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ORBIS & URBIS. Nota sobre la ciudad que quisiéramos después del COVID-19. (Ensayo) por Alfonso Iracheta



Plaza de las palabras en su sección ORBIS & URBIS, dedicada al ensayo sobre temas de actualidad del mundo (Orbis) o de la ciudad (Urbis),  reproduce el ensayo Nota sobre la ciudad que quisiéramos después del COVID-19, por Alfonso Iracheta. Tomado de la publicación Cuadernos de la transformación Red Latinoamericana por la Transformación Social-Ecológica. Dossier: Perspectivas de transformación en tiempos de emergencia. © 2020, Friedrich-Ebert-Stiftung. Proyecto Regional Transformación Social-Ecológica. pandemia COVID 19.  Dossier sobre la realidad socio económica del continente en el marco de la pandemia COVID 19, y que incluye 21 textos de connotados especialistas, investigadores y académicos latinoamericanos. Dossier que estuvo bajo la coordinación del Dr. Álvaro Calix, hondureño, investigador social. Coordinador de Programas del Proyecto Regional Transformación Social-Ecológica de la Fundación Friedrich Ebert. El Dr. Álvaro Calix, Actualmente reside en un país sudamericano; y además de investigador social, es escritor   y cofundador de este blog de literatura: Plaza de las palabras.

Nota sobre la ciudad que quisiéramos después del
COVID-19

Alfonso Iracheta *


La ciudad con COVID-19

El contagio, originalmente importado y posteriormente comunitario, ocurrió en las grandes metrópolis —a mayor cantidad y densidad de población, mayor riesgo de contagio—. Se ha extendido a todas las ciudades, y avanza hacia espacios rurales por los movimientos pendulares (trabajadores del medio rural a las ciudades; habitantes urbanos que “huyen” al campo, entre otras modalidades).

Las ciudades latinoamericanas son muy heterogéneas, con muchos barrios muy pobres y algunos pocos muy ricos. Conforme avanza la pandemia, se observa que los barrios más afectados son aquellos asentamientos precarios, carentes e informales, donde habitan los grupos sociales más vulnerables: jefas de hogares y adultos mayores sin protección social, familias extensas de los quintiles más bajos de ingresos que se hacinan en viviendas mínimas, inmigrantes sin derechos, indígenas y afrodescendientes.   Es decir, cerca de 90 millones de habitantes de las urbes latinoamericanas.

Las medidas sanitarias impuestas por los gobiernos se caracterizan por dos frases que han cambiado el rostro de nuestras ciudades: “quédate en casa” y “mantén una sana distancia”.¿Qué ocurre cuando no se tienen las condiciones habitacionales, laborales y emocionales para quedarse en casa? (1) En los asentamientos  más precarios se enfrentan las paradojas insalvables  de la desigualdad y la pobreza: para quedarse en casa, se requiere tener una, y esta debe ser habitable y suficiente para una familia, condición que en general no se cumple.r ello, es en estas zonas donde se decide quién se cntagia, quién desarrolla un cuadro grave y quién muere.(2)

Si la vivienda es “la primera línea de defensa frente al coronavirus”, (3) está claro que enfrentar confinamientos con dignidad y seguridad a fin de reducir los contagios requiere de residencias con espacios suficientes y diferenciados para trabajar, para estudiar a distancia y para convivir sin riesgos. En otras palabras, se evidencia —nuevamente y con mayor urgencia— que queremos y requerimos otra política social habitacional en las ciudades latinoamericanas.

Quienes usan diariamente el transporte público, y quienes tienen que trabajar en las calles o salir por los alimentos del día, muy difícilmente pueden cumplir las medidas de sana distancia, porque si no se trabaja no llega ingreso a la familia, y en muchos casos no se come.

La pandemia ha provocado también otros fenómenos, como el incremento de la violencia intrafamiliar; la ruptura —temporal— de las relaciones sociales, y la desconfianza a la cercanía con los “otros”, al diálogo y la convivencia en las comunidades: ha convertido al miedo en un sentimiento generalizado.




Desde la economía de la ciudad, quedarse en casa ha significado una caída estrepitosa del consumo y del empleo, especialmente en los servicios (con la excepción de productos básicos), así como una disminución drástica en las 96 actividades urbanas: educación, cultura, entretenimiento, deporte, culto, administración pública, y sobre todo movilidad, hasta el extremo de la casi paralización de muchas ciudades.

Han sido afectados principalmente los que menos  tienen, porque carecen de acceso a internet, y consecuentemente a la educación y al trabajo a distancia; no tienen los medios para comprar en línea ni los espacios en casa, donde puedan sustituir estas carencias.

La ciudad pos-COVID-19

Hay quien asegura que esta pandemia es un parteaguas en la historia reciente de la humanidad, porque la vida que conocimos difícilmente volverá. Agreguemos que el cambio climático sigue ahí e incrementa la probabilidad de nuevas pandemias.

Un lugar (no tan) común dice que de toda crisis emergen oportunidades de cambio. Por ahora, la crisis ha impulsado la solidaridad y las prácticas sociales de sobrevivencia en algunas áreas urbanas de bajo ingreso —trueque, cuidados y compras en comunidad, canastas básicas solidarias y bancos de alimentos—. Ofrece la posibilidad de recuperar la vida y las relaciones más cercanas de pareja y de familia, además de cierta concientización sobre el valioso papel de quienes mantienen la vida urbana a pesar del riesgo de contagio, especialmente en el sector salud. La cuestión es mantener vivas estas prácticas y tomas de conciencia.

La pandemia ha evidenciado la consolidación de un “quinto poder”, el de las telecomunicaciones y de las redes sociales. La “explosión” de los webinars ha cambiado la comunicación interpersonal en la academia, la política y los negocios; ofrece rediseñar los procesos educativos y del trabajo en casa (homeoffice); ha abierto las puertas al consumo “virtual” de la cultura, del entretenimiento y del comercio. Entre sus grandes impactos destaca el uso del tiempo y del espacio.

Se reducirá sensiblemente la necesidad de trasladarnos de la casa al trabajo, a la escuela, al cine o a comer fuera del hogar, e incluso la de viajar a otras ciudades. Este cambio permitirá la flexibilización de los días y horarios de trabajo, un uso más liberal del tiempo y ahorros en el costo, el estrés y el tiempo de transportación; podría suponerse que las aglomeraciones en espacios públicos, la congestión vehicular y las “horas pico” del tránsito se reducirán, favoreciendo el funcionamiento de las ciudades. El respiro que la pandemia ha dado a la naturaleza, al reducir las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera y la generación de desechos sólidos que contaminan el suelo y los cuerpos de agua, representa una lección que no se debe olvidar.

Pero no hay que engañarse. Da la impresión de que quienes controlan los mercados y los gobiernos tienen la intención de regresar a la normalidad de antes cancelando las restricciones impuestas por las autoridades de salud e incentivando a las industrias, comercios y servicios más afectados por la “sana distancia” y el “quédate en casa”.


Pero ¿es esto posible? ¿Es dable suponer que regresaremos a grandes aglomeraciones en terminales de transporte, en grandes centros comerciales (malls), en atestados centros de espectáculos y estadios deportivos, en fiestas religiosas que congregan a millones de peregrinos y feligreses; en calles y plazas a donde casi todos concurrían; o que volveremos a transportarnos con aerolíneas que “optimizaron” el espacio por pasajero en los aviones a grado extremo?

Si las predicciones de una pandemia que llegó para quedarse y que amenaza con rebrotes son correctas, y si la(s) vacuna(s) no se logran en un plazo muy corto, muchas actividades y percepciones que ahora consideramos como temporales, tenderán a permanecer. ¿Qué hacer para que las mejores experiencias y prácticas sociales y espaciales que estamos experimentando durante la pandemia persistan, y las nocivas tiendan a reducirse o desaparecer?

¿Hacia dónde ir?

La ciudad que queremos es una ciudad con derechos; es una ciudad que recupera la escala humana, reconstruye el tejido social propiciando la cercanía y no la separación social, y respeta a la naturaleza reconociendo que esta también tiene derechos. La ciudad que queremos nos obliga a analizar críticamente conceptos como la densidad, la mezcla de usos del suelo y las centralidades urbanas; igualmente, nos exige replantear la movilidad y los transportes luchando por soluciones de transporte público renovado, de transporte privado no motorizado, y de confinamiento del automóvil; así como la forma en que consumimos, reduciendo, como ya ocurre, la alimentación procesada y “chatarra”. Nos obliga a transformar la planificación urbana de  arriba-abajo luchando por una de corte participativo y corresponsable.




Otro modelo de ciudad debe ser planificado y gestionado desde el concepto del barrio o célula urbana en el que se integran las funciones y los servicios, se crean solidaridades y ciudadanía; en la que se incentivan las economías del cuidado y social-solidaria. Dicho modelo se debe caracterizar por el desarrollo de espacio público para tod@s; por reverdecer la ciudad (corredores verdes, parque de barrio, agroecología de traspatio y huertos urbanos), y por impulsar políticas de salud comunitaria y programas permanentes que garanticen el acceso al agua potable y al abasto de alimentos en los barrios y asentamientos más pobres.


Una ciudad así debe iniciar con decisiones rotundas, pero posibles dentro de un modelo de mercado, y con gobiernos generalmente limitados en la comprensión de la “cuestión urbana”.

Destaca la necesidad de una política de vivienda adecuada para los trabajadores y para los grupos de menor ingreso. Para que esta sea posible es necesario:

1. Promover otro diseño de vivienda, en el cual se considere el espacio que requiere cada persona para realmente vivir y estar en casa; para que el trabajo, la educación y el entretenimiento dentro de casa se den en condiciones adecuadas. Implica priorizar la construcción y producción social habitacional con otros incentivos, garantizar los derechos laborales,  replantear la educación y, dentro de esta, el papel de padres y maestros.

2.Localizar la producción y autoproducción de la nueva vivienda dentro de la ciudad consolidada o en su periferia inmediata, para que los habitantes tengan acceso a los servicios, al espacio público y al transporte público (la “ciudad de 15 minutos”).

3.“Llevar” empleos, servicios, equipamientos, espacio público y funciones urbanas a las áreas habitacionales ubicadas lejos de los centros urbanos, a fin de reducir los costos de vida de las familias y ofrecer alternativas para que sus habitantes reduzcan la necesidad de transportarse fuera de su comunidad al contar en la cercanía con los servicios directos a la vivienda.

4. Reestructurar los mercados de suelo urbano y construcción habitacional para superar el argumento, esgrimido desde el Estado y el mercado, de que los costos del suelo y de la construcción no permiten el desarrollo de vivienda social en la ciudad. Si se reconoce a la autoconstrucción y a la producción social de vivienda, y si se reúnen los subsidios y los apoyos por parte de los gobiernos a la vivienda social, sí es posible.

Como sostiene Álvaro Cálix, la emergencia sanitaria es la punta del iceberg de una crisis sistémica global, en la que la globalización acrecentó los riesgos y nos puso ante una convergencia múltiple de emergencias: sanitaria, económica, ambiental, de libertades personales, de cuidados.

Otras catástrofes vendrán y podrán ser peores si no entendemos el mensaje de la pandemia de estos días. Atenuar sus consecuencias sobre las ciudades es posible si rescatamos lo mejor de la vida comunitaria, del consumo sobrio, de la recuperación de la ciudadanía, y de la regeneración de nuestras ciudades con la participación de los ciudadanos y sus organizaciones. Sin duda, destaca la construcción de sistemas comunitarios para la prevención de la salud, el acceso al agua y a los alimentos, pero todo ello debe ocurrir en espacios —públicos y de hogares— diseñados para vivir con dignidad. Como concluyó la 1ª sesión de “Aprendizajes en Vivo”, organizada por Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (cglu), Metrópolis y onu-Hábitat: “Sin una vivienda adecuada, el distanciamiento social y la higiene son simplemente imposibles. La vivienda adecuada es una cuestión vital, en  este momento y en el futuro”.

* Coordinador del Programa Interdisciplinario de Estudios Urbanos y Ambientales de El Colegio Mexiquense. Ha sido asesor principal del Índice de Prosperidad Urbana para México de onu-Hábitat.

Notas bibliográficas

1. Alfredo Rodríguez y Ana Sugraynes: “‘Quédate en casa’ y el derecho a la vivienda” en Crítica Urbana, revista de Estudios Urbanos y Territoriales, Vol. 3, N° 12 Derecho a la vivienda, 5/2020, Crítica Urbana, A Coruña.
2. Enrique Zamorano: “Así sería la ciudad ideal para luchar contra pandemias como el COVID-19”, en El Confidencial, 11/5/2020, disponible en <https:// www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2020-05-11/ciudad-ideal-coronavirus-covid-19-urbanismo_2589508/>.
3. Leilani Farha, relatora especial sobre el derecho a una vivienda adecuada de la onu.
Citada en Rodríguez y Sugraynes, op. cit.



Créditos

Nota sobre la ciudad que quisiéramos después del COVID-19. Por Alfonso Iracheta. Cuadernos de la transformación. Red Latinoamericana por la Transformación Social-Ecológica. Dossier Perspectivas de transformación en tiempos de emergencia, 2020,  p.95-99

Enlace
Dossier: Perspectivas de transformación en tiempos de emergencia



Ilustraciones

DAO

Pagina 10. Discurso literario de las poetas garífunas del Caribe centroamericano: Honduras, Nicaragua y Guatemala (Ensayo) por Consuelo Meza Márquez*.


Plaza de las palabras en su sección Pagina 10, presenta el ensayo Discurso literario de las poetas garífunas del Caribe centroamericano: Honduras, Nicaragua y Guatemala por Consuelo Meza Márquez. Doctora en Humanidades por la Universidad Autónoma Metropolitana–Ixtapalapa, Profesora–Investigadora del Departamento de Sociología del Centro de Ciencias Sociales y Humanidades desde 1984 y coordina el Cuerpo Académico de Estudios de Género. El ensayo hace un recorrido marítimo por la costa atlántica centroamericana abordando   la poesía de tres países Guatemala, Honduras y Nicaragua. Las poetas garifunas estudiadas son  Xiomara Cacho Caballero de Honduras, ISABEL Estrada Cilindres de Nicaragua, Lecian Haye Francis y Nora Murillo de Guatemala El ensayo es tomado de Latinoamérica. Revista de estudios Latinoamericanos Latinoamérica no.55 Méx dic.02

Discurso literario de las poetas garífunas del Caribe centroamericano: Honduras, Nicaragua y Guatemala

Literary Discourse of the Garífuna Women Poets in Central American Caribbean: Honduras, Nicaragua, and Guatemala

Consuelo Meza Márquez*

*Universidad Autónoma de Aguascalientes (cmeza@correo.uaa.mx).

Recibido: 18 de abril, 2012. 
Aceptado: 12 de junio, 2012.


Resumen
El ensayo muestra la obra poética de las escritoras garífunas del Caribe centroamericano como un discurso en el que pueden observarse los procesos de construcción de la identidad como garífunas y como mujeres. Es un movimiento contradiscursivo, que funciona como suplemento de la historia, la memoria y las tradiciones culturales. En ese proceso, la labor de las mujeres como transmisoras de cultura es fundamental en la vida cotidiana, en el devenir histórico y en el proceso de representación en la literatura. Es un discurso afrocéntrico que construye un movimiento más allá de las fronteras de los diferentes países y recupera símbolos, imágenes, sueños e ideales que permiten la permanencia de la etnia garífuna.
Palabras clave: Poesía, Identidad, Mujeres, Garífunas, Caribe, Centroamérica.

Abstract
The paper shows the poetic works of Garífuna women writers from Caribbean Central America. Their discourse shows the construction of an identity as garífuna and as women. It is an underground movement that works as a supplement to history, memory, and cultural traditions. In this process, the work of women as transmitters of culture is central to daily life, throughout history, and in the practice of representation in literature. This central-African discourse is creating a movement beyond the borders of the different countries with garífuna population, and is recovering symbols, images, dreams, and ideals that allow their permanency of the garífuna ethnicity.
Keywords: Poetry, Identity, women, Garífuna, Caribbean, Central America.

El día que yo muera, 
que me entierren vestida en mi Gudú 
y me amarren mi Musúwe en mi cabeza. 
Cheryl Noralez

El ensayo tiene como objetivo realizar un breve recorrido de la obra poética de las escritoras garífunas centroamericanas de los países de habla hispana como son Guatemala, Honduras y Nicaragua. Se pretende identificar las temáticas y marcas en su escritura, sus preocupaciones y anhelos. La primera parte del análisis realiza una descripción del contexto histórico y actual en el que vive la población garífuna en los distintos países. Es un apartado relativamente extenso; se consideró necesario porque con frecuencia se le confunde con la población creole de origen afroantillano que, como fuerza de trabajo barata, emigró a Centroamérica para la construcción de las grandes obras de infraestructura como los ferrocarriles y el Canal de Panamá, y la explotación de la agricultura comercial de exportación a finales del siglo XIX. La asimilación se debe, en parte por el color de la piel y la ascendencia africana, y también porque como minoría étnica han adoptado rasgos culturales de los creoles. Sin embargo, algo que marca la diferencia entre los creoles y los garinagu es que estos últimos no llevan en su memoria las marcas de la esclavitud sino de la rebelión y la lucha frente a la misma. Generalmente en los diferentes tipos de estudios sobre afrodescendientes del Caribe centroamericano, se incluye a los garífunas en esta categoría, sin tomar en cuenta los diferentes periodos y condiciones históricas en que ambos grupos étnicos llegaron a Centroamérica.

La parte medular del trabajo se refiere al discurso de las poetas garífunas que reafirma su memoria e identidad exaltando los rasgos culturales de la etnia, expresando el deseo del reconocimiento como ciudadanos en países que los discriminan por el color de la piel. La selección de las autoras obedece a que, hasta el presente, son las únicas que se han podido identificar por la crítica literaria feminista, son mujeres que han logrado romper el cerco de la invisibilidad. No se incluyen escritoras beliceñas como Jessie Núñez Castillo, Zoila Ellis Browne y Adele Ramos Daly porque las preocupaciones y temáticas se encuentran muy cercanas a las de las escritoras creoles. Por ello el ensayo se concentra en las escritoras Xiomara Cacho Caballero de Honduras, ISABEL Estrada Colindres de Nicaragua, Lecian Haye Francis y Nora Murillo de Guatemala. El presente análisis surge de una investigación pionera que no pretende ser exhaustiva, busca despertar el interés y ofrecer pistas de búsqueda, desde nuevas miradas, para futuros estudios.

LOS GARÍFUNAS EN CENTRÜAMÉRICA
La etnia garífuna nació de la mezcla entre negros fugitivos e indios caribes en la isla de San Vicente, en las Pequeñas Antillas. La historia relata que en 1635, dos barcos españoles dedicados al tráfico de esclavos, del ahora territorio de Nigeria, se hundieron en la costa de San Vicente. Algunas fuentes narran, incluso, que fueron los mismos esclavos los que provocaron el hundimiento. Los que sobrevivieron encontraron refugio en los caseríos de los indios caribes que ahí vivían. Los dos grupos étnicos se mezclaron y dieron origen a la cultura garífuna. En un sentido estricto el gentilicio "garinagu" se refiere a las personas y "garífuna" a la lengua y la cultura.1

Desde la isla de San Vicente, los caribes atacaban las posiciones europeas en otros territorios y daban refugio a esclavos africanos que huían de las plantaciones de las islas vecinas o procedentes de naufragios y rebeliones de barcos negreros. En la segunda mitad del siglo XVII, los franceses iniciaron la ocupación de San Vicente, pero la resistencia de caribes y negros los obligó a firmar un tratado que cedía la isla a los insurrectos a cambio de que terminaran sus ataques. En el siglo xviii se intensifica una disputa entre franceses e ingleses por el control de la isla con la finalidad de establecer una economía de plantación. Al mismo tiempo, se consolida la partición del territorio en un occidente indígena y un oriente negro.2

El grupo étnico que permaneció en la región oriental fue el de los garífunas, a quienes los colonialistas ingleses denominaban "caribes negros" para distinguirlos de los "caribes rojos" o "caribes amarillos" a los que consideraban indios puros. Esta etnia de africanos y afrodescendientes había adoptado la lengua y los elementos culturales de los indios caribes. Los ancestros africanos de los garífunas eran negros cimarrones y las raíces indoamericanas de los caribes y arawacos (tres siglos antes de la conquista europea de América, los caribes iniciaron un desplazamiento desde la costa septentrional sudamericana y la cuenca del Orinoco hasta las Antillas pobladas por arawacos). En 1763, por el Tratado de París, San Vicente pasó a manos de los británicos y la presión sobre los garífunas se agudizó, de tal manera que revolucionarios franceses, a principios de la década de 1790, convirtieron a los garífunas en sus aliados contra los ingleses. Esto dio origen al conflicto que se conoció como las Guerras Caribes, que terminó con la derrota de caribes y franceses y la deportación de los negros caribes a la isla de Balliceaux en las Granadinas.3

En marzo de 1797, los 2 248 supervivientes de las guerras y epidemias fueron deportados nuevamente a la isla de Roatán (en las islas de la Bahía frente a la actual Honduras). El 12 de abril de 1797 se consigna la llegada de 2 026 garífunas a Roatán; 222 murieron en el trayecto. De la isla, los garífunas se trasladaron a la ciudad de Trujillo y desde ahí emigraron a otros lugares del litoral atlántico centroamericano conformando una línea de pueblos, ciudades y barrios, casi siempre junto al mar, que corre del sur de Belice al norte de Nicaragua, pasando por Guatemala y Honduras. En estos lugares establecieron, durante el siglo XIX, comunidades que vivían de la agricultura, yuca y plátano, de la pesca y del trabajo asalariado en plantaciones bananeras, compañías marítimas y puertos.4

La cultura garífuna es una amalgama de elementos caribes, africanos, afroamericanos, europeos, y centroamericanos que han evolucionado e integrado nuevas influencias para formar una cultura compleja en la que destacan la lengua, la religión, la alimentación, la música y la danza. Los garífunas son poseedores de una cultura que incorpora las tradiciones africanas de la música, danza, ritos y ceremonias religiosas; las formas de subsistencia como son las técnicas de cultivo de la yuca, el tipo de alimentación, caza y pesca provienen de los indios caribes; y una lengua de influencia francesa y arawaca. Los números, por ejemplo, son los mismos que en francés y algunas palabras y expresiones resultan de la fusión del francés y arawaco.5
Según el investigador Gabriel Izard, la lengua garífuna es amerindia (caribe-arawaco) con aportación léxica europea (francesa, inglesa, española), la fonética de influencia africana y la propia evolución de la lengua.6 Una de las particularidades de la lengua es que las mujeres utilizan ciertas palabras y los varones otras para referirse a lo mismo. Las palabras utilizadas por los hombres provienen de los indios caribes y las usadas por las mujeres proceden de los arawacos.7

La religión está centrada en los ancestros, compaginan sus creencias con las del catolicismo, cuya influencia se remonta a la conversión por parte de los misioneros franceses en San Vicente. Así, la mayoría de los garífunas son católicos, con excepción de los que se trasladaron a Belice que reciben la influencia de las creencias anglicanas, por su pertenencia al imperio británico hasta 1981.

La base de la alimentación se encuentra en la yuca, el plátano, el pescado y el coco. De hecho, el gentilicio garinagu se deriva decalínago o comedores de yuca. El hudut (plátano molido que se acompaña con pescado y leche de coco) y el casabe (pan de yuca) son sus platillos básicos.

Respecto a la música y la danza, los tambores constituyen el elemento principal. Las canciones y danzas dugu, frecuentemente realizadas por mujeres, forman parte del ritual religioso de los ancestros. Esta celebración es presidida por un sacerdote-curandero garífuna. La punta es un ritmo secular que se baila en velorios, fiestas y otros actos sociales, las letras de estas canciones son generalmente compuestas por mujeres; el wanaragua, de origen afroantillano, se baila en las fiestas navideñas; el punta rock es un ritmo popular actual que surge de la punta con electrificación mezclada con ritmos afrocaribeños como calypso y soca.8

Respecto a la división del trabajo, las mujeres se dedican al cultivo de la yuca y los hombres a la caza y a la pesca. Los garífunas son reconocidos por sus habilidades marítimas. Los pescadores salen al mar antes de que amanezca, mientras que las mujeres cultivan la tierra y preparan los alimentos, que consisten en pescado fresco y casabe, plátano, piña y coco. Los niños realizan las labores de la casa, lavan la ropa, limpian el pescado y hacen los mandados; los abuelos enseñan a los nietos las habilidades requeridas para la subsistencia y para la reproducción de la cultura. Este modo de vida y el aislamiento en que se encuentran ha sido un elemento que ha favorecido la permanencia de la cultura.9

La cultura garífuna es matrilocal y matrilineal. Con el matrimonio, el hombre pasa a formar parte de la familia de la esposa y está obligado a edificar su casa en la propiedad de los padres de ella. Lo anterior permite el establecimiento de lazos de parentesco del lado de la mujer.10 Las mujeres son el centro del hogar y las encargadas de la subsistencia biológica, de la educación de los hijos e hijas y de la reproducción y transmisión de las tradiciones. Son poderosas y toman decisiones al interior del hogar y la comunidad, ya que es muy frecuente que los hombres estén fuera. Sin embargo, esto no significa que sean independientes, porque dependen de los ingresos de los esposos para sostener a la familia. El acceso de las mujeres al trabajo asalariado se encuentra limitado al trabajo doméstico y a la venta de productos hechos en casa, lo que no proporciona un ingreso suficiente. La familia garífuna dependía de la agricultura para la obtención de sus ingresos. Sin embargo, el acceso a la tierra de vocación agrícola se vio limitado por la entrada de las compañías fruteras, principalmente plátano durante el siglo XX. Se permitió el ingreso a la agricultura comercial porque suponía la generación de ingresos para las comunidades pero, conforme esta actividad fue declinando, la tierra fue vendida a los agricultores mestizos. Los garífunas se vieron obligados a emigrar en la búsqueda de empleo con compañías extranjeras dedicadas a la explotación de madera y chicle, como pescadores o como obreros que han migrado a las capitales centroamericanas y a Estados Unidos. Otra fuente de empleo ha sido la Marina Mercante. A las mujeres no les es permitido desempeñarse en estas actividades, pese a ello, se han visto obligadas a emigrar a las ciudades, incluso a Estados Unidos, en busca de trabajo, las más de las veces como empleadas domésticas o en la industria textil.

En esta organización matrilocal, en el pasado, los hogares estaban integrados por tres generaciones de mujeres: la abuela, la madre y las hijas e hijos. Es frecuente encontrar, a partir de la década de los sesenta, hogares donde permanecen las abuelas y los niños. Son ellas las encargadas ahora de la crianza y dependen en buena parte de los envíos monetarios que realizan los miembros de la familia que están fuera. Son abuelas y abuelos los que educan a los niños y cuando éstos crecen también emigran. Se calcula que 50% de los varones han estado fuera de la comunidad en algún momento de sus vidas, y con la creciente emigración de las mujeres, las comunidades garífunas están perdiendo una generación de adultos en edad productiva.11
Los miembros de la etnia radican en Centroamérica, Estados Unidos y Yurumein (San Vicente y las Granadinas). Es difícil hacer un conteo de la población debido al proceso migratorio y porque solamente Belice los contabiliza como un grupo étnico específico, pero se calcula su existencia entre 200 y 500 mil garífunas, y alrededor de 100 mil en Estados Unidos.12

Una de las preocupaciones es la reactivación de la cultura y su identidad como garífunas más allá de las fronteras de los países en que viven. Comparten una historia común y celebraciones, se encuentran unidos por blogs de los distintos países con enlaces a los otros. En la actualidad existe la Garifuna Heritage Foundation, con sede en San Vicente, que en marzo de 2012 realizó una Conferencia internacional con el tema "Viviendo la herencia y cultura garífuna después de 215 años. Fortaleciendo vínculos, creando redes y recuperando espacios ancestrales". La fundación es dirigida por la escritora garífuna-beliceña Zoila Ellis Browne.

Esa revitalización de la cultura va más allá de la preocupación por la conservación de su lengua o del reconocimiento de su memoria e historia común, incluye la construcción de condiciones que permitan la reproducción social del grupo a través, por ejemplo, de la educación. El investigador Gabriel Izard señala:
Los garífunas están preocupados por el futuro de su cultura, ya que la educación en las escuelas no es en su lengua, no hay prensa y una televisión garífuna, y viven en países donde a pesar de la diversidad cultural hay la hegemonía de un grupo étnico o lingüístico determinado (el creole, formado por los descendientes de los esclavos africanos traídos por los ingleses y los descendientes del mestizaje de los primeros con los segundos, en Belice; el mestizaje hispano-parlante en los otros países de Centroamérica).13

LA LITERATURA DE LAS POETAS GARÍFUNAS CENTROAMERICANAS

La obra poética de las escritoras garífunas del Caribe centroamericano representa un discurso en el que pueden observarse los procesos de construcción de la identidad como integrantes de la etnia garífuna y como mujeres. Es un movimiento que funciona como suplemento de la memoria y que mantiene presentes, en el imaginario, las tradiciones culturales. En ese proceso, la labor de las mujeres como transmisoras de cultura es fundamental en la vida cotidiana, en el devenir histórico y en el proceso de representación en la literatura. Es un discurso que trasciende las fronteras de los diferentes países en los que habitan miembros de la etnia. No es un discurso aislado sino que se une a otras voces de afrodescendientes que desde una visión afrocéntrica expresan la vivencia de un cuerpo marcado por la etnia en condiciones de minoría, discriminación y explotación. En este sentido el costarricense Quince Duncan señala como preocupación, la búsqueda de la identidad de los sujetos como afrodescendientes en países de tradición hispánica con población indígena, que incorpora la reivindicación de la memoria histórica africana y que se expresa en inglés criollo costeño o creole como producto de los movimientos de la diáspora negra en el trayecto de África, las islas antillanas (angloparlantes) y Centroamérica.14

XIOMARA CACHO CABALLERO: HONDURAS

En Honduras existe un movimiento importante de la población garífuna que reivindica su memoria, su historia, su cultura, su idioma, sus héroes y personajes, sus tradiciones y todo aquello que construye su identidad. Denuncia la discriminación de la que son objeto los miembros de esta etnia en los diferentes países15 y su exclusión de los discursos nacionales.

En el caso de Honduras, los garífunas o "morenos"—categoría étnica utilizada para distinguirse de los negros creoles— se consideran a sí mismos como nacionales hondureños. Sixto Cacho escribió el artículo periodístico "Por la Raza Morena y la Protección de todos mis Compatriotas" en el que afirma "Los morenos que habitan en Honduras son también sus hijos legítimos... Yo puedo demostrar a quien lo solicite que la raza caribe que puebla la costa Norte de Honduras, desciende de los habitantes que encontró Cristobal Colón, en las islas y tierra firme, cuando el descubrimiento de América."16 El reclamo es en el sentido de su asimilación y discriminación frente a la población afroantillana, creole, que llegó a Honduras para trabajar en las compañías norteamericanas del puerto de Tela y la Truxillo Railroad Company. La asimilación es en el sentido en que se les identificó como negros con todas las connotaciones y discriminación que esto representaba. Las compañías extranjeras, por ejemplo, preferían a los creoles que hablaban inglés. Así, en los talleres y muelles, los mejores puestos los ocupaban éstos y los morenos y latinos realizaban los trabajos más rudos.17

La escritora Xiomara Mercedes Cacho Caballero (1968) es una de las más importantes autoras garífunas, que responde a los propósitos de esa tradición afrocéntrica que "se inscribe en los propósitos e intenciones de la estética negra".18

Nació en Punta Gorda, Roatán, islas de la Bahía. Domina cuatro idiomas y tiene estudios de educación especial. Es la representante de la comunidad garífuna en el Programa Nacional de Educación Bilingüe intercultural. Publicó La voz del corazón en 1998. Fue la primera mujer garífuna en publicar un libro de poesía en Honduras; de hecho, es la primera mujer negra que escribe poesía y cuento en ese país. La crítica Helen Umaña la incluye en la obra La palabra iluminada. El discurso poético en Honduras (2006) y señala que la autora ha vivido en un lugar donde confluyen tres culturas y que, por ello, el título y los poemas están escritos en garífuna, español e inglés. Afirma que "por primera vez en la historia de la poesía hondureña, una mujer de la etnia garífuna realiza un esfuerzo de integración intercultural".19 La crítica destaca como preocupaciones en la escritura un deseo de afirmar la cultura e identidad garífuna frente a un presente que tiende a desdibujarla. Asimismo rescata el orgullo por las raíces africanas y el sufrimiento y la crueldad de la llegada de sus antepasados a América.20

Otro grupo de poemas son hermosos cantos al amado en los que se expresa la sensación de plenitud cuando él está presente, o de nostalgia en el periodo de ausencia. Estos poemas seguramente están relacionados con el proceso de emigración de los varones. En general, en el libro no se encuentra un compromiso particular con la condición femenina o temáticas de género, con excepción del poema "Eres tú", que expresa la violencia sobre una mujer negra que tiene un hijo del patrón blanco, situación que es un riesgo en la ocupación como trabajadora doméstica y en esas creencias estereotipadas y erotizadas de la mujer negra.

El poemario Tumálali Nanígi/ La voz del Corazón/The voice of the heart es una colección de 24 poemas, ocho en cada uno de los idiomas en los que escribe su obra literaria: inglés, español y garífuna. Algunos, como "Sueño", se encuentran en los tres idiomas. El libro inicia con el poema "Garáwon" ("Tambor"), un poema que anuncia la motivación para escribir de la autora: ese deseo de afirmación de la cultura, la conservación en la memoria de sus raíces negras y el orgullo por las tradiciones que permite la supervivencia de la identidad étnica a través de las generaciones:
¡Los niños de mi pueblo!
Conservan sus costumbres 
Y hablan de dugú, 
Muy felices,


Ofrendan comidas a sus ancestros, 
Aman la comunidad nacional, también tocan el tambor. 
Los niños de mi pueblo conservan su identidad cultural, 
Labran la tierra, creen en el desarrollo, 
¡Cómo tocan el tambor los niños de mi pueblo! 
Conservan lo de sus ancestros, 
Hablan de su identidad.21


En otros poemas la pérdida de la identidad es expresada como lamento, con dolor, porque la historia, pasada y presente, ha destruido los rasgos de la memoria y la cultura garífuna. Los garífunas se encuentran rodeados de un discurso y un universo simbólico que los excluye, sin referentes particulares referidos a su etnia, de tal manera que para "pertenecer" tienen que dejar de lado su identidad: éste es el sentido del poema "Alarido":

Coloquiales 
Sobre ese germen 
De riqueza cultural 
Esa historia prospectiva


¿Cuál es el pasado 
De este presente que succiona 
Dejando en interrogante la sobrevivencia 
de la identidad? 

[...].22

En "Relying" expresa esa pérdida de valores de la etnia y la sustitución por otros valores de origen occidental. Se encuentran dentro del discurso pero desde una definición y mirada que no corresponde a los propios valores. Atrapados en sensaciones de enajenación o extrañamiento de sí mismos como producto de la relación subordinación y dominación que se deriva de su inserción en las economías de enclave, como marineros y fuerza de trabajo barata, y como producto de procesos migratorios que inician en las ciudades capitales hasta llegar a Estados Unidos. Es un poema de rebelión y resistencia a una cultura que continúa explotándolos:

[...] 
They are still dominating us 
Contact with enclave work 
Shipping out'as crew 
Migrating to the towns


Then to the USA 
Relying on dollar remittances supplementing earnings 
Putting values in our mind. 
[...].23


Esa enajenación producto de la inclusión/exclusión en el discurso se expresa en el poema "Tono", que muestra un ferviente deseo de "estar dentro", construir una identidad colectiva y esperanza en el futuro. Sin embargo, el segundo verso muestra la exclusión y no permite escapar a ese atrapamiento. Palabras como heroísmo, alianza, futuro, fe, opresión, aturdimiento, castración y nutritivo brindan el tono del poema:

Van de tono en tono, 
Heroísmo de cristales que 
Reflejan existencia en alianza; 
El futuro convertido en fe. 


Ausencia de toda impresión luminosa 
impresión análoga, 
Opresión del fruto 
Aturdimiento de las ramas y flores 
Castración del tronco, 
Pugnanza del sostén 
De procedencia que absorbe lo nutritivo.24 


Otros poemas, como "Scream", expresan la necesidad de no olvidar, mantener una memoria viva y construir un "nosotros" como identidad política. Es fundamental, por ello, la conservación de la lengua garífuna para pensarse a sí mismos, nombrar esos procesos de resistencia y de toma de conciencia frente a la explotación y a esa relación de opresor y oprimido, amo y esclavo:

[...] 
Each from different 
Historical experience 
We develop; 
Master and interbred population 
Heavy labour for unskilled black. 


Seeking to replace 
Your garifuna language 
Where forbidden, 
hostility, frustration, but 
You are still there.
25


El poema "Speak to us" es una oración profundamente transgresora, muestra ese sentimiento de pérdida, de oscuridad por el olvido de la lengua. Se dirige a un dios-padre para que guíe a sus hermanos, son los varones los que emigran, que no se dejen engañar por una educación que los obliga a olvidarse de su etnia, su lengua y su memoria:

Father; I know you are there 
Talk to us 
Look to us 
Look at us now 
We are getting lost 


Do not let us be in darkness 
Give us a hope of promises 
Do not let education 
Misplace my brother 


My brother is not the same now 
He does not speak his language anymore 
Brush away, the misunderstanding of him.
26


"Ancestros" da cuenta de las raíces africanas en la construcción de la memoria e identidad garífuna. Recupera el sufrimiento y la muerte durante el trayecto a América de los antepasados traídos como esclavos. El poema hermana a los garífunas con el resto de los afrodescendientes porque ellos no fueron esclavos, fueron negros cimarrones que se rebelaron, escaparon y llegaron a América sin el yugo de los amos:

¿Cuántos de ellos murieron? 
El mar fue el único testigo 
De aquellos que vinieron 
A abrir el camino hacia la América. 
Murieron muchos. 
Otros llegaron a la América. 
Cuántos cantos sobre ese movimiento; 
Cuántos cantos por la sangre. 
Cuánta desesperanza 
Cuánta deshumanización, 
Fueron tantos, 


Pero ninguno fue escuchado. 

Cuántos de ellos murieron, 
Todos murieron de dolor; 
Muchos gritaron socorro,

Pero ninguno fue escuchado. 

[...] 
¡Oh, Ancestros! 
Dónde han quedado tus alaridos 
Cuánta desesperanza, 
Cuántos de ellos murieron.27


En ese mismo sentido de ubicarse en un movimiento político más amplio que incluye a todos los afrodescendientes en Centroamérica y rebasa, también, las fronteras de la región, el poema "Sueño"/"Dream" alude a Martin Luther King Jr., figura emblemática en el movimiento panafricano. En un sentido de afirmación expresa el amor, el orgullo y el dolor por sus antepasados africanos pero con la esperanza de construir ese sueño, esa utopía en la que sea posible ejercer la ciudadanía sin que el color de la piel represente discriminación. La escritora incorpora un elemento adicional: la reafirmación de una conciencia negra universal.

¿Has visto un sueño avanzar? 
Pues yo sí lo vi 
¿Has visto lo bien que tu sueño puede avanzar? 
Es divino y maravilloso. El sueño avanza 
Cuando el cielo llega a tus brazos. 
¿Has visto lo bello que avanza tu sueño? 
Pues yo sí lo vi. 
El cielo en tus brazos 
Es la conciencia del color de tu piel 
Ante los ojos de la sociedad 
Es la frescura de tu pigmentación. 
Lo maravilloso es 
La sangre africana. 
Es el dolor que sufrieron 
Aquellos que te abrieron 
Las puertas a la América.28 


Have you ever seen a Dream advance,

Well i did see it, 
Have you seen how well dream can go 
forward? 
it is divine and marvellous. 


Then dream progresses 
When the sky reaches your arms. 
Have you seen how beautifully your 
dream advances? 
Well i did see it. 


The sky in your arms 
is the conscience of the colour 
of your skin 
Before the eyes of society. 
And the freshness of your pigmentation. 


What is marvellous is 
The African Blood. 
The pain that was suffered 
By those who opened to you the doors of 
the Americas.
29


ISABEL ESTRADA COLINDRES: NICARAGUA

El caso de Nicaragua es muy particular. En el periodo posterior a la Revolución, se establece un régimen de Autonomía de las dos regiones de la Costa Atlántica de Nicaragua: la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN) y la Región Autónoma del Atlántico Sur (RAAS). La Costa Caribe ocupa un poco más del territorio nacional y fue "colonizada por los ingleses y a diferencia del Pacífico, donde los pueblos indígenas sucumbieron al mestizaje, en esta zona aun existen pueblos indígenas autóctonos y afrodescendientes, con su lengua materna y cultura", lo que genera una gran diversidad étnica, lingüística y cultural.30 En el territorio conviven pueblos indígenas y comunidades étnicas, como los ramas, sumo-mayangna, miskitos, creoles, garífunas y mestizos. Esta diversidad de pueblos y comunidades se identifican como "costeños" y en esa utopía común de la Autonomía encuentran el espacio para reconocer semejanzas y diferencias, y encontrar un lugar libre de discriminación, racismo, expropiación y exclusión.31

Las poetas costeñas afirman que la Autonomía representa su utopía de mujeres comprometidas con su realidad sociocultural.32 Yolanda Rossman señala la existencia de 28 mujeres poetas, lo que muestra que esa tradición literaria está siendo consolidada por mujeres. La identidad cultural, ritos, tradiciones, costumbres, género, autonomía, conciencia social y el respeto por los recursos naturales son temas recurrentes en sus poemas.33

Entre este grupo de poetas se encuentra ISABEL Estrada Colindres (1953), garífuna nacida en La Fe, Cuenca de Laguna de Perlas, Bluefields/RAAS. Es enfermera y socióloga, responsable de la Promotoría en la Asociación Campaña Costeña de Lucha contra el sida e integrante del Programa de Revitalización de la Cultura Garífuna. Escribe en inglés, creole y español diferentes poemas sin traducción. Se incluye un poema de su autoría en la Antología Poética de la Costa Caribe de Nicaragua y en el libro Orinoco: revitalización cultural del pueblo garífuna de la Costa Caribe nicaragüense (1999).

Al igual que Xiomara Cacho, Miss ISABEL (como se le conoce en Bluefields) expresa, en el poema "Yesterday", la preocupación y el dolor entre los garífunas por la fuerza con que fueron absorbidos por la cultura creole que ha llevado a la pérdida de su lengua y buena parte de su cultura.34 En este sentido, los garífunas se encuentran en una relación de marginalidad adicional como grupo minoritario entre los afrodescendientes, que a su vez representan una minoría respecto a la cultura de origen hispano. El poema recupera los sabores de sus comidas tradicionales, el pescado, el coco, el plátano y el pan de yuca. Asimismo, los rasgos de su cara y de su cuerpo, las voces de los ancestros que se escuchan a través del tiempo, el sonido de los tambores de sus antepasados africanos y los pies que siguen el ritmo curativo de los sonidos. Es un poema pleno de sensualidad que expresa la capacidad del cuerpo y sus sensaciones para vaciar los símbolos de los significados que los alejan de su memoria, y llenarlos de nuevos sentidos lúdicos que emanan del orgullo y la fortaleza de la etnia. Rompe así con la enajenación:

Yesterday, today, tomorrow, forever 
Our voice will shout all over 
When i horde the word Garifuna, I thought 
About yesterday kereb, i thought yesterday kumpe 
I thought yesterday Driff coconut, 
I thought cat fish eater. 


Yesterday, today, tomorrow, forever our voice is out. 
Garifuna the round ushnu on our back 
Sweet and biter cassava, delicious bami 
Plantin dashin, nice judut. 


Garifuna tick lips 
Garifuna big flat nose 
Garifuna big rollin buttock. 
When I horde sound of my father drum 
Drum, drum, drum 
The sound of my grandfather drum 
Drum, drum, drum 
My feet keep moving on mother ground 
For the healing of our ancestors walagallo. 


Garifuna, garifuna, garifuna 
Yesterday, today, forever 
Our voice will shout all over.
35


La figura de las abuelas es importante no solamente porque en ellas radica la transmisión de la memoria y la cultura, sino también porque frecuentemente ellas quedan a cargo de las nietas y nietos cuando la generación intermedia debe emigrar en la búsqueda de mejores oportunidades para el sustento familiar. Son ellas las que cuidan, alimentan, educan y enseñan las tradiciones religiosas y de la etnia a los nietos. La abuela del poema "Grani", escrito en creole, proporciona calor, alegría y un sentido de fiesta en la vida cotidiana de los nietos, fortaleciendo con ello su autoestima e identidad:

Such a sweet an wondaful wod 
But i moo sweta when yu get ina the club. 


Some a we newa eva sing 
But wen we gran baby get 
Ina we han all cain a song


Com up to we hed fu sing 
Ja, ja a tel yu buai! 


Some a di grani dem so kain 
An waam but some ai mi deer 
Di original grani de no dem 
We gi yu wan dal baby, wan 
Bal, nida wan dras da Christmas time 
Nida dem we want dem granpicknini 
Line all ova to dem moo an dem Muma. 
No mi dere di real grani da hou 
Help fu bring up dem gran baby 
Wid respect, love, an a licu bit 
A all the life substan so dem cud 
Fit to place ina dis ya wol 
Now yu no huo da di real grani?
36


La tía-abuela de la poeta, como pasatiempo, anotaba en una serie de cuadernos todos los acontecimientos de la vida cotidiana de la comunidad de Santa Fe. Ella sabía cómo había sucedido y quiénes habían participado en cualquier suceso del que se hablara. Llevaba, sin pretenderlo, la historia de la comunidad y el registro de las tradiciones de sus habitantes garífunas.37 Es posible que esta apropiación de la escritura y la palabra haya sido heredada a la poeta por esa vía, una expresión de la matrilinealidad de la cultura garífuna.
La investigadora Yolanda Rossman presenció una reunión de mujeres garífunas en Santa Fe, Bluefields, Nicaragua, donde se expresó como una de las grandes inquietudes, el avance de la frontera agrícola por parte de la población mestiza y miskita, de tal manera que, en son de broma, una de las participantes apuntó "la necesidad de dedicarse a procrear sin descanso para que la comunidad crezca y los territorios deshabitados sean ocupados por garífunas."38 La investigadora señala que las participantes eran mujeres de distintas generaciones preocupadas por el bienestar de su pueblo y que se comunicaban entre sí intercalando el inglés y el español.39

El compromiso de Miss ISABEL se muestra en la preocupación por la depredación de las comunidades que ocupan los garífunas por parte de la explotación irresponsable de los recursos que realizan las empresas asentadas en la región. El poema "La Fe" se refiere al lugar donde nació, esa tierra donde se encuentra enterrado su cordón umbilical y a la que pretende regresar:

¡La Fe! La tierra prometida de mi cordón umbilical. 
La tierra de mis pasos vacilantes 
La tierra de mi primera palabra.

¡La Fe! ¿Cómo podría olvidarte? 
¿Cómo podría alejarme de ti? 
Si tú me enseñaste a gatear 
A caminar, a correr y a jugar. 

¡La Fe! El problema por el que ahora sufres 
Es que las aguas te están arrastrando 
¡Terraplén Maravilloso! 
¡Que triste es ver que te vas

Debemos hacer algo! 
¡Tenemos que hacer algo!40


LECIAN HAYE FRANCIS Y NORA MURILLO: GUATEMALA

En la costa atlántica de Guatemala, Livingston y Puerto Barrios, radica un grupo de garífunas que no llegan a ocho mil habitantes, representan un grupo minoritario que vive con pocas oportunidades de trabajo y desarrollo integral y poco acceso a la educación, salud y vivienda.41 Es raro encontrarse con garífunas fuera de esta región perteneciente al departamento de Izabal. El racismo y la discriminación dificultan su integración en el resto del país. En la actualidad hay un proceso de asimilación de los jóvenes a la sociedad guatemalteca, lo que tiene como consecuencia el abandono de su herencia cultural para ser aceptados en la sociedad más amplia.42

La antología de poetas guatemaltecas Transitando entre la subjetividad poética y la comunicación (2008), compilada por la investigadora Rossana Estrada, recupera a dos poetas garífunas: Lecian Haye Francis y Nora Murillo. Lecian Haye es originaria de Livingston, izabal, y nació el 5 de agosto de 1962. Es estudiante de la Universidad Rafael Landívar y su obra permanece inédita. Su poesía tiene como sujeto a las mujeres de su etnia en la que a menudo hace alusión a los rasgos físicos de la mujer garífuna y al color ébano de la piel. No es una poesía feminista en un sentido político pero sí le permite a sí misma y a sus lectoras pensarse como mujeres de piel oscura, pobres y discriminadas, que se resisten a ser invisibilizadas por la cultura ladina:

Sonría dulce de coco. 
Cabellos de búfalo 
Piel de ébano 
Labios de mujer 
Muñeca barbie de mi pueblo, 
zapatitos de pies descalzos.43


Para ello, brinda a las mujeres un nuevo imaginario que recupera sonidos, como el tambor, que aluden al pasado y ritos africanos y al valor y fortaleza de generaciones de mujeres garífunas que han resistido:

Como un ébano 
bañada en sudor 
es la mujer de mi pueblo. 
Que camina, lucha, llora y sonríe.

Levantada al canto del tambor 
Buscando el Mazapán.. .44


Otras imágenes que presenta son el mar y ese trayecto de sufrimiento producto de las múltiples migraciones, ese éxodo en la búsqueda de un lugar que reconozcan como su hogar. En este proceso de construir una memoria y una identidad recupera la ternura y fortaleza de las mujeres:

Pensamientos 
proyectos tiernos de mujer 
cruzando el mar y descubriendo un cielo café 
la identidad... Soy mujer y puedo. 


La mujer es el grito de la vida, 
el ocaso en el infinito 
Dolor hiriente continuo. 


¿Quién ha conocido su llanto? 
¿Dónde están los que ya se fueron? 
dolor dime ¿Qué es?


Oscuridad y abandono en el 
duro andar de la vida. 
Luz quizás, no lo sé. 
Solamente mujer, capaz y fuerte... Mujer.45


La obra de Lecian Haye muestra una conciencia de su identidad en dos sentidos: como afrodescendiente y como mujer. Mujeres creadoras de identidad e historia, mujeres que expresan la capacidad del amor con la misma fuerza de un huracán, es éste otra de las figuras emblemáticas presentes en el imaginario caribeño:

Una mujer, es una estrella en el infinito. 
Es dolor, sin miedo. 
Es amor, sin espera. 


Creación sublime de Dios 
grito de la naturaleza en la aurora. 


Silencio en el atardecer 
huracán en el amor.46 


Finalmente la poeta expresa su reconocimiento a las mujeres ancianas y a su importante labor como forjadoras de la memoria y transmisoras de la cultura y la identidad de su pueblo, y de las mujeres de la etnia:

Vestidos gastados por el tiempo, 
mirada hundida y penetrante 
sonrisa que a través del tiempo 
se hizo tu luz. 


Mujer anciana que por mi pueblo andas 
eres mi paso y un poquito a la eternidad. 


En ti, veo ese escondite de fuerza. 
Quédate a mi lado siempre. y en el más allá.47 


Nora Murillo nació en Livingston en 1964, es trabajadora social e investigadora y docente universitaria. Fue parte del colectivo literario El Quinto Infierno. Sus textos han sido publicados en las revistas Noticias de Guatemala, El Nuevo Milenio es Nuestro, Verdad y Vida, Nunca más, Los que escriben y Amiga; en los periódicos y suplementos Siglo XXI, La Cuerda, El Periódico, Co-Latino (San Salvador). Ha ganado varios premios literarios, entre ellos el Premio de Poesía Alaíde Foppa en el año 2000. Publicó el poemario Abrir la puerta.48 En él se puede observar a un sujeto femenino que se dirige a las mujeres. "Maíta" recupera a las ancestras en esos movimientos migratorios y su lucha de resistencia a la esclavitud, a la par de los varones. También esa luz y sabiduría que es la guía en la vida cotidiana y permite la sobrevivencia de la cultura. Las imágenes aluden al mar, las palmeras y los huracanes: a su pasado y presente.

Su risa 
una mueca 
dibujada por los años 
Su cabello 
sombra ceniza frente al mar 
Su cuerpo 
una palmera 
resistiendo huracanes 
Toda ella 
un faro 
arriba de la casa


Luz 
que silenciosamente 
marca huella.49


En Nora Murillo se encuentra, además, una propuesta feminista respecto a la concepción de mujer que niega la pasividad y la dependencia emocional respecto al varón, pero que no implica el rompimiento. El poema "Mujer" no hace relación a su identidad étnica, muestra una búsqueda de la identidad femenina autónoma sin sacrificar la relación amorosa:

Como trompo 
rompes ataduras 
dejas de ser puente 
derribas obstáculos 
emprendes caminos 
hasta llegar a ser 


Saberte amada 
amar... 
sin miedo a descubrir 
que a veces te tropezás 
Pero eres cada vez: más libre


            más hermosa 
            más valiente 
            más Mujer.50


En el poema "Abrir la puerta" se observan ya figuras que aluden a ese trayecto del pasado africano, los rituales y el trayecto por el mar de los esclavos: el reflejo de la luna, la niebla, las máscaras y las cadenas. Imágenes que se enlazan con nuevos ritos como mujer autónoma en el presente que afirman esa búsqueda de la identidad femenina, trastocando y subvirtiendo los valores aprehendidos, rebelándose a las enseñanzas de las abuelas, al dolor y al silencio.

No busqué la llave 
en un bolsillo roto 
en un zapato viejo 


Busqué en mis ojos 
las siete lunas 
despiertas en la niebla 


Me sacudí con fuerza 
hasta botar el moho de silencio 


Abrí el armario 
apolillado 
el que me regaló la abuela 
para guardar mis lágrimas 


Tiré cosas viejas 
ideas, mandamientos, cadenas... 
Me quité las máscaras 
me vi 


Apreté los puños 
rompí ventanas 


Abrí la puerta 
y me tomé la calle.51


Su poesía presenta el conflicto con "el otro", el varón, probablemente como un reclamo a las frecuentes ausencias producto de procesos migratorios, o por los desencuentros derivados de las identidades de género en las sociedades patriarcales.

"Jaque Mate" 
Te perdiste en mi sueño 
en mi encierro 
en mi selva 
como las hojas secas 
en la tierra 
te desconfiguraste 
ante mis ojos 
te vi desnudo 
ofreciéndome la soledad 
que no te cabe 
entonces 
sólo entonces 
te bajé de mi altar 
te destroné.52 


La poeta describe en el poema "Mutación", el conflicto que surge del enfrentamiento con la cultura patriarcal. Expresa el valor de las mujeres y su energía para nadar contracorriente, un movimiento de las mujeres para las mujeres en el que cada una, a su propio ritmo, transita y construye el camino a recorrer para las otras:

Cuando nos han dicho siempre 
lo que debemos y no debemos hacer, 
cuando nos han condenado a sobrevivir alejadas de


          nosotras mismas,

elegir lo contrario a lo impuesto es difícil y subversivo. 
Significa aprender a caminar al revés y ponernos en el


       centro de la mirilla.

Lo cierto es que somos miles de mujeres mutando. 
Cada una a su manera, con su propio reloj, en diversos


     espacios.

Somos mujeres haciendo camino 
para transformar esta cultura patriarcal que nos oprime.53


En este mismo sentido, el poema "Confieso que esperé..." es una voz beligerante que reclama los derechos de las mujeres, que manifiesta las diferentes expresiones de violencia a las que las mujeres —sin importar clase, raza o etnia— son expuestas; la historia de sometimiento y las instituciones sociales que legitiman y reproducen esa subordinación y ausencia de poder. En esa rebeldía alude a una historia matrilineal de mujeres transgresoras que han alumbrado y acompañado el camino para otras mujeres. El poema tiene como objetivo la lucha por la plena humanidad de las mujeres, similar a la lucha de esos negros cimarrones que se negaron a la esclavitud. Como subtexto se encuentran imágenes que hacen referencia a esa historia: las tormentas, los barcos, las barcas a la deriva, la luna, los puertos. Finalmente muestra un deseo de reconciliación entre la historia personal y la historia de Guatemala, que, como los discursos androcéntricos, es una historia escrita desde un contexto objetivo que recoge las experiencias de los varones y una ideología que coloca en los márgenes a las mujeres y las etnias.

Esperé que pasaran las tormentas 
Que se descongelara la noche 
Que en mi puerto no atracara un solo barco 
Que los duendes me regresaran las palabras 
Esperé como miles de mujeres: 
En el anonimato... 
Aguantando la triple jornada, 
el medio salario 
el jefe abusivo 
el último puesto...


Conviviendo con el enemigo en casa, la iglesia, la escuela, la calle.

Esperé con el corazón y arrugado de miedo 
Con tristeza y angustia contenidas 
Con rabia e impotencia de sentirme barca a la deriva 


Esperé... 
rastreando las huellas y convocando la voz 
de hermanas que escriben sus nombres con mayúscula 
ESPERANZAGUADALUPEREINAFRANCISCAMARIAJUANA 
MARTAISABELAMANDAIXMUCANECELIADOMINGALAURA 
Obreras, campesinas, estudiantes, profesionales, madres, 
trabajadoras, artistas, indígenas, mestizas, 
luchadoras, rebeldes, insumisas. 
Mujeres que se cansaron de que todo les llegara tarde. 
Esperé 
hasta sentir que ya no podía esperar más 
Porque mi corazón hervía de emociones 
Porque mi piel fue absorbiendo un viento nuevo 
Un viento que me hacía girar... 
Y... giré..., giré... giré... giré... giré... 
hasta sentirme reencontrada con mi historia 
y la historia de este país que habito y me habita 
Desde entonces ya no "sueño con serpientes" 
Sueño con lunas cargadas de caramelos 
Con dragones que me abrazan 
Con árboles que caminan. 
Y aquí me tienen...


Soy una más, ¡que no calla!54

CONCLUSIÓN

Las poetas garífunas son mujeres nacidas en la década de los sesenta, con excepción de ISABEL Estrada Colindres, de Nicaragua, nacida en 1953. Ordenadas por año de nacimiento le siguen las guatemaltecas Lecian Haye Francis, nacida en 1962 y Nora Murillo, en 1964. La más joven es la hondureña Xiomara Cacho Caballero, nacida en 1968. Su escritura se encuentra inserta en los movimientos sociales que surgen a partir de la década de los sesenta.

Su obra ha sido recuperada en antologías y solamente Xiomara Cacho ha publicado un libro de edición propia, lo que tampoco es raro en la publicación de libros de escritoras centroamericanas. ISABEL y Xiomara son activistas políticas que luchan por los derechos humanos de los integrantes de la etnia. Xiomara escribe ensayo en este sentido.

Respecto a las temáticas, se encuentra una reivindicación de la memoria simbólica africana. En Xiomara Cacho, las imágenes se refieren a sus ritos y tradiciones, los sonidos del tambor de los antepasados. Incluso, algunos de sus poemas tienen ese ritmo, otros aluden al mar y al trayecto de África a América en los barcos esclavistas. Escribe en garífuna, inglés y español. Cabe destacar que es la única que escribe en lengua garífuna. ISABEL Estrada Colindres igualmente recupera el sonido de los tambores, su magia curativa, su ritmo en la poesía y sus tradiciones y ritos. Escribe en inglés y creole. Llama la atención que esta poeta que expresa con mayor dolor el olvido de la lengua y la cultura, no escriba en lengua garífuna. Lecian Haye utiliza también la imagen del tambor, del mar y los huracanes. Nora Murillo presenta en su poesía feminista imágenes referidas a las tormentas, los barcos, las barcas, los puertos y la luna. Ambas autoras escriben en español.

Las autoras escriben desde una perspectiva interior, asumiéndose como una voz más de los miembros de su etnia que expresa sus preocupaciones y procesos de marginación, subordinación y explotación. La poesía como discurso, adquiere sentido en esa búsqueda de la identidad como integrantes de la etnia garífuna, como afrodescendientes, y como mujeres. Cabe aclarar que las escritoras guatemaltecas no hacen referencia particular a su etnia pero en las imágenes reconocen su pasado africano. Las cuatro autoras expresan con orgullo los rasgos físicos de su etnia y el tono de la piel. Solamente Xiomara Cacho Caballero recupera imágenes y personajes que la unen al movimiento panafricano, como el famoso discurso "Tuve un sueño" de Martin Luther King Jr.

Xiomara e ISABEL, como se señaló, son activistas políticas que luchan por el reconocimiento de los derechos de los garífunas, realizan acciones para la recuperación de las tradiciones y de una lengua garífuna que les permita pensarse, nombrarse y construir su memoria y su historia. Asimismo, Xiomara muestra esa enajenación de la conciencia garífuna por el contacto con sociedades que funcionan como economías de enclave. ISABEL expresa la depredación de las comunidades garífunas que estas economías realizan. En la producción ensayística, Xiomara Cacho señala la urgencia de una educación que tome en cuenta el carácter pluriétnico y plurilingüístico de Honduras, la educación regular no les brinda los conocimientos para resolver los problemas sociales relacionados con la supervivencia y calidad de vida de las etnias. Es una educación en español, los textos escolares, las metodologías y los recursos pedagógicos reflejan la cultura de origen occidental, desconociendo otras lenguas, culturas, demandas y necesidades.55

Lo señalado por la autora es aplicable al resto de los países. En este sentido esa enajenación y fragmentación de la conciencia sólo puede ser superada con la apropiación de una lengua, un imaginario cultural y procesos educativos que les brinden los bienes simbólicos y materiales para construir su identidad en un sentido político. Requieren para ello vaciar los símbolos culturales dominantes de esos significados que los incluyen en condiciones de otredad, marginalidad y explotación para resignificarlos y llenarlos de nuevos contenidos que les permitan construirse como ciudadanos y ciudadanas en los diferentes países en los que viven. Este discurso es la salida que las poetas proponen a esa inclusión/exclusión en el discurso hegemónico respecto a la etnia garífuna, presentes e invisibles a la vez en la construcción y desarrollo de sus países y de la misma manera, las mujeres discriminadas por su condición étnica y de género en las sociedades patriarcales.

La escritura de Xiomara no es sexuada, pero en ISABEL ya se encuentran referencias a la importancia de las abuelas en las comunidades garífunas; son ellas las que quedan como responsables de la transmisión de la cultura de los menores en un sentido amplio: los valores, las tradiciones, los ritos y la división sexual y social del trabajo. La escritura de Lecian tiene como sujeto a las mujeres garífunas; las describe físicamente, recupera su fortaleza como mujeres creadoras de identidad e historia y reconoce a las ancianas en su papel de transmisoras de la cultura. En Nora se encuentra una propuesta feminista que va más allá de la etnia. Hace referencia a la búsqueda de la identidad femenina que subvierte los símbolos que las instituciones patriarcales construyen para privarlas del deseo de protagonizar la propia historia y la historia de las sociedades. La matrilinealidad la expresa no por los lazos de sangre, sino recuperando a aquellas mujeres "obreras, campesinas, estudiantes, profesionales, madres, trabajadoras, artistas, indígenas, mestizas, luchadoras, rebeldes, insumisas" que hermanadas en la lucha han abierto el camino para otras mujeres que, igualmente, se han cansado "de que todo les llegara tarde".

En los textos recuperados no se observa el ejercicio del poder y la autonomía de las mujeres que se esperaría en una cultura matrilocal y matrilineal. Sin duda se debe a que es un poder limitado que no incluye el poder económico y que reproduce la dependencia respecto a los varones. En Xiomara Cacho Caballero, ISABEL Estrada Colindres y Lecian Haye Francis, el discurso poético muestra ese temor y resistencia a ser absorbidos por la cultura "ladina" (mestiza). Nora Murillo, además, expresa la resistencia a la subordinación femenina en las sociedades patriarcales. En Xiomara y Nora, las más jóvenes, se encuentra una propuesta de utopía, afroamericana en la primera y feminista en la última.

BIBLIOGRAFÍA

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Notas
1 Garifuna People. En http://www.southernbelize.com/hist_garifuna.html.
2 Gabriel Izard, "Garífuna y seminole negros: mestizajes afroindígenas en Centro y Norteamérica", en Elizabeth Cunin [coord.],Mestizaje, diferencia y nación. Lo "negro" en América Central y el Caribe, México, INAH, 2010, pp. 197-205.
3 Ibid., pp. 205 y 206.
4 Ibid, pp. 206 y 207.
5 Garifuna. En http://www.clas.ufl.edu/users/afburns/afrotrop/Garifuna.htm.
6 Izard, op. cit., p. 207.
7 Víctor Virgilio López García, El papel de la mujer en la cultura garífuna, San Pedro Sula, impresos Rápidos Ariel, 2007, p. 43.
8 Izard, op. cit.,pp. 207-209.
9 Tangled history of garífuna people. En http://www.hostalgarifuna.net/index.php?option=com_content&view=article&&id=65%3Atangled-history-of-garifuna-peoplersidRPr="0022rn/unotaalpie"/>.
10 López García, op. cit., p. 87.
11 Garifuna. En http://www.everyculture.com/wc/Afghanistan-to-Bosnia-Herzegovin...
12 Ibid.
13 Izard, op. cit., p. 211.
14 Quince Duncan, "El Afrorrealismo. Una dimensión nueva de la literatura latinoamericana", en Istmo. Revista Virtual de Estudios Literarios y Culturales Centroamericanos, núm. 10, enero-junio de 2005. Enhttp://collaborations.denison.edu/istmo/n10/articulos/afrorealismo.html (fecha de consulta: 8 de octubre, 2009).
15 Véase http://www.garinet.com.
16 Mark Anderson, "Los garífuna hondureños y los significados de 'negro' en los años 1930 y 1940", en Cunin, op. cit, p. 50.
17 Ibid., p. 51.
18 Magda Zavala, "Poesía, género y etnia en Centroamérica", en Centroamericana 12, Milán, Universidad Católica del Sagrado Corazón, 2007, pp. 121-141.
19 Helen Umaña, La palabra iluminada. El discurso poético en Honduras, Guatemala, Letra Negra, 2006, p. 739.
20 Ibid., pp. 739 y 740.
21 Xiomara M. Cacho Caballero, Tumálali Nanígi/La voz del Corazón/The voice of the heart, Tegucigalpa, edición de la autora, 1998.
22 Ibid., p. 18.
23 Ibid., p. 11.
24 Ibid., p. 9.
25 Ibid., p. 2.
26 Ibid., p. 17.
27 Ibid., p. 12.
28 Ibid., p. 6.
29 Ibid., p. 5.
30 Yolanda Rossman Tejada, Una aproximación a la autonomía multicultural desde la poesía de escritoras costeñas, Bilwi, 2006 (Tesis de maestría en Antropología Social con mención en Desarrollo Humano, Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Nicaragüense).
31 Yolanda Rossman, 'Aquí la palabra es arcoiris", en ANIDE, año 5, núm. 12, Managua, mayo-agosto de 2006, p. 54.
32 Hasta el presente se han publicado dos antologías que recuperan la tradición oral (leyendas, mitos, canciones, juegos, danzas) de la costa Caribe: Miskito Tabaza (Tierra Miskita) de 1998 que recoge prosa y poesía de escritores, escritoras y poetas de la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN) y Antología Poética de la Costa Caribe de Nicaragua (1998) de poetas de la Region Autónoma del Atlántico Sur (RAAS). Véase Rossman, Una aproximación a la autonomía...., pp. 26 y 27.
33 Ibid., pp. 54-58.
34 Ibid., p. 56.
35 Yolanda Rossman Tejada, Aquí la palabra es arcoiris. Poemario de Mujeres de la Costa Caribe de Nicaragua, 2010, p. 8 (inédito).
36 Loc. cit.
37 Rossman, Una aproximación a la autonomía p. 55.
38 Ibid., p. 57.
39 Loc. cit.
40 Ibid., pp. 90 y 91. Poema traducido al español por Ronald Brooks.
41 Rossana Estrada Buccaro, Transitando entre la subjetividad poética y la comunicación, Guatemala, Universidad de San Carlos de Guatemala, 2008, p. 255.
42 Véase el blog garífuna que administran Benjamin Palacios y Yasmine Ernst. En http://garifuna-files.wordpress.com.
43 Estrada, op. cit., p. 249.
44 Ibid.
45 Ibid., p. 250.
46 Ibid., p. 49.
47 Ibid., p. 250.
48 Ibid., p. 251.
49 Ibid., p. 252.
50 Ibid., p. 253.
51 Ibid., p. 254.
52 Rossana Estrada Buccaro y Romeo Moguel Estrada, Voces de posguerra. Antología de poesía guatemalteca, Guatemala, Fundación Guatemalteca para el Desarrollo del Arte, 2002, p. 188.
53 Cartel de Colectiva de Mujeres en las Artes de Guatemala.
54 Ibid.
55 Xiomara Mercedes Cacho Caballero, "Derechos económicos, sociales y culturales de la población garífuna isleña en Honduras", enRevista 7, Corte Interamericana de Derechos Humanos. En www.corteidh.or.cr/tablas/R23006.pdf.

Información sobre la autora
Consuelo Meza Márquez
Doctora en Humanidades por la Universidad Autónoma Metropolitana–Ixtapalapa, Profesora–Investigadora del Departamento de Sociología del Centro de Ciencias Sociales y Humanidades desde 1984 y coordina el Cuerpo Académico de Estudios de Género. Coordinó el doctorado en Ciencias Sociales y Humanidades desde sus inicios en 2006 hasta febrero de 2011. Durante su gestión el programa educativo fue incorporado al Programa Nacional de Posgrados de CONACYT. Asimismo, es productora y conductora del programa de radio "De mujeres... símbolo y pensamiento", programa semanal en vivo, con duración de una hora que se transmite en Radio UAA, desde hace 21 años. Imparte materias en la licenciatura de Sociología y en el doctorado de Ciencias Sociales y Humanidades.
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Créditos


Latinoamérica. Revista de estudios Latinoamericanos
versión On-line ISSN 2448-6914versión impresa ISSN 1665-8574
Latinoamérica  no.55 México dic. 2012. Reproducido por Revista
SciELO Analytics Google Scholar H5M5 (2020)
Recibido: 18 de abril, 2012. 
Aceptado: 12 de junio, 2012.




Enlace

Discurso literario de las poetas garífunas del Caribe centroamericano: Honduras, Nicaragua y Guatemala

http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-85742012000200010



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