no podríamos explorar su significado. 

Discípulo de Husserl, Heidegger advirtió que la intuición eidética no podía realizarse mediante conceptos. Dado que se trataba de una experiencia, el arte o la poesía parecían vehículos más apropiados. Los poemas de Rilke, Hölderlin o Stefan George, o el par de zuecos de una campesina pintado por Van Gogh, son auténticas revelaciones, no simples elaboraciones estéticas. Al  reflexionar sobre cómo pintar la montaña de Sainte-Victorie, a la que dedicó once óleos y numerosas acuarelas, Cézanne escribió: «El arte, creo yo, nos coloca en estado de gracia».

Husserl, demasiado obsesionado con transformar la fenomenología en una ciencia, no advirtió que la intuición de esencias nunca podrá ser el fruto de un método lógico, sino una iluminación, un «estado de gracia». El arte, la poesía, la música y la filosofía carecen de utilidad desde el punto de vista de la razón instrumental, pero responden a la necesidad más honda del ser humano: comprender, desentrañar, hallar un sentido. 

¿Qué nos enseñan los óleos y acuarelas de Cézanne sobre la montaña de Sainte-Victorie? Que en la naturaleza hay orden, formas geométricas, equilibrio y contrastes, colores que se conciertan o se repudian, armonía y belleza. El universo no es solo azar y necesidad, materia sometida a  distintas fuerzas, sino creatividad inagotable, espíritu que se objetiva, idea que cristaliza en formas sucesivas, vida que se renueva sin cesar. La perspectiva de Cézanne no coincide con la de Husserl, pues su pintura intenta reproducir el fenómeno de la visión humana, no la esencia oculta de las cosas, pero lo cierto es que las obras artísticas trascienden las intenciones de sus autores y adquieren un significado propio. 

Husserl nos mostró las miserias del empirismo, que solo es capaz de describir los estados sucesivos del mundo, sin hallar su sentido o logos, pero su fenomenología trascendental se quedó en el umbral de una intuición que no llega a plasmarse o que lo hace de manera difusa e incierta. Su fracaso evidencia la impotencia de los conceptos para comprender la realidad en toda su profundidad. Los poetas y los pintores emplean otro lenguaje y eso permite que sus intuiciones sean más atinadas. La mirada de Cézanne no es solo la mirada de un artista, sino la del ser humano ante el misterio de la vida, luchando por atisbar el fondo último del cosmos. Como escribió Heidegger, los poetas siempre moran cerca de la verdad.


Edmund Husserl


Filósofo alemán, fundador de la  fenomenología trascendental Edmund Gustav Albrecht Husserl (Prossnitz, 8 de abril de 1859-Friburgo, 27 de abril de 1938) fue un filósofo y matemático alemán,[1] discípulo de Franz Brentano y Carl Stumpf, fundador de la fenomenología trascendental y, a través de ella, del movimiento fenomenológico, uno de los movimientos filosóficos más influyentes del siglo xx. Entre sus primeros seguidores en Gotinga se encuentran Adolf Reinach, Johannes Daubert, Moritz Geiger, Dietrich von Hildebrand, Theodor Adorno, Hedwig Conrad-Martius, Alexandre Koyré, Jean Hering, Roman Ingarden, y Edith Stein. Tuvo también influencia en Max Scheler, Martin Heidegger, Jean-Paul Sartre, Maurice Merleau-Ponty, Alfred Schütz, Paul Ricoeur, Emmanuel Levinas, Jan Patočka, José Ortega y Gasset, Gustavo Bueno, Michel Henry, Antonio Millán- Puelles, José Gaos, Eduardo Nicol y, con posterioridad, principalmente a través de Merleau-Ponty, el influjo husserliano llegaría hasta Jacques Lacan y Jacques Derrida. A través de Scheler e Ingarden influye también en la filosofía de Karol Wojtyła, futuro Juan Pablo II. El interés de Hermann Weyl en la lógica intuicionista y en la impredicabilidad, por ejemplo, parece provenir del contacto con Husserl.



Rafael Narbona 


Rafael Narbona (Madrid, 1963) es profesor de filosofía, escritor y crítico literario. Ha publicado en Quimera, Cuadernos Hispanoamericanos y Claves de Razón Práctica.  Desde 2000 escribe reseñas de libros en El Cultural, suplemento del diario El Mundo, donde también mantiene, en su versión digital, el blog “Entre clásicos”. Colabora igualmente con Revista de Libros desde 2003, donde escribe el blog “Viaje a Siracusa”, en el que analiza el fenómeno de los totalitarismos. Y desde 2014 publica una columna semanal en El Imparcial. Igualmente en su página web mantiene un blog muy activo donde, además de escribir sobre literatura analiza temas políticos y sociales sin condescendencia con lo políticamente correcto. Es por eso que suele sufrir ataques desde la extrema derecha y la extrema izquierda. No le sorprenden, pero no logra superar que, agotado el abanico de agravios “políticos”, aparezca el “argumento” de la enfermedad: “¿Pero has tomado tus pastillas hoy?” o “Lógico que digas eso siendo bipolar”. Se define como parte de una izquierda humanista, no violenta, y abraza causas como la defensa de los animales y, en general, de cualquier grupo o sector vulnerable.


Créditos


Rafael Norbona,  2022 El León de El Español Publicaciones S.A. Entreclásicos, 6 diciembre, 2022


Lecturas: Ensayo Arqueólogo de mitos futuristas

 



Plaza de las palabras, en su sección Lecturas, reproduce una reseña crítica sobre el libro de Matias Carnevale** a cerca del filósofo y escritor italiano, especialista en ciencia ficción,  y  radicado en Argentina,  Pablo Cappana*, cuyo giro principal es la ciencia ficción. Reseña critica tomada de Revista Ñ.Clarin . Luis Diego Fernandez 


Exploraciones. Ensayos en torno a Pablo Capanna,Matías Carnevale,Editorial UNQ,274 págs.

Un volumen compila trece ensayos dedicados al filósofo Pablo Capanna, pionero aquí de la crítica literaria especializada en la ciencia ficción. 


Gran parte de la obra de Pablo Capanna explora

 temas y autores de la ciencia ficción.


Exploraciones. Ensayos en torno a Pablo Capanna (Editorial Universidad Nacional de Quilmes) es una antología realizada por Matías Carnevale, licenciado en lengua inglesa por la Universidad Nacional de San Martín, que compila trece ensayos de escritores e investigadores sobre la obra del filósofo nacido en Italia (Florencia, 1939) y nacionalizado argentino que fuera pionero en lengua castellana de la crítica literaria especializada en el género de ciencia ficción.



Luis Diego Fernández

Ι Clarín.com Revista Ñ Ideas Ι

01/09/2022 

1104 palabras 


Arqueólogo de mitos futuristas


Autor del clásico El sentido de la ciencia ficción (1966), vuelto a publicarse bajo el título El mundo de la ciencia ficción en 1992 y más tarde ampliado y reeditado en 2007 como Ciencia ficción. Utopía y mercado, Capanna también dedicó estudios monográficos únicos a verdaderos orfebres del género como J.G. Ballard, Philip K. Dick, Cordwainer Smith, así como al cineasta ruso Andréi Tarkovski.

Bajo la guía de Marcial Souto, fue pluma presente y señera en revistas inaugurales del análisis de la ciencia ficción como La revista de Ciencia Ficción y Fantasía (1976-1977), el Suplemento de Humor y Ciencia Ficción (1979) y El Péndulo (1979-1991), el filósofo construyó una visión propia sobre el género al cual leía, de acuerdo al análisis de los diversos artículos que configuran el compilado, como una “máquina de producir mitos”, tal como explicita Paul Noguerol en su contribución.


Construir mundos

Por su parte, según dice Pablo de Santis en unos de los textos más sobresalientes de la antología, los autores que interesaban a Capanna “tienen un rasgo común: son constructores de mundos”. Eso incluye a narradores de los cuales también se ocupó el crítico que exceden el marco normativo de la ciencia ficción, tales como Ernst Jünger, C.S. Lewis o J.R.R. Tolkien, verdaderos “arquitectos de mundos”, según De Santis, que se ubicaban completamente a contramano del canon de la carrera de Letras. Resulta un elemento vertebrador de ciertos artículos la sensibilidad espiritual que cruzó la ensayística de Capanna, producto de su fe católica, de igual modo que una postura equidistante respecto del cientificismo extremo y el relativismo.

En la obra del filósofo no hay positivismo ni tecnocracia pero tampoco cae en la tentación idealista y mucho menos recala en la cercanía con el posestructuralismo; la mirada de Capanna se posiciona haciendo equilibrio entre las humanidades y la ciencia. 

En este sentido, en el trabajo de Pedro Perucca, otro de los puntos altos de la antología, se analiza con detalle la historia de la obsesión entre Capanna y Cordwainer Smith, del cual produjo el único libro en castellano sobre la obra del escritor de ciencia ficción estadounidense.


Pablo Capanna fue filósofo, docente y ensayista, 

se radicó en la Argentina a los diez años. 

Gran parte de su obra explora temas

 y autores de la ciencia ficción. 


Según caracteriza Perucca, este “metejón” con el narrador “encuentra explicación tanto en la rareza de los temas abordados, como en unos bellos y extraños textos inspirados por la literatura tradicional china”.

De igual modo, es de ayuda para dimensionar la perspectiva de Capanna el dejar en evidencia, tal como lo hace Perucca, las tensiones del marco teórico del filósofo con el marxismo y la posmodernidad; cultor de la claridad en la escritura, sin embargo, no parecía exigirle lo mismo a su admirado Hegel; de igual forma, el silencio o el poco interés respecto de las cuestiones de género, el feminismo y la diversidad sexual en la materia narrativa que analizaba constituye un cierto hueco que, sin embargo, no hace mella en la construcción de un pensamiento por demás lúcido, coherente y destacable, tal como señalan la mayoría de los trabajos compilados.

La obra de Pablo Capanna, como subraya Luis Pestarini en el artículo de Paul Noguerol, “es el complemento perfecto de las ediciones de Minotauro, iniciadas en 1955”.

Efectivamente, su figura junto a otros nombres fundamentales del campo de la edición y la crítica, como Marcial Souto y Paco Porrúa, formaron un conjunto imprescindible y realizaron un trabajo monumental al poner a disposición del lector no solo la ciencia ficción sino una selección sofisticada de esta tradición, así como un marco crítico que permita decodificar los conceptos y problemas de los principales autores.

Como señala Matías Carnevale en la introducción a la antología, Pablo Capanna resulta una anomalía en el panorama local en tanto él mismo se reconoce como un “investigador  independiente” desde cuyo lugar docente en la Universidad Tecnológica Nacional ha construido una obra ineludible que admite el adjetivo capanniano, vale decir, una forma de pensar que ya tiene un estilo propio. 


*Pablo Cappane 

Profesor de filosofía en la U.B.A., director de cátedra en la Universidad Tecnológica Nacional (F.R.B.A.), escritor y periodista.


Fue subdirector de la revista Criterio, de cuyo consejo de redacción formó parte entre 1971 y el 2001. Ha sido columnista de las revistas El Péndulo y Minotauro y colaborador de varios diarios de Buenos Aires y Montevideo. Desde 1998 escribe en el suplemento "Futuro" de Página 12. En 1967 publicó El sentido de la ciencia ficción, el primer ensayo sobre el tema escrito en español. Siguieron La Tecnarquía (Barcelona, 1973); El Señor de la tarde. Conjeturas en torno de Cordwainer Smith (Buenos Aires, 1984); Idios Kosmos. Claves para Philip K.Dick (Buenos Aires, 1992, 1995); El mundo de la ciencia ficción (Buenos Aires, 1992); J.G.Ballard. El tiempo desolado (Buenos Aires, 1993); El mito de la Nueva Era (Buenos Aires, 1993) y Excursos. Grandes Relatos de ficción (1999). En sus libros y artículos se ha interesado por el pensamiento utópico, el mito, la cultura, la ciencia y la religión en la era tecnológica. (Datos biográficos tomados de CCCB).


**Matías Carnevale (Tandil, 1980) es licenciado en lengua inglesa, con orientación en cine y literatura, por la Universidad Nacional de San Martín (Argentina). Además de publicar artículos en medios como Leedor.com, Axxon, Lindes (Argentina) y Penumbria (México), ha traducido al español Autogeddon, de Heathcote Williams, publicado por Editorial El Pasquín (2016). Pablo Capanna y el lado utópico del Cyberpunk . (Datos biográficos tomados de Revista Colofón PDF).