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Entrevista: Ser mujer y escritora, un camino de prejuicios y logros. Maria Eugenia Ramos




  Samaí Torres   



Portada de libro de cuentos 


Referencias de la literatura hondureña como Lucila Gamero de Medina y Clementina Suárez marcan el crecimiento de la literatura escrita por mujeres, que viene desde el romanticismo hasta una obra que trasciende y que salta las barreras del machismo 

A lo largo de la historia de Honduras, muchos hombres han figurado como intelectuales, escritores de trascendencia internacional y precursores de algunas corrientes literarias, entre otros que han sobresalido por sus logros en diferentes ramas de las letras, pero qué hay de las mujeres, cuáles han sido sus logros y luchas.Muchos nombres y obras de mujeres enriquecen esa historia literaria hondureña que se escribe desde el siglo XIX. Para conocer un poco sobre esa trayectoria consultamos a la escritora hondureña María Eugenia Ramos.Asumirse como escritoras fue el primer retoLo primero que han tenido que hacer las escritoras es asumirse como tales. En ese sentido, la primera en hacerlo en Honduras fue Lucila Gamero de Medina, antes de ella había mujeres que escribían poesía pero no era una producción sistemática y no se dieron a conocer como escritoras, mientras que Gamero sí lo hizo.“Lucila es el primer caso de una mujer que se asume como escritora independientemente de la calidad de su producción, ella estuvo constantemente escribiendo y publicando, fue la primera mujer que lo hizo en Honduras”, expresó la escritora María Eugenia Ramos. Cerca de ese tiempo de Lucila Gamero surgió otra escritora, Paca Navas de Miralda, que con su novela “Barro” va un poco más allá de lo que había propuesto Lucila. En décadas posteriores surge la escritora Argentina Díaz Lozano, que “fue otro caso de mujer escritora que se asumía como tal, era novelista, escribió muchas obras, ganó un premio en Estados Unidos con ‘Peregrinaje’, una obra que tiene mucho mérito”. Y otra escritora que es considerada un hito de la literatura en Honduras es Clementina Suárez, una mujer que saltó por sobre todos los prejuicios del machismo y escribió una poesía que le dio más equidad a la literatura, y pese a la importancia de su obra “no se le ha dado el mérito que le corresponde, todavía seguimos encontrando desconocimiento y prejuicio ante el trabajo de Clementina”.Estos nombres de relevancia han marcado una literatura escrita por mujeres que ha ido cambiando en correspondencia con lo que ocurre en la sociedad hondureña ya que, en palabras de Ramos, “la literatura es un fenómeno que no está exento de tener influencia en la realidad y viceversa”.Y a medida que pasa el tiempo, las escritoras han ido incursionando en el realismo social, después en el mágico, “y en ese sentido no quiere decir que lo social se haya dejado de lado, continúa siempre, la diferencia está en cómo se escribe y de alguna manera también cómo se interpreta. Antes había una visión un poco pasiva de la sociedad, y esa visión también ha ido cambiando y evolucionando para mejor, a medida que la sociedad hondureña va evidenciando contradicciones, eso se refleja también en lo que escriben tanto las mujeres como los hombres”, manifestó Ramos.En la actualidad, las mujeres se han dejado cautivar por temáticas que rompen con lo que se esperaba que escribieran, y así autoras como Jessica Sánchez y Lety Elvir han incursionado en la literatura erótica, “uno de los cuentos de Jessica Sánchez está dedicado al orgasmo, es algo que antes no se esperaba ver, creo que todavía sigue siendo un tema tabú, pero lo importante aquí es que ese tema ella lo trata con gran delicadeza, utilizando las herramientas que la literatura le proporciona, entonces creo yo que esa es una muestra de cómo ha ido evolucionando la literatura”.La temática feminista también ha tenido mucha influencia en las escritoras, así como el tratamiento del “yo”, “la mujer ha adquirido la conciencia de que no es malo hablar de sí misma, que es importante como escritora visibilizarse a sí misma como persona. El yo de la mujer aparece, y eso es válido, esa corriente, si se le quiere llamar así, no solo aparece en las mujeres, si no también en los escritores jóvenes, si usted se fija en los poetas, también en los narradores, hay mucho del yo, mucho autobiográfico, las corrientes literarias se están alejando de la tercera persona y lo están manifestando en la primera persona”.Prejuicios ante la mujer escritoraaq consideración de María Eugenia Ramos, las principales barreras que han tenido que enfrentar las escritoras en Honduras son las sociales, y la que más resalta es el prejuicio, “en la visión patriarcal de nuestra sociedad, que asigna a la mujer ciertos roles, no cabe la mujer escritora, desgraciadamente esto lo seguimos viendo, seguimos siendo un país muy aislado donde el feudalismo y una realidad social de la época del siglo XIX coexiste junto con la tecnología y los avance del siglo XXI; entonces esa es la principal barrera que para mí la mujer escritora en Honduras tiene que superar, el hecho de ser mujer y de ser mujer en un país como Honduras”.Antes muy pocas mujeres se identificaban como escritoras porque había cierto tabú, “quizá de repente porque la sociedad veía con malos ojos, empezaba a considerar que quien era escritora por fuerza tenía que estar metida en la bohemia, andar solo en cafés, entonces había como un prejuicio social de que la escritora andaba con muchos hombres y descuidaba la casa”.Otra barrera que han tenido que enfrentar las mujeres escritoras en este país es la falta de reconocimiento, pero afortunadamente esto ha ido cambiando poco a poco, “lo vemos en el hecho de que en los últimos encuentros de escritores a nivel centroamericano y en ferias internacionales del libro ya estamos participando mujeres, quizá ese reconocimiento es mucho mayor afuera que adentro, pero sí hay un reconocimiento, y hay varios grupos de escritoras jóvenes entre 20 y 30 años que están escribiendo cosas interesantes... Las mismas mujeres están luchando por ganarse ese puesto, eso es muy importante”.Las mujeres mismas están abriéndose camino, y como menciona María Eugenia, las condiciones de marginalidad en que han estado las escritoras ha provocado que haya más solidaridad entre ellas.Y es que en el mismo ámbito literario, los hombres han menospreciado la literatura escrita por mujeres, “lo digo y no me equivoco, que son escritores mayores los que de alguna manera influyen para que haya cierto menosprecio hacia el trabajo literario de las mujeres, esto ha sido en ciertos sectores, no en todos, hay otros que sí abren muy generosamente camino, como lo abrió don Óscar Acosta, como lo ha abierto don Julio Escoto. Tampoco se trata de una situación de escritores contra escritoras, se trata de mentalidades. La persona puede ser escritor, académico, haber hecho tres maestrías y de igual manera tener una mentalidad rural y patriarcal y, por lo tanto, desestimar a las mujeres”, expresó Ramos, quien señaló que el reconocimiento hacia la literatura escrita por mujeres se ha dado más fuera de Honduras que dentro, “pero eso no nos debe de preocupar, sigo creyendo firmemente que el tiempo va a dar la medida de las cosas, si la persona tiene una obra relevante, sea hombre o mujer, va a ser en algún momento reconocido”.Lo cierto es que con obstáculos o no, las mujeres siguen escribiendo, no se trata de que vayan un paso adelante que los hombres porque tampoco es una lucha de géneros, se trata de que ellas también con su pluma han escrito parte de la historia literaria de Honduras, un mérito que no debe ser menospreciado ni olvidado.




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